Ni siquiera lo dejó pensar que estaba pasando o porque lo estaba besando de esa manera, simplemente apenas entró Thor a la habitación, un joven Loki, el mejor agente de Asgard, se había colgado al cuello del rubio para quedarse sin aliento. Para Thor aquella situación de alguna manera era de los más normal pues apenas su hermano había entrado pubertad, sus hormonas había tomado vida propia. Lo intentó contener por un tiempo, más por necesidad que por gusto pues para el Dios del trueno, aquel joven seguía siendo el hombre que había amado durante siglos, sin embargo tampoco era de hierro, no pudo ser inmune a los sugerentes acercamientos del menor y luego de muchas sesiones de besos y caricias que culminaban de forma satisfactoria, simplemente un día tomó su cuerpo, disfrutando como nunca de la juventud en él.

Entonces Loki se hizo adicto al sexo, al cuerpo de Thor, a sus gruñidos, a la forma en que le tomaba con fuerza cuando le provocaba hasta hacerlo enloquecer, no había forma de que se llenara de él, lo quería a todas horas, le daba igual el dolor en las caderas o marcas en el cuerpo, esa era una forma de recordarlo cuando no lo tenía cerca. Quería más de él, lo necesitaba, entonces surgió la idea...

Hizo aparecer un gran espejo sobre el techo de la habitación, y cuando Thor cayó con él sobre la cama, al momento de ver su reflejo con aquel grandioso cuerpo sobre si, gimió aún más excitado.

Se sentía estimulado no solo por las caricias que su hermano repartía sobre su cuerpo, sino también por lo sensual de la escena, el contraste de su blanca piel rozándose con la bronceada del Dios del trueno, su cuerpo luciendo delgado en comparación con la masa de músculos sobre sí, nos obstante era complicado mantener los ojos abiertos cuando el rubio era tan demandante.

Perdieron la ropa en solo minutos, cuando el mayor se volvía presa del deseo, no había forma de pararlo y realmente Loki así lo deseaba, brusco, exigente, el pelinegro se sentía morir cuando apenas le daba espacio para respirar. Thor abrió sus piernas con la seguridad de alguien que sabe lo que le pertenece y entró en él, provocando un largo y profundo gemido de su parte, abrió los ojos, y verle sobre sí moviéndose, hizo que más pronto se aferrar al rubio con fuerza, sintiéndose más excitado al verse de esa escena. Comenzaba a sentir esa agradable sensación dentro de sí anunciando el orgasmo, cuándo de la nada, Thor salió de su cuerpo, separándose incluso de él .

- ¿Qué demo...?

Comenzó a decir sin embargo aquello terminó en un gemido ahogado, pues para ese momento, Thor había girado su cuerpo y había levantado su cadera, entrando de una sola y certera estocada. Se aferró a las sabanas con fuerza, agradeciendo a cualquier entidad de los nueves reinos que hubiera puesto a Thor de esa forma, en medio de la marea de placer, conjuró un espejo frente a ellos, y al verse sometido contra la cama por aquella bestia que se metía y quemaba sus entrañas, se vino fuerte y ruidosamente, presionando al mayor dentro de sí y provocando su propio orgasmo, aquello había sido tan intenso que no pudo cerrar la boca por varios minutos, esa por la que aún escurría cálida saliva...

- Loki... - le riñó el rubio con la voz seca, mientras él sonreía, aparentemente ya había descubierto el espejo...