Fifth night│ 7 ✧ # 🪸
– Recuerdo este lugar.
– Evidentemente – Beomgyu rió y notó como Yeonjun se sentaba en el muelle, introduciendo sus pies en el agua. Beomgyu no se quedó atrás, sólo que él se tiró al agua sin aviso previo.
– ¡Oye! No me dejes acá solo... – se dio cuenta de que había desaparecido de su campo de visión y por un momento pensó que ya lo había abandonado, empero, unos segundos después Beomgyu regresó a la superficie luciendo diferente a su apariencia usual.
Sus mejillas y algunas partes de su cara tenían brillantes escamas que parecían degradarse con su piel, sus orejas estaban alargadas y se asemejaban a aletas, pero mucho más pequeñas. Parte de su cuerpo flotaba sobre la superficie y notó como incluso sus hombros tenían algunas escamas. Contempló su apariencia con la boca abierta, ciertamente ya lo habían visto, pero no tan de cerca. No pudo evitar sentir su corazón latir al ver su tan preciosa apariencia, y casi como detalle final, unas cuantas marcas decorando su piel descubierta.
Beomgyu se sonrojó por la mirada que le dirigía, afortunadamente no era notorio gracias a las escamas que eran casi del mismo color. Se acercó a una canasta que se encontraba a un lado de Yeonjun y dejó unas prendas mojadas, el detalle sacó al mayor de su ensoñación.
– ¿Y eso?
– Acá dejamos las prendas mojadas... ¿O acaso pensabas que simplemente desaparecían? – rió ligeramente, le encantaba ver la curiosidad de Yeonjun ante todo lo relacionado a él y su naturaleza.
– Bueno... la verdad es que sí me lo pregunté en algún punto, pero entre que seas un tritón y que la ropa esté mojada, creo que me impresiona más la primera opción.
– Buen punto – se acercó nuevamente frente a él y apoyó sus brazos en el muelle.
– ¿Y ahora?
– Me acompañas.
– ¿Eh?
– Acércate – le hizo una seña con la mano para que se inclinara hacia él. Yeonjun siguió su orden y se inclinó a él, cuando estaba cara a cara con él, Beomgyu lo besó suavemente. La acción tomó a Yeonjun desprevenido, no esperaba una muestra de afecto repentina de parte de Beomgyu. El beso era suave, delicado e inocente, sus labios se movían en sintonía de manera suave. No duró mucho, Beomgyu de separó y le sonrió tímidamente, en contraste con la sonrisa tonta en los labios de Yeonjun.
Lo siguiente que pasó fue tan repentino que su alma casi se sale de su cuerpo cuando fue jalado de los brazos hacia el agua. De repente sintió su vida pasar frente a sus ojos cuando fue sumergido.
Me va a comer, me voy a morir, me va a ahogar como a los marineros, no debí confiarme, voy a abandonar a Taehyun y a mi familia y– sus pensamientos murieron en el momento en que se dio cuenta de que estaba bajo el agua sostenido suavemente del brazo, no estaba en el fondo pero tampoco en la superficie.
– ¿Por qué estás temblando?
El primer impulso de Yeonjun fue abrir los ojos por la sorpresa de oírlo tan claramente, aunque pensándolo mejor seguramente le iban a arder como el infierno luego. Para su sorpresa, no sólo podía verlo perfectamente, sino que sus ojos no se sentían mojados, no del todo. Beomgyu se rió ante su perplejidad.
– Relájate y suelta el aire, confía en mi.
Yeonjun dudó por un momento, pero decidió confiar en él. En el momento que soltó el aire se dio cuenta de que no se estaba ahogando, sino que podía respirar bajo el agua.... ¿¡Podía respirar bajo el agua?!
– Qué demonios-
– ¿Qué pensaste?
– ¡Creí que me ibas a ahogar como esas historias de marineros!
– No hacemos eso – volvió a reír y tomó su brazo. Ya relajado, Yeonjun se permitió mirarlo de arriba abajo, complemente encantado con la vista, y aún incrédulo sobre el hecho de que estaba frente a un tritón real. Tampoco iba a mentir, su vista divagó bastante a su figura también, tan delicado y-
– Deja de mirarme así.
– Ups, lo siento – sonrió avergonzado, no se había dado cuenta de que era tan obvio, decidió cambiar rápidamente el rumbo de la conversación – ¿Cómo es posible esto?
– Pues... ¿Magia? No lo sé, pero tenemos muchas habilidades muy geniales. Un beso basta para darle a un humano la habilidad temporal de respirar bajo el agua.
– ¿Entonces me besaste sólo por eso? – fingió decepción.
– Claro que no, bobo, pero si te decía antes iba a parecer que sí – empezó a nadar, llevándolo consigo.
– Hm... bueno, te creo – rió y movió sus pies un poco para que no tuviera que arrastrarlo nada más – ¿A dónde vas?
– A mi turno nocturno – respondió despreocupado, pero sonrió ante la mirada confusa de Yeonjun – Hay una razón por la cual no está permitido que la gente ingrese al agua de noche, y no es sólo para que yo entre al agua. Como ya te dije, varias personas del staff del hotel comparten las mismas características que yo.
Mientras avanzaba, Yeonjun escuchaba atentamente y miraba a sus alrededores, sintiéndose un poco abrumado por tantos descubrimientos.
– El hotel no sólo funciona para personas ordinarias, en realidad tiene una extensión marina en la cual llegan a recibir ciertos servicios como habitaciones e incluso alimentos, y por el día algunos deciden pasear por el hotel – Yeonjun lo miró incrédulo, se reiría de no ser porque se habían detenido justo frente a una construcción marina, se notaba que no era hecho por obra humana, sin embargo conservaba el mismo aspecto lujoso que el hotel en la superficie.
– Creo que estoy soñando, o tal vez me morí...
– Es difícil de creer si no lo ves, así que por eso lo mantenemos en secreto del resto de los huéspedes. Incluso algunos trabajadores desconocen este hecho – tiró de su brazo para llevarlo hacia una puerta que tenía un cartel que decía "Personal autorizado" – Y por el bien de la comunidad marina, esto es un secreto para la sociedad en general, por lo que quiero que me prometas que no dirás nada.
Yeonjun le tendió el meñique – Lo prometo, si rompo mi promesa me puedes buscar y sacar los órganos si quieres.
– Eres un dramático – ambos rieron y Beomgyu enlazó su dedo con el del mayor, completando así una promesa. Beomgyu empujó la puerta y ambos entraron.
El lugar no era muy grande, la iluminación era vaga debido a que provenía de peces brillantes que nadaban por doquier, casi como si ellos mismo fueran parte de los trabajadores. Aunque hablando de objetos o muebles, realmente no había mucho, sólo una mesa que encima tenía algunas cajas en las cuales al parecer se encontraban unos colgantes con el nombre de cada miembro del staff. Beomgyu tomó el propio y se lo puso.
– Vas a tener que fingir ser parte del staff – le puso un colgante similar al suyo pero con un nombre distinto.
– ¿Por qué?
– Los únicos humanos autorizados aquí son el recepcionista y la gerente, Soobin a veces pide permiso, pero todos tienen en común algo: trabajan aquí.
– Ya veo... bueno, no prometo ayudar mucho, pero lo intentaré.
– ¡Gracias! – le dio un abrazo algo fuerte que hizo reír a Yeonjun – Ven, tú vas a ayudarme a recibir a los huéspedes.
Dicho esto, tomó al chico de la mano y ambos pasaron finalmente al interior del hotel submarino. Yeonjun quedó completamente impresionado y encantado con la vista interior. Diferente a lo que imaginaba, el lugar estaba iluminado y los diversos colores destacaban entre el reflejo azul del mar. Las decoraciones mayormente hechas de caracolas y corales le daban un toque muy vivo al lugar, y el hecho que todo estuviera tan bien construido le hizo pensar si realmente los humanos eran los de la tecnología avanzada.
Conforme se acercaban más al centro, se dio cuenta de la cantidad de gente que había. Sirenas y tritones con aletas de todos los colores imaginados. Se dio cuenta de que todos tenían "diseños" distintos, como si fueran diferentes especies. Se sentía un poco fuera de lugar siendo el único con piernas, tal vez debería conseguirse una aleta falsa, aunque no estaba seguro si se vería bien con ella.
Su vista se posó en Beomgyu que nadaba y lo llevaba consigo.
Oh, pero qué bien que se le ve a él pensó con una sonrisa un tanto traviesa, pero se obligó a si mismo a desviar sus pensamientos a otra cosa.
Finalmente Beomgyu dejó de nadar cuando estaban en la entrada.
– Quédate aquí, yo hablo y tú llevas equipajes si es que tienen, ¿entendido?
– Sí, señor – hizo un saludo militar y le sacó una sonrisilla a Beomgyu.*
– Exagerado, sólo ayúdame.
Y así lo hizo. Cada que llegaba alguien nuevo, Beomgyu le daba indicaciones con su natural entusiasmo y carisma, mientras que Yeonjun... se distraía un tanto rápido con diferentes cosas: la sonrisa de Beomgyu, pensando en lo lindo que era Beomgyu, preguntándose mentalmente cosas de los huéspedes, mirando los artefactos raros que utilizaban... en fin, muchas cosas. Después de unas horas ya había cogido el ritmo al trabajo y eventualmente, incluso empezó a apoyar con las indicaciones. Hablar con la gente se le dana naturalmente, así que ni siquiera parecía un simple huésped.
Las horas pasaron e incluso Beomgyu estaba sorprendido con las habilidades de servicio que tenía el mayor, sin embargo, se sintió algo culpable de haberlo arrastrado con él al trabajo, así que decidió que acabar con la jornada un poco antes de lo normal. Aunque Yeonjun insistió en seguir ayudando, Beomgyu no quiso mantenerlo atado a algo que jo le correspondía, así que no mucho tiempo después ambos volvieron a la superficie.
– Se te da muy bien eso del servicio al cliente – el menor de ambos estaba apoyado sobre sus brazos en el muelle, mientras que Yeonjun estaba sentado en el mismo.
– ¿Qué te puedo decir? Es lo bueno de tener habilidades sociales.
– ¿Tu carrera lo requiere mucho? – de repente la curiosidad por la vida del otro entró en su ser, por lo que
– No realmente, en realidad las adquirí trabajando en varias cosas de medio tiempo, mi carrera es costosa – Yeonjun no pudo evitar reír mentalmente por las expresiones sutiles pero al mismo tiempo obvias que hacía el peli-rojo cada que hablaba.
– ¿Trabajos? ¿Plural? ¿Cómo es que pudiste venir aquí entonces? – Beomgyu estaba genuinamente impresionado y confundido, pero hizo una pausa para aclarar un poco sus palabras – No es que sea prejuicioso, pero créeme que sé lo caro que es este lugar, no es cualquier hotel...
En respuesta, recibió una risa en conjunto a un asentimiento ligero del contrario – Sé lo que piensas, yo simplemente pago mi carrera para apoyar a mis padres con ello y ser un tanto más independiente. Mi familia en sí es de buena clase.
– Oh, eso me hace más sentido, disculpa que me entrometa tanto en tu vida.
– No me molesta para nada, lindo. Me gusta que seas tan curioso.
Beomgyu no pudo evitar colorarse ante el apodo, a pesar de haber recibido sinfín de coqueteos de su parte, ahora se sentía un poco más genuino.
– Sí... bueno, lo siento, me interesa mucho tu vida – hizo una pausa, ¿y si se la devolvía? – me interesas tú en general.
Contrario a lo que imaginaba, Yeonjun sólo sonrió mirándolo con ternura, cosa que lo hizo sonrojarse de nuevo y ocultar su rostro entre sus brazos – ¡Te sale tan natural! Seguramente así eres con todos los chicos lindos.
Yeonjun enarcó una ceja y se inclinó un tanto hacia adelante para hablarle al oído – ¿De qué hablas, tontito? ¿Dices que soy un coqueto? Bueno, si te hace sentir mejor ese lado me sale naturalmente contigo, porque sinceramente eres el chico más precioso que he visto en mi vida.
A pesar de no poder ver su cara, notó cómo las orejas de Beomgyu se ponían rojas, entonces sonrió victorioso al haber logrado su cometido.
– Eres un-
– Ya, ya, deja de ocultar tu preciosa carita y siéntate junto a mi, me duele la espalda de tanto inclinarme.
– Lo siento... – se sintió un poco mal al recordar que él era el único en el agua, así que salió de su escondite—sus brazos— y se impulsó para sentarse en el muelle justo junto a él.
– Así me gusta más – ya teniéndolo a su altura, se sentó más cerca suyo, mirándolo directamente a los ojos con una sonrisa – cerecita.
– ¿También tú? Ni siquiera lo tengo tan rojo, ya dije que es apodo es-
Sinceramente, Beomgyu sólo le estaba respondiendo porque se sentía nervioso. Si le preguntan, no tiene ni idea de cómo la noche anterior habían acabado en tanto siendo que para cuestiones románticas estaba más perdido que ciego en un laberinto y era demasiado tímido para siquiera hacer el más mínimo avance. Sin embargo, en este momento había sido interrumpido por los labios de Yeonjun sobre los suyos, reclamándolos en un desesperado pero al mismo tiempo suave y dulce beso. Sí, era consciente de que no era la primera vez que se besaban y todo, ¡pero las circunstancias importan! O al menos para él lo hacen.
No le tomó tanto salir de su trance de nervios y él mismo se inclinó más hacia él, buscando más de esa dulce cercanía. Yeonjun no perdió el tiempo y tomó las mejillas ajenas con delicadeza para entonces ladear su cabeza y así tener un mejor acceso a esos suaves y esponjosos labios a los cuales recientemente se había vuelto adicto. Beomgyu con su casi nula experiencia se dejaba llevar por la fricción entre sus bocas que encajaban perfectamente en la del otro. Unos cuantos segundos pasaron, y aunque a Beomgyu no le faltaba precisamente el aire, tampoco querían que su beso pasara a mucho, por lo que Yeonjun succionó suavemente su labio inferior antes de finalmente soltarlo y separarse con una sonrisa satisfecha.
– Eres imposible...
– ¿Imposible de no amar? Ya lo sé – le dio un beso húmedo pero rápido en los labios, haciéndolo gimotear ligeramente – Estoy de acuerdo, no eres una cerecita, diría más una fresita.
– Yeonjun...
– Perdón, ¿sí? Es que me tientas con sólo existir – Beomgyu era un lío de nervios. Sentía su corazón latiendo rápidamente y su cara arder, pero sobre todo ello, se sentía feliz... ¿Entonces así se sentía el amor? – Ojalá me pudiera quedar más tiempo.
– ¿Eh? – el comentario sacó a Beomgyu de su burbuja de amor. ¿Ya se iba? – ¿De qué hablas?
– Bueno... perdón por no decirlo antes, es mi último día en el hotel – su tono se convirtió en uno apenado.
– Pero... yo pensé que al menos uno, o tal vez dos días más – el sutil toque de tristeza en su voz hizo su corazón doler. No quería irse, ¿tendría oportunidad de verlo de nuevo?
– No te pongas triste... me vas a hacer llorar, ¿que te parece si mejor ambos vamos a dormir? Y mañana te acompaño en tu trabajo todo el día – le sonrió dulcemente mientras acariciaba su cabello con suavidad, en un intento de alivianar el ambiente.
– Bueno... sí, está bien – se inclinó ante su tacto y cerró los ojos ligeramente – pero tengo una petición.
– Lo que quieras, lindo.
– Déjame dormir contigo otra vez, esta vez bien.
– Como gustes, pececito.
Y así fue como Yeonjun tomó a Beomgyu en brazos —pues aún no secaba, aunque en el transcurso del muelle a las escaleras lo hizo— y lo llevó consigo a su habitación en donde pasaron la noche juntos de muevo, pero esta vez sólo compartieron inocentes besos y caricias hasta que el menor de ambos se quedó dormido.
Yeonjun lo observó por unos minutos, lo abrazaba por detrás y acariciaba suavemente su cintura, como deseando memorizar cada parte de él. Su mente divaga en torno a la idea de tener que irse. ¿Realmente iba a separarse así como así de él?
De algo estaba seguro, iba a hacer lo posible para que eso no pasara.
Perdón, dije q iba a subir este cap el mismo día pero pasaron cosas y no lo acabé, en fin, aquí estamos 😺🫶🏻
Si hay errores no duden en comentarme <3
Soy una escritora en decadencia, ayuda aaa
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