CAPITULO 54

Natasha.

Sabia que el estaba aquí, podía sentirlo en los huesos y cuando mis ojos localizaron a Duncan y Mushka, un rayo de esperanza volvió a surgir. No había sido sencillo, ser su sicario solo me había remontado a viejos y dolorosos recuerdos que pensé tener enterrados.

Me moví por el lugar con destreza y delicadeza. Mi peluca rubia picaba, pero me obligue a respirar hondo y aguantarme la picazón. Me acerque a ellos, Al capone hablaba con el, mientras bebían un bourbon que debía valer mas que sus vidas.

Me acerque a el con sensualidad. Era irónico pensar las cantidad de veces que estuvimos ahí de agárralo con la agencia, pero el siempre estaba un paso mas adelante y como ahora volviendo a los círculos criminales, lo tenia solo a unos metros.

El me vio y sonrió con galantería. Tomo mi mano y beso el dorso- exquisita como siempre señorita Petrova.- dijo en ruso.

Le sonríe con sensualidad y acariciando la solapa de su saco le susurre en el oído- su placer es el mío.

Sus ojos se abrieron con satisfacción. Tenia fama de psicópata y de hipnotizador de mujeres, pero a mi solo me parecía un viejo que creía tener el control y cuando sentía que se les escapaba asesinaba.

Pero aun así me obligue a pensar en frio, sino aceptaba conseguiría a otro y yo me quedaría encerrada de por vida en su castillo fortificado o muerta. Debía aceptar y al mismo tiempo averiguar como diablos salir de aquí.

Y todo encajo como un rompecabezas.

Alexander tenía que ser mi comodín de entrada y de salida.

Pero debía ser cuidadosa, si me descubrían podrían matarnos a todos. Y así fue cuando y en cada asesinato dejaba un pista, pequeña pero que Simón sabría que hacer con ella. Incluso fui yo la que le susurro a su informante sobre esta gala, lo había planeado por semanas y ahora que sabía que estaba aquí mi piel hormigueo. Había pasado tanto tiempo que tenía ganas de salir corriendo y arrojarme a sus brazos, pero sabía que no era el momento, ahora más que nunca debía ser fría y elegir mis cartas con cuidado.

Si algo había aprendido a su lado era que trabajar en equipo era mejor que hacerlo solo, siempre y cuando ese equipo sea de confianza y yo tenia al mío. Me había costado mucho tomar la decisión de incluirla, pero si algo salía mal ella podría ser mi As bajo la manga.

Toque mi audífono -¿estas en posición?

La respuesta no tardo en llegar-lo estoy. ¿El no sospecha nada?

-No, pero no tenemos mucho tiempo, debemos apresurarnos.

-Bien necesitamos una distracción, ya sabe que hacer.

Asentí mas para mí que para ella, gire mi cabeza y susurre confía en mí con la esperanza de que haya captado mi mensaje y desfundando mi arma apunte a Alcapone y dispare. La bala le dio entre ceja y ceja, luego me gire y vi que Lipstein también había caído.

Las personas armaron un revuelo a nuestro alrededor empezaron a correr y a gritar. Nuestros objetivos también se dispersaron, pensando que huirían, pero nosotras éramos mas rápidas y aparte habíamos hecho un trato con Michael el debía asumir el control de los caídos.

Esto era necesario si queríamos no solo evitar una guerra entre las mafias, sino también vivir una vida dentro de todo normal. Uno, dos tres fueron cayendo, si no eran por mi, por ella y por primera vez en mi vida empecé a saborear la libertad, sabiendo que después de esto podría soltar mis armas y dormir con los dos ojos cerrados.

Sabiendo que mi sobrino podría salir a la calle sin ser un flanco o ser usado en contra de nosotras, sabiendo incluso que mis hijos estarían a salvo. Uno de los hombres de Lipstein quise acuchillarme, pero lo esquive, cuando de reojo vi que otro estaba por dispararme y yo tenía mis manos ocupadas.

El hombre cayó en seco al suelo, con un disparo en la cabeza. Sonreí el quipo estaba de vuelta, así también se sumo Duncan y Michael. No se cuando tiempo paso solo se que de repente un silencio atronador reino por el salón.

Los pisos estaban decorados de rojo y cadáveres y mi cuerpo aunque alerta me empezó a cobrar factura y un mareo me agobio cuando dos fuertes manos me sostuvieron de la cintura- shh tranquila cariño, te tengo.

Su voz, tantos meses anhelando escucharla. Me gire sobre mis pies y mis ojos hicieron contacto con esos faroles azules con los que soñaba al quedarme dormida- eres tu, al fin.

Salte y me arroje a sus brazos, mis ojos se humedecieron y una emoción cruda cruzo mi pecho por la mitad, dejándome sin habla. Su mano acaricio mi cabello, sacándome la peluca- no me quejo de tu nuevo look, pero quiero a la verdadera Natasha, a mi mujer.

Sus ojos también estaban húmedos y unas grandes ojeras y bolsas debajo de ellos, me alertaron que el tampoco la había pasado muy bien desde nuestra separación forzosa. Sus labios conectaron con los míos en un beso abrasador y una paz me embargo, estábamos juntos de nuevo y nada, ni nadie nos podrían separar.

Nuestra gente llego hacia donde estábamos, todos tenían preguntas, pero lo que mas llamo mi atención fue la expresión preocupada de mi hermana.

-Lo tengo en la habitación trescientos dos.

-¿A quien tienen? ¿Que fue toda esa mierda?

Asentí con la cabeza, era hora de ocuparme de mi mayor demonio. Duncan me miro soslayo y ensombrecido, el también lo había visto y supongo que también lo había transportado a aquella dolorosa infancia.

Mire a mi amor y acaricie su mejilla sin afeitar- Mi padre esta vivo.

¡HOLA!

NO MORI JAJA SOLO TUVE UNOS MESES OCUPADISIMOS Y UN POCO DE BLOQUEO LITERARIO.

ESTAMOS A NADA DEL FINAL.

AL FIN SE REENCONTRARON DESPUES DE MESES DE DOLOR Y DE ESTARSE BUSCANDO.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top