24
Jungkook, estaciona la motocicleta donde siempre, apaga el motor, y el primero en bajar es Jimin.
El azabache hace lo mismo, extiende su brazo para tomar la mano del pelinegro, entrelazan sus dedos y el mayor, alza y flexiona su brazo para de esa manera depositar un beso en el dorso de la mano del menor, ganándose una linda, tierna y tímida sonrisa por parte de su lindo novio.
—Llegue —anuncia Jeon, luego de haber entrado a su casa junto a Park.
—Bienvenidos jóvenes —los recibe una de las sirvientas.
Jungkook le entrega sus cosas y las de Jimin a la sirvienta, la cocinera le hace señas haciéndole saber que aún faltan algunas cosas.
—¿Qué te parece si me ayudas a arreglar la oficina de mi padre? —le propone Jeon, tomando de su bolsón la carpeta que debe dejar en el escritorio de su papá.
—Eso te corresponde a ti, cariño —responde el pelinegro. —Pero..., haré una a excepción porque eres tú —añade un lindo Jimin, sonriente.
—Ok, entonces permíteme llevarte —Jeon se pone de pie, dándole la espalda a Park.
Coloca la carpeta entre su mandíbula y su pecho, para sostenerla de esa forma.
Alza sus brazos y toma las manos de Jimin, las coloca sobre sus hombros y desciende hasta quedar de cuclillas.
—¿Qué haces? —lo cuestiona Jimin.
—Voy a cargarte en mi espalda —responde Jungkook. —Deprisa —le pide el mayor.
Nervioso y emocionado, Jimin desciende sosteniendo con fuerza los hombros anchos de su novio, coloca su pecho contra la espalda de Jeon, y sus piernas las deja a un costado de la cintura del mayor.
El azache enrolla los brazos de Jimin, alrededor de su cuello, hace un poco de fuerza y se pone de pie, tomando la parte trasera de los muslos de Park.
—¿Estás bien? —lo interroga el mayor, cerciorándose de qué se sienta cómodo.
—Sí, déjame llevar esto —dice el menor, luego de haber palpado con sus manos la carpeta. —Camina, novio —le ordena Jimin, juguetonamente.
Llegan a la oficina que el padre de Jeon tiene en su casa, Jungkook deja sentado sobre una de las sillas a Park, mientras él empieza a acomodar las cosas.
—¿Cuándo volverá tú padre? —pregunta el pelinegro, sosteniendo la carpeta.
—Mañana —contesta el azabache, tomando unos retratos para luego caminar hacia su novio. —Ayúdame, por favor —le súplica, jugando Jungkook.
—¿Qué obtendré a cambio?
—Te daré muchos mimos —dice Jeon.
—¿Y besos? —pronuncia en voz baja el menor.
—Te daré todo lo que tú desees, bonito —responde Jungkook, dejando un pequeño beso sobre la nariz de Jimin.
Jeon le entrega un paño de lana, para que Park, limpie el vidrio de los retratos.
El mayor se encarga de acomodar todo, y de dejar todo limpio, mientras Jimin limpia los pequeños adornos que el padre de su novio mantiene en su oficina.
Cuando se toma pequeños descansos, aprovecha para mimar, consentir y besar a Jimin.
—Listo, he terminado —dice Jimin, colocando en el suelo los objetos que ha limpiado.
—Los colocare en sus lugares —habla Jeon, acercándose a su novio.
—Tengo hambre.
Jungkook mira a pelinegro, sonríe, y trata de colocar los objetos en su lugar para terminar.
Jimin se pone de pie, extiende su brazo derecho y siendo lo más cuidadoso que puede llega hasta el escritorio, luego de haber chocado contra él.
—Bonito, ten cuidado —le pide el azabache un tanto preocupado.
—Estoy bien —articula en voz baja Jimin, sentándose a la orilla del escritorio.
—Ya está, hemos terminado —el mayor sacude sus manos, mientras camina hasta donde su lindo novio espera por él.
—No olvides esto —alza la carpeta que sostiene en su mano izquierda.
—Claro —el azabache la toma, pero antes de colocarla sobre el escritorio, mira la carpeta con un poco de curiosidad.
—¿Qué crees que contenga dentro? —pregunta Jimin, luego de haber presenciado una leve imagen de la carpeta en su mente.
—Ni idea, pero si mi padre la pide, debe ser algo importante —habla Jeon, abriendo la carpeta.
—No la abras —le pide Park.
Jungkook, sonríe, ya que ya abierto la carpeta. Pasa la primera hoja.
—Te dije que no la abrieras —lo reta Jimin.
—Solo déjame —Jeon, deja de hablar cuando lee un diagnóstico médico, el cual, contiene su nombre escrito.
—Voy a molestarme contigo —escucha la voz enojada de su novio, y decide cerrar la carpeta.
—Ya la cerre —le hace saber, Jungkook. —Hora de cenar —dice emocionado el mayor, intentado hacer que el ceño fruncido desaparezca del rostro de Jimin. —Lo siento, no lo hare de nuevo —toma las manos del menor, y las coloca sobre su cuello. —No vi nada —miente, sonriendo, intentando que el enojo de su novio se disipe. —Eres demasiado bonito —lo elogia el azabache.
—Tu halago, no hará que deje estar molesto —le advierte Jimin.
Jungkook lleva sus manos hasta la cintura de Park, siendo cuidadoso y sin sobrepasarse, lo acerca más a él y empieza a dejar pequeños besos en el rostro del pelinegro, y unos cuantos en su cuello.
—Jungkook —lo llama, con voz nerviosa el menor, tomando pequeñas porciones de cabellos del azabache.
—Vamos a comer —susurra el mayor, llevando sus labios sobre los de Jimin. —Gracias, bonito —murmura Jeon, sobre los belfos de Park, para luego darse unos cuantos besos.
Jeon, había preparado una hermosa cena en el jardín trasero de la casa de su padre. La cocinera es su cómplice, y sabe que todo vale la pena al ver la hermosa y enorme sonrisa que Jimin, tiene en su rostro.
—Jungkook, gracias —dice Jimin, luego de haber terminado de cenar.
El jardín, luce precioso, tiene un camino con una alfombra con pequeños alagos en braille ¿los cuales, el menor pudo leer mientras Jeon lo dirigía hasta la mesa.
En los costados de la alfombra se encuentra una fila de candelas amarillas alumbrando el camino, la mesa es color blanco a juego con las sillas, al centro un hermoso y pequeño ramo de diferentes flores, dentro de un pequeño recipiente redondo.
El mayor se había tomado el deber de describir las cosas que Jimin, no puede ver a través de sus ojos, y siente que su corazón palpita de manera tan fuerte cada vez que esa hermosa sonrisa adorna el lindo rostro de su novio.
Si algo le queda claro a Jungkook, es que está enamorado de Jimin, se ha enamorado del chico ciego que llego a la fundación, en la cual, cumple un castigo por mal comportamiento.
—Gracias por hacerme feliz —articula con voz quebrada el menor, mientras sus lindos ojos incoloros se llenan de lágrimas.
El azabache permanece en silencio por unos segundos, traga grueso al ver los ojos de Jimin, inundados por lágrimas.
Asiente, y deja que dos pequeñas lágrimas salgan de sus ojos. Se pone de pie y toma la mano derecha del pelinegro.
—No llores —le pide Jungkook, ayudándolo a ponerse de pie. —Te amo —confiesa el mayor, tomado con sus manos el rostro del menor, para luego dejar un pequeño beso sobre los labios de Jimin. —Bailemos —le propone Jeon, a lo cual, el pelinegro asiente gustoso.
Entre risas, besos, toqueteos, coqueteos, y lo mal guía que resulta para el baile Jungkook, ambos disfrutan de un buen momento. No les importa que las frías gotas de lluvia los empapen, son felices aun bailando, jugando, abrazándose y amándose bajo la lluvia de la noche.
Cuando llegan a la habitación de Jungkook, con cuidado el menor baja de la espalda del mayor.
—Iré por toallas, y ropa.
Jimin, asiente, mientras junta sus manos y las frota para entrar en calor.
—Disfrute mucho esto, fue genial —habla Park, alzando un poco el tono de su voz para que Jungkook pueda escucharlo.
—Ven acá —le pide Jeon.
Jimin camina hacia el lado erróneo haciendo reír al mayor.
—Por ahí no —dice el azabache, tirando del brazo izquierdo del menor, para acercarlo a él.
—Lo siento —se disculpa, apenado.
—Amo cuando haces eso —confiesa Jungkook.
—Tú lo amas, pero las demás personas seguro y se burlan de mí —dice en desacuerdo el menor.
—Y que importa el resto de personas, bonito.
Jungkook, coloca una toalla sobre el cabello negro de Jimin, y luego lo empieza a frotar para secarlo.
—Para mí, eres lo más bonito y perfecto que la vida me ha permitido conocer, y mis ojos ver.
Un leve sonrojo se posa sobre las mejillas blanquecinas del menor.
—Jungkook —pronuncia en voz casi inaudible, Jimin.
—Debemos retirarnos la ropa mojada, podemos resfriarnos —habla Jeon, retirando sus manos de la cabeza de Park.
El mayor se retira la camisa, observa a Jimin que luce nervioso, sin decir nada se gira, y permanece inmóvil, sintiendo su respiración y escuchando la de su novio.
Alza su rostro esperando a que Jimin diga algo, siente el tacto de unas manos frías sobre su espalda baja, se gira de forma lenta y se encuentra al pelinegro vistiendo solo su camisa mojada, la cual, cubre su ropa interior y parte de sus muslos.
—También te amo, Jungkook —pronuncia con voz temblorosa el menor, palpando el abdomen y luego los pectorales del mayor.
—Te deseo de todas las maneras, Jimin.
El azabache culmina con la distancia entre ambos.
—Y aunque muchos no lo crean, te quiero y te necesito en mi vida.
Jeon, siente como la respiración de Jimin, se estrella contra su cuello.
El azabache desciende su rostro y besa los labios de Jimin, sus besos son distintos, cada beso entre ellos es diferente, cada uno tiene un significado distinto y aunque, ellos no lo dicen en su interior lo saben.
—De acuerdo con mi corazón, eres a quien quiero junto a mí, en todos los aspectos posibles —habla Park, apegándose más al cuerpo de Jungkook.
Ambos saben lo que esta por pasar, los dos lo desean, se desean tanto que temen no ser lo suficiente para el contrario.
Jungkook a recuesta al menor sobre el colchón, lleva sus manos hasta sus piernas, las acaricia y la sube de forma lenta, hasta llegar a sus muslos. Acerca su rostro y empieza a dejar besos sobre los muslos, para de forma lenta retirar la ropa interior de Park.
—Jungkook —articula con voz temblorosa, Jimin.
—No voy a lastimarte, solo disfruta —le pide el mayor.
Beso tras beso, sobre el estómago de Jimin, Jeon alza la camisa húmeda hasta retirársela, y dejarlo desnudo ante él.
—Dame un segundo para desvestirme —le pide Jungkook.
El cual, de forma rápida se retira su pantalón y su ropa interior.
Se coloca encima de Jimin, y ambos se besan, las manos temblorosas de Park tocan de forma tímida la espalda y brazos de Jungkook, mientras se besan.
—Voy a prepararte —le avisa Jeon.
El pelinegro asiente, nervioso y un poco asustado.
Jungkook, lleva dos de sus dedos a la boca del menor, le explica porque lo hace y luego mientras introduce de forma lenta sus dedos en la entrada de Jimin, deja que Park guíe la deliciosa sesión de besos que están teniendo.
—Aah —se queja el menor.
—Podemos parar...
—No —lo interrumpe, Jimin.
Jeon, continúa estimulando la entrada de su novio, mientras el menor toca su miembro.
—Aun podemos parar —habla Jungkook, sobre los labios de Jimin, luego de haber retirado sus dedos de la entrada del pelinegro.
—¿No quieres hacerlo? —lo cuestiona el menor, asustado y un poco desilusionado.
—¿Y tú? —le responde Jeon, con otra pregunta, mientras acaricia el cabello de su lindo novio.
—Sí —responde Jimin, ocultando su rostro entre el cuello y pecho del mayor.
—También quiero —contesta Jungkook.
Juntan sus labios una vez más, el mayor se acomoda mejor, toma su miembro y lo alinea en la entra de Jimin.
—Dime si...
—Guarda silencio —le pide el menor.
Cuando Jungkook ha introducido su miembro dentro de la entrada de Park, permanecen sin moverse por un momento, Jeon aprovecha para besar y consentir a besos y caricias a Jimin.
—Creo que —habla nervioso, el pelinegro.
—¿Seguro? —pregunta, el mayor.
—Sí —responde Jimin.
El azabache empieza a moverse despacio, las manos de Jimin se aferran a la piel de la espalda y luego cambian a la piel de sus brazos, mientras siente una sensación de dolor mezclada con placer, cada vez que Jungkook, su novio, logra tocar ese punto que lo obliga a cerrar sus ojos y hacer que los dedos de sus pies se doblen.
—Aaah —suelta un pequeño gemido, Park, al sentir como una de las manos de Jeon, empieza a estimular su miembro, mientras su cuerpo y el del mayor realizan un sonido obsceno en cada embestida que Jungkook, le propina. —Jungkook —jadea Jimin, al sentir como sus músculos se contraen, listo para correrse.
Gime nuevamente cansado luego de haber llegado a clímax con la ayuda de su novio.
Jeon cont6inua con las embestidas, intenta controlarse, por lo cual, decide hacer sus embestidas más profundas, para no acelerar el ritmo de su pelvis y asustar y dañar a Jimin.
—Gracias —habla con voz cansada el azabache, luego de haber culminado.
El mayor sale de la entrada del menor, se acomoda en la cama, extiende su brazo y acerca a Jimin a su lado.
—Gracias por dejarme amarte —dice Jungkook, abrazando el cuerpo de su bonito novio.
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