LA GRAN DIA ESPERADO
Finalmente, después de semanas de espera, Paul planeó un viaje especial para visitar a Sanae en Japón como ya se había dicho antes. Ella estaba emocionada por su llegada y compartió la noticia con sus amigos más cercanos. Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha, algunos de sus amigos comenzaron a mostrar preocupación.
Los chicos se encontraban en el campo de fútbol del Nankatsu.
- ¿Estás segura de que Paul es de fiar? No lo conocemos bien, y a veces parece demasiado perfecto, con lo que nos haz contado. - Dijo Kumi, mientras estaba comiendo su fruta.
- Estoy segura. - dijo Sanae
- Bueno, es que es emocionante, pero de todos modos me da miedo, pues yo no soy de fiarme de gente extraña.- dijo Kumi
Sanae, convencida del amor de Paul, intentó calmar las inquietudes de Kumi.
- Entiendo tu preocupación, pero hemos hablado mucho y compartido nuestros sueños e inseguridades. Confío en él, de verdad.
- Bueno , está bien - dijo Kumi, más calmada.
Aunque sus amigos respetaron su decisión, en el recreo fueron a la sala de computación, mientras que Sanae estaba en el baño con otras compañeras, pues no podían evitar sentirse alertados por la falta de información sobre Paul. Por lo que, decidieron investigar por su cuenta para asegurarse de que Sanae estuviera segura.
No llegaron en encontrar muchas cosas malas sobre él, pues tampoco había demasiada información, así que solo les quedaba confiar en que Sanae lo conocía muy bien, pero Kisugi y Tsubasa, aún tenían esa duda, un sentimiento de inseguridad abordaba en ellos.
Todos se dirigieron al patio, luego de no haber encontrado mucha información de Paul.
- Ahhhh ya vendrá ya vendrá, ya está cerca aaahhh . - dijo toda emocionada Sanae.
- Sii, yo también quiero conocerlo ¿ cuando nos lo vas a presentar?. - Preguntó Morisaki.
- mmm, la verdad es que preferiría que aún no, pues quiero que primero se acostumbre acá en la ciudad, pero la otra semana puede ser, quiero pasar tiempo con él. - Respondió Sanae.
Todos volvieron a clase luego de que el timbre sonara.
Sanae no podía dejar de sonreír durante toda la clase. Cuando ya todos salieron, Paul le dijo de que ya iba a llegar durante la tarde, por lo que, Sanae muy emocionada se alistó para recogerlo en el aeropuerto, pero primero esperaría su llamada.
Sanae no podía esperar más , por lo que le mandó en mensaje a su novio, pero este no respondía, así que decidió ver televisión, quizás este estaría descansando en el avión, vio el reloj y ya eran las 5 pm por lo que calculando su vuelo llegaría a eso de las 6:30. Unos minutos después tocan la puerta, Sanae fue a ver quién era.
Al abrir, se encontró con una imagen que la dejó atónita: ¡Paul estaba de pie frente a ella, sonriendo radiante!
- Sorpresa. - exclamó Paul con entusiasmo, estrechándola en un cálido abrazo.
Sanae no podía creer lo que veía. Las lágrimas de felicidad brotaron de sus ojos mientras abrazaba a Paul con fuerza.
-¡No puedo creer que hayas venido hasta aquí! Pero me hubieras avisado para irte a recoger al aeropuerto. - dijo Sanae emocionada.
- Lo sé, pero quería darte la gran sorpresa, te he traído esto. - le da un ramo de rosas.
- Gra- gracias, son hermosas, mmm , ¿Cómo es que supiste donde vivía exactamente?. - Preguntó Sanae sosteniendo el lindo ramo.
- El amor hacia mi te tiene olvidadiza, ¿Que no recuerdas ? Me lo dijiste en una de nuestras inolvidables llamadas.
- Ohh claro jajaja perdón, no recordaba, ven entra. - Dicho esto, Paul entra a la casa y toma asiento en el sillón.
Sanae no podía dejar de ver a su querido novio italiano, pues este tenía su cabello rubio y un tanto ruloso, era perfecto para Sanae, ambos se quedaron conversando todo sobre ellos y lo emocionados que estaban.
Paul acarició suavemente su cabello y le susurró al oído.
- No podía esperar más para verte. Quería sorprenderte y estar contigo. - Dijo Paul con un tono dulce, pero a la vez firme.
- Yo también no podía esperar más, quiero estar siempre contigo y sé que nadie nos va a separar, te amo mucho. - Dijo abrazándolo.
Sanae decidió darle un pequeño turismo a Paul para que pudiera conocer y adaptarse mejor a la ciudad, pero primero Paul dejó sus maletas en el hotel en la que se estaba hospedando. Ambos salieron del hotel y se fueron a dar un paseo, primero le mostro el colegio Nankatsu donde ella estudiaba, luego lo llevó a sus tiendas favoritas.
- Debes probar esto amor , por que son realmente deliciosas. - dijo Sanae mostrándole una bolsa de una galletas especiales en Japón.
Ambos siguieron caminando pasaron por una tienda de chocolates, y Paul decidió comprarle algunos chocolates, era divertido ver como intentaba hablar el japonés, pues no podía pronunciar bien, así que Sanae le ayudó , él un poco avergonzado sacó su billetera y pagó para luego darle a Sanae esos deliciosos chocolates.
Como ya se hacía tarde, Paul fue a dejarla a su casa como todo un caballero, luego de despedirse este vuelve a su hotel, Sanae toda feliz toma su teléfono y empieza a contarle a sus amigas la maravillosa salida que había tenido.
Horas después la madre de Sanae regresa a su casa, saluda a su hija y nota que Sanae está sonriente y muy feliz, lo cual no era muy común verla así.
- Hija te veo demasiado feliz, esa sonrisa no se te quita desde que llegué. ¿ Puedo saber que es lo que te tiene así? - preguntó la madre mientras se sacaba su saco.
- Por nada en especial mamá, solo he tenido un excelente día y será mejor que te acostumbres a verme así por que la vida me dará mucha felicidad. - dijo Sanae
- Bueno hija, me alegra que estés feliz- dijo la madre , pensamiento de la madre: - de seguro Tsubasa ya es su novio, era algo de esperarse, pero no la presionaré con eso, que ella decida el día que e lo presente como su enamorado, estoy tan feliz por tu felicidad hija.
Al día siguiente la madre de Sanae se va al trabajo muy temprano como lo hacía todo los días.
Paul fue a eso de las 9 am para poder tener una cita como él lo había planeado.
Comenzaron su día con una caminata por un bosque cercano, disfrutando del aire fresco y los hermosos paisajes. A medida que avanzaban, Sanae notó que Paul miraba su reloj de vez en cuando, lo que aumentaba su curiosidad.
- ¿Qué es lo que estás tramando, Paul?- preguntó con una risa juguetona.
- Es una sorpresa, amor.- respondió Paul con complicidad. - Ya lo descubrirás.
Después de la caminata, Paul llevó a Sanae a un misterioso parque de diversiones abandonado que solo conocían unos pocos aventureros. Sanae se emocionó ante la perspectiva de explorar un lugar tan intrigante y desconocido, pues al principio tenía miedo del lugar, lo que más le sorprendió fue como Paul encontró el lugar, pero este le respondió que por maps, así que no le dio miedo pues a su lado ella se sentía segura y protegida.
A medida que recorrían las atracciones antiguas y desgastadas, Sanae notó que Paul parecía estar buscando algo en particular.
- ¿Qué estamos buscando exactamente?. - preguntó, intrigada.
- Un tesoro escondido. Tengo una pista, pero tendrás que ayudarme a encontrarlo. - Paul sonrió misteriosamente.
Juntos, siguieron las pistas en medio de risas. Mientras exploraban el parque de diversiones, Sanae sintió la emoción de estar en una aventura con su pareja.
- Creo que aquí está nuestro tesoro. - Después de varias pistas y desafíos, finalmente llegaron a una antigua montaña rusa. En la cima, Paul tomó la mano de Sanae con ternura.
Sin más preámbulos, Paul la llevó a la cima de la montaña rusa y la sorpresa quedó al descubierto. La cima ofrecía una vista espectacular de la ciudad y el sol posando en la ciudad, creando un escenario romántico y mágico.
- Esto es increíble, Paul. ¡Gracias por esta sorpresa!. - Sanae se sintió abrumada por la belleza del momento.
Paul sonrió y se puso frente a ella.
- Sanae, desde el día en que te conocí, supe que eras especial. Me has llenado de amor y felicidad en cada momento juntos. Y quiero que hagamos las cosas bien, ya no quiero ser tu saliente, quiero ser tu novio. ¿ Quieres ser mi novia?. - Dijo Paul
- AAAhhh . - gritó de felicidad. - Claro que quiero , soy la más feliz en este momento y se que lo seré siempre a tu lado.
ambos se abrazaron y se dieron un lindo beso, luego de eso decidieron volver.
- Paul quiero presentarte a mis amigos, son increíbles.- dijo Sanae
- Estaré con gusto en conocerlos. - Dijo Paul mientras tomaba la mano de su novia.
Sanae estaba muy emocionada pues ya quería presentar a su querido novio a sus amigos para que estos lo conocieran y vieran lo fabuloso que es.
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