- ¡Thor! ¡Basta! – le riñó Loki quitando las manos del rubio de su cintura bajo la pijama.

- ¡Por favor! Es la última vez – prometió este acercando su cuerpo sobre la cama

- ¡Eso dijiste la noche pasada! ¡Y la ante pasada! – se quejó el pelinegro mirándole de reojo, no se giró para encararle porque sabía que Thor aprovecharía la oportunidad para besarle y eso podría distraerlo.

- ¡Pero la noche pasada fue culpa tuya que te deseara, porque te veías hermoso cuando fuimos a nadar en la laguna! ¡Y la ante pasada te veías muy sensual mientras practicabas con la espada! – reclamó metiendo su mano dentro del pantalón de la pijama para acariciar el pálido muslo

- ¿Sensual? ¡Todos tus amigos se burlaron de mi! - se quejó ahora el pelinegro, buscando detener la mano de su hermano por sobre la ropa,

- Por todos los reinos, no me hagas recordar tu cuerpo jadeante cubierto de sudor... - gruñó Thor a su oído y sin más mordió la base de su cuello.

- ¡Maldita sea! ¡Te he dicho que no me muerdas, idiota! – se giró para evitar una nueva marca y para continuar discutiendo, sin embargo apenas lo hizo, los labios del rubio le asaltaron.

Quería separarse, quería apartarlo, quería poder respirar en medio de aquel beso, lejos de esa lengua que ahora le invadía, sin embargo las manos de Thor eran como los tentáculos del Kraken, en los cuales si caías preso era realmente imposible escapar.

Estaba mareado, su hermano le robaba el aliento, su mano estaba en su trasero presionándolo, la otra en su cuello, en su cabello, acariciando, la primera ahora está en su muslo, presionando con ansia, ahora quitando su pantalón, el cuerpo de Thor ardiendo como el mismo infierno, sofocándole, no sabe si se está aferrando a él o si se está apartando, su cerebro no sabe si sentirse deseado o invadido, el estremecimiento que recorre su columna lo invita a ignorar ese detalle.

Los labios abandonan su boca, busca recuperar la respiración mientras siente los otros hambrientos lamer su cuello, quiere quejarse, pero Thor chupa su manzana de Adán y él solo puede gemir en respuesta, sabe que el rubio le ha despojado de la parte superior del pijama cuando siente la piel caliente quemarle el torso, un escalofrío le hace ver que ha perdido el pantalón de la pijama, y ahora siente las piernas del rubio enredarse con las suyas sin darle oportunidad a separarse.

- Thor... - quiere quejarse, pero sabe que su voz a sonado más a una invitación, su cuerpo le traiciona, el cuerpo ardiendo de Thor le derrite las defensas, la razón, le pide abandonarse a aquel monstruo salido del mar y ahogarse en la marea de placenteras sensaciones que solo su hermano despierta en él.

Y lo hace, sin poder liberarse de la bestia, el aliento le falta, se ahoga en su saliva, olas de placer arrastran su cuerpo sin que pueda distinguir de donde vienen las deliciosas sensaciones, siente la boca del rubio en su cuello, en su pecho, en su vientre, golpeándole con la intensidad de su deseo, sacudiéndolo sin que pueda hacer nada. Los tentáculos hambrientos acariciando su cuello, sus brazos suaves, su delgado torso, las sensibles piernas. Thor es una ola que quema, todo él quema, su mano busca aferrarse a la sábana, a la almohada, a la cabecera de la cama, pero sin importar que haga, nuevamente es jalado por su hermano, para ahogarse con él en ese mar de placer. Entonces, cuando el orgasmo llega, es como si pudiera sacar la cabeza del agua, jadea, abre los ojos, jala todo el aire que es posible, su agitada respiración es un pedido de sus pulmones para que vuelva a respirar.

Mientras recupera sus sentidos e intentan volver a la realidad, cuando todo ha finalizado, desde la playa que es su cama, puede ver de nuevo el océano en los ojos de su hermano, y entonces sabe con certeza que es feliz. 

****

El final quedó cursi, lo lamento, no sé que me pasó :P Igual espero que les guste. 

Pd. Espero que se entienda la redacción, jajaja