21.- Contra una pared


El pequeño Loki corría hacía la habitación contigua siendo perseguido por Thor, reía alegre, como siempre había hecho al rubio salir de sus casillas y eso le divertía, saber que pese a su corta edad tuviera ese poder sobre él. Lo que no se esperaba es que esta vez, su hermano estuviera más que molesto.

Abriendo la puerta con fuerza, apareció Thor sin camisa (como le había dejado en el otro cuarto, parte de su travesura) con una mirada que no le había visto antes.

- Te dije que no lo hicieras, Loki, te dije que no jugaras de esa forma – comenzó a decir, pero su voz no era firme, era gruesa, profunda, y el menor sintió como si un trueno le hubiera sacudido.

- Yo... lo...- no pudo terminar de decir, el mayor le había tomado de la cintura y lo había acorralado contra la pared, haciéndole sentir su voluminosa excitación.

- Te dije que no lo hicieras... - repitió a su oído antes de morderle detrás de este.

- ¡Thor! ¿Qué haces? – exclamó sorprendido, puso sus manos sobre el pecho desnudo del rubio, aunque la diferencia de fuerzas era obvia y no pudo separarlo.

- Soy un Dios, Loki, pero también tengo necesidades... - comenzó a justificar en un susurro, mientras rasgaba la camisa del pelinegro con facilidad.

- ¡No! ¿Qué haces?! – preguntó el menor intentando inútilmente aferrarse a los jirones de tela para no quedar con el pecho desnudo.

- Te dije que no jugaras conmigo... - justificó de nuevo el rubio, rozándose contra el cuerpo del menor quien jadeo al sentirlo de esa manera.

- ¡Thor, detente! – lloriqueó Loki revolviéndose dentro del agarre de aquel grande y marcado cuerpo que le tenía aprisionado contra la pared, buscando liberarse, haciendo que el roce fuera más intenso. En esta ocasión ambos gimieron.

- No... Thor... - pide pasados los minutos en misma situación, el menor no sabe si estremece de dolor o de placer, a su edad no sabe distinguirlo, Thor está mordiendo sus hombros y dejando rostros de su caliente saliva por su pálida piel.

- Sí, Loki, lo necesito... - gruñe sobre sus pezones mientras él siente como su hermano lo estampa contra la pared, haciendo que poco a poco su respiración se agite.

Cierra los ojos, sus pequeñas manos se aferran a los fuertes hombros, no se ha sentido así antes y le asusta la intensidad de eso que recorre su pequeño cuerpo como fuego.

Las manos de Thor le acarician como no han hecho antes, con firmeza, con ansia, los labios del mayor asaltan los suyos que son pequeños y siente que le falta el aire, las lágrimas escapan de sus ojos mientras intenta responder al beso.

-¡Thor, por favor! ¡Thor! – Clama sin saber que le sucede a su cuerpo, y siente que cada palabra que pronuncia su hermano le clama más fuerte contra la pared.

Gemidos y jadeos escapan de sus labios, gruñidos guturales por parte del rubio, tan fuertes y tan calientes en su oreja, que se siente a merced de una bestia en celo.

El cuerpo del mayor le quema, le quita al aire cada que lo aprisiona contra la fría pared, sus piernas aferradas a la cadera del otro con tanta fuerza, que jura que en ese momento son uno.

Entonces siente como si rayo atravesara toda su columna vertebral, deja de respirar un par de segundos en los cuales aprieta los ojos tan fuerte que cree ver las mismas estrellas en persona, y con esa intensidad le entierra las uñas a su hermano, gimiendo largamente.

Mientras intenta recordar como respirar, siente que Thor le empotra un par de veces más antes de enterrar el rostro en su sensible cuello, haciéndole estremecer y por lo humedad que percibe se da cuenta que la pasado por lo mismo que él minutos antes.

Termina de recuperar la respiración, entonces sorbe ligeramente con la nariz, haciéndole que recuerde las lágrimas sobre las mejillas aún rojas.

Thor se separa y le mira con la ternura que siempre lo hace.

- ¿Estás bien? – pregunta cálido, acariciando su rostro, él asiente con la cabeza, siente la garganta seca de tanto jadear – Lamento haberte asustado... - agrega mientras acaricia las húmedas mejillas sonrojadas.

- Me lo merezco por haberme portado mal... - murmura él sin verle a los ojos, pero dejándose mimar.

- Sí, no lo vuelvas a hacer, ¿de acuerdo? – pregunta su hermano, y luego de que asienta nuevamente con la cabeza, el rubio besa su frente.

- Estamos hechos un desastre, te llevaré al baño y tomaremos una ducha – anunció y tras despegarlo de la pared, lo acomodo para llevarlo al cuarto de baño.

Loki pasa sus pequeños brazos alrededor del cuello del mayor y posa su barbilla sobre su hombro, escondiendo así la divertida y triunfante sonrisa en sus labios. 


*****

HOla! Quería hacer algo un poco distinto ya que regularmente me gusta estampar a mis personajes contra la pared, jajaja, y bueno, entre adultos es más fácil que se de esta situación...

Kid Loki es un loquillo! Jajaja, así lo imagino y me encanta. No puse más acción para que no nos lleve la ONU, JAJAJA. 

 Sigo un poco atrasada, gracias por su paciencia y por leer. 

Pd. Espero sus mensajitos locos xD


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