Cap 4
La insistente propuesta...
Parte 2.
*Dentro de la patrulla
-ooh viejo... Nuestro plan se ha ido por el caño... Que haremos ahora?!- dijo uno de los hombres que habian formado parte de aquel asalto fallido en la joyeria.
-no quiero volver a la carcel... He estado allí muchas veces y no es nada genial...- dijo uno de sus compañeros.
-ja..jaja..JAJAJAJAJAJAJAJA!!! Lo logramos imbeciles! No se dan cuenta! El hombre araña esta herido!!! Y tenemos una abundante muestra de su sangre! O mejor dicho... Su ADN!!!- dijo aquel que parecía ser el líder de los ladrones.
-Y que demonios haremos nosotros con... Su ADN? No somos científicos ni nada por el estilo...- dijo el primero y mas joven de ellos.
-No, pero se quien daría una fortuna por la mas mínima de las muestras de la sangre del hombre araña, Norman Osborn! Ese inepto seguro que nos saca de la carcel a cambio de esta muestra!- Afirmó el líder de estos.
-Saben muchachos, eso suena increíblemente tentador... Pero se han metido con algo que me pertenece, o bueno, lo hará próximamente- respondio una voz desde la parte delantera de la patrulla. -y muchachos... Espero que no sufran de vertigo...- dicho esto, salto del automovil, dejandolo caer por un acantilado y posteriormente explotando en el descenso mientras el caminaba satisfactoriamente por el camino.
-Genial! A sido como en esas películas de acción que nos encantan!!!- dijo. -Mmmm es cierto, pero siento que algo se me olvida...- respondió. -Ahora tenemos que encontrar a mi Spidy... Esos malditos dijeron que le habían herido... Tengo que encontrarlo!- -Muchachos...temo molestarles en un momento tan inspirador como estas palabras hacia nuestro Spidy, pero... Como vamos a volver?...-. Dicho esto el mercenario miró a su alrededor, dándose cuenta de que se hallaba muy a las afueras de la ciudad y lo peor de todo, nadie transitaba frecuentemente por ese camino.
-... Mierda...-
*En algún lugar donde se hallaba Spiderman.
-agh...don..donde estoy?..- dijo el joven héroe tratando de incorporarse en el sillón donde se encontraba, pero en ese momento, un dolor agudo se presentó en su pierna, logrando sacar un fuerte gemido de dolor de parte de este.
-Aaaaagh!!!- gritó.
-Calma, niño... No creo que estés en condiciones de moverte libremente en estos momentos. Por si no lo recuerdas, hace menos de 4 horas te dispararon.- bufó una voz que se acercaba desde lo que supongo que se trataba de la cocina del lugar.
-qui..quien eres?- dijo confundido el muchacho mientras observaba el lugar de donde provenía aquella voz.
-No te alarmes, no te haré daño ni nada por el estilo...- dijo mientras aparecía por la puerta que dividía las habitaciones y recostándose en el marco de esta. -Mi nombre es Matthew Michael Murdock, o Matt Murdock para abreviar. Pero tu debes de conocerme por otro nombre, sobre todo si tenemos el mismo oficio- dijo con cierta gracia.
-Debería de? Nunca he conocido a ningún "Matt Murdock" en mi vida... O no que yo lo recuerde. Ademas, como que el mismo oficio? - dijo el arácnido.
-Pues, nada mas ni nada menos, que el oficio de patear los traseros de esas sucias ratas que tratan de perturbar la paz de esta ciudad mi querido arácnido- contestó.
Con estas palabras, el joven héroe abrió los ojos como platos, no hubiese imaginado que, aquella persona que lo había rescatado de morir, tanto desangrado como hecho puré por la caída desde el edificio, resultara ser alguien que se dedicara a lo mismo que él, defender la ciudad de todo peligro.
-Wow wow wow... Espera un segundo, tu no pareces tener ninguna habilidad en especial! Y mucho menos te vez en capacidad de salir por tu cuenta de el confort de tu hogar, no con tu... Condición...- exclamó el muchacho.
-Te refieres a el hecho de que soy ciego?- preguntó el mayor.
-Efectivamente, y no con el animó de ofenderte ni nada por el estilo... Solo no entiendo como podrías realizar las mismas actividades que yo realizo, no podrías esquivar de forma precisa los ataques! Ni mucho menos disparar un arma...- afirmó
-Sabes arañita, eres muy le to para entender las situaciones y sobre todo, para juzgar a la gente- bufó. -Quiero darte una pista mas, para ver si puedes adivinar quien soy...- y con estas palabras se volteó hacia el arácnido buscando que este le tomara enserio.
-Te escucho.- respondió.
-Quiero que me lances de tus telarañas, intenta atinarme con una de ellas. Y si lo logras, dejare de participar en ese "peligroso" oficio del que dices no debería de participar.- propuso el mayor sin demostrar un solo signo de temor por perder aquella apuesta, con una confianza digna de un héroe
-Si con esto dejas de ponerte en peligro, lo haré. Mas no quiero quejas de tu parte si te duele o te incomodan mis telarañas!- Bufó el arácnido.
Dicho esto el joven héroe lanzó una de sus telarañas directo a la cabeza de Murdock, con la total seguridad de que iba a dar en el blanco y aquel hombre iba a dejar de meterse en problemas en donde pudiese resultar gravemente herido. Pero no salió como lo planeo. El hombre había conseguido esquivar aquella telaraña sin mayor esfuerzo, solo moviendo a un lado su cabeza. Esto no lo encontraba lógico el aracnido, pero continuo tratando de acertar con su telaraña en aquel hombre. Cada telaraña que lanzaba, era a su vez, esquivada por el mayor, obligando al muchacho a incrementar la velocidad con la que lanzaba sus ataques. A medida que el mayor evitaba estos, se acercaba rápidamente al joven heroe, hasta que quedo a solo unos cuantos pasos y con esta distancia, logro tomar los brazos del menor y aprisionándolo debajo de él, esto claro, con el mayor de los cuidados por no lastimar mas el lugar donde yacía la herida de su pierna.
-Ya sabes quien soy, arañita?- dijo tomando cuidadosamente el mentón del chicho mientras sostenía con una sola mano, las muñecas de este. -O necesitas otra pista?- dijo con una sonrisa un tanto provocativa en su rostro.
El muchacho se resigno a mirar la cara del mayor, shockeado por las habilidades de este a pesar de su condicion. Ademas aquellas piruetas y maniobras habían sido suficientes para atar todos los cabos sueltos, y el saber de quien se trataba solo lo sorprendía aun mas y en un susurro lo reveló.
—DareDevil...—
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