I: the start;
+of all.
[ on the move collecting numbers
i'ma take your girl out
we will be everyting that we'd ever need
don't tell me, tell me what i feel
im real and i don't think like boys
hayley kiyoko | girls like girls ]
—🌹—
KyungHee supo que algo no estaba bien cuando el chico más guapo del salón se le declaró y ella no sintió nada. Se encontró a sí misma a punto de soltar una carcajada cuando él la llevó hasta la azotea y de manera tímida (algo que hubiera robado el corazón de cualquier chica) dijo esas tres palabras por las que muchas del salón morirían por escuchar viniendo de él.
Ella realmente no entendía el porqué, ¿qué le veían de lindo? Para KyungHee, secretamente, siempre había sido más linda BaekAhn, con su falda más arriba de lo permitido, su cabello atado en una coleta desordenada con las puntas verdes y sus rosados labios con un lunar adornando la sonrisa traviesa que poseía. Su atractivo era difícil de ignorar pues no pasaba desapercibida para nadie. Si BaekAhn estuviera en el puesto de aquel chico, estaba segura de que ya hubiera tenido un mini-infarto.
Así que... ¿qué estaba mal con ella? Su mejor amiga, DaeIn la había escuchado en silencio, cada una de las palabras que salieron por sus labios y al final, como si lo que estaba a punto de decir no fuera a joderle la existencia, pronunció un simple y llano:
— Te gustan las niñas.
— ¿Qué?
La gaseosa que estaba tomando se le atasco en la garganta y soltó una tos ahogada, sintiendo sus ojos lagrimear un poco. DaeIn le dio golpecitos en la espalda, mientras la pelinegra botaba su pulmón por la boca, no literalmente.
Cuando el ataque de tos pasó, miro de manera seria a su mejor amiga y luego se derrumbó, deshaciéndose en sollozos y esta la abrazo, cual madre.
— Es imposible... —hablo como pudo en medio de todos esos hipidos y sonidos lastimeros que salían de su boca.
— KyungHee —la toma de los hombros y seca sus lágrimas—, es completamente normal si te gustan las chicas.
Y ese día, su vida tomo otro rumbo. Estaba claro que seguía sin aceptar aquello, pero intentaría un poco más, tenía que experimentar. En la clase de gimnasia, mientras todas se cambiaban frente a ella sin prestarle realmente atención, observo las bonitas piernas de BaekAhn y volvió a confirmar que eso le gustaba más que los musculosos cuerpos de sus compañeros de clase.
— Cierra la boca o se te entrara una mosca, KyungHee... —le susurro DaeIn pasando por su lado ya con el uniforme de gimnasia puesto y le sonrió—. ¿Por qué no vas y le hablas a BaekAhn? Hubo un tiempo en el que se corría el rumor de que era bi. Quizá y tengas oportunidad.
— Estás loca, DaeIn.
La castaña se encogió de hombros y salió de los cambiadores, dejándola completamente sola con BaekAhn.
— ¿Tienes un peine que puedas prestarme? —le hablo, soltando su cabello castaño con puntas verdes, caminando hacia ella con aquellos labios tan bonitos y ojos amables.
— Oh... sí, déjame lo busco —hablo más nerviosa de lo que debería de estarse sintiendo por una situación tan normal.
BaekAhn le sonrió, asintiendo.
Los rumores son ciertos, es en todo lo que puede pensar KyungHee al estarse besando con ella en los cambiadores un mes después de aquello. Sus manos son torpes y no sabe dónde dejarlas, no sabe si está bien ponerlas en su cintura o si debe acariciar sus mejillas tiernamente. Pero poco le importa cuando es recostada contra los casilleros y la castaña entrelaza su mano derecha con la propia y la izquierda la guía hasta su cintura.
Sonríe cuando se separan y se atreve a peinar unos de los rebeldes cabellos que se le han salido de la coleta detrás de su oreja con varias perforaciones.
— ¿Nos vemos en receso en la azotea? —le pregunta, relamiendo sus labios y lo único que KyungHee puede hacer es asentir, aún demasiado tonta por aquel beso, su primer beso.
De besos en la azotea y en los cambiadores aquello llego a su fin luego de un par de meses, porque de un día para otro, BaekAhn era novia del mismo chico que se le había confesado, Oh SeHun. Había sido bloqueada de todas las redes sociales en las que se tenían mutuamente, dejo de darle tan siquiera una mirada y paso a ser un enorme cero a la izquierda. Se sintió engañada y las miradas de superioridad que le daba aquel idiota, como si supiera algo, le jodían de sobremanera.
Le dolió, porque aquella castaña realmente llegó a gustarle mucho hasta el punto de quererla. Que se fuera al demonio, era una perra sin corazón.
— KyungHee deja de mirarla tan mal —no podía, le hervía la sangre de verla y a medida que más días pasaban, más sentía que la despreciaba. Le quedaba de consuelo que ella había besado esos labios primero.
— No puedo... es... ¡ah! Es una tonta. ¿Cómo puede gustarle Oh SeHun? —mordisqueo la goma de su lápiz, haciendo una mueca—. ¿Sabes qué? No me importa. Le puede gustar cualquiera.
— Estás tan celosa —susurro y la pelinegra la pudo oír claramente, pero no podía defenderse, pues era cierto.
La feliz pareja desapareció de su campo visual y ellas siguieron ahí, tiradas en el césped. Tenía un cuaderno de dibujo en su regazo y las manos sucias de carbón. La hora del descanso había empezado hace unos quince minutos ya y KyungHee no podía dejar de pensar en aquella castaña tonta que había llegado a ser su casi-pareja.
— Voy a bajarle la novia. Haré que BaekAhn regrese conmigo —dijo de la nada, dejando de dibujar y DaeIn le dio una mirada llena de intriga.
— Ya, ¿cómo harás eso? BaekAhn no te da ni la hora.
— No lo sé. Ya se me ocurrirá algo.
— Es sorprendente porque hace medio año era imposible que te gustaran las chicas y ahora estás intentando bajarle la novia a Oh SeHun. ¡Eres un caso! —la señalo con los palillos de su almuerzo, con una mirada divertida.
— No es cualquier chica, es Byun BaekAhn.
No le dijo nada, no volvieron a hablar de eso en lo que quedo del descanso y al ingresar al salón, DaeIn observó cómo su mejor amiga se cambiaba de asiento, al lado de BaekAhn y también la mirada mordaz que le dio la castaña al entrar al salón y verla allí intentando invadir su espacio nuevamente.
— Ese no es tu asiento —le dijo con el tono más calmado que tenía y KyungHee se encogió de hombros. Nunca le había gustado llamar demasiado la atención, pero qué importaba ya. Volvería a tenerla y le demostraría a Oh SeHun que tener esa cara de niño bonito y mimado que se carga no es sinónimo de tener a todas las chicas a sus pies.
— Le dije a JongIn que cambiara conmigo. Es mi asiento ahora, BaekAhn.
Pronunció su nombre con cierto tono de burla y no pudieron seguir diciendo más porque los demás estudiantes llegaron, junto con el profesor Kim. En medio de la clase decidió escribirle un papelito y pasárselo sin que nadie se diera cuenta.
"¿Qué demonios te pasa?"
Era lo que decía y la chica frunció su entrecejo junto con sus rosados labios los cuales tenían un poquito de gloss, haciendo una bolita aquel papel y metiéndolo dentro de su cartuchera.
"¿Estas de broma?"
Le envió otro y está vez ni siquiera lo abrió, simplemente lo guardo en su cartuchera y siguió escuchando la clase, fingiendo que ella no existía. Eso la molesto mucho más, pero desistió de la idea de enviarle más papeles; en gimnasia no podría escapar de ella.
La clase es interrumpida cuando la puerta suena y el inspector entra con su traje bien planchado, con una alta pelirroja a sus espaldas. ¿Nueva alumna? Pero si ya estaban por terminar el primer semestre de clases, era absurdo. Todos dejaron de hacer lo que estaban haciendo y se pararon, haciendo una venia junto con un saludo en coro liderado por el presidente de la clase. El inspector Lee MinHo dio la presentación y bla, bla, bla. KyungHee sólo registro la única información que creía necesaria y relevante para no sentirse perdida.
Nueva alumna: Park ChanMin.
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n/a:
empiezo exámenes mañana, pero quería publicar antes de desaparecer hasta el 9 de febrero :'c Díganme qué les pareció el primer capítulo, como dije en una nota en mi perfil, habrá baeksoo!fem ggg
—d-bxynk©
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