Fourth night│ 5 ✧ # 🍽️
Después de su muy extraño encuentro con el ya no desconocido chico de las raíces despintadas, Beomgyu había ido a apoyar a Kai en el trabajo usual de limpieza en el Kids Club, sin embargo, tanto Kai como Sieun notaron un detalle casi insignificante: Beomgyu estaba muy distraído. Era muy fácil notarlo, tiene una experiencia increíble y todo lo que hace suele realizarlo con sumo cuidado y perfeccionismo.
Cosa que no estaba pasando en este momento, ya había chocado más de una vez con las puertas y tropezado con el recogedor, tuvo que repetir barrer cinco veces el mismo lugar, definitivamente no era normal, pero tampoco era malo, no estaba cansado, normalmente si lo estaba pedía tareas no tan complicadas o que requieran mucho cuidado; esta vez no dijo nada, simplemente hacía sus tareas usuales.
Nunca lo habían visto así, sobre todo porque a pesar de su notoria torpeza se le veía bastante feliz, hasta relajado. Sieun y Kai se preguntaban qué era lo que lo tenía así; afortunadamente, Soobin llegó para ser testigo del comportamiento de su amigo y llegar a una conclusión: Beomgyu estaba experimentando su primer enamoramiento.
Y como buenos amigos que eran, debían hacer lo posible por llevar este romance acabo. No les costó mucho, sólo sobornar un poco a Jungwon y unas cuantas búsquedas en el sistema. Tenían el plan listo, ahora sólo faltaba que Beomgyu estuviera de acuerdo.
– Ya pasamos de Guatemala a Guatepeor, si esto no sale bien vamos a echarte la culpa, Soobin.
– ¿Por qué ante todo me quieren culpar a mi?
– Tal vez porque eres el mayor, Binnie...
– Ajá, ¿y luego?
– Cállense, ¡ya viene!
Su querido peli-rojo había estado tan, pero tan distraído que ni siquiera había notado que losbttes desaparecieron al mismo tiempo y que lo habían dejado haciendo absolutamente todo—definitivamente se aprovecharon de él, pero no de lo dirían—. Beomgyu iba saliendo del Kids Club cuando encontró a sus tres amigos fingiendo demencia.
– Uh... ¿Hace cuanto están aquí afuera? – pareció darse cuenta que tenía un rato que no veía a ninguno.
– Estás muy distraído hoy, cerecita – Soobin se acercó a él y rodeó sus hombros con un brazo.
– ¿Distraído? ¿Yo? Pfft... – se rió con cierto nerviosismo, sinceramente él mismo sabía que no estaba completamente en sus cinco sentidos, o al menos le estaban fallado teniendo su mente en otros asuntos... o en otras personas.
– Beomgyu, literalmente tienes los brazos rojos de tanta agua que te cayó encima – Kai se aguantó una carcajada al notar cómo los ojos de su amigo se abrían más grandes.
– ¡O-Okay! Sí, estoy... pensando en muchas cosas – al escuchar la risa de Soobin a su lado se soltó de su agarre.
– ¿En muchas cosas o mucho en una persona? – Sieun alzó las cejas, mirándolo pícaramente y causando que las mejillas de Beomgyu se pintaran de rosa.
– ¡Ya! Déjenme en paz, ¡Soobin eres un chismoso! – el mencionado sólo se encogió de hombros.
– ¡Soobin promete que te va a regalar sus snacks de los sábados por dos meses si lo perdonas! – Beomgyu enarcó una ceja, interesado mientras que Soobin asentía, hasta que se dio cuenta de lo que decían.
– ¡Per-
Kai le tapó la boca.
– Bueno... es demasiado un mes, con un sábado me basta, de todos modos les iba a contar...
– Exactamen-
Otra vez, la boca de Soobin fue tapada otra vez.
¿Te mantuviste en silencio, o te silenciaron? Fuerza, Soobin.
– Es que hay otra cosa que quere- que Soobin quiere – Sieun sonrió con inocencia a pesar de que Soobin los mataba con la mirada.
– Si, si, es algo muy importante a lo que no puedes negarte porque... eh, nos costó- ¡Le costó! Mucho conseguir.
Beomgyu los miraba no muy convencido, sabía que algo habían tramado.
– ¿Y eso es...?
– Te hicimos una reserva en el restaurante Italiano– soltó Sieun.
– ¿Gracias?
– Con el tal... ¿Yeonjun? Tiene un bonito nombre, siento que queda bien con el de Beomgyu.
– ¿¡Qué?!
– Y por eso Soobin dice que te dará sus snacks por tres meses.
– ¡Dejen de echarme la culpa de todo! – Soobin se soltó de Kai y se cruzó de brazos – ¿pero sabes qué, Beoms? Si no aceptas el que se va a llevar los snacks de otro seré yo.
– ¡Están locos! Es la segunda vez que me quitan el horario y todo para cenar con un chico, ¡no puedo hacer eso! Debo trabajar, Yeri va a matarme y–
– Yeri autorizó esto, bobito – Sieun se rió.
– ¿¡Eh?!
– Ya deja de hacerte el difícil, sabes bien que todos este hotel reconocen todo tu esfuerzo, y créeme, todos desean verte descansando aunque sea una vez – al fin Soobin se puso de parte de ellos.
– Pero acabo de conocer al tipo, yo-
– ¿Y qué? Se nota que le interesas mucho y que a ti también, sal un poco de tu zona de confort, Beomie, un romance de verano no ocurre dos veces – esta vez Kai concluyó con algo que terminó por convencer a Beomgyu.
– Yo... – suspiró y después de unos segundos volvió a hablar – Bien, bien... cenaré con Yeonjun.
Por más que intentó actuar desinteresado, no pudo evitar sonreír tímidamente al ver la felicidad en las expresiones de sus amigos.
– ¡Vamos a dejarte muy bonito!
❛🏝️ミ¡!
│ ✧ # 🍹
Por otro lado se encontraba Yeonjun tranquilamente descansando en el Jacuzzi que se encontraba en su habitación. Estaba muy relajado y feliz, no pensó que llegaría a convivir y conocer tanto del chico lindo. Aún se sentía muy confundido sobre el hecho de que fue un ser mágico y que hasta ahora conocía por ser inexistentes, pero pensándolo bien, el chico es tan precioso que su única explicación era el hecho que fuera un ser tan bello como un tritón.
Su reflexión interna y relajación corporal se vio interrumpida por el tono de llamada viniendo de sus celular que tenía a un lado suyo. Decidió tomarlo y contestar de inmediato.
– ¡Choi Yeonjun! – escuchó la voz enojada de Sakura al otro lado de la línea.
– ¿Para que soy bueno?
– ¡Para nada!
– Ouch... ¿Qué hice ahora? – escuchó un fuerte suspiro.
– ¿Cómo que qué hiciste?
– Pues sí... eso pregunté.
– Estábamos haciendo la reservación para el restaurante chino y en el sistema sale que no podemos agregarte porque ya tienes una reservación. ¿¡Por qué demonios no nos avisaste sobre eso?!
– ¿Qué?
– "¿Qué?" ¿Eso vas a decir?
– Estoy igual de confundido que tú, no he hecho ninguna reservación...
– ¿Cómo explicas esto entonces?
– No lo sé, te voy a colgar y lo voy a checar, ¿sí? En un momento te llamo.
– Ajá.
Dicho esto, finalizó la llamada y decidió entrar a la aplicación del hotel para checar ls reserva que, después de revisar bien, descubrió que efectivamente, tenía una hecha.
– Qué raro... ¿para dos personas? A ver, seguro alguien de confundió y-
Sus palabras se le quedaron en la garganta al ver el nombre en su pantalla.
Choi Beomgyu.
Tenía una reservación con Choi Beomgyu. Iba a cenar con Choi Beomgyu.
Inmediatamente llamó a Sakura de nuevo.
– Kkura, hoy no voy a cenar con ustedes.
– ¿Cómo consiguieron poner mi nombre en la reservación?
– Estabas tan distraído que no te diste cuenta que nos fuimos como por una hora a recepción – Kai reía mientras llevaba casi a rastras a un muy nervioso Beomgyu en dirección al restaurante. No estaba muy lejos de la recepción, de hecho era un lugar que tenía bastante bien ubicado porque sinceramente, siempre quiso cenar ahí, pero claro, siempre hay más trabajo que tiempo para cumplir sueños.
Hasta ahora.
– No Kai, ahí está, ya no quiero – el peli-rojo rápidamente se escondió detrás de su amigo.
– No seas cobarde, literalmente nada te da miedo, ¿y vienes a mearte sólo por ver a un chico? Se me cae un ídolo...
– ¡No me manipules!
Kai sólo rió y lo empujó unos pasos más. Cuando estaba suficientemente cerca, se fue corriendo.
– ¡Kai! No me hagas esto – lloriqueó al ver que su amigo lo habían abandonado, pero en el momento que giró hacia el otro lado, se encontró con Yeonjun, parado justamente frente a él – Ay...
El más alto simplemente sonrió – Buenas noches, Beomgyu.
Beomgyu sentía que fallecería ahí mismo, pero tenía que mantenerse vivo – Buenas noches, Yeonjun.
Sin embargo, por una vez en su vida se sentía muy tímido. No sólo por el hecho de que iba a tener una cita—por llamarlo de alguna forma— sino porque también sabía que tenía la mirada del otro fija en sí, Kai se había encargado de arreglarlo muy bien. Llevaba un pantalón negro ajustado a la cintura, cosa que realzaba bastante su figura esbelta. Combinaba a la perfección con una camisa blanca de seda, con mangas cortas para verse elegante, mas no exagerado; esta la tenía metida por dentro del pantalón lo cual hacía resaltar bastante su figura.
Pensándolo bien, tal vez sí tenía muchas razones para mirarlo.
Y tampoco se quedaba atrás, él también se le hacía muy, muy atractivo con la ropa que traía, aunque no quiso mirar tanto.
– ¿Esto fue obra tuya?
No, mis amigos nos juntaron a mis espaldas sin mi autorización y probablemente de la gerente pero no le podía decir eso. No había mal en una pequeña mentira.
– Uh... algo así.
– Bueno, realmente no me quejo – volvió a sonreír y esta vez le tendió la mano a Beomgyu – ¿Vamos?
Con los nervios a flote y la cara casi hirviendo, tomó su mano y asintió.
Ambos entraron al restaurante y tomaron asiento en un lugar en la terraza. Al inicio ambos estaban muy callados, no había mucho que conversar y sinceramente, estaban muy nerviosos.
– Entonces... Yeonjun, ¿cuántos años tienes?
– Veinticinco, ¿y tú? – Beomgyu lo miró un tanto sorprendido.
– ¿De verdad? Pensé que teníamos la misma edad, yo tengo veintitrés.
– Me halagas, pero te ves más pequeño.
– Es un efecto visual – respondió algo ofendido, pero a Yeonjun pareció darle risa.
– Claro, claro... como lo de-
– Shh, ya sé qué vas a decir, no menciones nada de eso aquí, ¿sí?
– Está bien, está bien... pero tengo muchas dudas aún.
– Tal vez... tal vez las responda, otro día – no pudo evitar sonreír ante la idea de compartir más tiempo con él.
– Bien, estoy satisfecho con eso. Ahora, ¿por qué no me cuentas de ti? Fuera del trabajo, fuera de eso, ¿qué cosas te gustan?
– Hm... pues me gusta mucho cantar, amo a los perritos y me gustan mucho los atardeceres – hizo una pequeña pausa – también me gustan mucho los parques de atracciones, aunque nunca he ido a uno.
– ¿De verdad? ¿Nunca? – el menor negó con la cabeza.
– Ya será algo que te explicaré luego – sonrió un poco – ahora tú, tu vida es un misterio para mi, cuéntame un poco de ti.
– Bueno, estoy en mi último año de carrera, estudio diseño de modas, me gusta mucho eso y... bueno, antes de que te lo preguntes, antes de decidirme por esto estudié danza dos años. Me gustan las cosas lindas – pensó por un momento y lo miró sonriendo – me gustas tú.
Beomgyu tuvo que cubrir su cara con una servilleta.
– ¡Eres un coqueto! ¿Así eres con todos?
– No, sólo contigo – rió encantado, estaba seguro de que cada segundo le hacía enamorarse más – ¿Tu cabello es naturalmente rojo?
– Sí – no respondió mucho, aún se sentía algo avergonzado.
– Que curioso, mi color favorito es rojo.
Deja de atacarme, por favor el pobre Beomgyu lloraba por dentro, pero no lo malinterpreten, no le molestaba, simplemente no era algo a lo que estaba acostumbrado.
El resto de la cena pasó tranquilamente, poco a poco el ambiente entre ambos se fue volviendo más ameno y descubrieron que tenían más cosas en común de lo que pensaban. Los dos se encontraban cómodos con la presencia del otro, era como si se conociesen de años y no sólo de unos cuantos días.
Eventualmente la cena terminó, pero algo era seguro, no querían dejar la noche sólo ahí.
– Beom, dijiste que te gustaba cantar, ¿no?
– Sí, pero casi no lo hago.
– ¿Que no en la mañana nos invitaste a una noche de karaoke en el bar?
Beomgyu enarcó una ceja ante la invitación indirecta, pero Yeonjun no desperdiciaría ninguna oportunidad. En cuestión de minutos ambos ya se encontraban en la entrada del bar haciendo fila para entrar. Por privilegio de ser parte del staff—o tal vez por culpa de Sieun y Kai que le habían contado a medio hotel— lograron entrar a los pocos minutos.
Por desgracia el Karaoke ya había acabado por la hora que ya era, pero había música en vivo.
– ¿Quieres bailar? Esta vez no hay trabajo que te ate o impida hacerlo – Yeonjun tomaba la mano de Beomgyu con suavidad y le sonreía tan dulcemente que se preguntaba si era posible o si realmente merecía un trato tan... perfecto, tan delicado.
– La verdad la otra vez me quedé con las ganas – sonrió y tomó su mano.
Y así empezó la segunda parte de su noche, bailaron por mucho tiempo, en algún punto las bebidas llegaron a su mesa y se iban repitiendo. La música envolvía el espacio mientras ambos bailaban al ritmo juntos, el calor de la noche y el constante contacto hacían que la atracción de ambos fuera evidente, casi natural. Lad manos de Yeonjun encontraron su camino en la estrecha cintura de Beomgyu, amoldándose a ella como si estuvieran hechos para encajar con el otro. Cada tanto tomaban pausas y tomaban algo; cada sorbo de bebida hacía que una barrera más entre ellos se desmoronara. Platicaban de vez en cuando sobre sueños y aspiraciones, de cosas triviales y otras no tanto, en alcohol en su organismo les hizo compartir sentimientos y pensamientos que generalmente reservarían para alguien más cercano, pero no se sentía incorrecto, más bien como si ese fuera el camino a tomar.
A medida que la noche avanzaba la tensión que se había generado entre ellos se hizo imposible de ignorar, se acercaban de una forma tan íntima que pronto el deseo de algo más se hizo presente, afortunadamente, era algo mutuo y, tal vez fue el alcohol o el deseo ya existente entre ambos, pero qué más da si ambos lo querían. Su noche pronto concluyó con Beomgyu acompañando a Yeonjun a su habitación, tal vez se alargó un poco cuando decidieron besarse... y posiblemente haya acabado en madrugada cuando pasaron a más.
En fin, que bueno que Taehyun decidió hacer pijamada en la habitación de sus amigos.
🫢 jijoles, went from 0 to 100 real quick
No detalles porque no escribo eso 🫡 pero bueno, aquí tienen cap
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