Un fuerte ruido saco a Loki de su concentración, había perdido la noción del tiempo desde que regreso de la comida con sus inversionistas, probablemente eran las secretarias de los otros socios preparándose para salir a sus hogares después de un tedioso día de trabajo, se recargo en su silla, sintiendo una molestia en el cuello, decidió pedirle a Sif, la secretaria de Fandral una taza de café antes de que se fuera, ya que su secretaria la dulce Friga había pedido un permiso especial de una semana para estar con su nietecito recién nacido y el no había tenido corazón para negarselo y necesitaba con urgencia un buen café si pretendía quedarse unas horas más para terminar unas propuestas que traía en mente.

Al salir todo estaba desierto salvo por el joven guardia de seguridad que estaba levantando un cuadro que se había caído, ese había sido el ruido que lo alertó.

"Buenas noches señor Laufeyson - saludo el guardia con una sonrisa amable - todavía por aquí"

"¿Donde están todos? - preguntó Loki extrañado - Hoy le tocó otro turno? No sabía que los guardias  de la tarde hicieran rondas por las oficinas.

" Oh no señor Laufeyson - se apresuro a decir el guardia - todavía soy el guardia nocturno, ya pasa de la media noche, para ser exactos es la  1 :20 de la madrugada" - dijo viendo su reloj.

Loki se quedó pensativo, sería esta una broma, de inmediato verifico su reloj y efectivamente era la hora que el guardia le había indicado, había corrido  mucho más tiempo del que había creído, eso no hubiera pasado si Friga estuviera en su puesto, la dama siempre lo mantenía en alerta.

"Si, creo que el tiempo se me fue sin notarlo - finalmente dijo el pelinegro - volveré a mi oficina, todavía me queda un poco de trabajo por hacer"

"Necesita un café - preguntó el guardia - hay una cafetera en nuestro lugar para que tomemos en nuestros descansos"

"Si, te lo agradecería mucho.... Odinson, verdad? Ese es tu apellido - preguntó el pelinegro.

" Si señor, Thor Odinson - contestó el rubio - enseguida le traigo su café.

Loki volvió a su oficina, decidido mejor guardar su trabajo, realmente estaba muy cansado y su cuello le estaba dando muchas molestias, solo esperaría al guardia para tomarse el café, no estaba de más un poco de cafeína si iba a manejar a su casa.

"Con permiso - dijo el rubio al entrar a la oficina - aquí esta su café.

"Graci... Aww" - grito el pelinegro.

El cuello le había dado un calambre que  había recorrido la espalda dejándolo sin movimiento.

"Le pasó algo" - preguntó el rubio de inmediato dejando el café sobre el escritorio.

"Me  lastime el cuello y al parecer la espalda, creo que hoy si me exedi con la carga de trabajo - dijo el pelinegro haciendo lentos movimientos giratorios con su cuello - tendré que hacer una cita con el quiropráctico".

"Pues esta de suerte - dijo el rubio - esta frente a un próximo quiropráctico solo me faltan seis meses para terminar mi entrenamiento"

"Enserió - preguntó el pelinegro desconfiado - entonces que haces trabajando como guardia de seguridad"

"Porque la paga es buena - dijo sin rodeos el rubio - aparte nos turnamos entre compañeros para dormir un poco entre nuestro turno, así que en la mañana llego a casa descanso un poco y por la tarde voy a la clases,y de allí, me regreso al trabajo, ya solo faltan seis meses, varios amigos y yo hemos reunido dinero suficiente para poner un pequeño local de masajes "

" Oh, que bien - dijo el pelinegro - entonces muéstrame lo que has aprendido, tal vez cuando habrán su negocio ya tienen un cliente en la lista"

"Ahora vuelvo - dijo el rubio - en mi lugar tengo un par de aceites que traigo para ayudar a mis compañeros con ese tipo de molestias enseguida estoy de regreso".

El rubio tardo unos minutos en volver, cuando lo hizo traía dos frasquitos de aceite.

"Limón o jazmín - preguntó el rubio - ambos mejoran el estado de ánimo, mis compañeros prefieren el de limón"

"El de jazmín por favor - dijo el pelinegro - siempre me a gustado su olor"

"Será un placer" - dijo el rubio

Secretamente Thor había rezado para que escogiera el de jazmín, no era de conocimiento común que el aceite de jazmín potencializaba la libido, había sido la fantasía mejor guardada de Thor los dos años que había estado trabajando en ese edificio, que algún día el altivo y guapo pelinegro que lo saludaba en las mañanas al llegar, necesitará  un masaje y él con gusto se lo daría.

"Se podría quitar la camisa - indicó el rubio - y siéntese al revez en su silla con el pecho tocando el respaldo, es la posición menos incomoda que encuentro aquí"

Loki hizo lo que le indico, desabotono su prístina camisa blanca, la dejo junto a su saco y se sentó en su silla como se lo habían indicado.

" Puede estar un poco frío - dijo Thor cuando puso las manos sobre el cuello - en unos segundos se irá calentando"

Empezó dando masajes circulares con sus pulgares sobre el blanco cuello, era mucho mejor de lo que había imaginado, podía sentir la suave piel al contacto y si presionaba un poco más ahí estaban los nudos de tensión, presionó un poco más para ir deshaciendolos uno por uno, la respiración de Loki se hacía cada vez más lenta estaba cayendo en un estado de relajación.

Cuando sintió que el cuello estaba listo para ser abandonado bajo sus anchas  manos por la columna haciendo un poco de presión y ahí fue donde lo oyó, un sutil gemido de satisfacción salió de la garganta del pelinegro sin proponerselo, de inmediato sintió la tensión de Loki en la espalda, seguramente se  había avergonzado por el sonido que hizo.

"Es completamente normal que el cuerpo se relaje y salgan sonidos de satisfacción - dijo Thor - de hecho para mi es un cumplido llevarlos a este estado de relajación"

Loki no dijo nada, al parecer las palabras de Thor lo habían motivado a ser más expresivo.

Thor siguió amasando la espalda de Loki, ya todos los nudos se habían desecho, siguió pasando suavemente las palmas de sus manos, por la espalda del pelinegro, pero no podía postergar más lo inevitable, había terminado de cumplir su mayor fantasía, ahora tendría que resolver el problema que se  había ocasionado en sus pantalones.

"Listo - dijo el rubio con voz ronca - todos los nudos se han ido"

Loki estaba tan relajado, que cuando se quiso levantar su pierna golpeó un poco la silla haciendo que perdiera un poco el equilibrio cayendo hacia atrás, pero ahí estaba Thor que de inmediato lo sostuvo, cayendo el cuerpo del pelinegro sobre el del rubio, para ser más exactos cayo el trasero del pelinegro justo en la entrepierna de Thor.

"Veo que no todos los nudos fueron desechos" - dijo el pelinegro volteando su rostro para mirar a los ojos al rubio y darle una sonrisa coqueta.

"Te importaría ayudarme a deshacerlo" - dijo el rubio envalentonado por la acción del pelinegro.

"Creo que no me importaría" - dijo Loki para juntar sus labios con los de Thor.

Dioses, pensó Thor, acaso se había quedado profundamente dormido en su turno y había llegado al cielo, besar a Loki o mejor dicho que el pelinegro lo besara jamás había sido siquiera una posibilidad, pero por supuesto que no la iba a desaprovechar.

Como pudo se levantó y se sentó en la silla de Loki, atrayendo al pelinegro a su postura anterior, solo que ahora el  pecho del pelinegro no estaba tocando el respaldo de la  silla ahora lo estaba haciendo sobre el pecho de rubio.

Thor aprovecho para seguir recorriendo la piel que minutos antes había tocado sin dejar de besar al pelinegro.

Loki estaba quitandolo la camisa a Thor con desespero, quería tocar más de esos músculos que se le marcaban al rubio cuando lo veía en las mañanas al llegar a su oficina, era su incentivo para llegar antes que sus compañeros, ver al guardia y darle un pequeño saludo, aunque jamás se atrevió a darle una sonrisa.

Thor empezó a besar el cuello del pelinegro y ahora sus manos estaban bajando entre el hueco que hacía el pantalón en la cintura logrando tocar el firme trasero desnudos del pelinegro, Loki solo se frotaba más con más vigor en la entrepierna del rubio creando una deliciosa fricción entre sus miembros, aunque quería más, quería quería sentir todo el cuerpo desnudo  del rubio, así que de un rápido movimiento se puso de pie y jalo a Thor para que hiciera lo mismo, rápidamente desabrocho el cinturón del rubio abriendo su pantalón bajándolo rápidamente para después sorprenderse con el gran tamaño del rubio, volteo a ver el rostro del rubio con una sonrisa juguetona, Thor se inclinó para besarlo nuevamente y lo siguiente que supo Loki es que estaba recargado sobre su escritorio con el trasero levantado y dos dedos de Thor llenos de aceite dentro de él haciéndole tijeras para estirarlo.

Thor nuevamente se sentó en la silla y atrajo a Loki  hacia él de espaldas, posicionando su pene en el la entrada del pelinegro, tomó las caderas de Loki bajandolas lento hasta que quedó todo dentro, Loki recostó su espalda sobre el pecho del rubio, subió sus pies en las rodillas del rubio y las utilizo como palanca para empezar a subir y bajar sus caderas, con suaves movimientos se empalaba una y otra vez en el miembro del rubio, hasta que Thor agarro firmemente las caderas para empezar a marcar un ritmo más rápido y más fuerte, Loki gemía de gusto, su pene se balanceaba al ritmo que marcaba el rubio, Thor aceleró las embestidas, sabía que no iba a durar mucho con el deseo reprimido por años, rezaba que esta no fuera la única ocasión en que Loki le permitiera estar entre sus piernas y de un fuerte gemido se derramó dentro del pelinegro.

Cuando el rubio se recupero un poco, subió a Loki sobre el escritorio y en un rápido movimiento introdujo el pene del pelinegro en su boca, Loki no podía hacer más que agarrar la rubia cabellera e incitar a Thor para que lo hiciera más rápido, solo bastaron unos segundos para derramarse dentro de la boca de Thor.

Después de unos breves momentos se encontraban ambos tirados en el suelo, Loki prácticamente arriba de Thor, que hacía círculos con sus dedos sobre la espalda del pelinegro.

"Se oirá muy ridículo si te invito a tomar una cerveza el fin de semana" - dijo Thor finalmente.

"Por supuesto que no, pero preferiría un café y un masaje mañana por la noche aquí en mi oficina" - dijo el pelinegro para volver a juntar sus labios con los del rubio.

FIN