Capitulo 31
Natasha.
-¿¡Te casaste con mi hermano y ahora se están por divorciar en menos de una semana que llevan se casados!?
-Aja-. Meto la cuchara en el helado y la llevo a mi boca, deleitándome con el sabor del chocolate con almendras.
Mi perdición.
-¿¡Pero es que ustedes no tienen conciencia!? -grita Megan.
-Ya, no grites, que vas a levantar al niño- mi hermana la asesina con la mirada-y me costó mucho lograrlo.
Ani se sienta a mi lado y pone su mano en mi hombro- escucha Nat, nadie está juzgandote. Pero ¿De verdad quieres separarte?
Lo pienso unos segundos y miento- si.
- Eres una cabeza dura hermana- niega- solo hace falta verlos dos segundos juntos, para darse cuenta que se derriten el uno por el otro.
-El dejo claro que quiere separarse.
-¿Y tú vas a darle el gusto por que si? Te tenía más valiente Nat.
La fulminó con la mirada-hize una vergonzoza escena de celos en el avión y el ni se inmuto-dije entre dientes.
-¿Una que?-me miro divertida Anastacia.
-Escuchaste bien.
-Si, pero es divertido verte refunfuñando.
Agarre el almohadón del sillón y se lo revolee por la cabeza.
-Hey, ahora soy madre ¿Quien cuidara de mi bebé si yo no estoy?
-Obvio que la tia- me encogí de hombros y ella me miro mal.
-Ya quisieras.
-No peleen -canturreo Megan con un chocolate en la mano.
Le apunte con la cuchara y le dije-deja de saquear mi reserva de dulces.
Ella se encogió de hombros- tienes una bolsa, uno menos no hará la diferencia.
-Entonces ...
Levante la mirada y la clave en la suya-¿Que?
- ¿Dejaras ir así como asi a mi hermano? Por que mi madre se pondrá como loca cuando de entere que su bebé se casó y no la invitó al casamiento.
-Cuando se entere, ya seré soltera nuevamente.
-¡Oh vamos! ¡Si lo amas! No lo dejes ir.
-¿Que eres un libro de autoayuda?
Megan me lanzo un almohadón y yo le lance otro.
-Hey. Basta de almohadónasos. Y tu- me señalo- ve y re conquista a tu marido.
Fui a decir algo y ella tiro de mi y me levanto del sillon- ahora.
-Pero si esta lloviendo....
La muy maldita me cerró la puerta de mi departamento en mi cara. Me dejó sin llaves, ni cartera. Por lo menos me podría haber alcanzado en el paraguas.
Suspiré contando hasta diez.
¿Ir o no ir?
Empeze a caminar por la acera, sin rumbo fijo.
Mi pelo se pegó a mi rostro y mi ropa estaba empapada. Cuando empecé a tiritar, me di cuenta donde estaba.
Su casa.
Habían dos autos. El de el y el otro era un deportivo rosa.
¿No llevábamos ni dos días de casados y ya me era infiel?
Hijo de puta.
La furia se adueñó de mis venas.
Toque el timbre y cuando la puerta se abrió, me encontré con un sorprendido Simón.
Iba a cantarle las cuarenta, cuando una mujer con voz chillona apareció en mi campo de visión.
Llevaba un vestido rosa apretado. Su pelo rubia caía recto hasta los hombros. Tenía labios carnosos y unos enormes ojos azules.
Y eso no fue lo peor.
Lo peor fue lo que ella tenía en sus manos.
La alianza de Simón.
Fue como si viera todo en rojo.
La ganas de darle una muerte lenta y dolorosa se extendieron por mi torrente sanguíneo. Mis manos picaron.
Simón me vio asustado. Sabía de lo que era capaz cuando me enojaba.
El que temiera por la vida de esa estúpida, me enojaba más.
Respire hondo. No vas a matarla, no lo harás.
Puse mi mejor sonrisa. Me saque mi abrigo y tirándoselo a Simón me acerque a la rubia y le arranque más o menos la alianza de la mano.
-Disculpa a mi marido. Suele sacársela para cocinar y luego es tan olvidadizo que la deja por ahí - luego me acerque a un Simón desconcertado-toma cariño ¿No queremos que nadie confunda a un hombre casado con soltero o si?
Su boca se abrió hasta el piso.
Yo estaba consciente de que no era el típica mujer que lloraba y saltaba por un capricho.
-¿Marido?
-Si MI marido y ¿Tú eres? No sabía que esperábamos visitas.
La mujer me miro de arriba, abajo-Melody, una amiga.
-Natasha, su mujer. Lamento las circunstancias...
-¿Por que?- pregunto desconcertada. Mientras yo agarraba su abrigo y su cartera y se las daba bruscamente.
-Hoy tenemos un compromiso. Debes irte- la empuje por la espalda, sacándola a rastras.
La tal Melody, lo miro a Simon-¿Quieres que me vaya?
Di un paso amenazador sobre ella, pero Simón me atajo por la cintuta y me pegó contra su cuerpo.
-Si. Había olvidado totalmente el compromiso. Nos vemos luego.
Melody me miro con desafío y luego de darle un beso en la mejilla a Simón, nos dejó solos.
Me solte bruscamente de su agarre.
El me miro furioso- ¿¡Se puede saber qué mierda es lo que está mal contigo!?
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