- ¿Qué hiciste, idiota...?

La siseante voz de Loki le dijo que lo había arruinado aún antes de hacer la pregunta, y es que apenas entró a la habitación, su hermano se veía realmente mal, su cara roja, su respiración agitada...

- Loki, ¿qué sucede? – comenzó a acercarse y entonces el menor siseo como una serpiente molesta

- ¡Atrás! ¡No te me acerques! – exigió sin darse cuenta que su voz había sonado algo ahogada, lo cual llamó la atención del rubio.

Thor era muy torpe para varias cosas, lo sabía y no le apenaba admitirlo, por eso pedía consejo siempre de su hermano, sin embargo luego de prestarle atención a Loki pudo darse cuenta que la forma agitada en que su hermano se encontraba era bastante particular, algo para lo que no necesitaba consejo, porque sabía de qué se trataba, lo sabía porque había visto a un muchas doncellas pasar por sus brazos agitarse de la misma forma y aquella perspectiva le llamó poderosamente si atención.

Miró la botella de vidrió en el escritorio y nuevamente a su hermano quien en esos momentos le daba espalda, y se acercó para abrazarle por la espalda.

- Thor, ¡maldita sea! ¡Lárgate de aquí!

Él le tenía sujeto con firmeza y al momento de que intentó zafarse, ocasionando el roce de ambos cuerpos, Loki gimió sin poder ocultarlo más. Vaya... el afrodisíaco era potente...

- ¿Qué pasa, hermano...? ¿Estás caliente?

No se dio cuenta de cómo ni porqué, pero deseaba más que nunca "jugar" un poco con su "hermanito".

- ¡Te he dicho qué...!

La frase terminó en un gemido ahogado cuando él presionó el miembro de Loki por sobre la ropa, y continuó incompleta un par de minutos mientras continuó acariciando la zona.

- Súeltame... - quiso exigir el pelinegro, sin embargo para ese momento su cuerpo no le respondía, era preso de las caricias a las que Thor le tenía sometido.

- No, no es eso lo que quieres... lo sé, lo siento... - murmuró a su oído, jamás se había sentido tan podemos como en esos momentos, donde tenía sometido a Loki bajo el toque de su mano que ahora metía dentro de la ropa de su hermano, y que le arrancó un gemido más ronco y profundo.

- Thor...

Esta vez su nombre es un ruego, uno que él estaba dispuesto a responder para poder ayudar a su hermano.

La mano que solamente acariciaba el miembro caliente se aferra a este para comenzar a masturbarlo, mientras que la otra lo sostiene cerca de su cuerpo por la cintura, esa tan estrecha y delicada que sin problema le gana a la más hermosa doncella del reino. Para ese momento Loki no se opone, por el contrario, se encuentra empujando su cadera contra la pelvis de Thor, y este en respuesta se dedica a chupar y morder la piel de su cuello, maldiciendo que como siempre Loki use tanta ropa encima que le impida probar más de su pálida piel.

La voz de Loki setransforma en gemidos ansiosos, necesitados, él no recuerda siquiera comohablar, gruñe aún más ansioso que su hermano, siente el roce insuficiente ypara ese momento ambos parecen presas del mismo afrodisíaco, sin embargo es elpelinegro que quien sensible a los estímulos es incapaz de soportar más tiempo,viniéndose ruidosa y considerablemente, manchando su mano de semen caliente.Ahora es él quien necesita un poco de ayuda...