6
Durante la semana estuve apurada con el papeleo del servicio social y no había visto a Freddy. Mi plan era pedirle que me acompañara a entregar los últimos papeles y de ahí podríamos ir a algún lugar y pasar tiempo juntos.
―¿Segura que ya llevas todo? ―preguntó mi mamá por enésima vez.
―Sí, mamá. Mira ―le extendí la hoja en donde estaban los papeles que debía llevar y luego le di el folder con éstos.
Mujer de poca fe.
―Vete con cuidado por favor ―me entregó las llaves del auto.
―Tal vez no las necesite, le diré a Freddy que me vaya conmigo.
Después de intercambiar un par de mensajes con Freddy, quedamos en que pasaría dentro de quince minutos y así fue, demasiado puntual.
―Entonces, ¿vamos a la escuela? ―asentí.
―De verdad no creí que habría tanta gente, perdón ―hice un mohín y Freddy rodeó mis hombros con su brazo derecho.
―No te preocupes, si estás aquí no me aburro.
―¿Estás diciendo que soy como un payaso o algo así? ―arqueé una ceja y el asintió divertido―. Bueno, en ese caso te contaré un chiste. ¿Qué se pone Superman al salir de la ducha? ―Freddy se encogió de hombros―. Super-fume.
Estaba esperando a que Freddy estallara a carcajadas pero no lo hizo, en cambio yo sí.
―¡Freddy fue muy bueno! ―lo golpeé suavemente mientras trataba de recuperar el aliento.
―Creo que al final de todo no eres como un payaso.
―Aish ―lo miré mal.
―Igual me gustas, tontita y todo.
―Es increíble cómo pasas de ser romántico a ser un cretino ―hice una pausa―. Pero igual me gustas, cretino y todo.
Gracias al cielo la fila comenzó a avanzar y poco a poco estábamos más cerca de las ventanillas. Comenzaba a sentirme cansada de estar parada y Freddy lo notó así que prácticamente me ordenó que me sentara por ahí mientras él guardaba mi lugar en la fila.
Lo dudé un poco pero al final le obedecí y me senté en los escalones que estaban alrededor de la fuente frente a las oficinas. Recorrí la fila con la mirada para ver si había alguien que conociera pero no tuve mucha suerte.
―¡Ale!
Levanté la vista para ver quien me llamaba y vi a Freddy haciéndome señas.
Me levanté y me sacudí la parte de atrás de mis jeans para ir a donde estaba Freddy.
―Buenas tardes ―saludé a la chica de la ventanilla y le entregué todos los papeles. Tecleó un par de cosas en la computadora y luego de darme un par de instrucciones y entregarme una hoja con las mismas cosas que me había dicho nos fuimos.
―¿Por qué no te habrán dicho a dónde te vas?
―No sé, yo pensé que me dirían hoy pero ya escuchaste, dos semanas antes tenemos la plática esa y bueno... ―me encogí de hombros y guardé la hoja en el folder que me había regresado la chica de la ventanilla.
―Cuidado ―dijo Freddy jalándome hacia él pero igual logré chocar suavemente con alguien.
Miré hacia atrás y la persona con la que había chocado también lo hizo.
Era Jos y la chica con la que siempre lo veía.
Nos vimos durante un par de segundos, después Freddy me habló.
―¿Estás bien?
―Sí, solo fue...nada ―sonreí y lo jalé del brazo―. Vamos a perdernos por ahí.
Lo malo de salir con Freddy era que el hecho de ser despistado le traía muchos problemas y ahora tenía un montón de piquetes de abeja en su brazo derecho.
―Conseguí Vitacilina ―agité el tubo de la pomada frente a él―. No puedo creer que confundieras un panal con una roca.
―Estaba en el piso y tenía toda la apariencia de una roca ―se hizo a un lado dejándome espacio sobre la banca.
―Por Dios, Freddy ―negué con la cabeza y me senté a su lado―. No quiero que empieces de llorón.
Freddy se limitó a negar con la cabeza y comencé a poner la pomada sobre su brazo.
―Gracias ―dijo cuando terminé.
―De verdad no entiendo por qué me gustas ―negué con la cabeza.
―Porque soy muy atractivo, divertido y porque te quiero mucho ―arqueó una ceja.
―Sí, tienes razón. Eres muy atractivo.
―Lo sé.
―Pero yo también soy muy guapa, no puedes negarlo.
―También lo sé ―sonrió.
―Y muy inteligente y...
―Necesito a alguien que me cuide cuando me pasen estas cosas ―señaló su brazo.
―Te quiero ―sonreí y besé su mejilla rápidamente.
Me hubiese gustado que el día acabara bien pero resulta que a Freddy jamás le había picado una abeja y por lo tanto esa había sido la primera vez así que cuando no dimos cuenta de que tenía los labios inflamados y la garganta cerrada, tuvimos que correr al hospital.
Ahí pasé toda la noche.
Le hicieron varios estudios a Freddy y después le asignaron una habitación pero no me permitieron el acceso.
―Solo familiares ―dijo la enfermera.
Me levanté de la silla en donde estaba sentada y fui por un café a la maquinita que estaba cerca del escritorio de la sala de espera.
―Perdón, ¿terminaste?
―¿Huh? ―me giré para ver quien me hablaba.
―Quiero usar la má... ¿Alejandra?
―Jos ―murmuré.
―Sí, ¿cómo sabes mi nombre?
¡Tonta, tonta, tonta!
¿Y ahora que le digo?
La verdad, tonta.
―Yo escuché que así te llamó tu novia el otro día ―fruncí el ceño.
―Oh, bueno. Soy José Miguel ―me extendió su mano―. Pero dime Jos.
Tomé su mano y rápidamente la solté. Sus manos eran incluso más suaves que las mías.
―¿Estás esperando a alguien?
―Eh, yo...sí. Mi...¿amigo?, resultó alérgico a los piquetes de abeja y se le cerró la garganta pero no me dan razón de él.
―Oh, el chico de la doscientos treinta ―asentí―. Descuida, ya se está recuperando. Sí fue un poco grave pero ahora está bien.
¿Y él como sabía eso?
―Tú, ¿trabajas aquí?
Antes de decir algo bajó la mirada y me percaté de que llevaba un bata con el nombre del hospital arriba a la izquierda.
―Oh. Pues muchas gracias por la información.
―Estaré por aquí si es que necesitas algo ¿de acuerdo? ―asentí y se dio la media vuelta.
―Jos ―lo llamé y le giró un poco―, gracias otra vez.
―No fue nada, Ale.
Wow.
+ + +
¡JELOU NUGGETS!
¿Cómo las trata la laif? A mi me dio la gripa pero nada me vence, ah.
Este es un capítulo algo corto pero interesante(?). Me gustaría leer que piensan que sucederá y ver quien se acerca más jeje.
Espero que tengan un fin de semana bonito y tápense bien, no se vayan a enfermar como yo :c
A las chicas que ven a los vatosnain mañana en Toluca, ¡disfruten mucho el concierto! Y si tiene meet, quiero ver sus fotitos ♥ No olviden saludarme a Alan, ah.
+ Cuéntenme de algún hábito(?) extraño que tengan.
Yo suelo disculparme cuando golpeo cosas sin querer. Como la pared, o las sillas. Siempre es como "Oops perdón :c"
Todo el lof para ustedes y un abracito mocoso,
Cit.
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