CAPITULO 27
NATASHA.
¿Qué mierda hacían Simón y Michael en las vegas? ¿Me habrían seguido?
Por la cara que pusieron ambos no lo creía. La sorpresa surco las facciones del rostro de Simón, para luego a pasar a la furia.
-Bueno ya que estamos todos, vamos al punto-dijo Esteban de la Sierra, uno de los más jóvenes de la mesa, junto a Simón.
Nobu que representaba a los yakuza asintió en conformidad.
Alexander el más viejo y poderodo se puso de pie y nos dedico una mirada irritada a todos.
-Como sabrán, este mes hemos perdido dos cargamentos de coca en manos de esos agentes de mierda. Esto no puede volver a pasar.
-Si tus personas los hubieran aniquilado, no tendríamos estos problemas-hablo Nobu.
Alexander lo fulmino con la mirada- esto no es culpa nuestra y lamentablemente ella liquido a todas mis personas. Solo uno de ellos pudo escapar antes de desangrarse en mis brazos. Ellos tienen de su lado a una mujer...
-¿Esto es una jodida broma?-bramo De la Sierra-¿Cómo una mujer pudo con todos tus hombres?
Mierda, mierda. Uno de ellos había logrado vivir para delatarme. Me moví nerviosa en mi silla, para luego respirar hondo y tranquilizarme. Si ellos me hubieran descubierto no estaría aquí con vida.
-Yo no subestimaría nunca una mujer señor de la Sierra. Mas de una vez las mujeres podemos ser más letales que diez de sus hombres- mi voz salió neutra pero letal.
El enarco una ceja y me miro desafiándome a bajar la mirada. Este estúpido no tenia idea con quien se estaba metiendo.
Podía sentir la mirada intensa de Simón sobre mí, pero decidí hacerme la indiferente. Nadie podía saber que nosotros nos conocíamos o empezarían atar los cabos.
-La señorita Petrova tiene razón -hablo Alexander-no hay que subestimar a las mujeres como si fueran una raza débil, ellas pueden ser letales si se enojan.
-Mis hombres pueden hacerse cargo de esta misteriosa mujer-hablo Nobu con voz neutra- esa mujer no podrá contra la yakuza.
-¿Klaus tu que opinas?
Todas las miradas se dirigieron a Simón. Así que Klaus... no era la única que había venido con una identidad falsa. Tampoco me paso desapercibido la familiaridad con la que Alexander se refirió a Simón.
Simón se acaricio la barbilla con gesto pensativo. Estaba para comérselo con su traje azul marino de Armani y su cabello peinado hacia atrás. También se había afeitado y su presencia no hacia mas que ponerme nerviosa ante la expectativa.
-Para mi deberíamos pensarlo con claridad, por lo que he escuchado esta mujer es una experta en todas las artes marciales, no será fácil de vencer- hablo en un español con un leve acento que lo hacia mas sexy si podía ser.
-Ella no será contrincante para los yakuza.
-Yo diría que lo dejes en mis manos Alexander. Mis hombres son tan capaces de liquidarla como los yakuza.
Nobu lo fulmino con la mirada. A los japoneses no le gustaba quedar en un nivel de inferioridad y tenia lo de tranquilos como letales. Simón estaba jugando con fuego al meterse con Nobu.
Alexander largo una carcajada sorpréndenos a todos. No era conocido por ser simpático- me sorprendes hijo. Enfrentarte así a los yakuza, si que tienes huevos. Haremos esto, Klaus se encargara a la mujer misteriosa-luego miro a Nobu y a Esteban-una vez resulto eso, necesito que ustedes vayan al punto de contacto para recibir la mercadería, no podemos perder otro cargamento.
Nobu no quedo muy feliz con la división de tareas, pero se limito a callarse.
-Señorita Petrova usted ira con Klaus. Me han hablado tanto de sus inigualables cualidades que a mi amigo no le vendría mal su compañía.
Simón me miro y decidí no contrariarlo. Por su cara sab9ia que una vez que saliéramos de la reunión estaría en graves problemas.
-Y ¿Qué hay de las hermanas Kostova?-hablo de la Sierra- no puedes dejarlas así como así. Con la muerte de Benny alguien debera ocupar su lugar.
-De ese tema ya nos estamos encargando-le dirigió una mirada a Simón.
¿Pero que demonios? Lo mire interrogante, pero el no me devolvió la mirada.
-Mi jefe quiere sus cabezas y la cabeza del hijo de puta que comanda la organización.
-Tu jefe no esta aquí ¿o si?-lo desafió Alexander.
Esteban lo fulmino con la mirada, pero no dijo nada. Todos aquí sabian que Alexander era muy poderoso y no solo eso, el muy hijo de puta era dueño de medio mundo.
-Bueno si no hay más que decir, esta reunión terminada. Vayan y diviértanse que para eso están las Vegas.
Salí detrás de Esteban, que apenas cruzamos la puerta, se giro encarándome- ¿puedo invitarle un trago señorita Petrova?-dijo voy seductora.
Luego le dio una repasada lujuriosa a mi vestido. Poniendo mi mano en mi cintura le dije con altanería- si me disculpan me están esperando. Alguien más se le adelanto.
-¿Quién?
No le respondí. Pase de largo, hasta llegar a donde estaba Simón hablando con Alexander.
Ellos dos se callaron cuando me vieron llegar ¿de qué estaría hablando?
-Ya estoy lista para ese trago que me prometiste.
Alexander le dio una mirada aprobatoria a Simón.
Simón me miro y asintió-si me disculpas tengo asuntos que atender con la señorita.
-Por supuesto muchacho. Los dejo solo-palmeo su hombro y luego beso mi mano-un placer señorita Petrova.
-Lo mismo digo.
Cuando el se retiro Simón me tomo del brazo y me dijo entre dientes-tu y yo vamos a hablar, pero no aquí. Hay demasiados ojos. Te espero en mi habitación, es la 2233.
Luego me dejo sola en medio del casino. Iba ser una noche larga, comencé a caminar detrás de sus pasos hasta llegar a su habitación. Me pare frente a su puerta y respire hondo antes de tocar.
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