Lo único que escucho de Niall decir es —Demonios— y me toma de la cintura y miro como dos grandes alas negras salen de la espalda de Niall y empieza volar.

Me quedé sorprendida por sus enormes alas, son hermosas, tienen abundantes plumas y el color negro es tan fuerte que en los rayos del sol se miran azuladas.

Ya que ese tal Simon es ángel también me sorprende no verlo perseguirnos. Niall se detiene arriba de un edificio al parecer otro edificio de apartamentos, New York está cubierto de esos.

Me deshago de su agarre y me quedo observando como lentamente desaparecen sus alas.

—¿Es asombroso, no?—me mira y hace una pequeña sonrisa maliciosa.

—Odio admitirlo, pero es hermoso—lo miro y todavía no puedo creer lo que acabo de ver.

—Lo sé—vuelve a sonreír y solo ruedo los ojos.

—Bueno...tengo que ir a clases—le digo recordando que en media hora empieza mi próxima clase.

-Está bien-me dice y puedo notar que sus ojos están pensativos.

Me despido con la mano y el responde a mi saludo, empiezo a caminar hacia la única puerta que se encuentra arriba del edificio pero antes de abrirla Niall me toma del brazo.

—¿Podemos hablar en el almuerzo? En el restaurante donde siempre asistes—me dice tímidamente, es extraño ya que jamás me había hablado tímido.

—De acuerdo—es lo único que le digo y suelta mi brazo.

***

Termino mi jornada universitaria y recuerdo que veré a Niall en el restaurante. Antes de encender el auto para irme, cojo un cigarrillo de mi paquete y lo empiezo a fumar, he tenido una mañana bastante agitada y lo único que me puede relajar es un cigarrillo, creo que lo único que le tengo amor a esta vida son los cigarrillos, no incluyo a mi madre porque ella ya está muerta y está en otro mundo.

Termino de fumarlo, enciendo el auto y empiezo a conducir.

Llegó al restaurante y estaciono mi auto. Entro al restaurante y miro que Niall ha llegado primero.

—Vaya que eres puntual—le digo mientras me siento.

—Siempre lo soy—me guiña el ojo y ruedo los ojos.

—¿Y de qué quieres hablar?—le digo mientras busco a la señora Hoffman para que tome mi pedido.

—Ya he pedido tu almuerzo, le dije a la señora que siempre te atiende que ya vendrías—me dice tranquilamente.

—Es señora Hoffman—le corrijo.

—Ok, señora Hoffman—me dice recalcando mis palabras—supongo que ya sabes quién es mi ángel superior.

—¿Simon, no?—le digo.

—Sí, y como has visto él ya sabe que me he acercado a ti más de lo que debería—me mira y sus ojos se llenan de preocupación—y ahora me estará buscando aproximadamente toda esta semana en mi departamento...así que—se detiene y voltea a ver detrás de mí, volteo y es la señora Hoffman con mi plato de comida.

—Aquí tienes tu almuerzo cariño—la señora Hoffman me regala una tierna sonrisa.

—Muchas gracias señora Hoffman—le digo regalándole una pequeña sonrisa.

—De nada, por cierto tu amigo es muy amable—vuelve regalarme otra sonrisa y se aleja.

Miro a Niall y veo como se hecha a reír, hago un gesto extraño y no entiendo el porqué de la risa, pero ya que su risa es graciosa, me termino riendo de su risa.

—¿Así que?—le digo terminando de reír.

—¿Podría quedarme dos días en tu departamento mientras busco otro apartamento?—me dice tímidamente.

Lo miro directamente a los ojos y luego veo como sus manos se mueven como si estuviera nervioso a que le dijera que no.

—¿Solo dos días?—recalco los días que me acaba de decir.

—Solo dos días—me afirma el.

—De acuerdo—suspiro y miro como el forma una sonrisa de oreja a oreja por haber aceptado.

***

"Niall sufrirá grandes consecuencias por haberme desobedecido, por haber desobedecido la última regla; no enamorarse de una humana, no enamorarse de esa pobre chica. Dios castiga a los pecadores, incluso sí aquellos son ángeles"

                                                                                                                                                                   -Simon.

Nuevo capítulo :) Cada vez viene más drama. 

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