CAPITULO 35
NATASHA
La madre de Simón se sento al frente mío y ahora me observaba con los ojos entrecerrados- no confió en ti.
Es todo lo que dice, pero cuando Michael le da una mirada de reproche, ella pone su mejor sonrisa falsa -Simón cariño acuérdate que al café lo quiero con dos terrones de azúcar.
-Si, madre.
La pregunta del día era ¿Qué hacia un mafioso como Michael con la mama de Simón?
Era como si todas las fichas comenzaban a caer en sus respectivos lugares.
Por eso ese día en las Vegas, los dos mostraban tanta familiaridad ¿seria su padre?
No podía dejar de observar la situación.
Había conocido a mis suegros y no les caía bien. Genial.
Agarre mi teléfono y mande mensaje al grupo.
Old foxes
YO.
SOS.
Meg.
¿Qué paso? 😱
Ana
RT
Mushka
Rt.
Yo.
MI SUEGRA esta aquí y no esta muy feliz de conocerme.☠
Meg.
¿Mi madre esta allí? Mierda chica, te compadezco.😂🙊
Yo.
No me compadezcas. Ven a ayudarme.
Meg.
Lo siento, pero no puedo. Estoy en medio de algo importante.😈
Ana.
Yo tampoco puedo hermanita. Tengo que llevar al pequeño John al control con su pediatra y si lo mando con el padre tengo miedo que Patrick lo termine ahorcando con sus celos.😇
Yo.
GRACIAS POR NADA.😘
Bloqueo el celular y ni espero la respuesta de Mushka. Después de todo lo que le hice pasar, no me sorprendería que ella ni siquiera responda.
-Aquí tienes mariposa.
El olor a café recién hecho inunda mis fosas nasales. Lo tomo entre mis manos y bebo un sorbo.
-Gracias cariño.
El me da un beso y pone su mano en mi cintura, cuando su madre nos mira con reproche.
-¿Y tu a que te dedicas?
-Soy traductora de idiomas.
-Simón querido, sabias que Melody ha sacado su doctorado con honores. No podría estar más orgullosa.
Miro el cuchillo para mermelada en la mesa y esto re tentada a dejar entrar la oscuridad en mí, pero me contengo. No puedo matar a mi suegra.
Respiro hondo, justo cuando el timbre de mi casa suena y quiero estallar de felicidad.
-¡Yo abro!-salto del taburete y corro a la puerta.
Al abrir la puerta me encuentro sorprendida de ver a una sonriente Mushka con sus tres hijos y un serio Duncan atrás.
-¡Sorpresa! Trajimos torta.
No puedo evitar y la abrazo. Ella tarda en corresponderme, pero lo hace con una risita.
-Alguien esta contenta de verme.
-No te das una idea cuanto-susurro.
-Marip... ¿Mushka? ¿Duncan?
Simón ve la escena confundido y yo digo imitando a Mushka-¡sorpresa!
El me mira atónito y luego abraza a Duncan y Mushka juntos-gracias, gracias, gracias- luego les da un beso en la mejilla a cada uno y dice-no saben cuanto los amo.
-Ya, Simón. Que con tantos besuqueos mi mujer va a pensar que te gusto.
Simón ríe, para luego agarrar en sus brazos a Clara que pide por el-hola muñeca.
La pequeña clara es una niña de cabello negro y ojos negros que te dejan embobada mirándola, pero de un carácter igualito al de su padre, que cuando se enoja lo mejor es salir huyendo.
Todo lo contrario de su mellizo Eric, el niño de cabellos rubios y ojos almendrados.
Me agache para estar a su altura y el me dio una sonrisa ladeada-hola guapo.
-Hola tita.
Agarró mi rostro con su dos manitos y me dio un beso en la mejilla. Este niño era un dulce de leche.
La mire a la Mushka y le dije-¿puedo quedármelo?
-Cuando quieras te lo presto.
Pero ya Duncan tuvo que intervenir-ni lo pienses. Haz los tuyos propios.
Simón largo una carcajada limpia y palmeando su hombro movió sus cejas con picardía-en eso estamos.
Duncan blanqueo los ojos.
-Vamos con mi madre, antes de que empiece a taladrarnos los oídos nuevamente.
Sentí que alguien tiraba de mi bata y vi al pequeño Josh sonriéndome y estirando sus manitos hacia arriba.
La agarre entre mis brazos y camine con el hasta la cocina. Josh era el bebe de la casa de los Macleod. Tenía un año, la tez blanca, el pelo castaño y unos grandes ojos avellanas.
Era una mezcla entre Duncan y Mushka.
Me miraba mientras balbuceaba cosas incoherentes.
No se que tenían los bebes pero me dejaban fascinada.
Le di un beso sonoro en la mejilla y el largo una carcajada.
-Tienes potencial con los niños-dijo Michael que no me había dirigido la palabra desde que había llegado.
-Ellos son buenos conmigo.
-¡Hola familia!
Entro Mushka con las bolsas.
La mama de Simón sonrió cuando la vio y la abrazo-al fin una mujer con clase. Hola querida.
Ella la abrazo y Mushka le hizo caras a Josh haciendonos reír a ambos.
-Pero vamos ¿no has visto a tu nuera? Que hasta en bata tiene más clase que yo.
La mama de Simón me miro con reproche-¿Qué tal los niños?-cambio de tema.
-Creciendo y traviesos.
Aprovechando el bullicio y que mi suegra estaba entretenida fui a cambiarme. Me puse una falda de jean y una camisa blanca. Cepille un poco de mi pelo y lave mis dientes.
Cuando me di vuelta Simón me miraba apoyada en el marco de la puerta.
-Podría mirarte por horas sin cansarme.
-Eres todo un adulador.
El caminó hacia mi y tomando mi cintura, me acerco de un tirón a su cuerpo-me vuelve loco ese perfume- acaricio mi cuello con su nariz.
-Esta tu madre en la casa, será mejor que salga antes de que nos agarre haciendo cosas indebidas.
-Me gusta hacer cosas indebidas contigo-hizo un mohín adorable.
-A mi también tesoro-bese su mejilla-pero tendremos que esperar ¿Si?
-Esta bien. Pero esta noche me la voy a cobrar.
Me separe de el sonriendo-estoy contando con eso.
Cuando ya estaba saliendo de la habitación, el me pego una nalgada que me hizo dar un repingo.
Salí negando divertida y escuchando su risa.
El timbre volvió a sonar y fui tarareando una canción de Britney sin pensar quien podría ser.
Tuve tantas ganas de volverla a cerrar cuando al abrirla me encontré con la muy zorra de Melody, parada con su mejor sonrisa.
-¿Me dejaras pasar o seguiré congelándome el trasero aquí a fuera?
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