15
―Me siento mal ―me quejé mientras me recargaba sobre la mesa.
―Siempre sacas pretextos, Alejandra.
―Freddy, en serio no quiero ir.
―Ale, por favor ―se acercó―. Sólo será un ratito ¿sí?
Hice un mohín y asentí, no iba a ganar esta vez.
Fui a mi habitación por mi bolsa y luego salí detrás de Freddy.
La cita era en un café muy hípster cerca de la casa de Renata, según me había dicho Freddy.
¿Cómo rayos sabía en donde vivía Renata?
―Sólo un rato, Alfredo.
―Lo prometo ―sonrió y se estacionó.
Apenas entramos pude ver a Jos y a Renata sentados en uno de los gabinetes del fondo. Freddy entrelazó su mano con la mía y me guió hasta allá.
Después de que nos saludáramos, nos sentamos. Jos estaba frente a mí.
―¿Qué quieren pedir? ―preguntó Jos al mismo tiempo que le hacía una seña al mesero.
―Un café está bien ―sonreí.
―Para mí también.
El chico se fue después de tomar la orden.
―¿Y para qué nos citaron? ―Freddy cruzó sus brazos y yo me removí incómoda sobre el sillón.
―Renata y yo...ella y yo...
Renata puso los ojos en blanco al ver que su novio no podía terminar la frase. Buscó algo entre su bolsa y luego nos extendió un sobre blanco.
―Ábrelo ―ordenó.
Miré a Jos mientras tomaba el sobre que me extendía su novia.
Saqué lo que había adentro y vaya sorpresa.
En la hoja color salmón se leían ambos nombres: José Miguel y Renata, 24 de Septiembre 2017.
―¿Van a casarse? ―la voz de Freddy hizo eco un mi mente. Jos se iba a casar.
Abrí la tarjeta para seguir leyendo, la ceremonia religiosa sería a las cuatro de la tarde y la recepción a las seis. La novia sugería vestir de color salmón, así como el color de la hoja, y a los hombres de blanco. La mesa de regalos sería un almacén del cual pronto, así decía la tarjeta, nos darían el nombre.
Levanté la mirada y vi a Jos.
―Felicidades ―sonreí, o al menos lo intenté.
―¡Y mira el anillo! ―extendió su mano para que pudiera verlo. Tenía un diamante en forma de rosa, era precioso―. Pudo ser más lindo pero no importa ―retiró su mano y se volteó con Jos para besarlo. ―¿Y ustedes para cuándo?
―No tenemos planes ―sonreí.
―Pero van a tenerlos ¿no?
―No lo sé.
+
Cuando llegué casa piqué algo de verdura y luego me senté en el sillón a ver películas. Me sentí un poco aturdida por la noticia del matrimonio de Jos pero no iba a dejar que eso me tirara. No podía hacer nada para evitarlo, ambos se amaban y por fin iban a comenzar una vida juntos.
La película terminó y aproveché para llevar los trastos sucios a la cocina. De lejos escuché que sonó mi teléfono.
Jos
¿Estás ocupada? 9:34 P.M
Algo así ¿qué pasó? 9:35 P.M
¿Segura que no estás ocupada? 9:35 P.M
Estaba viendo películas ¿qué necesitas? Jajaja 9:36 P.M
¿Vas a estar ocupada mañana? 9:38 P.M
No. 9:39 P.M
¿Me acompañarías a ver lo de mi traje? 9:40 P.M
Perdón Jos pero no me jodas.
Bueno. ¿A qué hora? 9:41 P.M
Paso por ti a las once. Pasamos a desayunar y luego vamos allá. 9:42 P.M
No llegues tarde. Descansa. 9:43 P.M
Igualmente. 9:43 P.M
¿Eso podría ser considerado como masoquismo?
―Masoquismo ―fruncí los labios.
Entré a la aplicación de YouTube y tecleé Masoquismo Lola érase una vez.
Después de escuchar la canción me di cuenta de que no tenía nada que ver con mi situación pero descubrí que aún me sabía la letra.
+ + +
―¿Vas a salir? ―preguntó mi mamá mientras guardaba unos trastes.
―Sí, iré con Jos a ver lo de su traje.
―¿Cuál traje?
―Se va a casar. No tarda en llegar así que iré a lavarme los dientes.
Diez minutos más tarde ya me encontraba en el auto de Jos.
―¿Y qué has hecho?
―Jos ―me miró―, apenas te vi ayer.
―Cierto.
―¿Estás emocionado?
―¿Por la boda? ―asentí―. Estoy nervioso, es en un par de semanas. Renata apresuró todo. ¿Vas a ir?
―Claro que sí ―sonreí―. ¿O quieres que no vaya?
―Por supuesto que quiero que vayas ―sonrió―. Anda, vamos a desayunar ―dijo después de apagar el motor.
Durante el desayuno me contó cómo le había pedido matrimonio a Renata aunque no se veía emocionado mientras narraba la historia.
―¿Y ya sabes cómo quieres tu traje? ―me puse el cinturón pero al momento de abrocharlo no pude.
Jos soltó una risita y se desabrochó el suyo para ayudarme: ―¿Qué tal difícil puede ser?
―Hay varios tipos de traje.
―Me refiero al cinturón de seguridad.
Oh.
―Pues se trabó o qué se yo.
Click.
―¿Segura que no querías que te ayudara? ―lo miré mal―. Es broma.
+
Hacía casi quince minutos que Jos había entrado al probador y aún no salía así que me puse a ver las corbatas y los moños.
Le pedí a una de las señoritas que me mostrara uno de los moños negros que estaban en la vitrina.
―Es para el chico que entró al probador ―sonreí.
Me acerqué a donde se suponía que estaba él.
―Jos, ¿ya vas a salir? ―toqué la puerta.
―No me gusta cómo me veo y no sé hacerme el nudo de la corbata.
―Sal de ahí ―le ordené―. Te ayudo con la corbata pero sal.
Tuve que esperar un par de minutos para que por fin saliera. Se veía espectacular, más guapo de lo normal. Qué suertuda era Renata.
―Toma ―me extendió la corbata y la pasé alrededor del cuello de la camisa para poder hacer el nudo―. ¿Ya lo habías hecho antes?
―Vivo con dos hombres y ninguno de los dos sabe hacer esto.
―Siempre he creído que esto es algo que las mujeres deben hacer.
―¿Ah sí? ¿Por qué?
―Es algo romántico ¿no?
―No sé de qué hablas ―fruncí el ceño y lo miré―. ¿No sería raro que fuese romántico si lo hago con mi hermanito?
―Me refiero a una pareja.
―Sigo sin entender ―jalé la corbata.
―Por esto ―dijo jalándome hacia él―. Y luego el novio besa a la novia ―acercó su rostro al mío. Su respiración chocaba con la mía.
―¿Qué le... Lo lamento.
―No se apure ―dije alejándome de Jos―. Con permiso ―dije saliendo del área de los probadores. ―¿Qué rayos? ―murmuré.
+ + +
Jelou ebribodi!
¿Cómo las ha tratado esta semana? A mi no de lo mejor pero no me quejo y mañana no tengo clases :)
Espero que les esté yendo muy bien en la escuela y estudien muuucho para sus exámenes.
Les cuento que el otro día volví a ver al chico del estacionamiento g g g pero bueh, lo vi de lejitos.
+ ¿A ustedes como les va con sus crushes? (si es que tienen)
Todo al amour para ustedes,
Cit.
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