La insistente propuesta...
Parte 1.

Spideman continuaba con su recorrido por la ciudad en busca de cualquier señal de alguna perturbación a la paz en los alrededores, esperando poder patear uno que otro trasero de maleante que se osara a cometer un crimen en su guardia. Para su suerte, se encontró con un asalto en una joyería del centro, a la cual decidio prestar su servicio de super héroe inmediatamente.

-Creo que esas joyas no van con tus ojos querido- Dijo el joven héroe para llamar la atención de aquel ladrón que se hallaba en el labor de meter las joyas dentro de una mochila que llevaba con el y , acto seguido, darle un fuerte puñetazo en el rostro dejándole inconsciente.

-MUERE MALDITO INSECTO!- grito uno de los compañeros del ladrón que recién había sido golpeado y este se acerco rápidamente con un bat en sus manos para tratar de golpear a aquel héroe que se interponía con su trabajo. Empezó a lanzar múltiples golpes hacia el arácnido, pero este los evitaba con sus acrobacias muy facilmente, logrando estresar a su atacante. Mas no contaba con que otro compañero de estos se escondía tras el mostrador, lugar dede donde apuntaba con su arma para poder deshacerse de él rápidamente y poder huir antes de que la policías los atrapase.

- BANG! BANG! - se escuchó, seguido de un grito de dolor proveniente de aquel arácnido desplomándose en el piso mientras se retorcía de dolor sujetando con ambas manos el lugar del impacto... Su pierna.

-JAJAJAJAJAJAJA ahora ya no eres mas que un insignificante insecto!- dije el hombre el cual había disparado. - Realmente lo conseguimos! Matamos a Spiderman! JAJAJAJAJAJAJA! Ahora nadie podrá detenernos!- dijo con extrema felicidad y superioridad el hombre del bat.

-No me digas! Pudieron con Spiderman?-

Ambos hombres voltearon a ver el lugar de origen de aquellas palabras y en ese mismo instante, una gran y pegajosa telaraña los envolvió dejándolos completamente inmoviles... Y sobre todo, derrotados.  Antes de irse, Spiderman decidió dejarlos pegados a una de las paredes del establecimiento, de forma que la policía pudiese terminar fácilmente con el trabajo y darles su debido castigo a ese par de maleantes que se habían osado a realizar un crimen en su guardia por la ciudad. Y así fue, el arácnido muchacho observaba desde una de las terrazas como eran arrestados aquellos hombres y como estos a su vez, maldecían la existencia de aquel héroe que había arruinado sus planes.

-Eso tienen por tratar de robar en mi guardia! Jajajajaj...AGH!....- dijo mientras se encorvaba y sujetaba fuertemente su pierna, la cual sangraba abundantemente desde el interior de su traje por el impacto de aquella bala que había sido disparada hacia el con el fin de derrumbarlo.

-Diablos...ugh!....tengo que.... volver a casa... Y curar...me...- dicho esto, su vista se nublo, busco la forma de lanzar su telaraña a el tejado de un edificio adyacente a donde se encontraba. Milagrosamente logro dar con su objetivo, y con esto trato de balancearse hacia esta. En ese momento decisivo en donde salto al vacío y colocando toda su confianza en su telaraña y sus brazos, estos le fallaron. Su fuerza lo abandono por completo y simplemente callo al vacío sin ninguna resistencia ni esfuerzo por evitar el impacto, simplemente, se dejo caer.

-...Mier...da...- dijo quedando inconsciente.

-Siempre te metes en tantos problemas, arañita?- dijo una voz misteriosa la cual el joven héroe no reconocía del todo bien, lo único que alcanzo a distinguir de este con sus ojos entre abiertos y tratando de enfocar, lo cual no consiguió de la manera en que esperaba, fue un fuerte color rojo de un hombre con mascara.

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