Capitulo 24

Simón.

-No sabía que cocinaras.

-Hay muchas cosas que no sabes de mi-ella me guiña el ojo.

Natasha bate los huevos en la sartén , mientras mueve las caderas al ritmo de Britney Spears.

-I love rock and roll...

Ella deja los huevos revueltos en los platos, mientras yo sirvo café. Hay que algo tan sexy y adorable al ver a la mujer que amas vestida con unas de tus camisas.

Si, lo he dicho. La amo.

Pero no voy a decírselo todavía, no soy un cobarde. Pero se que decírselo ahora sería asustarla, así que voy a guardarmelo para mi un poco más.

Me acerco a ella y tomándola de la cintura la apretó contra mi cuerpo. Un jadeo sale de sus apetecibles labios.

Pasó mi nariz por su cuello embriagandome con su aroma. Huele a fresas.

-Si se queman los hotcakes, será toda tu culpa-dice con vos ronca.

Me rio y le doy un beso en el cuello, luego la doy vuelta y le doy un beso en la nariz.

Pasó mi mano por detrás de su espalda y apago la hornalla.

No quiero que un descuido terminemos quemando la casa.


Sus ojos se encuentran dilatados y me miran con fiereza.

Me encanta ser la razón por la cual ella se vuelve loca. Y me gusta todavía más, como su cuerpo reacciona a mis caricias.

Ella da el primer paso y me besa.

Es un beso lento pero torturador. Chupa mi labio inferior y tira de el, para luego introducir su lengua.

De un salto la subo a la mesada y ella envuelve sus piernas en mi cintura. Quedando de esa manera perfectamente encajados.

Los dos jadeamos antes la sensación de nuestras partes íntimas tan juntas.

Me apretó hacia ella y en consecuencia ella gime en mi oído.

La cosa más sexy que nunca escuché.

Vuelvo a besarla esta vez con más fervor.

Somos insaciables.

Ella se frota contra mi amigo y apreta su agarre en mi cintura.

Un ruido nos devuelve a la realidad, pero no le doy mucha importancia, hasta que vuelve a aparecer con insistencia.

Me separo de ella y veo que se trata del teléfono.

-¿No pueden dejarnos en paz verdad?

Ella ríe mientras se muerde el labio inferior, volviéndome cada vez más loco.

Agarró el teléfono desesperado, para apagarlo, cuando veo el remitente.

-¿Que paso?

Corto en shock y ella mira con curiosidad.

-¿Quien era cariño?

-Debemos cambiarnos, tu hermana está por dar a luz.

Ella me mira como si no entendiera y luego pega un salto y se pone de pie-¿Cómo es posible?¡Todavía faltan dos meses para que llegue mi sobrino!

-O sobrina.

Ella me hace un gesto con la mano- ganaré esa apuesta, es un varón, y verás.

No tenemos mucho tiempo, así que ella se pone unos pantalones de piyama y yo hago lo mismo.

Agarró las llaves del auto y nos vamos hacia el hospital.

Bajamos a las corridas. Natasha pregunta en recepción a dónde tenemos que ir y puedo ver su impaciencia ante la lentitud de la recepcionista.

Caminamos por los pasillos, hasta que no encontramos con Duncan y Mushka.

-¿Que paso esta todo bien?- pregunta agitada mi chica.

Mushka y Duncan tratan de aguantar la risa, cuando nos ven en el estado que estamos.

-Si. Hubo una complicación y se le adelanto el parto.

-¿¡Cómo que una complicación!?

-Tranquila mariposa. Todo va a estar bien.

-Tengo que verla.

-Nadie salvo el padre puede entrar a la sala de quirófano-Duncan habla con serenidad.

-¿Quirófano?-Natasha se pone pálida y la apretó contra mi pecho por miedo a que se desmaye.

- Le harán un cesaria-le dice Mushka con voz tranquila- ellos estarán bien, ella es fuerte.

Me sorprende ver como el trato de Mushka cambio hacia Natasha. Antes ella no podía verla y si lo hacía era con odio.

Y era de entender, por su culpa, mi primo termino en coma. Pero ella había cambiado, yo lo sabía.

Ella se dio vuelta en mis brazos y me miro con ojos preocupados- si algo les pasa, yo...

Acarició su mejilla y le digo lo más tranquilo que puedo, aunque también estoy asustado- todo estará bien, ya lo verás.

Luego ella apoya su cabeza en mi pecho y suspira.

Amo cuando ella confía así en mí y se muestra sin su coraza.

Nos siento en unas de las sillas y la pongo sobre mi regazo.

Las horas pasan y la desesperación se hace más visible. Thayer llega con mi hermana.

No me pasa desapercibido como el señor Clark posa su mano posesiva mente en su cintura

Tendría que hablar con ella después, sobre su relación poco profesional con su guardaespaldas.

Hasta que Patrick sale vestido con un ambo y un pequeño bulto en sus brazos.

Sus ojos se encuentran brillantes y tiene una sonrisa de oreja a oreja- familia les presento a John Maclean.

Su cara se encuentra hinchada y roja. Una mata de cabello rubio sale por su gorrito blanco. Sus ojos se encuentran cerrados y sus manitos en puño.

-Es hermoso- dice mi chica emocionada.

-Si lo es, será un todo rompe corazones - lo mira con adoración-Debo llevarlo con su madre o va matarme. Luego pueden pasar a verlos cuando los instalen en la habitación.

Todos asentimos emocionados. Un nuevo miembro de unia a la familia y no podía estar más que feliz.

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