VIII: can't help falling;
+in love with you.
[ i'm jealous, i'm overzealous. when
i'm down, i get real down. when i'm
high, i don't come down. i get angry,
baby, believe me. i could love you
just like that and i could leave you
just this fast. but you don't jugde
me, 'cause if you did, baby, i would
jugde you too. 'cause i got issues.
julia michaels | issues ]
—🌹—
Se detuvo para tomar aire fuertemente y paso una mano por su cara, respirando de manera pausada, con un peso en su pecho. Tenía las incontenibles ganas de llorar y volver a internarse en el bosque para disculparse con KyungHee luego de haberle hablado como una completa idiota, pero la imagen de ella y BaekAhn besándose seguía apareciendo en su cabeza, impidiéndole regresar porque necesitaba calmarse, calmar la revolución de sentimientos en su interior y pensar con cabeza fría.
Regresó a la cabaña y se acostó en la cama de abajo de la litera, mirando el colchón de arriba por entre los barrotes. Cerró los ojos y coloco su antebrazo contra estos. Quizá irremediablemente, KyungHee había empezado a gustarle (si no es que poco a poco se ha ido enamorando y no se ha dado cuenta).
Aquella noche de la fiesta, con su lacio y cabello negro a la mitad de la espalda, con esos labios acorazonados con apenas una capa de gloss color durazno, luciendo tan hermosa como sólo ella podía de una manera tan natural. Fue atracción inmediata y lo que pasó en el armario se lo terminó de confirmar. Haber rozado sus labios fue su perdición y los celos que sintió cuando la vio con BaekAhn, le dijeron que no había vuelta atrás. Escucharlas hablar y saber que quizá el corazón de la pelinegra ya estaba marcado, la coloco tan mal, que se encargó de dejarle en claro sus intenciones a la castaña.
Ella le quitaría a KyungHee, iría hacia ella con todo lo que tenía, lista para conquistarla. Pero no parecía funcionar y lo de hoy fue un claro ejemplo.
Quizá tan sólo debía rendirse, olvidarse de ella y guardar distancia.
La hora del almuerzo llegó cuando su estómago estaba tan revuelto que no creía poder comer nada sin regresarlo. Sin poder evitarlo, se encontró buscando a KyungHee, extrañando su compañía. Después de todo, ella era su única razón para haber venido al campamento y si no pasaba estos tres días a su lado, no le veía el sentido a permanecer aquí.
La vio tomando su almuerzo a lo lejos y sentándose apartada de todos, tan solitaria como sabía que era cuando ni DaeIn ni su persona estaban cerca para acompañarla. No le gustaba verla decaída, con sus ojos cristalizados por las lágrimas que sabe que estuvo derramando. Lanzó todo a la mierda, sus ganas de rendirse y se acercó a ella con largos pasos decididos.
Se sentó al frente de la pelinegra en silencio, rehacía a hacer contacto visual, aunque ahora KyungHee la miraba tan fijamente que podía atravesarla.
Ninguna dijo nada y el almuerzo se pasó en un tenso silencio.
Un silencio que no pudo perdurar cuando regresaron a las cabañas. No podía ignorar a KyungHee por más que quisiera, además sentía que le debía una disculpa. No es del todo su culpa seguir gustando de BaekAhn, aun cuando esta no hace más que herirla. Como tampoco es su culpa los sentimientos que ella ha empezado a desarrollar. Aunque bueno, sí es su culpa, porque condenadamente hermosa que se pierde mirándola.
— KyungHee... —ella levanto la vista de su teléfono, desde la cama al lado de la pequeña ventana—, lo siento. No debí ser tan brusca contigo.
La pelinegra se encogió de hombros.
— Supongo que lo merecía —murmuro. La vio apagar su teléfono y levantarse de su cama, caminar hasta la litera y detenerse a unos pasos de distancia—. ¿Puedes abrazarme, ChanMin? Me siento tan mal, porque siento que te hice daño y yo... lo siento tantísimo.
— Ven —palmeo a su lado y ella corrió hasta su regazo. La escucho sollozar instantáneamente y la rodeo con sus brazos, acariciando su espalda. Dejo un beso sobre su cabello, aspirando el aroma que desprende—. No llores más.
KyungHee se aferró a su cuerpo, sin dejar de hipar y derramar tibias lágrimas que pronto empezaron a empapar su ropa. Suspiro con su corazón encogiéndose al verla tan frágil entre sus brazos y se dijo a sí misma que la protegería, que haría lo que fuera para enamorarla y alejarla de BaekAhn.
—🌹—
«Se llevó un gran susto cuando su llanto cesó y al mirar al costado, se encontró con JooHyeon. Casi cae del tronco por la impresión, pera ella la sostuvo del brazo, impidiendo que se diera de bruces contra el suelo. Lucía apenada y KyungHee lo estaba igual o más. La vio abrir y cerrar la boca varias veces, aunque al final termino regresando su vista al frente.
— ¿Te encuentras bien? —preguntó finalmente, dándole una pequeña sonrisa con la intención de reconfortarla. Secó sus lágrimas, sin responderé porque estaba claro que bien era lo último que estaba—. Yo no sabía que... bueno, te gustan... uhm... las niñas.
— No es como si fuera algo que yo anduviera contando por ahí, ya sabes, como "Hola, Soy Do KyungHee y me gustan las niñas. Mucho gusto" —no pudo evitar ironizar y ser un poco sarcástica, mirando sus manos que antes habían estado temblando, esperando a que la rubia hiciera algún comentario hiriente.
Pero eso no pasó, por supuesto.
— Lo sé, debe ser difícil, ¿no? Mantener todo esto en secreto. Corea no es el país con la mente más abierta del mundo, después de todo —se dio cuenta de cómo secaba el sudor de sus manos contra la tela de su pantalón. Estaba nerviosa.
¿Cuánto habrá escuchado? De seguro lo suficiente para correr y decirle a todo el mundo que tenía (o tiene) un romance secreto con BaekAhn, la novia de SeHun, y que era la tonta más grande del mundo.
— ¿Cuánto escuchaste?
— Estaba cerca de aquí, leyendo mi libro, así que... escuche todo. No fue mi intención y perdón por haberme enterado de algo que no debía —le dio una mirada desconfiada y JooHyeon hizo una mueca, suspirando—, pero no diré nada. ¡En serio! Yo no soy así, KyungHee. Confía en mí.
— Nunca he hablado realmente contigo, así que me tendrás que perdonar, pero no confío en ti del todo.
— Tendrás que hacerlo —se levantó y sacudió el pantalón, apretando el libro contra su pecho—. Y... creo que a ChanMin le gustas, aunque sea un poquito, y está claro que le dieron celos verte con BaekAhn.»
—🌹—
Los brazos de ChanMin sosteniéndola mientras se largaba en lágrimas, hipidos y sollozos eran tan reconfortantes, porque se daba cuenta de que no estaba tan enojada como imagino y que seguirían siendo amigas, al menos.
No sabe si pasaron minutos o horas, tampoco le importó, porque cuando se separó de ella se sintió un poco mejor. La pelirroja llevo sus pulgares hasta sus coloradas mejillas, secándolas con una sonrisa y luego se inclinó, dejando un suave beso en ambas. KyungHee había cerrado sus ojos como un reflejo, haciéndose más pequeñita de lo que era, con su corazón palpitándole rápido.
— ¿Ya estás mejor? —le susurro despacio, apartando un mechón de cabello que caía por su rostro. Tan sólo pudo asentir, sintiendo su corazón latir como un loco contra su pecho. Quería besarla ahí mismo, porque esos tentadores belfos se encontraban a escasos centímetros, tentándola.
Pero no podía hacerle eso, porque acababa de besarse con BaekAhn hace no más de un par de horas. ChanMin no merecía ser el plato de segunda mesa.
— Trabajas —hablo de la nada, recordando la noche anterior en la que la había visto con aquel vestido de seda de infarto y esa melodiosa voz.
— ¿Qué?
— Anoche fui a cenar con mi padre a un restaurante llamado Viva Polo y tú cantaste ahí. Trabajas —la más alta parpadeo varias veces, pasmada.
— Ah, eso.. es el negocio de mis padres —terminó diciendo, mordisqueando sus labios—. Fue una presentación especial, no es que cante todas las noches. No trabajo, KyungHee.
— Cantas hermoso —alagó y llevo una de sus manos hasta el rostro contrario, quitando una pestaña que había caído sobre su mejilla. No sabía si ChanMin estaba roja hasta las orejas por el cumplido o su atrevimiento.
— Gracias.
Se quedaron así por unos minutos más, mirándose los ojos alternando con la boca. Era tan difícil no besarla, así que se inclinó hasta rozar apenas sus labios, suspirando y tirándose para atrás antes de profundizar el contacto. La más alta tenía los ojos cerrados y frunció el ceño.
— Lo siento —se disculpó, acariciando su entrecejo. Hicieron contacto visual.
— ¿Por qué...?
— No puedo gustarte —analizó su rostro y volvió a mirarla a los ojos. ChanMin rodó los ojos y sonrió irónicamente.
— ¿No crees que es un poco muy tarde para que digas eso? —la miro sin entender, tragando fuertemente ante la mirada dura que le estaba regalando la más alta al decirle eso.
— Me sigue gustando BaekAhn.
— Lo sé —sonó dolida—, no tienes que recordármelo. Las vi besándose, no sé si ya lo olvidaste.
— No quiero hacerte daño.
La pelirroja acarició su mejilla, viéndola con ojos llenos de aprecio mezclado con añoranza y se sintió mal por ella. Escondió su rostro en el espacio entre su hombro y su cuello, aspirando su embriagante aroma, dejando un pequeño beso ahí antes de levantarse de la cama y volver a la propia con la mirada fija de ChanMin encima suyo.
— Seamos solamente amigas.
— Kyung...
— Por favor —se metió debajo de sus cobijas, con su vista nublada por las lágrimas.
— Okay —las palabras quemaron su garganta y se giró, para darle la espalda. KyungHee terminó de ocultarse debajo de sus cobijas, resistiendo las ganas de correr hasta la contraria y estamparle un beso que no olvide nunca.
Los levantaron temprano a la mañana siguiente, con una alarma que sonó por los altavoces. Casi cae de la cama por el susto, pero alcanzó a sostenerse antes de encontrarse de lleno con el frio suelo de la cabaña. Miro hacia la cama de ChanMin y esta seguía dormida, como si nada. JooHyeon bajaba de la litera con malhumor reflejado en sus facciones y a ella se le cerraban los ojos por el sueño. Tomo su teléfono para revisar la hora y eran las 8am.
Hoy tampoco sería un gran día.
Los dividieron en dos grupos; los que irían a la caminata hasta la laguna y los que se quedarían cocinando y limpiando. Vio a JooHyeon irse al segundo grupo, mientras que ella y la pelirroja a su lado se quedaban en el primero. No se hablaban, al menos no después de que casi la beso y luego le dijo que sólo fueran amigas. Necesitaba a DaeIn para que le diera uno de sus consejos de mamá que tanto necesita para no hacer de su vida un completo desastre.
— ¿Sabes qué? —ChanMin la volteo hacia ella, sosteniéndola de los brazos y haciendo contacto visual—. Qué importa si sólo quieres que seamos amigas, no voy a dejarte de tratar como lo llevo haciendo. Así que acostúmbrate a que este encima tuyo todo el tiempo.
No quería que me trataras diferente, pensó y quiso decírselo, pero prefirió no pronunciar nada a más de un:
— Okay.
—🌹—
n/a:
pinche capítulo alv, me costo un montón o quizá sólo estaba demasiado vaga como para terminarlo lol eeeen fin, ¿se esperaban que fuera joohyeon? ggg yo sé que no xdddd y para el beso delicioso del chanhee las tendré esperando un poco más e.e ¡nos vemos el próximo viernes (si nada pasa)! //peace xx
—d-bxynk©
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