12
Una semana después de nuestro incidente en medio del bosque Jos y yo nos volvimos más cercanos. Solíamos sentarnos a comer juntos y después caminábamos un rato para digerir la comida, estaba pasándola bien con él.
―No estoy muy segura de querer compartir contigo otra experiencia como la del bosque ―dije mientras jugaba con el tenedor.
―Fue divertido, ya tienes que contarle a tus hijos.
―No me gustaría que pregunten quien fue el tonto que hizo que nos perdiéramos.
―Te recuerdo que no venía solo así que tú también fuiste un poco tonta.
―¡Jos!
―¡Silencio! Come ―puso su tenedor lleno de fideos frente a mí para que los comiera.
Hablar con Jos podía llegar a ser muy divertido pero también controversial. Nuestros gustos chocaban un poco y a pesar de que nuestros tonos de voz se elevaban más de una vez, al final terminábamos riéndonos.
―Ale, te llama Freddy.
Miré a Gina quien sostenía mi teléfono en su mano izquierda. Involuntariamente bufé y lo tomé.
―¿Hola? ―dije mientras me levantaba de mi asiento y caminaba lejos de donde estaban Jos y mi amiga.
Hablar con Freddy ya no era igual que antes y sabía muy bien por qué me sentía así. La razón tenía nombre y apellido.
―Maestra.
―¿Qué pasó Juli?
―¿Qué tienes Miss? ―sonreí ante su preocupación. Sé que no era profesional pero Juli era mi alumna favorita, le tenía mucho cariño.
―Te voy a contar un secreto ¿sí? ―ella asintió y se acercó―. Me gusta un muchacho.
La pequeña se llevó sus manitas a la boca y abrió los ojos de par en par, yo asentí.
―¿Es guapo? ―asentí―. ¿Y tú le gustas, Miss?
―No sé.
―¿Y lo amas?
―¿Amarlo? ―fruncí el ceño.
―¿No sabes que es amar?
Su carita expresó sorpresa y luego se sentó en el pasto, yo me encontraba en una banquita de cemento.
―A ver, explícame que es amar ―la alenté a hablar.
―Bueno, todos los días mi mamá me prepara mi almuerzo para traerlo a la escuela, nosotros no tenemos mucho dinero y a pesar de eso ella siempre me pone un chocolate de esos que me gustan mucho. No hay día que no lo haga ―pausó―. Humm, también alguien que te ama te cuida y quiere lo mejor para ti. Como mi papá. Solo tenemos una cama en donde dormimos los tres pero a veces cuando llega muy tarde de trabajar, duerme en el piso para no despertarnos. Eso es amor, o al menos eso creo.
Sonreí.
―Gracias por explicarme ―acomodé un mechón de cabello que caía frente a su cara.
+ + +
―Buu ―me enderecé de inmediato y un pequeño mareo se apoderó de mí―. ¿Estás bien?
¿Es en serio?
―¿Qué haces aquí?
―¿Siempre duermes mucho?
―No me contestes mi pregunta con otra pregunta.
―Arréglate ¿sí?
―¿Vamos a dar otro paseo para perdernos?
―Algo así ―sonrió―. Te espero en la cafetería. No te tardes.
―Si patrón.
Soltó una risita y luego salió del lugar.
Me apuré lo más que pude pero igual terminé tardándome casi una hora y media. Oops.
―Buu ―le piqué las costillas.
―Me estaba haciendo viejo.
―Sí, se ve.
―Vámonos.
Se levantó de la silla y envolvió mi muñeca en su mano para después llevarme a donde había un auto.
―¿Y esto?
―Me quedó claro que no te gustan las sorpresas, pero deja d preguntar y espera a ver.
―No me vas a secuestrar ¿verdad? ―me miró mal y luego me hizo subir al auto.
Durante el camino estuvimos escuchando música y luego llegamos a un lugar en donde había cascadas, o al menos eso decía el anuncio a la entrada.
El lugar era precioso y la verdad es que estaba muy contenta de estar aquí. Jos había pedido a los de la cafetería que le pusieran un poco de comida en unos recipientes y también había traído postres y agua.
―¿Te gusta? ―asentí.
―Es muy lindo.
Hubo un silencio relajante hasta que Jos habló.
―El chico con el que hablaste el otro día...
―Es mi novio. Creí que ya te había dicho que tenía uno.
―No lo hiciste. No que yo recuerde.
―Bueno, no importa. Gracias por traerme aquí ―sonreí y saqué mí teléfono―. ¿Me podrías tomar una foto?
Jos asintió y agarró mi teléfono. Me paré cerca de una roca y sonreí para la foto.
―Ven, vamos a tomarnos una foto ―le hice señas para que se acercara a donde yo estaba parada.
Jos sonrió ampliamente y tomó la foto.
―Ahora una con el mío.
Después de que tomó la foto me giré a ver la cascada.
―De verdad es precioso aquí ―sonreí.
―¿Quieres entrar?
―¿A nadar? ―asintió―. Entra tú, yo te veo.
―¿Segura? ―asentí.
Me senté en una roca y luego de que Jos se quitara un par de prendas de ropa, entró el agua.
Mis mejillas se sintieron muy calientes cuando lo vi acercarse a mí.
―Deberías entrar, no está fría el agua.
―Insisto en que me quedaré aquí.
Jos hizo un mohín y siguió nadando.
Saqué mi teléfono y me puse a ver las fotos que me acababa de tomar Jos y luego vi las que tenía con Freddy.
―¿Acaso me estás tomando una foto?
Reí ante su comentario y negué con la cabeza. Guardé el teléfono cuándo vi a Jos saliendo del agua.
―A ver ―estiró su mano.
―Te lo juro que no te tomé nada de fotos ―me levanté de la piedra y comenzó a corretearme hasta que me atrapó―. ¡Estás empapado!
―Estaba en el agua ―dijo con un tono de obviedad.
―Me mojaste ―me quejé y entonces me alejó un poco de él y me giró ya que estaba de espaldas.
―No digas nada ―dijo y me besó.
¡¿Qué rayos?!
¿Por qué me estaba besando? Y peor aún, ¡¿por qué le estaba devolviendo el beso?!
―Jos ―murmuré cuando me separé.
―Te pedí que no dijeras nada ―me miró y después de besar rápidamente mis labios volvió al agua.
Y ahí estaba de pie sin saber qué hacer.
Jos me había besado y me había gustado.
+ + +
¡Nuggets!
Perdón si me desaparezco de aquí pero la escuela me consume :c
En fin, espero que les haya gustado el capítulo y bueno, paso rápido porque ando de Cenicienta :(
Las que ven mañana a los boys disfruten mucho el concierto♥
+ ¿Cuál es su paleta favorita? Yo AMO las paletitas de semáforo.
Todo el lof,
Cit.
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