NATASHA

Dos de mi equipo luchan por la victoria, mientras yo miro su forma de manejarse o defenderse. Cada uno ha a aprendido distintas formas de luchar y ha adoptado la que mas iba a con su estilo. Naomi eligió navajas y Milano espadas.

Ninguno tiene permitido usar armas de fuego cuando se este entrenado con sus compañeros. Naomi es un orgullo manejando las navajas, no comete errores y sus golpes son certeros y prolijos, pero Milano es mi creación.

Maneja las dos espadas como si estuviera bailando ballet con ellas. Son parte de su ser, una extensión de sus brazos y nadie mas lo entiende como yo. Sus ojos dorados no muestran nada más que tranquilidad, mientras que los de Naomi reflejan concentración.

Naomi es la primera en atacar, pero Milano con dos vueltas la deja desarmada, con su espada contra su pecho y la espada contra su cuello.

El italiano hace presión y dice en tu sexy tonada-¿te rindes?

Los ojos achinados de Naomi brillan con furia mientras asiente y esperando que Milano deje de hacer presión en su cuello.

Me acerco hacia ellos con mis manos cruzadas-buen trabajo.

Naomi asiente antes de irse y Milano se cruza de brazos divertido - es gracioso ver que tu oponente piensa que puede ser rival para ti y luego termina con nuestra espada en su cuello.

Enarco una ceja y lo miro. El me recuerda mucho a mi en varios aspectos-la cualidad de un buen samurái no esta, en decir que eres el mejor, sino creer que lo eres, aceptado que hay varios igual o mejores que tú.

Sus ojos me examinan lentamente antes de asentir- sabes cuando dijeron que estabas buscando un equipo, fui el primero en anotarme y no solo por que eres muy guapa, sino porque a mi modo de ver eres la mejor en esto. Debo pedirte perdón por llegar a creer lo que todos dicen.

-¿Y que es lo que todos dicen?

-Que eres una perra sin corazón.

-¿Y por que crees que no lo soy?

-Te he visto Natasha. Como nos enseñas, como te preocupas por cada uno de nosotros y estas ahí para marcarnos el camino. Eres dura e inflexible con el entrenamiento, pero también se, que si ahora mismo nos pones a competir contra los otros equipos los destrozaríamos. No solo preparas nuestro cuerpo para el ataque sino nuestra mente y quiero que sepas que eres la mejor en lo que haces, salvo cuando te peleas con tu esposo y te desquitas con nosotros. Por el bien del equipo hablaremos con Simón para que no te haga enojar.

Una carcajada brota de mi y palmeo su hombro antes de decir-Gracias Milano, enserio agradezco tus palabras.

-¿Pero quien es este guapeton?

Los dos nos giramos para ver entrar a una Megan enfundada en un vestido blanco y unos tacones de infarto. Puedo ver en que segundo Milano hace un cambio de chip. Saca pecho, se pasa la mano por el cabello y con voz seductora besa el dorso de su mano- Buon giorno, bella donna. Mi chiamo Milano Rinaldi e sono a tua disposizione.

Los ojos de mi amiga chispearon y una sonrisa lobuna se extendió por su rostro. No podía culparla Milano era todo un espécimen digno de ver. Piel bronceada, cabello negro, ojos azules con abundantes pestañas, nariz recta y labios carnosos. Y mejor no hablemos de su cuerpo de infarto tallado por los dioses-Buon giorno, bellissimo uomo. Mi chiamo Megan Maclean e il piacere è tutto mio e i miei occhi.

Esta vez fueron los ojos de Milano que llamearon antes de decir-hablas italiano.

-Hablo muchos idiomas guaperas-le guiño el ojo.

-Solo quería decirles que si necesitan privacidad ya me voy-tome mis cosas divertidas antes de irme, la tensión sexual me estaba matando.

Megan me miro divertida antes de decir- si alguna vez quisiera hacer un trió, ustedes dos serian mis opciones.

Rodé los ojos divertidas-suerte con que tu hermano te deje.

-No subestimes mi poder de persuasión. Ahora si me disculpas quiero hablar contigo y tu-le tendió su teléfono-agenda tu numero, que me gustaría quedar una que otra vez para conocernos.

Milano anoto su número y se despidió de nosotras con dos besos. Cuando salimos del área de entrenamientos Megan cuchichió- ¡no me habías dicho que entrenabas estos bombones exóticos! Si lo hubiese sabido antes me anotaba en este horario.

Me reí antes sus ocurrencias-entreno asesinos Megan, no es un juego.

-Lo se. Pero valdría la pena jugar unas horas con el y su cuerpo.

-Eres incorregible amiga, pero no podría estar mas de acuerdo.

-¿Con quien estas de acuerdo mariposa?

Simón tomo mi cintura y me acercó a su cuerpo dándome un beso en el cuello. Megan lo miro divertida y luego una sonrisa diabólica se extendió por su rostro- le pregunte si quería hacer un trió conmigo y acepto. Lo siento hermanito-un lindo puchero adorno sus labios.

No podía dejar pasar la cara de Simón en este momento- sus ojos se achinaron y su ceño se frunció antes de mirarnos a los dos y poner una mueca de asco-¡ni lo pienses! No compartiré a mi mujer contigo y anda saber quien más. Pensé que te iban los hombres hermanita, mas específicamente uno que empieza con "J" y termina con "ason".

Todo rastro de diversión se esfumo del rostro de Megan-cállate.

-Lo sabia-dijo divertido.

-Tú no sabes nada.

-¿Eso crees? Diría que estas equivocada, después de escuchar lo que Jason tenia que decir sobre ti.

Los ojos de Megan se abrieron con curiosidad, al iguales que los míos-no me miren así, no les diré nada. Aparte creo recordar que me has dicho que el solo era un simple guardaespaldas.

-No olvides estúpido y energúmeno.

-Si, como digas. Tu no olvides lo que dice el tío Thayer-los que se pelean se aman.

Megan se le acerco furiosa y Simón le saco la lengua divertido. No lo conocía mucho a Jason Clark, pero si quería un oportunidad con ella iba a tener que demostrar su valía, por que yo no dejaría que nadie haga sufrir a mi cuñada.