16
Jimin escucha el motor de la motocicleta encenderse, y luego alejarse, suspira acomodándose mejor en sobre el sillón.
Los sonidos de las pisadas de Taehyung las logra escuchar cada vez más cerca, siente hundirse el sillón justo en el lado que su novio había dejado vacío.
Ambos permanecen en silencio, silencio que incomoda por completo al pelinegro. Lleva su mano derecha hasta su muslo y empieza a darse pequeños golpecitos con las yemas de sus dedos.
—Cuando quieras —habla Jimin, intentando que su amigo diga algo.
Pero no lo consigue, lo único que obtiene es un largo suspiro, el cual, lo obliga a tragar grueso y hacerse a la idea de tener que lidiar con un Taehyung testarudo, y posiblemente el doble de protector.
—Tae, yo...
—¿En serio es tu novio? —pregunta interrumpiendo al pelinegro.
—Sí, bueno... Ya te lo había dicho —responde Jimin.
—No creo que sea lo correcto —suelta sin pensarlo.
—Dijiste lo mismo de mis novios y pretendientes anteriores —le recuerda Jimin.
—Y razón tenía —interfiere, molesto el castaño.
—Esta vez no será así, Taehyung —dice con seguridad el pelinegro.
—Y tú qué sabes —lo confronta el castaño con voz golpeada.
—Creo que no es necesario que te diga lo que Jungkook me ha dicho. No voy a decirte algo que no estarás dispuesto a creer.
—Creíste en sus palabras, Jimin. Mierda, son todas mentiras.
—Y tú qué sabes —replica el pelinegro, utilizando la misma palabra que su amigo ha utilizado con él. —No sabes sus verdaderas intenciones, y aunque las supieras no te gustarán —dice Jimin, está vez con su tono de voz molesto. —No sé qué es lo que te suceda Taehyung, pero justo en estos momentos, no te reconozco —baja un poco su voz el pelinegro, decepcionado por la actitud de su mejor amigo.
—¿Por qué él? —cuestiona el castaño.
—¿Cuál es tu problema con Jungkook? —contesta con una pregunta, Jimin.
—No tengo ningún problema con él —espeta con desagrado, Taehyung.
—¿Entonces dime por qué estás tan molesto? —lo interroga, comenzando a perder la paciencia el pelinegro.
—Porque lo escogiste. Mierda, lo escogiste como tu pareja sin si quiera pensarlo.
Jimin, niega.
—Si lo pensé —interrumpe, para luego hacer una breve pausa. —Y según tú, ¿a quién debía escoger? —dice retomando el pelinegro el pequeño debate con su amigo.
El castaño guarda silencio y su respiración empieza acelerarse, observa a Jimin. Su lindo rostro luciendo su entrecejo fruncido, con sus ojos grisáceos mirando a la nada.
—A mí —susurra Taehyung.
—¿Qué dijiste? —indaga el pelinegro, dudando de lo que ha escuchado.
—A mí —repite. —Que debiste escogerme a mí —articula mejor, tomando confianza y valor, para por fin confesar lo que realmente siente por su amigo.
—Taehyung —lo llama Park.
—Lo siento, fui un estúpido, pero no puedo ocultarlo más. Me gustas, Jimin —confiesa.
—Estoy enamorado de ti, y no tengo dudas.
El pelinegro suelta un leve suspiro.
—Tae, no tengo palabras para decirte —Jimin, hace una pausa. —¡Dios! —exclama y baja su rostro, empezando a frustrarse.
—Esta bien, está bien —el castaño se acerca más a Park, para poder dejar caricias sobre su espalda.
—No, no lo está, Taehyung —dice Jimin, con su voz triste—. Eres mi mejor amigo.
—Y tú el mío, pero me gustas y estoy enamorado de ti —habla ahora más suelto el castaño, con la confianza de poder ser elegido por Jimin.
—Pero yo no —murmura el pelinegro.
—Jimin, no hay nadie que te conozca mejor que yo, se todo sobre ti. Compartimos muchas cosas, me gusta ayudarte y protegerte, no me molesta hacer las cosas por ti. Lo único que quiero es mantenerte a salvo para que nada te suceda.
Taehyung deja de hablar cuando su garganta está un poco seca.
Con dificultad traga saliva, toma aire, y decide continuar.
—Quiero lo mejor para ti, por esa razón, creo que debes escogerme a mí.
Jimin, niega.
Con su mano derecha busca a tientas la de su amigo, cuando el castaño le facilita todo, sostiene la mano de su amigo y la acaricia por unos largos segundos.
—Taehyung, tienes toda la razón al decir que no hay nadie que me conozca mejor que tú —inicia el pelinegro, causando una sonrisa ladina y esperanzadora en el rostro del castaño—. Pero no necesito a alguien que conozca todo sobre mí. Necesito a alguien que se interese por conocer todo sobre mí cada día, hora, minuto y segundo. No necesito a alguien que comparta los mismos gustos que yo, necesito a alguien que me enseñe sus gustos y yo los míos, que me motive a experimentar nuevas cosas y a no tener miedo.
Taehyung, traga grueso, mientras Jimin toma su mano un poco más fuerte.
—Necesito a alguien que me ayude a cómo protegerme, a alguien que me enseñe a cómo hacer mis cosas, no a que lo haga todo por mí. Soy ciego, no inválido de mis extremidades superiores e inferiores —le recalca el pelinegro.
—Jimin.
—Lo siento, Taehyung —interfiere Park a su amigo. —Pero de la única manera en que puedo escogerte es como mi mejor amigo. En serio lo siento —se disculpa Jimin. —Pero no siento lo mismo por ti —el pelinegro se aferra a la mano del castaño—. No de la manera en la que tú lo sientes. Yo no puedo escogerte de la forma en que tú deseas, quisiera hacerlo, lo juro, pero no puedo.
Taehyung, se suelta del agarre de Jimin.
—Te quiero tanto, Taehyung, tanto que me siento mal en estos momentos —se sincera el pelinegro—. Si pudiera mandar a mi corazón quizá lucharía por escogerte, pero no puedo hacerlo. Mi corazón escogió a Jungkook, al igual que yo.
Jimin siente como un vacío se forma en el sillón.
—Por favor no te molestes conmigo —le súplica el pelinegro con sus ojos llorosos. —Dime algo —le pide Jimin, derramando las primeras lágrimas. —No tengo la culpa de esto —se defiende el menor, con mucho sentimiento.
—No, no la tienes —habla Taehyung. —Es toda mi culpa al creer que me escogerías por los años de amistad. Soy un idiota —se ríe sarcásticamente el castaño de sí mismo—. No soy lo que necesitas a tu lado.
Jimin se pone de pie luego de escuchar lo que su amigo ha dicho.
—Te necesito Taehyung, pero no de la manera que tú quieres.
El pelinegro siente unas manos tomar su rostro.
—Taehyung —articula Jimin.
Siente los labios del castaño sobre su sien, y sabe lo que eso significa, así que empieza a negar, toma con una de sus manos parte de la camisa de Taehyung.
—No lo hagas —le pide Jimin, comenzando a llorar nuevamente.
Taehyung tira de su prenda fuertemente, tan fuerte que, al alejarse, Jimin cae al suelo de la sala.
—No te vayas —súplica entre hipidos el pelinegro, llevando su mano hasta su pierna derecha. —Necesito a mi mejor amigo —solloza más fuerte, cuando escucha como la puerta es cerrada.
Jimin intenta entender cómo ha pasado a estar tan triste, luego de haber pasado la noche con su novio, del cual, quería hablar con su mejor amigo, y comentarle lo bien que lo trata y lo interesado que esta por conocerlo.
Había sido su mejor noche, por fin había encontrado a ese alguien que lo hacía romper sus barreras y estereotipos de una persona ciega, estaba feliz de tener a Jungkook a su lado.
Pero ahora tiene una parte nueva que lo hace feliz, y la otra que lo ha dañado, haciéndole creer que había cometido un error.
Jimin se pone de pie, busca los bordes en el suelo con sus pies, cuando los siente sigue la línea más delgada que lo guía hasta su habitación.
Quiere llamar a Jungkook, pero no puede ya que Taehyung nunca quiso enseñarle a utilizar un teléfono celular, y mucho menos comprarle uno.
Entra a su habitación, se sienta en el borde de su cama, limpia sus lágrimas y se promete no llorar más, aunque su mente maquine la posibilidad de perder a su mejor amigo.
Taehyung, debe entender que no puede obligarlo a sentir algo por él, y que lo que el castaño siente no es culpa de ambos.
Espera que su mejor amigo, en serio recapacite, para poder hablar e intentar hacer un borrón y cuenta nueva.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top