Sinceramente, nunca he confiado en los planes de mis amigos, siempre terminan perjudicándome de alguna forma.

Y no, no me importa que así haya terminado en la situación en la que estoy con el precioso de las raíces despintadas, son tontos y esa opinión nunca va a cambiar.

O al menos eso pensé.

Después de haber estado aproximadamente una hora entre beso y beso—y algo de plática—con Yeonjun, todos regresaron, pero esta vez tenían compañía.

— ¡Tontos! ¿Por qué interrumpen el trabajo de la señorita Yeri así? – les reclamé al ver a la gerente entrar a lugar.

– Ella quiso venir, no es como que la obliga-

Kai fue callado por un golpe de Sieun, entonces la gerente empezó a hablar luego de soltar una risilla que no me dio nada de tranquilidad.

– No es ninguna molestia venir a tomar la situación en mis manos, tus compañeros fueron muy amables en comentarme, se nota la preocupación – habló mientras caminaba hacia mi, noté la mirada de extrañeza que le dedico a Yeonjun pero no comenté al respecto.

– Me está espantando.

– No te preocupes, no voy a regañarte, no me corresponde esa parte, haz sido un muy buen empleado – la señorita me sonrió – y precisamente por ello acabo de darte de baja del sistema.

– ¿¡Qué?! – dijimos yo, Yeonjun y Kai al mismo tiempo, pensé que los demás estarían sorprendidos también. ¿Qué tipo de buena noticia es esa? Sentía que iba a llorar.

– Tranquilo, es temporal. Te estoy mandando de vacaciones – la vida volvió a mi cuerpo al escuchar eso, aunque no me siento conforme del todo a decir verdad.

– Ah, eso – escuché a Kai murmurar con alivio.

– Vacaciones... pero es demasiado, a mi me gusta mi trabajo.

– Tanto todos tus compañeros como yo entendemos eso, pero es necesario. Sí, en este hotel priorizamos la comodidad de nuestros huéspedes, pero también el bienestar de nuestros trabajadores. Así que Beomgyu, a partir de hoy tendrás un descanso de un mes, o más si así lo prefieres. Pero ni un día menos – ni siquiera me dio tiempo de protestar cuando se dio la media vuelta y se retiró.

Suspiré pesado, definitivamente no era algo que me alegrara, pero ahora sí que no tengo opción.

– ¿Sorpresa? – Soobin se acercó a mi y a Yeonjun quien estaba muy callado, supongo que le daba algo de vergüenza estar presente en tantas conversaciones serias, o se sentía fuera de lugar.

— ¿Por qué? – alcancé a preguntar, sin querer mi tono sonó fastidiado, pero no grosero.

– Es necesario, además, ya hicimos tus maletas. Cortesía de Kai.

– Y ya buscamos suplente – Sieun sonrió emocionada, supongo que ella va a tomar mis actividades.

– ¿En dónde me voy a quedar? Están locos, me están sacando y ni siquiera-

– Conmigo – Yeonjun volvió a hablar de repente, pero su comentario tan seguro hizo mi corazón acelerarse. ¿Qué me estás haciendoooooooo?

– Pero...

– De hecho sí, tus amigos estaban haciendo el check out y puede o no que usemos a Jungwon para sobornar sobre todo a tu hermano – a veces siento que mis amigos son una mafia oculta de los hoteles porque de alguna forma siempre se salen con la suya.

– Me preocupa lo mucho que saben de mi.

No lo dije, pero a mi también.

– ¡Como sea! Sal de ahí pronto, cerecita, hoy vas a emprender un viaje largo.

Pensándolo bien... irme con Yeonjun no suena nada mal.

❛🏝️ミ¡!
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Pensándolo mejor, no sé si irme con Yeonjun valga la pena por varias razones:

1- No conozco a nadie más que a él.
2- Nunca he ido más allá del hotel, mucho menos de la isla.
3- No hay tres.

– ¿Estás listo, Beom? – me preguntó Yeonjun con una sonrisa. Preciosa sonrisa, cómo me encanta.

– ¿Ya nos vamos? ¿No van a quedarse un rato más? Recuerda que después del check out pueden recibir servicios hasta las siete la noche y apenas son las cuatro.

Yeonjun se rió y me sentí ofendido, ¿se está burlando?

– ¿De qué te ríes? – lo miré frunciendo el ceño.

– Nada, sólo se me hace muy lindo cuando hablas así – me sonrió otra vez y sentí mis mejillas arder – Tenemos otros planes, por eso saldremos más temprano, aún no salimos de la isla, no te preocupes.

No me sentía muy seguro aún, por más extrovertido que sea aún me cuesta interactuar con gente fuera de mi trabajo... y tener que hacerlo con todos los amigos de Yeonjun en realidad no me alegraba tanto.

Pero lo intentaré.

– Está bien... solo- no esperes que me haga súper amigo de tus amigos al instante, aún me avergüenza colarme en su viaje.

– Tú tranquilo, pecesito, te prometo que son buena gente.

– No lo dudo, sólo es raro... – bajé la mirada con vergüenza, pero él tomó mi barbilla suavemente y me dio un beso fugaz que probablemente dejó mi cara del mismo color que mi cabello. Lo odio y lo amor, agh.

– ¡No hagas eso!

– No tienes puesto el uniforme, no pasa nada – Yeonjun me sonrió burlón.

– O sea... ya sé, pero- ¡pero aún no somos pareja! – en realidad no me molestaba, pero tenía que llevarle la contraria.

– Entonces me esforzaré por que lo seamos pronto – me guiñó el ojo y tomó mi mano para llevarme hasta el arco de la entrada del hotel.

Lo odio, lo odio, lo odio. ¡Siempre tiene algo qué responder!
Pero cómo me gusta, demonios.

Nunca en mi vida había estado tanto tiempo en un auto, mi única experiencia son los carritos del hotel, ¡pero esto es demasiado!

Mi primera vergüenza con los amigos de Yeonjun fue vomitar apenas bajamos en la entrada de una casa—rentada al parecer—. Fue horriblemente vergonzoso, pero me sentí mejor al ver que en vez de burlarse, se preocuparon.

Todos me aceptaron muy bien, sinceramente. Conocí a todos y al parecer, Yeonjun les había hablado mucho de mi, claro, omitiendo unos cuantos detalles.

Sakura y Wooyoung eran los mayores, ambos me trataron muy respetuosamente; Changbin no habló tanto; Chaewon parecía alguien con quien podría llevarme muy bien, al parecer se había ligado a Yunjin la bartender. Ya le hacía falta novia.

El único problema de todos fue Taehyun, el hermano menor de Yeonjun.

Tan pronto me vio se puso demasiado a la defensiva, cada que pasaba por su vista, sentía como me lanzaba miradas asesinas. ¡Ni siquiera he hablado con él! Según Yeonjun sólo esta de mal humor por separarlo de Jungwon tan pronto, pero estoy seguro de que es algo más.

Pero como no tengo hermanos, no opino.

En fin, volviendo al viaje, resulta y resalta que la casa que rentaron era para quedarse por un mes más en Jeju, así que realmente no saldría de la isla. Agradezco mucho eso, creo que sería demasiado para mi, sobre todo tomando el hecho de que, incluso si puedo vivir fiera del agua, no puedo sobrevivir completamente sin tomar un chapuzón de vez en cuando.

Además de que necesito volver a casa al menos una vez a la semana.

– Beom, ¿quieres ir a la feria? – de repente Yeonjun me sacó de mis pensamientos. Había estado sentado en la orilla de la playa desde hace un rato viendo el crepúsculo, la casa estaba muy cerca de la costa, cosa que me hizo muy feliz.

– ¿La feria?

– Sí, la feria. Es como un parque de atracciones pero un poco más pequeño. Iremos caminando.

El parque de atracciones, me iba a llevar a un parque de atracciones. Recordó lo que le había dicho. ¿Este hombre puede ser aún más perfecto?

– ¡Sí quiero! – corrí hacia él y me lancé a abrazarlo. Llámenme exagerado, pero las cosas pequeñas me hacen muy feliz, y un detalle así es... wow.

Yeonjun rodeó mi cuerpo con sus brazos y me mantuvo alzado unos segundos antes de dejarme con cuidado en el suelo. Me sonrió dulcemente mientras tomaba mi mano y yo sentí que me moriría de amor en ese instante – Vamos, los demás se adelantaron, dijeron que querían darte tiempo para adaptarte.

Incluso sus amigos son tan lindos. Empiezo a creer que contarles el secreto del hotel no sería tan catastrófico como pensaba, se ven como gente de fiar.

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El camino a la feria fue algo largo, pero valió totalmente la pena. El lugar estaba lleno de luces y colores, música algo fuerte pero animada. Era un ambiente que nunca había visto, ni siquiera en las fiesta más grandes del hotel. Habían un montón de juegos mecánicos y puestos de juguetes, comida, etc.

– Todos están en juegos diferentes, la verdad es que también les dije que se fueran solos para pasar más tiempo contigo – admitió Yeonjun con una sonrisa apenada, una la cual yo correspondí conmovido.

– Eres tan lindo...

– Tú lo eres más.

Ambos nos miramos con sonrisas bobas, de esas que muchas veces vi a Soobin y Kai dedicarse, de esas de las cuales me burlaba o fingía asco. Definitivamente uno no lo entiende hasta que lo vive, y en este momento entiendo completamente lo que se siente el simple conectar miradas y sonreírse. Esa corriente electrizante que hace al corazón bombear a una velocidad increíble.

Enamorarme es una de las mejores decisiones de mi vida.

– Bueno, yo creo que tenemos muchos tiempo para mirarnos y darnos besos. Ahora mismo, disfrutemos del lugar – Yeonjun interrumpió el momento para devolvernos a la realidad. Pero incluso en esto fue sutil.

Si así es ahora, no me imagino cuando seamos pareja.

Jejejejejej, que lindo sería.

– Sé mi guía entonces, ¿qué juegos me recomiendas?

– Oh, pecesito, prepárate para la noche más divertida de tu vida.

Yeonjun procedió a llevarme a absolutamente todos los juegos que le encantaban, e incluso muchos a los que nunca se había subido. Creo que pasé por todas las emociones existentes porque definitivamente, mi pobre cuerpo acuático no estaba listo para volar por los aires o dar vueltas mortales en juegos que iban a velocidad feroces.

La cantidad de veces que me aguanté vomitar por vergüenza son incontables.

Lo bueno es que Yeonjun notó mi sufrimiento silencioso y me empezó a llevar a juegos más tranquilos. Me compró todas las cosas en las que se posaba mi mirada por segundos.

Empiezo a creer que caga dinero.

Me imagino que se sintió mal por pasar mis límites, porque nos detuvimos un rato a comer y me estuvo acariciando la espalda todo el rato. Debería decirle que no haga eso, hay cosas que ni yo sabía que podía sentir—pero eso no pienso comentarlo—.

Después de casi una hora de diversión segura en juegos más calmados, paramos en la atracción que se desde siempre me ha causado impresión: La rueda de la fortuna.

Ya le había explicado a Yeonjun que a pesar de nunca haber ido más allá del hotel o del océano, desde la distancia he visto aquella rueda iluminada y me he quedado embobando viéndola. No pensé que Yeonjun lo tomaría tan enserio como para llevarme a esta justo como atracción final, luego de preparar mi vértigo en juegos más llenos de adrenalina.

El segundo en que nos sentamos en las bancas de la rueda mi corazón latió rápidamente, ansiosamente, pero con emoción. Tenía algo de miedo, pero Yeonjun rodeó mi cintura con un brazo e inmediatamente sentí mi cuerpo relajarse.

Oh, lo que me haces sentir Choi Yeonjun.

La rueda empezó a moverse, todo se veía tan pequeño desde arriba. Realmente somos un pedazo de nada en un mundo tan enorme, y eso que yo sólo conozco el mar y un pedazo de tierra.

– Beomgyu... – como casi siempre, la voz de Yeonjun me sacó de mis pensamientos.

– ¿Hm? – lo miré y él beso mi mejilla.

– Quiero decirte algo – eso activó mis alarmas. Definitivamente no, no ahora, ¡no rompas mis ilusiones!

– Si me vas a pedir ser tu novio ahora juro que te empujo de la rueda y no me importa donde cai-

Para mi sorpresa, Yeonjun empezó a reír a carcajadas – Tranquilo, no te pongas así. No te voy a pedir eso, al menos no aún — tomó mi mano entre la suya libre – Quería decirte justamente que quiero darnos el tiempo. Yo sé que muchas cosas en el hotel pasaron muy rápido – reí al ver como se sonrojaba un poco – pero supongo que era el temor a no verte de nuevo pero.. ahora que tengo la oportunidad, quiero hacer las cosas bien, ¿sí? Llevarte a citas, tomarte de la mano, caminar juntos por la playa. Todo eso, que sea la experiencia verdadera de conquistarte.

Si le dijeran a mi yo de hace una semana que estaría frente al hombre más hermoso del mundo; en una rueda de la fortuna; de vacaciones, enamorado, seguramente me reiría. Pero ahora, sabiendo que todo esto es real... definitivamente sé que estoy en el lugar indicado.

– Me encantaría vivir esa experiencia contigo, no sabes lo feliz que me haces y lo mucho que ha cambiado mi vida desde que te conocí.

Yeonjun no dijo nada, simplemente me dio un beso suave que correspondí al instante, sonriendo contra sus labios, buscando transmitirle aquello que mi corazón no sabía expresar, pero que sé que pronto aprenderá a hacer.

– Ahora que te tengo conmigo, no pienso separarme.

– ¿De qué hablas?

– Eso... todavía no tienes por qué saberlo.

Me tiró otra vez esa frase, pero no importa, sé que lo que dice es cierto y no tengo quejas al respecto.
Definitivamente el verano esta lleno de olas de oportunidades y experiencias increíbles. Tal vez ser un "sirenito" sí me permitió enredar a Yeonjun en mis encantos.

Fin.

Disculpen este final, pero es que ya era hora de darle una conclusión a tidal inn porque  verano ya se me súper pasó JAJAJAJA además tengo más cosas planeadas para estos dos :3 (más adelante)

¡Pero paz! Porque todavía falta el epílogo y algunos extras. Además me falta subir dibujitos :3

Recuerden decirme si hay errores, soy miy despistada 😿

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