Fourth day│ 4 ✧ # 🛟
Definitivamente esta mañana no tiene nada de linda. Por primera vez en años creo que no tengo ni un poco de ganas de trabajar.
Bueno, no es que no tenga ganas, simplemente estoy demasiado estresado y siento que me explotará la cabeza en cualquier momento. Primero, mi horario de trabajo se vio perjudicado por culpa de un chico guapo del cual desconozco el nombre.
Maldito hombre precioso.
Y ahora por culpa del mismo chico seguramente uno de los mayores secretos del hotel será revelado y obviamente va a ser mi culpa, y perderé el trabajo, y todos me culparán y...
– ¿Beomgyu? – una voz conocida me habló y me sobresalté en mi lugar, no me culpen, soy paranoico.
– Soobin... buenos días.
– ¿Qué haces aquí? – pude ver su cara de confusión la cual tiene sentido, no todos los días me encuentras oculto en el cuarto de limpieza.
– Pensaba...
– ¿Se puede saber en qué? Normalmente a estas horas ya estás paseándote por todos lados o incluso ayudando a limpiar, ¿pasó algo? – se acercó a mi con cuidado. Siempre ha sido así, incluso su tono es muy suave, es muy fácil confiar en él.
Suspiré rendido, no le quería mentir y de todos modos no me creería si lo hiciera, es difícil ocultar cosas de él – Tengo un problema, no, muchos problemas.
– ¿Quieres hablar de ello?
Asentí y lo tomé del brazo para que entrara, no hice largo el cuento y le conté exactamente lo que había pasado. Soobin es alguien muy confiable, ha sido mi mejor amigo desde hace casi seis años y guarda el secreto desde entonces, sobre todo por el hecho de que Kai es su novio y también es de mi misma "especie". Es por eso que cosas así se las cuento a él, es cono un... ¿protector de gente marina? Porque, siendo sinceros, en realidad en el hotel hay más gente así de lo que parece, Sieun por ejemplo.
– ¿Entonces sientes que si sales todos te van a señalar... porque seguramente reveló tu secreto?
– Sí, ¡tienes que ayudarme a esconderme, Soo! – tal vez soy algo exagerado, pero realmente amo mi trabajo y no me gustaría tener que retirarme del puesto por una estupidez.
Sabía que a lo mejor me tomaría de loco, pero no pensé que se reiría en mi cara.
– ¿Qué es tan gracioso?
– Perdón, Beoms – siguió riendo un rato hasta que se calmó – creo que estás siendo muy paranoico – sí – ayer los vi en la playa, ese tipo está medio loquito por ti, dudo mucho que haga algo en contra tuyo.
– Pero...
– Nada. ¿Por qué no intentas hablar con él en todo caso? Dile que si realmente le interesas, guardará el secreto – se encogió de hombros y yo presioné mis labios.
– ¿Cómo sabes que va a servir?
– Por que así hace Kai conmigo a veces.
– Gobernado.
– Y con orgullo.
Rodé los ojos y reí. Tal vez podría servir, y si no lo hace le echaré totalmente la culpa.
– Gracias, Soo.
– Para eso estoy, Beoms – sonrió y me revolvió un poco el cabello antes de tomar una escoba y salir del cuarto, dejándome ahí solo con mis pensamientos.
❛🏝️ミ¡!
│ ✧ # 🍹
Me siento algo estúpido, ahora mismo me encuentro parado como idiota frente a la piscina. Normalmente estaría caminando por todo el lugar ayudando a quien se ofrezca, pero ahora estoy simplemente esperando que un desconocido aparezca para hablar con él.
Definitivamente no se va a ver sospechoso.
En fin, esperé por un largo rato hasta que divisé a un grupo de chicos... jóvenes, supongo, se veían de mi edad. Conforme se acercaban finalmente pude reconocer al chico de las raíces despintadas. No me quise acercar de inmediato, esperé a que tomaran asiento en los camastros para al fin caminar hacia ellos.
Tomé aire y simplemente fingí invitarlos a la actividad de ese día. Ya que estuve frente a ellos, noté como se alegraban, pero también noté cómo el chico de pelos despintados me miraba entre confundido e ilusionado.
– Buen... Buen día chicos, es un día muy lindo, ¿no creen? – les sonreía amablemente y ellos me dieron la razón – Paso a invitarles al evento de hoy, tendremos una noche de Karaoke en el bar a las 8, también para recordarles que si no han reservado en algún restaurante pueden hacerlo en recepción.
Les entregué el único folleto que tenía a la mano del horario de hoy y me quedé parado un momento ahí, ¿cómo se supone que le hable al tipo ese sin que se viera extraño?
Respira, Beomgyu, es necesario.
Suspiré y me acerqué más al chico que aún se veía algo perdido.
– Eh... disculpa, creo que el salva vidas lo estaba buscando – le dije una mentirilla para que podamos alejarnos de sus amigos sin problema.
– Oh, ¿de verdad? Pero yo no sé dónde está... – pues claro que no, ese tipo es como fantasma, sólo aparece si lo invocas, o sea, si te ahogas.
– No te preocupes, sígueme.
Le sonreí y noté como sus ojos se abrieron más con sorpresa, empecé a caminar como si realmente lo guiara hacia Soobin. Spoiler: ni yo sé a dónde lo estaba llevando, pero me siguió.
Ya que estábamos lo suficientemente lejos de sus amigos—que por cierto parecían reírse de él— finalmente me giré hacia él para hablar.
– Detente, en realidad no te estaban hablando.
– Ah... ¿Entonces? ¿Rompí alguna regla...? – en realidad sí, pero sería mucho lío acusarlo de eso cuando en gran parte fue mi culpa.
– No... en realidad quería hablar contigo sobre ayer.
– Cierto... lamento mucho si te incomodé, no estaba en mis cinco sentidos – se disculpó y no pude evitar sentirme algo mal, ¿por qué?
– No te preocupes, en realidad no me molestó... tanto, más bien quería hablarte de lo que pasó después – inconscientemente empecé a jugar con mis manos.
– ¿Después? Después... – noté cómo pensaba por un rato hasta que finalmente reaccionó – ¿¡Lo de la playa!?
– ¡Cállate! Tampoco es para que todos se enteren, porque ahí sí que vas a estar en problemas.
– Lo siento – bajó considerablemente el volumen de su voz – ¿Entonces fue cierto? Yo... intenté convencerme toda la noche de que tal vez había alucinado por efectos del alcohol o algo así.
Cagándola como siempre, pero al menos ya sé que no le dijo de eso a nadie.
– Sí, fue verdad, no pienso explicarlo sólo... por favor no digas nada, es muy importante que guardes el secreto. Te doy lo que quieras a cambio pero por favor, no digas nada – Parecía rogón pero nada me asegura que lo va a mantener secreto.
El chico rió un poco antes de volver a hablar – No necesito nada a cambio, no revelaría un secreto tuyo por nada del mundo – suspiré aliviado – pero... ya que lo mencionas, sí me gustaría algo a cambio.
Interesado.
Enarqué una ceja y abrí la boca, pero antes de que pudiera hablar, él volvió a hacerlo.
– Déjame hablar más tiempo contigo, ¿sí? Tal vez sea obvio ya pero desde que te vi me interesaste muchísimo. Me quedan dos días aquí y no me gustaría arrepentirme de no haber intentado nada.
Definitivamente no esperé eso. ¿Qué se supone que le diga?
– Uh... bueno, está bien – me encogí de hombros y suspiré rendido. De alguna manera ver su cara de ilusión me hizo sentir una calidez extrañamente agradable.
– Genial, pero antes, ¿me dejas hacerte algunas preguntas? Es que... wow, de verdad no puedo creer que seas... eh, ¿cómo se dice? No eres una sirena, o sea sí... eres lo mismo pero no eres una chica, ¿se dice diferente en tu caso?
Lo que me faltaba.
– Tritón...
– ¿De verdad? ¿Como el rey tritón? – creo que le hizo falta ácido fólico.
– Sí... piénsale tantito, ¿por qué crees que se llama así? – enarqué una ceja.
– Oh... cierto, tiene sentido, disculpa – él se rió y, no sé cómo pero me hizo reír también.
Así pasamos un buen rato, me hacía preguntas algo tontas y yo se las respondía.
"¿Te transformas cuando tocas el agua como en la serie de sirenas?", "¿Comes algas o peces?","¿Si eres un sirenito por qué trabajas en un hotel?".
El tiempo pasaba, y sin darme cuenta ya llevábamos como una hora o más tiempo platicando. La realidad me golpeó cuando escuché la voz de Soobin en el radio que llevaba.
– Ya pasó un buen rato, cerecita, dile a tu enamorado que tienes que trabajar – mi cara enrojeció de la vergüenza que me generó la indiscreción de Soobin. ¿Es que no conoce la palabra prudencia? Creo que pudo usar mejores palabras, aunque al chico no pareció importarle mucho el hecho de que lo llamaran "enamorado" mío.
– ¿Cerecita? – pero sí que me llamara así.
– Sí... discúlpame un momento – con toda la vergüenza del mundo tomé el radio y me alejé unos pasos de él – ¡Soobin eres un inoportuno!
Escuché una risa proviniendo del aparato – Lo siento, es que Kai dice que necesita que le ayudes con unas cosas, que ya tardaste mucho con el tipo.
– Ugh... dile que ya voy – guardé el radio luego de recibir yna respuesta afirmativa y regresé con el chico – Uhm... disculpa, debo irme ya, fue un gusto platicar contigo.
Noté la mirada de decepción que me dirigía y no pude evitar sentirme mal.
– Descuida, lo entiendo, muchas gracias de todos modos por quedarte un rato – me sonrió y sinceramente creo que hace mucho calor, ¿no?
– No es nada, no vemos luego... – hice una pausa, de repente me di cuenta de que nunca le pregunté su nombre, tonto Beomgyu, tonto.
– Yeonjun — me volvió a sonreír, alguien llame a un bombero.
– Yeonjun... nos vemos – le sonreí de vuelta y me fui. Juro que no quería, pero desde entonces mis pensamientos fueron uno solo.
Yeonjun, Yeonjun, Yeonjun.
Manden ayuda por favor.
Después de pensarlo mucho, decidí dividir este cap en dos porque lo que viene después está más chido 😛
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