Cap. 13
Escencia...
Al día siguiente se encontraron con la sorpresa de tener que despedirse de la pequeña Selene. Domino estaba allí, acompañando a una pareja de jóvenes gitanos emocionados por haber encontrado a su pequeña niña. No tenían palabras para expresar su gratitud a, lo que ellos veían, como sus héroes que habían devuelto por completo , la felicidad a sus vidas.
-Me alegró de que vuelvas con tu familia, pequeña- dijo mientras le regalaba una sonrisa a la pequeña y le extendía sus brazos para abrazarla. -Te visitare cuando se presente la oportunidad!- agregó acariciándole el cabello.
-Te quiero, Spidy... Tienes que visitarme pronto...-dijo entre sollozos mientras se frotaba los ojos con sus puños cerrados.
El joven héroe sonrío con dulzura ante las palabras de aquella pequeña niña y paso su mano por el rostro de esta para limpiarle las pequeñas lagrimas que brotaban de sus ojos.
-Por supuesto!- Contestó.
La pequeña se abalanzo hacia el chico y lo abrazo con toda la fuerza que sus pequeños brazos le permitieron, escondiendo a su vez su rostro en el pecho de este.
-Spidy... Puedo saber tu nombre? El real...- pregunto curiosa la niña.
Aquella petición lo sorprendio, mas no se negó a cumplirla. Lentamente se acerco a la pequeña y, al estar a pocos centímetros de su oreja, le revelo su nombre. Nadie mas lo oyó. Su susurro había sido lo suficientemente fuerte para que la pequeña lo escuchara y lo suficientemente bajo para que nadie mas lo hiciera. El rostro de la pequeña se iluminó y le regalo una dulce sonrisa al joven héroe.
Wade observaba aquella escena con atencion, y un sentimiento el cual aun no lograba entender por completo, pero ahí estaba, adorando aquella escena.
La pequeña se alejo del joven héroe y se dirigió rápidamente a abrazar al merceneraio, el cual, cuando la pequeña dio un pequeño salto, lento por los aires y tomándola en brazos. Los padres se asustaron ante tal accion, pero luego se calmaron. La pequeña lo abrazó con fuerza.
-Te quiero papa-Wade!- dijo la pequeña mientras lo abrazaba.
El mercenario abrió los ojos como platos y rápidamente apareció un sonrojo en su rostro y una risilla escapo de los labios del joven héroe que ahora, observaba aquella escena. El hombre se limito a sonreír y a devolverle el abrazo.
-Y yo a ti, pequeña sabandija...-
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La pequeña se fue, dejándolos solos en aquella residencia del mercenario. Spiderman ya no tenia nada que hacer allí, únicamente iba a visitar a la niña, pero ella ya se había ido del lugar, nada lo ataba a quedarse mas tiempo con aquel mercenario.
-Bueno, creo que esto es el adiós Deadpool, ya no vendré aquí a diario.- dijo el chico preparándose para partir. -Hace bastante tiempo que no hago un patrullaje adecuado por la ciudad- agregó.
Los brazos de Deadpool rodearon la cintura del chico atrayéndolo hacia su cuerpo, evitando que este se alejara de él.
-Noooooo! Por las chimichangas! Yo quiero un segundo round spidy!!!- dijo haciendo un puchero y abrazando con mas fuerza las caderas del chico.
El chico únicamente puso los ojos en blanco ante aquella propuesta. Pero, despues de pensarlo un poco, se dio vuelta para quedar frente a aquel infantil y lujurioso mercenario que lo invitaba a sucumbir ante sus deseos carnales y fundirse en un solo ser; tomó su rostro un a acercándolo lenta y provocativamente a su rostro, hasta unir sus bocas en lo que se volvería un apasionado beso. El mercenario sonrío traviesamente.
El beso se intensificó. El chico extendió sus brazos rodeando la cabeza de Deadpool atrayéndolo hacia él, seduciendo aun mas al mercenario el cual, había empezado a acariciar las caderas de arácnido.
El chico se separo del mercenario y le sonrió lujuriosamente. Tomo sus manos y lo guió hasta la habitación donde, la noche anterior, habían caído a merced del placer y, en su caso, el dolor. Poso su manos en el amplio pecho del mayor y, lentamente, comenzó a recostarlo sobre la cama y volvió a unir sus labios en un húmedo y lujurioso beso.
-Vaya... Parece que estas de humor... Spidy...- dijo entre aquellos momentos en los que se separaban con el fin de tomar breves bocanadas de aire para continuar con el beso.
El chico se separo del beso y se sentó en las caderas del mercenario, el cual miraba aquella escena con asombro y lujuria.
-No sabes cuanto...Wade- dijo para después lamer con lujuria su labio inferior y morderlo con suavidad. -La cosa es... Que no hablamos de lo mismo...- agregó.
En ese momento, rápida y ágilmente saltó de donde se encontraba y cubrió con sus telarañas el cuerpo del mercenario, dejándolo completamente inmóvil ante cualquier movimiento, pero esta vez, se aseguro de utilizar la nueva telaraña que Fury le había proporcionado hacia unos cuantos meses atras, una diez veces mas resistente y con un potente somnífero que lo dejaría dormido por unas catorce horas.
-Dulces sueños, cariño- bufó el chico mientras le guiñaba un ojo al mercenario.
-Demonios Spidy! Eres demasiado sexy... Si que me cali..en..tas...- dijo cayendo en un profundo sueño, dandole asi, la oportunidad perfecta para escapar al arácnido héroe.
Después de esto, el chico tomo todas su pertenecías y salió ágilmente por la ventana, comenzando así su viaje de regreso a su hogar.
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En su camino recordaba cada detalle de lo ocurrido en la casa de Wade. Sus besos, sus caricias y sobre todo, aquel lujurioso momento en el que sus cuerpos se volvieron "uno". Se sonrojo a mas no poder. Ademas, lo que había echo para poder salir "intacto" de ese lugar, había sido completamente vergonzoso para el chico. Su cabeza estaba echa un caos.
-AAAAAA!!! Demonios!- gritó.
En ese moemnto, su sentido arácnido se activo, alertándole de un peligro. Una bala. Logro esquivarla antes de que esta impactará contra su cuerpo y se preparo para esquivar la siguiente; pero en ese momento, notó que no era dirigida hacia el, era simplemente una bala perdida; una que no había dado con su objetivo.
Se trataba de una pelea entre un grupo de pandilleros armados y un joven héroe de traje rojo carmesí, el cual esquivaba fácilmente las balas de sus atacantes.
-Daredevil...- susurro el chico. Decidió observar sus movimientos y tratar de aprender de ellos, así que se escondió en el techo de uno de los edificios adyacentes a el "campo d batalla".
El héroe esquivaba los ataques y ágilmente se acercaba a sus oponentes para golpearlos. Todo marchaba bien. El héroe era muy bueno peleando, lograba acabar fácilmente con todos su adversarios sin recibir mayor daño por parte de ellos. Pero, en el momento en el que todo parecía haber llegado a su fin a favor del heroe, uno de los pandilleros sacó de su cinturón un pequeño cuchillo y, gracias a la distracción proporcionada por uno de sus compañeros, logro enterrarlo en el abdomen del nombrado, Daredevil, hiriéndolo por completo.
-Aaaaagh!... Maldito!!- gritó y rapidamente, lanzo su arma hacia este, dejándolo inconsciente para después proporcionarle el golpe final a su anterior adversario y dejarlo tendido en el suelo con sus compañeros.
El arácnido héroe bajo con rapidez a donde se encontraba el mayor y lo ayudo a atar a los maleantes para que la policías se encargara de llevarlos a donde se merecen, la carcel. Después de acabar con aquella tarea, se dispuso a acercarse y ayudar al heroe, el cual trataba de detener el sangrado de su herida.
-Eso no se ve nada bien... Vas a necesitar puntos para que se cure esa herida tan... Enorme...- dijo con impresión el chico.
-He tenido peores... Y muchas mas- bufó el mayor mientras le regalaba una sonrisa al chico. -aaagh...ghh... Pero esta es especialmente... Dolorosa...- agregó con una expresión de gran dolor.
-Tengo una idea...-
El chico aparto la mano del mayor de aquella herida que se localizaba en su estomago y la envolvió fuertemente con un poco de su telaraña, de tal forma de que se detuviera casi por completo el sangrado de este.
-Vaya... Eso es practico...- dijo el mayor.
-No pensé que funcionara, realmente- bufó el chico sonriendole.
-Me alegro de que lo hiciera, de no ser por ello, se me hubiese cansado el brazo por la presión que tenia que ejercer sobre la herida- dijo divertido.
El chico le sonrió ampliamente y, lenta y cuidadosamente, le ayudo a ponerse en pie y mantener el equilibrio.
-Sabes... Hay algo que me lleva molestando desde que aparciste...- dijo el mayor.
-De que se trata, cuernitos?- pregunto con burla el chico.
-Tu olor... Apestas al imbecil de ese mercenario... Como... Si lo hubiesen hecho hace poco...-
Esto produjo el que un sudor frío recorriese la espalda del menor y la intensidad con la que latía su corazón se acelerara notablemetne, cosa que el mayor notó con claridad gracias a sus habilidades.
-De...de que hablas?- bufó nervioso. -Eso es completamente imposible!...Yo n...- lo interrumpió Matt.
-Tienes su horrible escencia...-
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