Epilogo

Un mes después...

Jimin

Había sido un mes difícil para ambos como pareja. Jungkook, se negaba a establecer un acuerdo con su padre, ya que ea su tutor legal.

Pero luego de tantas charlas y discusiones, accedió a hablar con él. Llegaron a un acuerdo el cual, permitía a Jungkook vivir solo en uno de los apartamentos que le había obsequiado años atrás, dejaría que utilizara la cuenta de ahorro, pero siempre el señor Jeon sería el tutor legal ante cualquier mal comportamiento de su hijo.

El tema de su padre ahora es pasado junto al trasplante de córneas que quería que me realizara.

Intentó hacer que aceptara mis córneas de nuevo, pero me negué, así que él opto por hacer que me realizaran un examen y así conseguir un donante, pero resulto que mi organismo no podía aceptar el nuevo tejido ya que, el daño que los médicos causaron en mi tejido ocular fue mucho.

Jungkook fue el que más lloro con esa noticia. No puedo decir que no me sentí mal, pero estoy acostumbrado a vivir de esta manera.

La mudanza de su casa fue un tanto difícil, sus clases y las últimas horas que debía realizar en la fundación le impedían mudarse del todo. Pero ahora parece que este es el día en que su apartamento por fin sera habitable.

—Ok, la puerta está aquí —lo escucho hablar solo, mientras estoy sentado en el suelo, introduciéndole un palo a una de las cortinas.

—Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... —cuenta, mientras escucho sus pasos.

—¿Qué haces? —lo cuestiono.

—Diez —dice en tono más fuerte. —Cuento los pasos desde la puerta a la sala —responde mi pregunta.

—¿Para qué? realizo una nueva pregunta, haciendo como que no sé porque lo hace.

—Para que te lo memorices, así cuando entres no tengas dificultad como en la casa de tus padres y en la que compartes con Taehyung —me explica. —De la puerta a la sala, diez pasos —dice.

—¿Y quién dice que vendré a tú casa? —bromeo, mientras termino de acomodar la cortina.

—Cuatro, cinco, seis, siete, ocho —realiza una nueva cuenta. —De la sala a la cocina, ocho —murmura. —Ven acá —me pude acariciando mi cabello.

Alzo mis manos y dejo que me ayude a ponerme de pie.

—Yo digo que vendrás. Vendrás muchas veces porque me amas y porque yo te amo, y porque vas a extrañarme demasiado. Y un día cuando estés listo viviremos juntos —me atrae hacia él.

—Debes amarme demasiado para pensar en que un día accederé a vivir contigo —le digo, alzando mis brazos para enrollar mis manos alrededor de su cuello.

—Bueno, bonito. Te amo y demasiado —dice, mientras sus manos acarician mis brazos y luego los desciende hasta colocarlos sobre mi cintura.

Enrolla sus brazos en mi cintura, deja un pequeño beso sobre mi sien, sonrío y cierro mis ojos, mientras acaricio el cabello que desciende sobre su cuello.

—Tú sonrisa, amo tú sonrisa —habla bajo, mientras besa la punta de mi nariz. —Sonríes y me haces feliz —susurra sobre mis labios, para luego dejar un pequeño beso sobre mis labios.

—Debes terminar de acomodar —le recuerdo.

Refunfuña como un niño pequeño, alejando sus labios de mi boca llevándolos a mi cuello.

—Jungkook —llamo su atención, pero solo recibo un extraño sonido con su boca, mientras sigue besando mi cuello entretenido con lo que hace.

—Sino terminas de acomodar las cosas no me quedare esta noche.

Al instante deja de besar mi cuello.

—¿Vas a quedarte, en serio? —me cuestiona, tomando mi rostro con sus manos.

—Solo si terminas de acomodar las cosas —le recalco.

—Terminare en seguida, bonito —me besa emocionado y luego se aleja de mí.

Pasamos el resto del día enfocados en terminar de arreglar su apartamento. Me quedare esta noche, aunque no esté arreglado, pero odio el desorden así que Jungkook, debe arreglar y vaya que lo hace bien.

Mientras doblo su ropa, escucho que mueve los sillones, sonrío al escucharlo contar muchas veces. Nunca le pediría que hiciera algo como eso por mí, pero el que él tome la iniciativa para hacerlo, me hace feliz y me recuerda que haberlo elegido fue una buena decisión.

—Termine con la sala —me hace saber.

Asiento, tomo una buena porción de su ropa y camino hasta el ropero.

—Aprendes rápido —escucho su voz más cerca.

—Funciona cuando cuento los pasos —menciono entre risas. —Necesitas flores —le comento.

—Creo que podemos colocar algunas en la terraza. Le diré a mamá que compre tierra negra —dice Jungkook.

—Llamare a papá para pedirle flores bonitas del jardín de mamá —añado.

—Después de que salgamos de la fundación podemos ir a comprar algunas macetas para sembrar —sugiere.

Asiento emocionado.

Y es que una de las cosas que casi siempre puedo ver en mi mente son las flores. Y por eso es que quiero que el apartamento de mi novio te8 un pequeño jardín.

—Terminare de arreglar la cama, mientras tú acomodas mi ropa.

—Esta bien —digo en voz baja.

—Pedí pizza, vendrá pronto.

—Gracias, tengo mucha hambre —confieso, caminando de regreso hacia la cama.

Palpo la orilla de la cama hasta dar con la otra porción de ropa, la tomo y la llevo hasta el ropero.

Me encargo de acomodar su ropa, el timbre suena y muevo mi cabeza de un lado a otro.

—Es la pizza, vuelvo en seguida.

Asiento, mientras termino de acomodar sus pantalones.

Camino de nuevo hacia la cama, esta vez tomo a siento, me retiro mis zapatos y me acomodo en el suave colchón.

—Listo —escucho la voz de Jungkook, la cual, me hace sonreír.
—Espera, sonríe nuevamente —me pide, y yo dejo de hacerlo. —Por favor sonríe, me encanta verte sonreír —confiesa una vez más.

Sonrío para él, lo hago porque sé que lo disfruta y lo hace feliz, y si él es feliz yo también lo soy.

—Eres demasiado bonito —dice cuando está cerca de mí, besando una de mis mejillas. —Hasta que apareciste en mi vida, supe lo que era mirar a alguien y sonreír sin motivo alguno —lo escucho decir.

Me entrega un trozo de pizza luego de acomodarnos en la cama, mi espalda recargada en su pecho, sintiendo ascender y descender sus pectorales, mientras él ve la televisión y yo escucho la voz de las personas y la de él mientras me describe lo que se proyecta en la pantalla.

Jungkook me gusta demasiado, y en serio pienso que jamás dejará de gustarme.
Me gusta porque sé que él no es mi mundo ni yo el suyo, tampoco es mi razón de vivir y yo la de él.
Cuando nos encontramos teníamos nuestros propios caminos y razones para sonreír y continuar con nuestra vida.
Pero aparecimos en la vida del otro para admirar la grandeza, buen corazón y acompañarnos en nuestro vuelo mientras vivamos.

Sí, soy un chico no vidente, al cual su padre vendió cuando solo era un niño, pero soy feliz junto a la gente que me rodea y me demuestra su cariño.
La vida no es mala, aunque nos golpee de muchas formas, siempre existe un distinto ángulo para ver las cosas.

Hay algo que Jungkook, mi novio, jamás sabrá y es que haría cualquier cosa por él, incluso lo que nadie se atrevió alguna vez hacer por mí.

Siempre he dicho que hay distintas maneras de ver el mundo, el mundo de una persona ciega es distinta al mundo de una persona que puede ver con claridad lo bueno y lo malo que lo rodea. Yo tengo mi propia manera de ver la vida, y Jungkook, él, él descubrió una nueva manera de ver la vida.

Disfruta ver los arcoíris, se emociona al verlos, y se esfuerza para que una pequeña visión llegue a mi mente. Disfruta las puestas de sol tanto, como yo lo hago cuando logro verlas en lo oscuro de mi mente.
Jungkook, aprendió a ver mejor muchas cosas y valorar cada instante de la vida.
Através de mis ojos comprendió que todo es momentáneo y por esa razón debe disfrutar cada segundo como si fuera el último.

Él siempre dice que el cielo está en mis ojos incoloros, pero yo siempre pensaré y tendré la percepción que el cielo que hay en mis ojos es un cielo gris. Pero es que detrás de todas esas nubes grises existe un cielo azul despejado, listo para ser admirado por aquellos que se animen a verlo.

A través de mis ojos, la vida siempre es distinta y llena de dificultades, pero mientras esté al lado de Jungkook, le enseñare a ver la vida de la manera en la que yo lo hago y se dará cuenta de lo afortunado que es. A través de mis ojos. 

















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¡Ay!
Ustedes no tiene una idea de lo mucho que amo está historia.

Quiero agradecerles por tomarse el tiempo y el atrevimiento de leer. Es una historia linda con un tema sensible, pero tan real como el de una persona con discapacidad visual.

De todo corazón espero y disfruten de esta historia llena de muchas emociones, y que en el futuro siempre recuerden mostrarle al resto lo bonita que es la vida a través de sus ojos.

¡Gracias por leer bonitas!

Mucho love ♥️

Lilo.

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