Capítulo XX

Los Mugiwara se están escapando. Deben salir cuanto antes de aquel reino antes de que Big Mom acabase con ellos. Y no contaban con su capitán porque se estaba enfrentando al comandante sweet, Charlotte Katakuri. Ambos se encontraban en el Mundo Espejo de Brûlée teniendo una batalla intensa. Luffy no se rendía tan fácilmente. Intentaba comprender los movimientos de aquel hombre, pero siempre lo perfecciona. Sus técnicas no servían, él lo hacía mejor.

Esto a Mugiwara le estaba molestando. Ya estaba acostumbrado a enfrentarse a enemigos tan poderosos como él, pero Katakuri no era un simple humano. Es un súper humano como bien dijo Brûlée en su momento. La goma no era capaz de derrotar al mochi. Es un hombre perfecto para cualquiera. Katakuri tiene claro una cosa, no iba a perder ante un novato como Luffy, quien se ha atrevido a entrar en el Nuevo Mundo para enfrentarse a mamá. Y da gracias a que Len no esté presente porque sabe que la chica interferiría y no era el buen momento. Ella estaba embarazada y debe protegerla a toda costa.

Pero su paciencia se acabó utilizando la habilidades despertar de su Akuma no Mi para enterrar vivo a Luffy. Esta vez, pudo acabar con él, mira su reloj viendo que ya han pasado cuarenta minutos para merendar. Eso le irritó bastante que llamó enseguida a los chefs. Estos aparecen enseguida y le dan la mala noticia a Katakuri de que el té se ha enfriado; no le molestó para nada. Con su mochi crea una casa cubriendo aquel carro y va caminando hacia ella. Es su altar y es un sitio prohibido para entrar. Quién molesta a Katakuri será hombre muerto.

El comandante entra ya despreocupándose del exterior y se baja un poco la bufanda para poder comer tranquilo. Sin embargo, sus ojos se agrandan al ver a cierta persona que nunca esperó verla aquí.

—Len, ¿qué haces aquí?

—¡Te quería dar una sorpresa, mi amor! —grita con los brazos alzados.— Es que estabas tardando mucho —junta los dedos a modo de puchero.

Él simplemente suspira rascándose un poco su nuca a lo que se acerca hacia donde estaba ella. ¿Como podía negarse tal cosa? Es su esposa y se ve tan tierna cuando se pone así. Se sienta en el suelo, sintiendo el tacto frío mientras atrae a la joven a sus brazos para darle un pequeño beso en sus labios. Ronronea al notar aquellas caricias en su rostro. Han pasado horas desde que estuvieron juntos, pero para ambos fue una eternidad. Les mataba por dentro no estar con el otro y saber que estaba bien.

Katakuri coge un donut para ponerlo en modo almohada donde apoya la cabeza en él. Mientras, Len aprovecha en seguir acariciando aquel rostro tan perfecto para ella. Ojalá dejase el miedo aún lado y que todos le mirasen como ella le mira. Len ahora es como una adolescente enamorada teniendo al hombre perfecto. Haría cualquier cosa para cuidarlo y eso incluía en alimentarlo. Le va dando aquellos dulces que le volvían loco al comandante donde no dudó en devorarlos como nunca.

Donuts. Esposa. ¿Qué más necesitaba para ser feliz? Por supuesto, los pequeños que aún estaban en pleno desarrollo. Como le gustaría tenerlos en sus brazos. Pero ahora se conformaba con lo que tiene. La mano de Len mimaba la cabeza de éste viendo disfrutar como come. No ha dejado ni un momento de sonreír mientras besaba la frente de éste recibiendo un gruñido de satisfacción. Hasta se acerca a su barbilla para retirar los restos con la lengua.

Se ven tan felices disfrutando de aquel momento íntimo. Él canturreando y comiendo mientras ella le daba el amor del mundo. Y todo se desvanece cuando ven que el techo se rompe mostrando a Luffy con si Third Gear embuido por su Haki. Todo para Katakuri fue a cámara lenta. Su rostro reflejaba el terror. Traga en seco y sus ojos cambian a de un hombre enamorado a la de un demonio descabellado.

—¡Me has visto comer!

Oculta su rostro con la bufanda nuevamente y un aura maligna se apodera de él. Los chefs han presenciado el rostro de Katakuri y sienten verdadero temor. Sin pensarlo, empezaron a correr; sin embargo, se congelan rápidamente al sentir como aquel hombre se acerca peligrosamente hacia ellos. La rabia lo estaba consumiendo. Era un verdadero demonio. Sus ojos mostraban asesinar a alguien. Los chefs pedían clemencia diciendo que no han visto nada. Que no le dirían nada a nadie. Katakuri estaba cegado, intranquilo, blandiendo su tridente.

Luffy veía con expectación lo que estaba a punto de suceder. No obstante, al estar distraído, recibe un golpe de alguien obligándole a volar unos cuantos kilómetros chocando contra las paredes que decoraban aquel mundo. Katakuri se detiene en seco al escuchar aquello y los chefs tienen la boca abierta. Luffy sale de los escombros quejándose de dolor y mira fijamente al causante de todo esto. Traga saliva al ver a un verdadero demonio. Peor que Nami.

—¡¿Como se te ocurre interrumpir nuestro santuario?! —Len estaba hecha una furia.— ¡¿Sabes cuántas horas estuve esperando para volver a ver a mi esposo?! —aprieta los dientes con rabia mientras se acerca a Mugiwara.— ¡Era nuestro momento más íntimo y tú interrumpes! ¡Y encima de mala educación! ¡¿Es que no te han enseñado modales, estúpido mono?!

—... Es peor que Nami cuando se enfada, es una bruja —comenta Luffy y Len al escuchar eso se cabrea aún más, golpeando el piso con el pie haciendo que todo temblase.

—¡Repite eso y delante mía!

—¡Len-sama no haga esfuerzo alguno! ¡Recuerde que está embarazada! —grita uno de los chefs intentando calmar la situación.

—¡Ah! ¿Estás esperando a un bebé?

—¡Claro que sí, idiota!

—Yo pensaba que estabas gorda.

Tensión. Chefs con la boca abierta, más aún que antes. Katakuri impresionado por lo que ha dicho aquel chico. Y Len, por su parte, estaba petrificada ante las palabras sinceras de aquel muchacho. ¿La veía gorda? ¿Eso significaba que Katakuri también? ¿Por eso se rehusó hacerle el amor hasta ayer? Apoya las rodillas en el suelo sintiendo que todo su orgullo se ha desvanecido y comienza a llorar con fuerza. Recuerden: está embarazada y su personalidad puede alterarse, como, por ejemplo, ahora.

El corazón de Katakuri se revuelca al verla en ese estado que corre hacia ella, olvidándose de los chefs, de momento. Se pone a su altura sosteniéndola.

—¡Katakuri, él lo ha dicho! ¡Me ve gorda! ¡Soy fea para tus ojos!

—No estás gorda, Len —intenta tranquilizarla con palabras,— eres la mujer más bella y con un vientre hermoso. No le hagas caso. No ha tenido la oportunidad de tenerte como esposa.

—Prefiero la carne antes de tener a una bruja.

Eso ha colmado el vaso. Katakuri, con toda la rabia del mundo, estira su brazo a modo de mochi golpeando muy duro a Luffy donde éste cae al suelo por la paliza. Se lleva las manos a la cara gritando de dolor. Ese puñetazo fue peor que a los anteriores. Al levantarse, recibe una patada del comandante haciéndolo volar por los aires. Utiliza su habilidad para agarrarse a un espejo y mirar la escena. Los ojos de Katakuri no mostraban la tranquilidad que deseaba, sino más bien la de un demonio enfurecido.

Parece que, aparte de que le viesen la cara, le ha molestado mucho de cómo le ha llamado Len. Ella está sensible emocionalmente y ese desgraciado lo estaba estropeando. Ya se ha olvidado de los chefs que han aprovechado el momento de huir de allí cuanto antes, olvidándose de la situación con Len. Katakuri no iba a permitir que Mugiwara se burlase de ella. Sobre su cadáver.

Con rapidez, golpeaba a Luffy sin descanso, no controlando toda su rabia consumida. El joven pirata, gracias con su Haki de Observación, pude ver perfectamente el ataque de Katakuri, lo esquiva y da una patada en la mandíbula de éste provocando que se quedará quieto en su sitio. «No lo esquivó, ¿por qué?», Luffy no daba crédito que haya golpeado a ese ser casi intocable. El comandante vuelve a su sitio para golpearlo; sin embargo, el joven esquiva sin dificultad alguna aún queriendo averiguar qué es lo que estaba pasando.

Varios esquives más y lo comprendió todo. Aquel hombre invencible para cualquiera siempre confiaba en su Haki de Observación, ya que veía el futuro antes de recibir o dar una paliza. Era su gran oportunidad con lo que activa su Gear Four dónde va atacando sin descanso al grandullón quien sólo puede defenderse. No tiene la mente tranquila. Su Haki no le estaba ayudando. Es la primera vez que alguien le golpeaba de esa manera, ¿cuánto tiempo hacía desde que le golpearon? Ni lo recordaba. Otro golpe y Katakuri estaba a punto de tocar el suelo con su espalda.

Pero las palabras de su hermana Brûlée resuenan en su cabeza. Realiza una especie de acrobacia, apoyando la cabeza en el suelo y a modo de impulso, echa atrás todo su cuerpo incorporándose. Sus ojos estaban cerrados por un momento y los vuelve abrir volviendo a su serenidad. Luffy se aproximaba y va golpeando al hombre-mochi, pero ya todo acabó. Katakuri ha vuelto a su estado de antes donde todo su cuerpo se convierte en mochi esquivando aquellos ataques que para él eran sencillos. Luffy estaba estático. Pensaba que ya había ganado y no fue así.

Iba a seguir atacando; sin embargo, otra persona golpea su rostro donde Luffy vuela por los aires. Todo su cuerpo va dando de lleno en las montañas que decoraban aquel mundo. Rebotaba una y otra vez, como globo que es y alza la mirada encontrándose de nuevo a Len. Y esta vez su rostro reflejaba más que enfado.

—¡No voy a consentir que golpees a Katakuri! —Unas marcas van apareciendo el cuerpo de ella y sus ojos emiten aquel tono de color. Katakuri lo conoce. Ya lo ha visto antes. La chica estaba entrando en ese estado demasiado poderoso.

Luffy estaba impresionado ante aquella transformación y no sabe si era bueno o malo. Len alza sus puños dónde va reuniendo energía alrededor, más bien los trozos de piedra que dejaron rastro los chicos en su pelea. Ahora aquellas marcas de luz se vuelven de color marrón como la tierra misma y está a punto de atacar.

—¡Cavaré tu tumba aquí y ahora!

Estaba a punto de realizar dicho ataque; sin embargo, cierta persona la detiene utilizando su mochi inmovilizándola. Len se da cuenta de ello y empieza a moverse de su sitio.

—¡Katakuri suéltame!

—No dejaré que te hagas daño —dice el hombre poniéndose a su lado con toda la tranquilidad del mundo.— Y que él te haga daño.

—¡No voy a permitir que ese estúpido te golpee de nuevo!

—No lo hará. Nunca más.

Len se relaja al escuchar esa voz tan determinada en Katakuri. Es el hombre que conoce desde hace mucho tiempo. Un hombre que no teme nada y no se rinde ante nada. La joven vuelve a su estado normal donde observa con detenimiento aquella batalla de titanes de ambos contrincantes. Un joven con deseo de convertirse en el Rey de los Piratas y el otro en proteger a su familia a toda costa. Y no refiriéndome a la familia Charlotte, sino a su verdadera familia: Len y sus pequeños.

La batalla era intensa. No sabe cuántas horas han pasado. Pero aquel chico no se rendía. Cada vez que miraba a Katakuri, veía ilusión en sus ojos. Como si hubiera encontrado a un adversario admirable. Ni siquiera con ella tiene esa mirada. Claro, nunca le ha visto enfrentarse a otros enemigos en estos seis meses. Pero esos ojos lo demostraban. Un hombre quien esperaba a un contrincante como Mugiwara.

Es por ello que no se ha metido más en la pelea. Era una batalla de dos hombres con un objetivo bien claro. Cada vez que Katakuri golpeaba a Luffy, éste se levantaba con más fuerza que nunca. Ese chico le recordaba a ella cuando era una niña. Se enfrentó a cientos de niños y cientos de hombres más fuertes que ella, y se levantaba una y otra vez con el pensamiento bien claro de no rendirse. ¿Y si ese chico está demostrando que no le importaba el aspecto físico de Katakuri? No tuvo miedo al verlo.

Siente esperanzas en aquel chico que no paraba de intentar golpear a su esposo, pero él siempre daba un paso por delante. Estaba a punto de realizar un ataque mortífero con su tridente, pero Luffy resbala donde recibe aquel ataque aterrador. Len se sorprende ante eso, aquel se había salvado en varias ocasiones, pero esta vez no fue así. ¿Que le ha pasado? Y no era la única, Katakuri no daba crédito a lo que estaba viendo. Recibió un gran ataque y pudo esquivarlo fácilmente. Algo no le cuadraba.

Luffy se levanta nuevamente con esa gran herida abierta para atacar a Katakuri; sin embargo, cae de lado donde la pareja observa como una especie de aguja pasaba al lado del rostro de Mugiwara. La chica intentaba averiguar qué era eso y Katakuri mira de reojo al lugar donde salió disparado aquella especie de aguja. Conoce ese ataque. Lo conoce perfectamente. Ya esto sucedió antes y con Len. Puede escuchar como unas risas proveniente de aquel montículo. No podía creer que ella estuviese aquí dando la lata.

Luffy ha caído, pero vuelve a levantarse dolorido aún. Necesitaba descansar y lo ha hecho. Miraba a Katakuri quien estaba distraído, aunque sus ojos demostraban desaprovación. ¿Qué ocurría? Katakuri sostiene de nuevo su tridente y llama a la responsable:

—¡Flampe!

Len mira a la dirección donde estaba mirando Katakuri y ahí estaba la hermana pequeña de él saliendo de su escondite al escuchar que su hermano mayor la llamaba. Y no era la única, muchos fans salían despavoridos como si quieren llamar la atención. «¿Ella provocó esto?», ahora entiende la mirada de su esposo. Y ella estaba de acuerdo. Esa cría se ha entrometido en su pelea.

El grandullón se va acercándose hacia ella y Flampe tiene el pensamiento de que su querido hermano la iba a felicitar por su gran labor. Sin embargo, todos no se esperan aquel acto de Katakuri. Aquel hombre que todos respetaban y veneraban clava su propio tridente a la esquina de su estómago, lugar donde hirió a Luffy. Mugiwara no daba crédito a lo que vio. Unas cuantas gotas de sangre caen en el rostro de Flampe tampoco creyendo lo que acaba de ocurrir. Len fue la única en comprender porque lo hizo.

—¿Por qué? ¿Por qué lo has hecho?

En mucho tiempo, Katakuri nunca tuvo está sensación que lo estaba matando. Aquella herida era demasiado grande que no pudo evitar soltar su tridente. Mira sin miedo a su hermana pequeña y, con toda la determinación del mundo, agarra su bufanda y la va deshaciendo lentamente. Los piratas y Flampe han puesto cara de horror al ver lo que estaban viendo.— No te atrevas... —El verdadero rostro de Katakuri. Un verdadero monstruo a ojos de cualquier.— ¡A dar apoyo indeseado en un duelo entre hombres!

—¡No te me acerques! ¡No me toques! ¡Monstruo! —Flampe corre hacia atrás dándose de lleno en el montículo.

—¡Si te vas a burlarse de ese idiota, pues te burlarás de mí también!

Los piratas veían con horror el rostro del comandante sweet quien ya le daba igual todo. No iba a permitir que unos indeseables le ayuden ante una pelea de hombres. Luffy es su contrincante y de nadie más. En cambio, Flampe veía con horror esa escena. Su hermano mayor preferido no es del todo bello. Es un monstruo. Eso la hizo rabiar un montón.

—¡Que lamentable! —grita Flampe.— ¿Que estás tratando de lograr al perforar tu propio estómago? ¡Alguien como tú no puede ser mi hermano Katakuri! ¡Tu boca está dividida hasta las orejas! ¡Pareces una anguila pelícano! —escupe el chicle de su boca que le da de lleno en la mejilla de Katakuri.

—¡Alto Flampe-sama! ¡No podemos contener nuestras risas! —Los piratas comienzan a imaginarse al pez nombrado por Flampe.

Flampe iba a decir algo más, pero un zapato le da lleno en la cara donde la joven Charlotte no ha parado de quejarse de dolor. Todos los piratas paran de reír y sus cuerpos tiemblan una figura casi endemoniada. Katakuri conoce bien ese calzado y gira un poco su rostro para ver a la causante. Len estaba echando chispas y todo su alrededor se estaba rompiendo.

—¡Llámalo así a mi esposo y te vas acordarte de mí, maldita cría maleducada!

—¡Len-sama!

—¡Yo lo llama como me dé la gana! ¡¿Es que no le has visto su rostro?! —señalándolo con el dedo.— ¡Es feo y repulsivo! ¡No puede ser mi hermano! ¡Y tú encima te has casado con este anguila pelícano!

—¡Yo he visto su rostro antes que tú! —Todos se asombran ante la confesión de Len quien ya estaba al lado de Katakuri.— Y... —Sin hacer esfuerzo alguno, salta rodeando el cuello de su esposo con los brazos y va mimándolo como nunca.— ¡Es el hombre más guapo que he visto en mi vida!

—Len...

Las caras de los piratas y Flampe eran de pura sorpresa. «¿Está loca?», era lo único que pensaba la chica.— ¡¿Como puedes decir eso?! ¡Estás loca!

—¡Llámame lo que quieras, pero este hombre es lo más atractivo que hay en la faz de la tierra! —retira con los dedos aquel chicle molesto y se baja para dar cara a Flampe y a sus secuaces.— ¡Yo me prometí a mí misma de que si alguien se atreviese a burlarse de su rostro yo misma le daré la paliza del siglo! —señala con decisión a Flampe.— ¡Y él se ha quitado la bufanda y se ha hecho aquella herida por respeto a ese mono estúpido! —Ahora señalaba a Luffy.— ¡Y nadie puede intervenir en la pelea de dos hombres donde hay respeto mutuo!

Mugiwara ve a Katakuri quien estaba tranquilo ante esta conversación de la chica. Nota como ella lo está protegiendo de gente como ellos. Él hubiera hecho lo mismo por Ace, por Sabo o por sus nakamas quienes les están esperando. El comandante gira sobre sus talones para ver al chico quien aún sostiene aquella mirada de rivalidad y de no perder. Camina lentamente en dirección hacia donde está Luffy. Flampe les dice a los esbirros que saquen fotografías al rostro de su hermano, pero Len se los impide golpeando a todos. Aunque estuviera embarazada, no iba a permitir que esos idiotas se acerquen más.

Lo hacía por él. Es su batalla. «Ese chico ha hecho que se la quitase el miedo de que la gente le vea de esa forma», aprieta los puños decidida en pelear. Y todo ocurrió tan rápido. Ambos contrincantes lanzan sus Haki del Rey provocando un gran choque de energía en donde caen lentamente menos Len quien tiene mucha resistencia ante esa habilidad. Esta vez la pelea iba a ponerse seria con un Luffy decidido y con un Katakuri determinado.

La batalla eran tan intensa que Len no tuvo más remedio que alejarse de allí cuanto antes porque sabe que van a destruir todo a su paso. Estaban igualados en base a las heridas. Len comprendió que Katakuri quiere estar igualado y ver quién de los dos iba a caer primero. Junta las manos implorando de que ganase él. Ha estado batallando durante horas con un único propósito: demostrar que es un enemigo difícil de derrotar.

Una sonrisa se forma al ver que Luffy cae de nuevo, pero vuelve a mantenerse en pie. «Ese chico al ser de goma no debe tener las costillas rotas», Len mira a Katakuri quien sonreía como si algo estuviera a punto de venir. El chico iba a utilizar de nuevo su Gear Four y el grandullón no se interpuso en la transformación. Pero éste era diferente al anterior. Un gran humo forma alrededor de Luffy con aspecto de serpientes. Es conocido como la forma Snakeman.

¿Qué es lo que habría de especial en esa forma? Luffy lanza un ataque básico estirando el brazo donde Katakuri lo esquiva fácilmente; sin embargo, no notó que aquel ataque vuelve golpeándolo de lleno. Len estaba sorprendida ante eso y lo vio. Aquel brazo iba tan rápido como una serpiente. ¡Ganó más velocidad en esta forma! Ahora sí que la batalla se puso seria.

Golpes en las costillas, rostro, espalda, técnicas poderosas para derribar al otro... Todo esto se estaba formando en el Mundo Espejo. Solo un golpe más y esto habrá acabado para ambos. Katakuri mira de reojo donde estaba Len quien estaba detrás de un montículo observando todo y con las manos en su vientre como tranquilizando la situación. Si él perdía, mamá quitaría la vida de su mujer y de sus hijos. Lo recuerda como si fuera ayer: «Si no acabas con ese idiota de Mugiwara, dile adiós a esa chica y a mis futuros nietos».

Aprieta con fuerza sus dientes afilados no queriendo que llegase a pasar. Katakuri se dirige a una gran velocidad hacia Luffy transformando todo su cuerpo en mochi como si fuera una especie de donut. El chico sabe el ataque que va a realizar. Estaba preparado para lo que viene. Katakuri se alza volviendo a su estado normal mientras su brazo derecho se convierte en un brazo de pinchos.

Len lo veía todo a cámara lenta. Los dos ataques de ambos iban directos hacia ellos para acabar esta batalla.

—¡Gomu Gomu no King Cobra!

—¡Zan giri mochi!

Ambos golpes dan de lleno al otro provocando un gran choque de energía, casi explotando el lugar donde se encontraban. Len tuvo que protegerse de aquel montículo para no recibir ningún impacto. No sabe cuántos minutos han pasado y no sabe si Katakuri está bien. Al asomarse ve un gran agujero donde está Luffy y a Katakuri en el suelo, pero no cayó de espaldas. Esto era un mal presagio para ella.

Sin embargo, abre los ojos con sorpresa al ver que Mugiwara aún seguía con vida después de aquel ataque que cayó al suelo. Y al levantarse se encuentra delante suya a un Katakuri que tampoco se ha rendido. Ambos estaban cansados. Uno de ellos iba a caer. ¿Quién será el primero en caer?

___________

¡En el siguiente capítulo veremos quién de los dos ha salido victorioso!

Nos vemos en el próximo capítulo, ¡chau!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top