+with you.

[ sure i would kiss you, i'll lay with
you. you're broke, no, i can't fix you.
i won't diss you but babe, i won't
forget ya (...) and know we're not
together, but babe i won't forget ya.
what i need is for you to be sure.

hayley kiyoko | what i need ]

—🌹—

KyungHee respiro nerviosamente antes de abrir la puerta de su casa, con su padre mirándola desde las escaleras con sus pulgares arriba. Elevo las comisuras de sus labios en una sonrisa antes de tirar hacia abajo la manija e intentar calmar los latidos rápidos de su corazón. Un Jeep negro y una ChanMin recostada sobre el mismo con una chaqueta de cuero fue lo primero que vio al salir. Camino hasta ella de manera insegura, alternando su mirada del automóvil a la pelirroja contra este, que cargaba puesta una falda mostrando esas largas piernas que posee.

— ¿No nos van a llevar a la comisaria si tú conduces verdad? —pregunto entre divertida y seria. ChanMin sonrió, negando efusivamente—. ¿Estás segura?

— Tengo mi licencia... —le abrió la puerta del lado del copiloto—, así que no tienes que preocuparte por nada.

— ¿Es tuyo?

— ¿El auto? —la más baja asintió, subiendo con cuidado—. Nop. Más bien... chantajeé a mi hermano para que me lo prestara por esta noche.

Le cerró la puerta sin el mínimo cuidado y confirmo que era verdad lo que le decía.

— ¿A dónde iremos? —pregunto intrigada luego de que salieran del barrio en el que su casa estaba ubicada, uno de clase media con casas casi que idénticas, siendo lo único diferente el color y la decoración que cada familia le ponía. La más alta manejaba demasiado bien y el miedo de sufrir un accidente se había esfumado por completo.

— A un motel, KyungHee —la pelinegra se giró para verla con sus ojos abiertos de par en par. Balbuceo un par de cosas, con la cara encendida, antes de que ChanMin soltara una carcajada con ganas, burlándose de ella—. Estoy bromeando, linda. Debiste ver tu cara.

Las mejillas se le colorearon de un rojo aún más intenso si eso es posible, porque la idea de ella y ChanMin en un motel no le desagradaba en lo absoluto, aunque siendo sinceros nunca lo admitiría en voz alta. Decidió encender el radio para llenar el silencio creciente en el auto ya que la vergüenza le impedía buscar un tema de conversación. La palabra «cita» se negaba a abandonar su cabeza cada vez que era consciente de con quién se encontraba.

Y muy bien podría ser una cita, porque ChanMin le tomo de la mano en todo momento, sonriéndole como ella lo hace siempre y mirándola como si fuera algo realmente hermoso.

Comieron hasta sentir que nunca más entrarían en sus ropas, se metieron a tiendas de antigüedades, fueron al karaoke y luego sólo caminaron por el río Han, con manos enlazadas en un cómodo agarre y hombros rozándose. KyungHee intentaba con todas sus fuerzas convencerse de que estaba bien, que estar de esta forma con la pelirroja era lo mejor para ella y para todos. Porque sí lo era, pero una parte suya se imponía a dejar ir a BaekAhn, a pesar de todo, era esa parte masoquista suya que detestaba la parte racional.

— Voy a intentar olvidar a BaekAhn... —susurro, mirando directamente a esos orbes brillantes que posee ChanMin, esos que les hacen competencia a las estrellas.

— ¿Acaso eso no es lo que has estado haciendo todo este tiempo? —frunció su entrecejo, con una mueca en sus labios de una tinta roja habitual, llevando una de sus manos hasta el cabello de KyungHee para apartarlo de su rostro. La más pequeña negó, jugando con sus manos.

— Sí, pero esta vez va a ser diferente...

— ¿Por qué?

— Porque lo voy a intentar por ti.

ChanMin soltó una pequeña risa, mirando al suelo y KyungHee le dio un apretón a su mano, sonriéndole.

— Oye, lo digo en serio —se alzó un poco en puntas para hablarle cerca de su oído, donde deposito un pequeño beso antes de volver a su posición anterior—. Eso de ser solamente amigas... no estoy muy segura de poder cumplirlo.

— Espero que estés hablando en serio.

Retomaron la caminata y KyungHee observo el cielo estrellado de Seúl, pensando en que la ciudad a la medianoche era un poco mejor por el simple hecho de que ChanMin estaba a su lado, siendo como ella siempre era, haciendo que una calidez agradable se le extendiera por el pecho. Esa sensación de estar con la persona correcta.

—🌹—

Muchas veces sólo sabemos el 50% de las cosas que pasan dentro de la preparatoria, nos dejamos guiar por apariencias y chismes, juzgamos, hacemos y deshacemos sin ver las consecuencias de nuestros actos, porque somos adolescentes y está bien, tenemos toda una vida por delante para enmendar nuestros errores... o eso es lo que esperamos, pera la verdad es que no muchas veces es así.

Porque lo que siembras ahora, será lo que más adelante cosecharas.

KyungHee abrió el grifo del agua, mojando su rostro con el agua bien fría y la mirada fija en su reflejo en el espejo. Esa mañana en el desayuno su padre le había informado que la cena con su novia era esa misma noche y aunque estaba intentando sentirse bien, no podía. ¿Y si esa mujer no era tan buena como SooYoung, su madre? No quiere ser egoísta con la persona que le ha dado todo lo que tiene y sabe que es tiempo de que su padre se vuelva a enamorar, pero quiere que sea de la mujer correcta. Cerró los ojos, suspirando y al levantar la mirada se encontró a Bae JooHyeon.

— Oh... hola JooHyeon... —la chica estaba pálida, como un papel. y se giró a verla asustada, pasando una mano por su cabello de manera nerviosa—. ¿Estás bien? Te ves... mal.

— E-estoy bien —su sonrisa salió de forma temblorosa, con sus manos agarrando en puños la tela de su falda. Corrió y se encerró en uno de los cubículos. KyungHee mordisqueo sus labios, mirando la puerta de la salida del baño, tirando de esta lista para irse, pero dudo en hacerlo a última hora, dejando ir la puerta. ¿Debería sólo marcharse o asegurarse de que su compañera de salón estaba bien?

Pero al escucharla vomitando, simplemente no pudo irse y camino hasta el cubículo en el que entro, intentando abrirlo, pero impidiéndoselo el seguro de la puerta.

— ¡JooHyeon, ¿estás bien?! —golpeo la puerta, pegando su oído contra esta—. Déjame pasar, vamos a la enfermería.

— ¡No! ¡Vete! —le grito de vuelta, histérica. Maldijo en voz baja y siguió golpeando con insistencia, hasta que la rubia abrió y fue directo a lavar su boca en el grifo, sin mirarla—. No le digas a nadie que viste esto... por favor.

— No lo haré, lo prometo —se colocó a su lado, dando leves palmadas en su hombro. Le aparto el cabello del rostro poniéndolo detrás de su oreja. Estaba empapada con sudor frío—. Deberías de ir a la enfermería, puedo acompañarte si quieres.

— No... —mojo su rostro y nuca, con un temblor casi imperceptible en sus manos—, ya estoy bien.

— Sigues pálida, JooHyeon. Deberías...

— ¡Dije que estoy bien, KyungHee! —alzó la voz, estampando con fuerza sus manos contra el granito al lado del lavamanos y la pelinegra se apartó, suspirando. Si ella no quería su ayuda, entonces no insistiría. JooHyeon volteo su rostro para verla, con una mirada que pretendía ser dura cuando era la mirada de alguien presa del miedo—. No te metas en esto, por favor. Sólo... vete, ¿okay?

— Okay —se rindió, dejando el baño y volviendo hasta donde se encontraba ChanMin, con un jugo de cartón, esperándola con una sonrisa. Intento cambiar su expresión preocupada, pero no lo logro completamente. ¿JooHyeon tenía problemas alimenticios...?

— ¿Te encontraste con un fantasma en el baño? —bromeo la pelirroja, dándole un sorbo a su jugo.

— No... —sonrió levemente y se sentó a su lado, apoyando su cabeza contra el hombro contrario—. ¿Qué haces si quieres ayudar a alguien y no te deja hacerlo...?

— No puedes hacer mucho, de hecho —le dio una mirada, analizándola—. ¿Pasó algo? Luces preocupada...

— Sólo... no es nada, de hecho —le aparto un mechón de cabello, volviendo a sonreír por la cercanía. Relamió sus labios, dándole una pequeña mirada a los de la más alta, subiendo hasta el tierno lunar en su nariz—. ¿Te han dicho que eres más bonita de cerca?

— No cambies de tema... —hizo un pequeño puchero, con sus mejillas rojas—, y no, no me lo han dicho.

—🌹—

JooHyeon, la novia de su padre y Bae JooHyeon, su compañera de clases. Nunca se le pasó por la cabeza que fueran madre-hija, así que cuando vio a su compañera de salón atravesando la puerta de su casa, creyó que aquello tenía que ser una cámara escondida, pero no, no lo era y ambas se parecían mucho.

Su padre se acercó para saludar a la hermosa mujer, con una sonrisa radiante.

— KyungHee, ella es Song JooHyeon, mi novia y JooHyeon, su hija.

— Hola —hizo una venia y volvió a mirar a la rubia, que intentaba con todas sus fuerzas no hacer contacto visual con la pelinegra—. JooHyeon y yo somos compañeras en la preparatoria.

— ¿Ah, en serio? ¡Genial! —comentó su padre, sin percatarse de la incomodidad alrededor de las menores—. Pasemos a la sala.

Song JooHyeon no era su madre y nunca lo sería, pero no parecía tan malo como esperaba. Fue amable en todo momento, presumió un poco de la buena hija que tenía, dijo otras cosas más sobre querer llevarse bien con KyungHee, todo con una sonrisa en sus rosados labios y esa mirada gentil. Al menos su padre estaba en buenas manos o eso esperaba.

Al día siguiente en la preparatoria no pudo soportar más y terminó contándole todo lo que sucedió en el baño una vez que el salón fue desocupado, DaeIn la escucho con su boca abierta al igual que sus ojos. Cuando acabo su relato, ambas se quedaron en silencio.

— ¿Tú crees que...? —empezó la pelinegra, esperando a que DaeIn continuase con lo que había estado dándole vueltas en la cabeza. Que ella sufría de anorexia o algo así.

— ¿Que está embarazada?

— Sí... ¡No! —la miro sorprendida—. No, DaeIn, yo estaba pensando en algo más como problemas alimenticios... anorexia o algo así. Pero... ¿embarazada?

— No lo sé —se encogió de hombros—, tal vez es lo que tú dices. No pensemos taaan mal, no es como si JooHyeon anduviera con alguien, ¿no? Y creo que es lo suficientemente inteligente para saber lo que eso significa.

— Y si estuviera embarazada en verdad... ¿de quién? Nunca anda con nadie, no hay rumores de que este saliendo con alguien. Es imposible —hizo una mueca con sus labios, mirando el puesto vacío de Bae JooHyeon—. Ella tiene uno de los mejores promedios, DaeIn, si está embarazada... tiro su vida a la basura.

— Su culpa, hay que ser responsables para tener sexo si eres un adolescente mantenido —la castaña subió sus pies en la banca de al frente, suspirando—. Mira que eres suertuda, KyungHee, no puedes salir embarazada si estás con una mujer...

La pelinegra se quejó y escondió su rostro, sintiéndolo caliente.

— ¿Qué tal tu cita con ChanMin? —cambió de tema, dándole un golpecito en el hombro para que la viera. KyungHee levantó la cabeza, sonriendo.

— ¿Puedo calificarla como la mejor cita a la que alguna vez he ido?

— No es como si antes hubieras ido a una, KyungHee —le soltó, divertida.

— ¿Cita?

Ambas giraron la cabeza cuando escucharon la voz de BaekAhn, que se había detenido en el umbral de la puerta.

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n/a:

necesito de estos caps para que la trama avance y es lo más difícil, sin embargo espero que les haya gustado el capítulo a pesar de la demora :(((( el lunes regresó a clases, wish me luck ;)

—d-bxynk©