Capítulo 74: Juramento de Lealtad
-Mansión de la Princesa Roselia, Ciudadela Yakob-
Varias horas han pasado desde mi nombramiento como Barón por parte de la princesa Roselia.
Durante ese tiempo no solamente probamos deliciosos platillos, sino también disfrutamos un buen rato en compañía de Elena y el joven Balmir, el cual se mostró fascinado luego de escuchar los relatos épicos de nuestras aventuras narradas de primera mano por Tyrel, quien se encontraba notoriamente ebria luego de degustar los manjares y licores servidos en dicha celebración.
Aunque tuve el gusto de conversar con personas de confianza de la princesa, llegué a un punto en donde necesité respirar aire fresco, por lo que me separé del grupo y me dirigí a uno de los balcones que daban al exterior de la mansión, allí pude sentir como una fría brisa acompañaba a la quietud de un ambiente controlado y vigilado por los soldados que sirven a la princesa.
Aquellos soldados, seguramente poseen como mínimo el rango de caballero, el cual debería de ser el rango inicial de todo noble que inicia su vida como un plebeyo o aventurero.
El que yo me haya saltado el rango de caballero y me haya ido directamente al rango de Barón, solo es debido a que es el rango mínimo que debo portar para ser el tutor y guardián legal de Balmir.
Honestamente mi plan inicial era establecer mis operaciones en Runser, lugar donde ya tenemos bastante confianza con los pobladores, y que además posee razonables recursos minerales.
Claramente es mucho mejor para mí no tener que responder ante el lord de las tierras de Ebelmonte, pero aun así volverme un Lord no me genera mayor tranquilidad.
Aunque mi intención era empezar desde cero, terminé consiguiendo una bonificación que puede terminar jugándome en contra si no soy cuidadoso.
Tengo la suerte de al menos no haberme encontrado hasta ahora con el príncipe Rastiel, ya que seguramente no podría escuchar el final de sus reclamos al dejar que su hermana mayor me nombrara como noble.
Al ser nombrado directamente por la princesa, de cierta forma se puede considerar que he terminado bajo su jerarquía, algo que el mismo príncipe intentó hacer anteriormente.
No me gusta el tomar partido, pero ahora que indirectamente lo he hecho, solo me queda esperar no encontrarme con el príncipe en un futuro cercano.
- ¿Se encuentra bien amo?
Aquella pregunta solo pudo venir de una persona en particular, y era la arquera y chica demonio de nuestro equipo.
-Me encuentro bien, solo necesitaba tomar un poco de aire fresco.
Dije esto mientras le daba la espalda al balcón para poder verla con detalle, ya que no era normal para ninguno de los dos el vestirnos de esta forma.
- ¿Sucede algo amo? Se quedó callado de repente.
-Ah, lo siento, es que me sorprende lo bien que te ves con ese vestido, te ves genial.
¡¡!!
Por un momento sentí que su rostro se puso colorado, aunque pudo ser debido a la falta de iluminación a nuestro alrededor.
-Agradezco sus palabras, usted también se ve muy bien de traje.
Por su tono tranquilo y cordial parecía que mi cumplido fue algo normal, por lo que descarté la posibilidad de haberla alterado con mi comentario anterior.
-Gracias, pero me siento raro vistiendo así, creo que ya me acostumbré a ir con mi armadura de siempre... Aunque puede que tenga que acostumbrarme a esto.
Ahora que soy un noble, seguramente terminaré involucrado en eventos de gala, cosa que no me emociona mucho.
-Estoy seguro que logrará estar a la altura del privilegio que se le fue otorgado amo.
Sus palabras fueron más un consuelo para mí, pero no me sentía del todo cómodo en ese momento, y era claro por qué.
-Eso espero, aunque quisiera que esto de ser noble no termine creando nuevos muros entre nosotros, no después de todo el esfuerzo que invertí en que podamos ser amigos Valupla.
Dije esto ya que me encontraba ligeramente molesto de que me siguiera tratando como su amo cuando estábamos solo los dos.
Valupla también se dio cuenta de esto y desvió su mirada, para luego verme de nuevo.
-Pido disculpas, puede que terminara volviéndose una costumbre Shimon.
Al escucharla pronunciar mi nombre relajé mi semblante ya que me sentí alegre en verdad.
-No te preocupes, no pasa nada.
Luego de decir aquellas palabras decidí cambiar el tema de conversación antes de que resultara volverse incomodo el ambiente.
-Por cierto, la verdad quisiera preguntarte qué opinas sobre nuestro nuevo destino, aunque no sea el lugar correcto, si nos acercaremos mucho más al continente demonio, ¿No te alegra eso?
Hice aquel comentario teniendo en mente que a ella le alegraría la idea de estar más cerca de su tierra natal, lugar de donde fue apartada de su familia en contra de su voluntad.
-Quizás me tome un poco de tiempo, pero estoy seguro que una vez allí encontraremos la forma de prepararte un barco para que puedas regresar a tu hogar.
Dije esto tratando de sonar alegre, aunque no me era nada sencillo, ya que, aunque quería ser capaz de cumplir la promesa que le hice cuando la conocí, también me ponía triste pensar que muy pronto nos tendríamos que despedir.
A pesar de todos los problemas y dificultades que enfrentamos durante nuestro viaje juntos, los momentos que pasamos todos juntos son invaluables para mí, por eso me sentiré triste al momento de tener que despedirme de ella.
-Mi madre sigue con vida Shimon.
¡¡!!
Al escucharla decir esas palabras sentí que se me helaba la sangre.
Aquello yo ya lo sabía desde que dejamos el pueblo Belef, pero Valupla no se había atrevido a revelármelo hasta ahora.
-No tengo forma de probarlo, pero sé que no murió cuando fuimos secuestradas en Daruma... Aun cuando fuimos separadas hace mucho tiempo, sé en mi corazón que ella sigue con vida...
Aquellas palabras dichas con tal sentimiento me hicieron imposible revelar que yo también sospechaba lo mismo, y eso era debido a mi habilidad [Ventana de Estado].
Así como puede mostrarme la información personal de cualquiera en quien la usé, también me deja saber los miembros de la familia del objetivo, y hasta hace poco pude confirmar, que el carácter de [Madre] sigue apareciendo cada vez que analizo su estado.
Aunque puede ser solo una coincidencia, es mejor que darse por vencido.
-Es por ello, que hasta que pueda encontrarla, no pienso volver al continente demoniaco... No hasta que pueda salvar a mi madre como tú lo hiciste conmigo.
La mirada llena de determinación en Valupla fue más que suficiente como para que yo aceptara dicha determinación.
-Está bien Valupla... Si esa es tu decisión entonces puedes contar con el apoyo de todos, encontraremos a tu madre y la salvaremos también, ¡Es una promesa!
Dije esto con ánimo, pues era mi intención ayudarla en esta labor, aun si terminara demorando mis objetivos principales, no escatimaré en esfuerzos por mi querida compañera de equipo.
-Muchas gracias Shimon... Y bueno... Supongo que ya tomé suficiente aire, te veré adentro...
Valupla terminó despidiéndose de mí con una sonrisa para luego verla marcharse hasta el interior de la mansión.
-Por cierto... Una última cosa...
Antes de que pudiera divagar en mis pensamientos nuevamente pude escuchar a Valupla llamarme desde el interior de la mansión.
-Aquel halago... Por favor no olvide dárselo a todas... Estoy segura que más de una lo apreciará también.
¿?
-Ah... Por supuesto, lo haré al volver.
Sintiéndome algo confundido por aquel comentario terminé viendo como ella regresaba al interior y desaparecía de mi vista.
Decidí no darle muchas vueltas al asunto, puesto que ya tenía muchas cosas en la que pensar.
Aun así, no pude evitar sentirme alegre luego de saber que nuestras aventuras juntos podrán seguir por un tiempo más.
Solo espero que estas aventuras siempre resulten con un final feliz, aun cuando termine cargando con el peso del mundo, solo deseo poder proteger las sonrisas de todos.
Porque esas sonrisas son las que me permiten seguir adelante.
-Al Dia Siguiente-
-Entrada Este, Ciudadela Yakob-
Luego de superar todos los pormenores que vivimos la noche anterior, un nuevo día había comenzado, y era el momento de que partiéramos hacia nuestro siguiente destino.
Habiéndonos despedido de las personas y amigos que hicimos durante nuestro tiempo en esta ciudadela, empezamos nuestro recorrido final por Yakob.
En nuestro nuevo viaje, nos tendríamos que mover con nuestro grupo original. Debido a los peligros que enfrentaremos de camino a la isla Vildam, el joven Balmir permanecerá al lado de la princesa en Yakob, hasta que podamos asegurar un trayecto seguro para el único y principal heredero de las tierras de Vestevia.
Tomando en consideración mi nueva posición social, nos tomamos la molestia de ir a una tienda de carrozas, para así sustituir la misma que habíamos estado usando hasta ahora, la cual ya se encontraba algo desgastada por los trayectos que habíamos tenido que superar con ella.
Aunque no me consideraba un experto en carrozas, si quería escoger una más espaciosa, y con ciertas comodidades, ya que siendo cuatro los tripulantes el espacio libre era muy poco.
También buscaba una que tuviera asientos y espaldares más cómodos, ya que el estar sentado por horas durante nuestros viajes era un martirio para mi espalda.
Para nuestra suerte, Sephirina fue la que se encargó de las negociaciones, y demostró ser bastante capaz al presentarme como el nuevo Barón nombrado por la misma princesa Roselia, así nos consiguió tanto trato preferencial como un precio adecuado por nuestro nuevo medio de transporte.
Una vez terminamos aquel negocio, hicimos el intercambio del vehículo y preparamos a nuestros Bolgaris para que pudieran familiarizarse con este, los cuales empezaron a proyectar un aura más noble al estar sujetos a este.
-Aaaahhh... ¡Que cómodos son estos asientos! Creo que podría echarme una siesta si cierro los ojos por un instante...
Aquel comentario vino de Tyrel, quien ya se había recostado en uno de los asientos del vehículo, el cual tenía el doble de largo que nuestro anterior transporte.
La razón del por qué dicho incremento no afectaba a nuestros Bolgaris, era por el simple hecho de que nosotros no llevábamos ningún equipaje encima, ya que todo se mantenía almacenado con mi habilidad. De modo que estos solo tenían que llevar el peso del vehículo y de nosotros cuatro.
-Normalmente te diría algo al respecto... Pero ciertamente es agradable no sentir el golpe del avance por la carretera... Es bueno tener asientos amueblados.
Dije esto luego de sentir un gran alivio mientras avanzábamos por las carreteras de la ciudadela, agradeciendo que esta carroza contará con un sistema de resortes para amortiguar las sacudidas del vehículo durante su avance.
-Shimon, ya estamos por llegar a la entrada este, asegúrate de actuar como practicamos.
Aquello fue dicho por Sephirina, quien se ofreció de voluntaria a ser la primera en manejar nuestro nuevo transporte.
-Ah, por supuesto, gracias Sephirina.
Sin ser capaz de disimular el nerviosismo hice lo posible para mantenerme estoico.
-Todo saldrá bien amo, se lo aseguro.
Valupla vino en mi auxilio con aquellas palabras, logrando que recuperara la compostura.
-Gracias, tienes razón, solo tengo que jugar mi papel.
Mientras decía esto pude sentir como nuestro vehículo desaceleraba, siendo que este estaba frenando para la inspección reglamentaria de los guardias que custodiaban la entrada Este.
- ¡Alto! Identificación y motivo de la salida.
Uno de los guardias que portaba una lanza se aproximó a Sephirina para hacer estas preguntas, su rostro no se distinguía por el caso que llevaba puesto, pero su tono autoritario lo definía a la perfección como un guardián de esta puerta.
-Mi nombre es Sephirina Bartens, aventurera RANK B, nos dirigimos hacia el pueblo Runser, mi señor, Lord Wallace, tiene prisa en cumplir con sus obligaciones dadas por la realeza de este reino.
- ¿Lord Wallace? Es la primera vez que escucho de ese nombre... Oye, ¿Sabes de algún noble o casa con ese apellido?
-No en realidad...
El guardia le hizo esta pregunta a su compañero, quien se mostró dudoso a la hora de responder.
-Vamos a necesitar que bajen los que se encuentren dentro del vehículo, sin discusión, y vamos a tener que revisar su vehículo para comprobar que no estén transportando nada ilegal.
Ante la sospecha que se desató por nuestro motivo de salida, el ambiente se puso algo tenso, al punto en que el semblante de Sephirina se agravó.
- ¿Acaso piensan dudar de los propósitos de Lord Wallace?
- ¡Espera Sephirina, no es necesario!
Antes de que la situación pudiese escalar a un nuevo nivel, salí del interior de la carroza por la puertecilla de acceso para el conductor.
-... ¡Un momento! ¿¡Aquel distintivo podría ser...!?
En el instante en que salí de la carroza, el guardia que sugirió el revisarnos dirigió su vista casi al instante al distintivo dorado con detalles escarlata que colgaba en mi pecho, mismo distintivo que me fue dado por la princesa horas después de la ceremonia de nombramiento
-Ese es un distintivo exclusivo para los Barones de Marebitia... ¡Capitán! ¿¡Puede que él sea el nuevo noble que fue nombrado anoche por la princesa!?
- ¿¡Eh!? ¿Aquel que se dice tiene la fuerza de mil hombres, y que luchó codo a codo con el Héroe Alan!?
... Me preocupa la rapidez y precisión con la que se esparcieron esos rumores...
[Dominación]
-Disculpen... ¿Hay algún problema?
Dije aquellas palabras a ambos guardias mientras mostraba una sonrisa llena de confianza, buscando a la vez proyectar un poco de la inexistente nobleza que poseía.
¡¡!!
- ¡¡N-No!! ¡Ningún problema Lord Wallace, perdónenos por retrasar su avance, pueden partir sin problema, ¡Nuestros mejores deseos y vuelva pronto!
Al momento en que se dieron cuenta de la gravedad de sus casi acciones, el mismo soldado capitán se hizo a un lado e hizo una reverencia de pie, dándonos paso libre para dejar la ciudadela.
-Se los agradezco mucho, que tengan buen día todos.
- ¡Muchísimas gracias por sus deseos Lord Wallace!
Estas palabras fueron dichas al unísono por el capitán y su subordinado, a los cuales me quedé viendo fijamente mientras avanzábamos y dejábamos atrás a la ciudadela.
Siendo un grupo de cinco, incluyendo claro al pequeño y juguetón Fah, dejamos sin obstáculos la ciudadela Yakob, en búsqueda del pueblo donde tomaríamos un barco que nos llevaría hasta nuestro destino.
-... Hah... No puedo creer lo terrorífico que es actuar así.
Aquellos fueron mis palabras de alivio una vez pude volver al interior de la carroza para así derrumbarme encima de uno de los asientos.
-Lo hizo bastante bien amo.
-Así es, buen trabajo Shimon, incluso desde aquí pude sentir la nobleza en tu voz, se te da natural jijiji.
-Cállate Tyrel... La próxima vez serás tú la que intercederá en mi nombre.
- ¿¡Eh!? ¿Por qué?
La felicitación con una pizca de burla de Tyrel hizo que me sintiera aún más apenado de haber actuado como un noble en aquel instante.
Ignorando los reclamos de Tyrel de no querer hacer un papel como ese mi mirada se detuvo en la que conducía nuestro nuevo medio de transporte.
-Buen trabajo jugando tu papel Sephirina, pareció casi real tu enojo.
- ¡No es nada! La verdad es que solo imité lo mismo que hacían los conductores que conocí de niña, así que fue sencillo.
... Empiezo a sentir que aquellas palabras representan una bandera muy lejana para mí, solo espero estar imaginándomelo.
-Sephirina, por favor haznos saber cuándo ya estemos lo suficientemente lejos de la ciudadela, al punto en que los guardias del muro ya no puedan vernos.
- ¡Entendido!
Una vez recibí su confirmación cerré mis ojos por un instante, tratando de procesar el acto que acabábamos de montar, uno que no habíamos decidido realizar por cuenta propia.
Antes de que nos despidiéramos de la princesa, esta nos dejó un pequeño encargo, el cual yo en un inicio no le encontré propósito.
Sinceramente me pareció más como un castigo que como un encargo.
La idea de todo esto era hacer que me acostumbrara a mi nueva posición, de modo que tuviera que aparentar ser el noble que soy en más de una ocasión en frente de los habitantes de la ciudadela.
El propósito de esto era hacer que mi nombre empezara a ser conocido, así como también empezar a generarme una reputación, algo que podría jugar a mi favor en relación a mis nuevos objetivos.
La prueba final fue el salir de la ciudadela, dejándome ver por los guardias y mostrando una actitud magnánima y respetable.
Solo agradezco que ya tuviese algo de buena reputación tras los eventos de la Hidramutante Titánica, sino hubiera sido incomodo tener que lidiar con los guardias y tener que esperar a que verificaran mi identidad.
-Hey Shimon, ¿Cuánto falta para que podamos almorzar?
-Acabamos de comer hace dos horas Tyrel.
- ¡Exactamente! ¿¡Acaso quieres que me muera de hambre!?
...
Si esto fuera un anime, estoy seguro que habría una vena hinchada en mi frente, pero traté de no pensar en ello.
[Almacén de Objetos]
Sintiendo que discutir de esto con ella solo sería un desgaste de mi energía y paciencia, hice aparecer con mi habilidad una gran presa de carne cocinada a término medio, dándosela a la glotona que tenía a mi lado.
- ¡Gracias Lord Wallace! ¡Su generosidad no conoce límites!
...
Empiezo a considerar que quizás debí dejarla cuidando al joven Balmir...
-Media Hora Después-
-Shimon, creo que ya nos hemos alejado lo suficiente, ya no puedo ver la ciudadela.
Habiendo escuchado estas palabras de Sephirina, quien había sido relevada por Valupla y ahora estaba vigilando el área que estábamos dejando atrás, decidí levantarme de mi cómodo asiento e ir a donde se encontraba Valupla.
-Valupla es hora, ¿Estás lista?
-Por supuesto, esperando a su señal.
Habiendo escuchado estas palabras me aferré al techo de la carroza para impulsarme y así aterrizar sobre este.
- ¡Todos prepárense!
Dije esto a lo alto para que las pasajeras presentes se sujetaran de lo que tuvieran a su alcance, siendo Sephirina la que sujetaba al inquieto Fah, quien era junto a los Bolgaris los únicos que desconocían lo que estaba por suceder.
[Almacén de Objetos]
Estirando mi mano al aire hice aparecer un pergamino de aspecto antiguo, del que emanaba un aura oscura y siniestra, al cual le terminé inyectado mi propio MP para hacer que emitiera un brillo purpura y se activara el hechizo transcrito en su interior.
PATRÓN ESCRITO, ADQUIERE LA FORMA
QUE LA OSCURIDAD SE HAGA PRESENTE
PARA TRASCENDER LOS LIMITES DEL ESPACIO
Y CREAR UN PUENTE QUE NOS MUESTRE EL CAMINO DESEADO
[Teleportación]
Habiendo pronunciado el encantamiento de activación lancé el pergamino a varios metros frente a nuestra carroza en movimiento.
Una vez hubo suficiente distancia entre nosotros y el pergamino este fue envuelto por una masa de energía oscura, la cual se expandió hasta tener varios metros de radio, lo suficientemente grande como para que un pequeño batallón pudiera atravesar este.
¡¡!!
Al momento en que esta masa de energía inestable se manifestó en frente de nosotros nuestros Bolgaris se alteraron y asustaron.
Antes de que pudieran ocasionar un accidente salté hacia el asiento del conductor y sujeté junto a Valupla las riendas de estos.
[Dominación]
- ¡¡Avancen!!
Usando esta palabra llena de poder y autoridad ambos Bolgaris se desprendieron de su temor y redoblaron el trote, dirigiéndose de lleno contra el portal recién abierto.
Al momento en que estábamos por atravesar la masa de energía Valupla terminó por soltar las riendas para cubrir sus ojos del brillo oscuro y la masa de energía frente a nosotros.
¡FLASH!
Segundos después, ya no quedaba rastro de la masa de energía o de nuestro carruaje, ambos se habían desvanecido en el aire como si el aire los hubiera succionado, dejando únicamente rastros de hierba quemada en el suelo.
Fue así como dejamos las tierras de Maydiland, las cuales quizás no volveríamos a visitar, con tal de aventurarnos en nuestra nueva aventura.
-Al Mismo Tiempo-
-Pueblo Runser, Tierras de Ebelmonte-
En medio del bosque protector y el pueblo oculto dentro de este, la misma masa de energía oscura que vimos desvanecerse segundos atrás se manifestó nuevamente, dejando así aparecer de su interior a los Bolgaris y a la carroza que hace poco desapareció de otras tierras lejanas.
- ¿Están todas bien?
Hice esta pregunta a todos los que habían experimentado por primera vez la magia de [Teleportación], siendo toda una experiencia la primera vez que se vive.
-Todo bien... Eso creo...
Aquello fue dicho por Tyrel, quien había terminado recostada en uno de los asientos presentes y con ambas manos cubriendo su cabeza.
- ¡Estamos bien Shimon!
-Aquello fue dicho por Sephirina, quien fue capaz de ponerse de pie sin problema y dirigirse hacia la parte frontal de la carroza.
- ¿Y tú Valupla? ¿Te encuentras bien?
-Si... Todo en orden.
A pesar de que acababa de chocar contra una masa de magia de aspecto tenebroso, fue capaz de mostrar su temple y entereza en su tono de voz.
-... ¿Segura que estás bien Valupla?
Esta pregunta la hizo Sephirina, quien una vez salió de la carroza y llegó a donde estábamos, en vez de tener una sonrisa amistosa, tenía una de ira contenida, mientras veía explícitamente a la parte inferior de mi cuerpo.
Perturbado por su mirar y sin entender las razones de esta, bajé mi mirada para así darme cuenta que Valupla de manera inconsciente sujetaba firmemente la parte inferior de mi camisa, siendo esto prueba de que si se había asustado un poco durante la Teleportación.
No tomó mucho tiempo en que la misma se diera cuenta de esto y soltara la manga de mi camisa de manera abrupta.
-Perdón...
-No te preocupes... Seguramente nos tomará unos diez minutos llegar a la entrada del pueblo, que ganas de ver si ha cambiado desde la última vez que estuvimos aquí.
Sintiendo como el ambiente era algo tenso entre los presentes busqué cambiar el tema de conversación.
-Aunque tú los visitaste hace unas semanas para obtener tu espadón.
Ugh... el revés Sephirina me dio con esa frase fue crítico, aunque verdad no le faltaba con ello.
- ¡Yo sí estoy emocionada! Es la primera vez que visito el famoso pueblo Runser.
Tyrel se unió a nosotros con una cara llena de emoción, siendo cierto que esta sería su primera visita a Runser, recordando claro que el acceso a este pueblo está regulado por el gremio de aventureros del pueblo vecino, por lo que no cualquiera puede acceder a no ser que sea un comerciante, o un aventurero de alto RANK.
-No estaremos más que un día, así que intenta aprovechar esta oportunidad.
Ver su cara de emoción trajo algunos pensamientos negativos por algún motivo que se escapaba de mi entendimiento, por lo que traté de aplacarlos con aquella frase, lo cual claramente Tyrel resintió.
-En ese caso iremos juntas a conocer el pueblo. ¡Seguramente encontraremos algunas tiendas que vendan buena comida!
Al momento de decir esto Tyrel tomó de los brazos a ambas compañeras a manera de protesta ante mi declaración.
Sigo sin entender que clase de protesta busca hacer, pero mientras no me llegue a involucrar bien por mí.
-Adelante, mientras no causes problemas y te mantengas junto a ellas puedes ir donde quieras, pero ni se te ocurra tragar como bestia y dejar a los puestos la cuenta bajo mi nombre.
-... ¡Tsk!
- ¡Escuché ese chasquido! ¿¡Así que estaba en lo correcto!?
- ¡Por supuesto que no!
-Tranquilo los dos. No peleen por algo que no ha pasado.
Sephirina empezó a mediar entre los dos, con tal de evitar que nuestro argumento escalara a una discusión con base en mi capital.
Por un lado, me alegraba que la conversación hubiera tomado un rumbo distinto, aunque no podía evitar molestarme el hecho de que hubiese adivinado las verdaderas intenciones de Tyrel.
-Vale, me quedaré tranquilo, Sephirina y Valupla, las dejo a ambas a cargo de Tyrel y Fah, asegúrense de que no se pierdan ni hagan un desastre.
- ¡Que cruel! ¡Pareciera que estuvieras refiriéndote a mí como si fuese una clase de mascota!
Tyrel resintió tanto mis palabras como mi tono de voz, pero terminé siendo inmune ante esos reclamos.
-Tranquila, te falta mucho para alcanzar el rango de mascota, mínimo necesitas aspirar a ser la mitad de adorable y agradable de lo que es Fah.
- ¡Eres demasiado cruel!
-... Mientras exploramos la ciudad y revisamos las tiendas, ¿Hay algo que quiera que hagamos o busquemos?
Esta pregunta la hizo Valupla, quien parecía tener curiosidad acerca de mis planes para el día de hoy.
-No te preocupes, todos merecen un descanso de vez en cuando, traten de pasarla bien y diviértanse.
Al principio consideré el pedirles que buscaran algunas cosas que iba a necesitar a futuro, pero me retracté al recordar que las tres aún siguen un tanto afectadas por lo ocurrido en nuestra última misión.
- ¿Entonces que harás tú Shimon?
Ante la pregunta de Sephirina terminé esbozando una sonrisa, mientras veía a lo lejos la entrada al pueblo.
-No mucho, creo que iré a buscar tutorías.
-Una Hora Después-
-Complejo Educativo, Pueblo Runser-
Luego de dejar a las chicas y Fah en el centro del pueblo, decidí desviarme de la ruta principal para así dirigirme al mismo complejo educativo que una vez visité antes de unirnos a la cruzada de Rastiel.
Mismo lugar donde encontré el diario y todos los conocimientos dejados atrás por la madre de Vorg, quien fue en su tiempo una reencarnada de mi mundo. O eso al menos es lo que yo sospecho.
El motivo por el cual vine a este lugar en primer lugar, era para encontrarme con la persona que dirigía este establecimiento.
Dejando nuestra carroza en un lugar seguro, bajé de esta para así darle la vuelta al establecimiento, para ver si me encontraba con esta persona en el exterior.
Y para mi suerte, no tuve la necesidad de entrar en el complejo para encontrarla, ya que esta se encontraba en la parte trasera del complejo, el cual tenía un campo con césped recién cortado, y muchos niños alrededor corriendo y divirtiéndose, un caos lleno de inocencia y buena voluntad.
La misma se encontraba leyendo un libro bajo la sombra de un árbol, con su cabello trenzado y cayendo por encima de uno de sus hombros, y ajustando sus gafas de lectura, las cuales se notaba que ya llevaba años usando.
Busqué acercarme de la manera más discreta, pero sin utilizar ninguna habilidad que ocultase mi presencia adrede, ya que no quería sorprenderla o asustar a alguien por error.
Cuando ya me encontraba a una distancia de diez pasos, fue que la susodicha alzó la vista y pudo reconocerme, esbozando una sonrisa de par en par.
- ¡Señor Shimon! ¡Que alegría volverlo a ver!
Su saludo lleno de buenas intenciones fue bien recibido, al cual intenté corresponder de la manera más cordial.
-Lo mismo digo señorita Bryla, ¿Cómo se encuentra?
-Tan bien como se puede estar, no pensé que le volvería a ver tan pronto. ¿Se trata de una visita corta o podrá acompañarnos a cenar?
-De hecho, vine con compañía, esperaba que no fuese un problema preguntarle si pudiera darnos estadía por esta noche.
- ¡Por supuesto no es un problema! ¿Puedo entender entonces que las señoritas Sephirina y Valupla han venido también?
Bryla se mostraba bastante feliz entonces, ya que guardaba un especial cariño por ambas chicas.
-Así es, también nos acompañan una nueva... Creo que se puede llamar compañera de equipo.
Tuve mis dudas sobre si referirme a ella en ese momento, ya que seguía un poco resentido por lo de hace rato.
-Mientras más mejor señor Shimon, ustedes siempre serán bienvenidos tanto en nuestra casa como en el pueblo.
-Se lo agradezco mucho...
Terminé sintiéndome tranquilo al saber que no seríamos una molestia entonces, aunque pude sentir el repentino cambio en el semblante de Bryla, pero no relacionado con mi persona, sino por algo que llevaba en mi pecho.
-Señor Shimon... ¿Acaso eso es...?
¡THUD!
Antes de que ella pudiera terminar esa frase fui derribado por una tacleada grupal hecha por varios niños, quienes lograron derribarme con tanta facilidad que no pude sentirme algo avergonzado por haber bajado así la guardia.
- ¡El héroe ha vuelto!
- ¡Señor héroe!
- ¡El señor Shimon regresó!
Los niños se mostraron bastante enérgicos, muy probablemente porque me recordaban del incidente que se dio en este pueblo, así como también de la contienda que tuvimos mi equipo y yo en frente de los pobladores.
Aunque si bien los niños no eran tan pesados como para no poder quitármelos de encima, debido a mi alto nivel era muy cuidadoso al momento de ejercer mi fuerza, y el riesgo de emplear más de la necesaria para levantarme y herir a esos pequeños era bastante aterrador para mí entonces.
-Hemos derrotado al señor héroe, ¡Ahora nosotros somos los héroes!
Un niño bastante enérgico se paró justo encima de mi cabeza, lo cual era bastante doloroso, y se proclamó vencedor al tenerme inmovilizado.
-Niños... Auxilio...
Ante mi incapacidad de liberarme con seguridad de estos niños pedí auxilio ante la única autoridad presente que estos niños podrían obedecer o respetar.
-Es suficiente niños, no es correcto atacar de esa manera por la espalda, ahora muévanse para que el señor Shimon se pueda levantar.
Ante la amable y gentil petición de su educadora los niños empezaron a levantarse y dejarme en libertad, incluso el niño que me había pisado la cabeza. El cual tras levantarme se mostraba bastante lleno de confianza.
Como soy un adulto no puedo ejercer violencia ni venganza... Para mi pesar...
-Muchas gracias Bryla, casi no la contaba.
- ¡El señor Shimon es muy descuidado, pudimos vencerlo y solo somos niños!
El mismo niño confianzudo dijo esto a lo alto mientras el resto de niños se reía con inocencia.
-Es suficiente Frederick, tienes que ser respetoso con los adultos, en especial con los nobles como el Lord Shimon.
Ante ese comentario muchos niños quedaron confundidos, pues no entendían porque su maestra se refería a mí con ese adjetivo.
-Ah... Se me olvidó quitármelo tras dejar la ciudadela...
Dije esto al momento de ver como aun llevaba puesto el distintivo de noble que usé en las puertas de la ciudadela.
-Lord Shimon, si no le molesta que le pregunte, ¿Estoy en lo cierto si asumo que ese es un distintivo para los Barones de Marebitia?
-Me sorprende que lo pudieras distinguir... Yo sigo sin ver la diferencia entre el resto... Pero es correcto Bryla.
-En tal caso permítame darle la bienvenida y agradecimientos por visitar nuestro establecimiento, Lord Shimon. Niños, es momento de que practiquen el saludo que hablamos en clases.
Los niños se mostraron confundidos al principio ya que no entendieron que estaba pasando, aun así, los que eran más conscientes de nuestra conversación se apresuraron e hicieron una leve reverencia.
- ¡Saludamos al señor noble, muchas gracias por visitarnos!
Esto fue dicho por la mayoría de los niños presentes, quienes se mostraron tanto preocupados como asustados por haber derribado a alguien considerado como la nobleza. Aunque este pensamiento no estaba presente en todos los niños, los que eran más conscientes tuvieron ese pensamiento.
-Por favor, no es necesario tal saludo, el nombramiento es muy recién, y la verdad no me siento muy cómodo con tales cosas... Pero es un gusto volverlos a ver niños, me alegra ver que todos se encuentran bien.
Busqué calmar a los niños presentes, agachándome para así dirigirme a estos y hacerles saber que no se meterían en ningún problema por lo sucedido.
Bryla se mostró tranquila tras escuchar mis palabras, a lo cual se dirigió al resto de niños.
-Ya lo escucharon niños, ahora vuelvan al salón de clases y comiencen a hacer sus deberes.
¡Sí maestra!
Como si se tratase de una competencia los niños empezaron a correr hacia el complejo educativo, mostrando una sincera alegría por estar en ese lugar.
No recuerdo la última vez que vi una imagen como esa.
Recuerdos de un pasado distante vinieron a mí, y una nostalgia que me abrumó por un instante se hizo presente.
Seguida a esa nostalgia obtuve el sentimiento de que había hecho lo correcto en venir a este lugar.
-Entonces señor Shimon, ¿Puedo suponer que su visita tiene algún que otro propósito?
-... Es correcto señorita Bryla, la verdad es que vine para pedir su ayuda y consejo.
Dicho esto, saqué de uno de mis bolsillos un elemento por el que mucho tiempo y esfuerzo fueron sacrificados con tal de obtener.
Este objeto causó una mayor impresión en Bryla que el generado por mi distintivo de noble, ya que su rareza era mucho mayor que el del cargo que ostentaba en la nobleza.
Era algo que muy pocas personas tendrían el derecho de portar.
-Diez Minutos Después-
Luego de enseñarle aquel nuevo distintivo seguí a Bryla hasta su oficina, la cual seguía igual a la primera vez que la visité, si algo ha cambiado, es que refleja más vida que la última vez.
Aunque bien todo el complejo se mostraba más alegre luego de superar todas las tragedias que se vivieron semanas antes en el pueblo.
-Es increíble... Jamás pensé que podría ver uno de estos con vida.
Bryla se mostraba bastante entusiasmada mientras miraba y detallaba con sus manos mi licencia de educador RANK S, la cual obtuve tras nuestra última misión.
-Me avergüenza decir que no la obtuve gracias a mis habilidades como educador. De hecho, no la habría obtenido sin la ayuda de las chicas.
-Por favor no diga eso, estoy segura de que los méritos tras su obtención fueron totalmente suficientes, e incluso si no lo fueran, de no ser por ti este pueblo hubiera sido destruido, yo pienso que este reconocimiento es totalmente adecuado.
Las amables palabras de Bryla ayudaron a que pudiera sentirme menos incomodo al respecto.
-Se lo agradezco, pero tener esto no significa que pueda lograr las cosas que se esperan de un poseedor de dicha licencia... Es por eso que necesito de su ayuda, señorita Bryla.
Hubo un momento de silencio que fue cerrado por la pregunta de Bryla.
-Entonces es verdad lo que me contó Vorg... Piensas formar tu propia escuela, ¿No es así?
Tras escuchar su pregunta titubeé, de alguna forma su tono de voz y cargo me hicieron titubear por un momento, quizás por rememorar a quienes fueron mis maestros de primaria o secundaria.
Aun así, encontré la fuerza para responder.
-Es correcto, quiero crear una academia que acepte a tanto niños como adultos, sin importar su origen o raza. Un lugar donde se pueda aprender diversas materias, y a respetarse como iguales.
Terminé haciendo mi declaración sobre mis objetivos principales, siendo aquel mi propósito y camino para buscar detener la profecía de los dioses.
-Me parece un objetivo maravilloso señor Shimon, ¿Pero cree que sea algo posible de lograr?
Ante su pregunta me vi en la necesidad de detallar las cosas que había buscado con tal de cumplir con este objetivo.
-Será muy difícil, hay demasiados obstáculos que podrían llevarnos a la ruina. Pero ahora poseo diferentes cargos y poderes que me pueden ayudar a protegerme y superar la mayoría de estos.
Habiendo dicho esto dejé en el escritorio de Bryla mis demás licencias, incluyendo el distintivo de noble, mi tarjeta del gremio de aventurero y del gremio de comerciantes.
-En el aspecto de chocar contra posibles nobles, y en el área de territorio, cuento con un cargo de Barón, y fungiré como guardián del único heredero de las tierras de Vestevia, gracias a ello tendré acceso a un territorio donde podré fundar y construir la academia.
Habiendo dicho esto saqué un mapa del mundo simplificado, conteniendo este los cinco continentes conocidos, incluyendo al de la raza demonio.
-El territorio se encuentra en una isla entre los continentes de Letonia y Daruma. Y con posibilidades de viajar sin percances a los continentes de Kretia y Banaure, de modo que es posible conseguir el comercio con las razas elficas y ani-humanas.
En este punto me estaba refiriendo a mi capacidad para establecer relaciones comerciales con diversas razas, uno de los poderes solo permitidos para comerciantes de alto RANK.
-En el área defensiva, tanto yo como Sephirina somos aventureros RANK B, no necesitamos subir más el RANK, ya que eso podría hacer que fuéramos objetivos de otras casas nobles. Pero contamos con la suficiente fuerza para enfrentar incluso desastres naturales.
En este punto, si los cuatro miembros actuales lucháramos juntos, podríamos controlar y frenar tanto a un General Demonio como a un [Mutante Titánico], o al menos eso esperaba yo.
-En nuestros viajes hemos conseguido prestigio gracias a la cruzada del cuarto príncipe, además de obtener una conexión con la tercera princesa de Marebitia al resolver el misterio del pueblo Caronte. Si bien no tenemos formas para lidiar con la Casa de la Luz, ya nos hemos mentalizado para recibir sus ataques a futuro, por lo que no tendremos la guardia baja cuando se presenten.
Sabía que el crear una escuela que reciba a todas las razas iría contra las enseñanzas y creencias de la Casa de la Luz, pero era algo que no iba a poder ceder, así que solo podía prepararme para el momento en que ambas partes choquen.
-Gracias a mis antiguos conflictos, cuento con los suficientes fondos y recursos para crear la academia, pero conseguir a los estudiantes que puedan asistir es sin duda el mayor reto. Ya que sería una nueva institución dirigida por unos cuantos individuos.
Antes de que pudiera seguir hablando Bryla me hizo un ademan para que me detuviera.
-Puedo entender que, para temas y casos excepcionales, ya te encuentras bastante preparado, incluso me impresiona señor Shimon... Pero creo que no entendiste el punto de mi pregunta.
Al escucharle decir esto pude sentir un gran nivel de seriedad en su tono de voz.
-Un educador no necesita de grandes poderes, influencia, o grandes instalaciones para cumplir con su propósito. Lo único que se necesita es el corazón y las habilidades para transmitir el conocimiento a otros de la manera apropiada, sin inclinaciones ni prejuicios, sin titubear al momento de tener a personas o niños bajo tu cargo.
Luego de decir esto Bryla entrecerró los ojos por un momento, para luego abrirlos y verme de manera fija.
-Mi pregunta es, ¿Cuentas con las habilidades necesarias para enseñar a otros Shimon?
Ante esa pregunta que me tenía en la cuerda floja, no pude sino aceptar la realidad.
-Es cierto que mis mayores retos son la falta de personal y la experiencia como educador para enseñarles.
Habiendo dicho esto tomé una breve pausa para continuar hablando.
-Hablando con sinceridad, creo ser capaz de reunir a los alumnos, pero encontrar a educadores capaces que estén dispuestos a aceptar a enseñar a personas de otras razas, incluyendo en especial a la raza demonio... Temo decir que no me encuentro preparado ni tengo muchas ideas de cómo resolverlo.
Dije esto muy a mi pesar ya que, aunque había conseguido un gran poder desde que llegué a este mundo, había muchas cosas de las que carecía para cumplir mi objetivo principal.
-Honestamente, al principio pensé que sería imposible lograr todo esto por mi cuenta, y tenía razón, aun con todo el poder, influencia, y recursos que poseo actualmente, crear una escuela que logre el ser el inicio de la comprensión entre todas las razas, es una tarea casi imposible.
Me sinceré con Bryla, ya que de nada serviría darle excusas a ella.
-... Puedo imaginarme que en algún punto pensaste que yo podría ayudarte a crear la escuela... Y me siento honrada por ello, como nuestro salvador y el que trajo de vuelta a mi amado Vorg sano y salvo, nada me haría más feliz que poder ayudarle señor Shimon...
Ante esas palabras era evidente que había un "pero" al final, y este no se hizo esperar.
-Pero, aunque quiera ayudarte, hice un juramento a la antigua directora, de siempre proteger esta institución, y mi compromiso como educadora va por encima de todos mis deseos. Sin mí presente, estos niños no tendrían quien los guíen, y aunque pudiera ausentarme unos cuantos días, cada día que podemos impartirles conocimiento y buenas enseñanzas, serán la clave para definir si serán o no, buenas personas.
Al escuchar sus palabras no pude sino darle la razón. Al ver a los niños que asisten a este complejo, y el cariño y respeto que le profesan a Bryla, puedo estar seguro que ella pone todo de sí para sus alumnos y para este complejo.
-Lo entiendo señorita Bryla, y la verdad aprecio bastante todo lo que dijo. Honestamente me sentiría muy afortunado de contar con su apoyo, pero comprendo su compromiso con este lugar y con esos niños... Espero que algún día, yo pueda tener esa fuerza para guiar y enseñar a otros.
Luego de decir aquellas palabras fue que me levanté e hice una leve reverencia hacia ella.
-Aun cuando no pueda pedirle que nos acompañe, espero no le moleste que pida su asesoría de vez en cuando, al menos en los aspectos más básicos.
-Si se trata de eso, supongo que no habrá problema alguno.
Su sonrisa y tono afable fue la confirmación que buscaba recibir en realidad.
-Se lo agradezco bastante.
Quizás mi fuerza no me permita cumplir con mi objetivo primario, pero contar con aliados que puedan cubrir mis flaquezas, es lo que hará la diferencia.
-Horas Después-
-Casa de Vorg, Pueblo Runser-
Habiendo pasado el tiempo necesario para que las clases terminaran, volvimos al hogar de Bryla y Vorg, el antes mencionado no se encontraba presente, según Bryla, estaba entrenando a los nuevos guardias del pueblo.
Tras la tragedia ocurrida meses atrás, muy pocas personas aptas para el combate se encontraban residiendo en el pueblo, y debido a las limitantes previas de acceso dictadas por el gremio de aventureros, pocos se animaban a mudarse en el pueblo oculto por el mismo bosque.
Ante la falta de aventureros, Vorg fue el nominado para entrenar a cualquiera que tuviera la libertad de proteger a otros, ya fueran jóvenes o mayores. Cualquiera con voluntad era aceptado.
Casi al mismo tiempo Sephirina, Tyrel, y Valupla llegaron a la casa, mostrándose bastante animadas por haber podido salir y explorar el pueblo, el cual había cambiado mucho desde la última vez que habíamos puesto pie en este.
Una vez nos reunimos con ellas, tanto Sephirina y Valupla se mostraron especialmente alegres al ver a Bryla, mientras que Tyrel se presentó de una manera bastante decente.
O eso podría decir, si no lo hubiese hecho mientras tenía tres varillas de Dango en ambas manos.
Lo dejé pasar para así hacerme cargo de Fah, llevándolo junto a Barfie y Birbi, quienes ya estaban descansando en el establo, comiendo el más sabroso heno disponible en todo el pueblo.
Pudimos pasar una tarde pacifica, una que no teníamos desde hacía ya un tiempo, en un pueblo y en un lugar donde nos sentíamos del todo a gusto.
Mi plan inicial, era comenzar la escuela en este lugar, un sitio que se encontraba protegido de influencias externas, y donde sus habitantes nos tuvieran plena confianza.
Pero ahora que nos encontramos con un destino diferente, no puedo sino preguntarme si esta será una bendición oculta, o si inconscientemente seguiré bajo la influencia de la profecía de los dioses.
Enfrentar una profecía divina, es algo que solo un lunático, o un temerario como el Maestro se atreverían a hacer.
Y aquí estoy yo, preguntándome si soy como el Maestro, o si en realidad he perdido la cabeza.
- ¡Joven maestro! Señoritas Sephirina, Valupla y Tyrel.
Minutos antes de que la cena estuviera lista, el señor de la casa arribó y se dio cuenta de nuestra presencia.
-Buenas Vorg, disculpa que viniéramos sin avisar.
-Por favor no diga eso, nos alegra mucho verlos por aquí joven maestro. ¿Se quedarán a cenar?
-Ya estaba por comenzar las preparaciones, Sephirina, Valupla, ¿Podrían darme una mano?
-Con mucho gusto.
-Por supuesto
Luego de que Bryla saludara a su compañero de vida, terminó por llevarse a ambas chicas hacia la cocina, dejándonos a solas a Vorg y a mí, ya que Tyrel se había quedado dormida con una sonrisa plena encima de uno de los muebles de la sala de estar.
Traté de ignorar su presencia para así centrarme en el amigo que tenía en frente.
-Hay muchas cosas que hablar Vorg, ¿Tienes tiempo para una historia?
-Por supuesto joven maestro, será un honor escuchar de su viaje.
Habiendo dicho esto nos dirigimos al comedor, sentándonos de frente a frente para así comenzar a relatarle los eventos sucedidos desde nuestra separación en el pueblo Agard.
-Media Hora Después-
-Y eso fue lo que ocurrió... ¿Eh? Vorg... ¿Por qué estás llorando de repente?
Terminé preguntándole esto luego de ver al hombre de gran tamaño llorar a mares en frente de mí.
-Lo siento joven maestro... Pero luego de escuchar por todo lo que tuvieron que pasar... Es difícil no sentirse conmovido...
Aunque era inusual ver a un hombre adulto llorar de manera tan sincera, traté de dejarlo pasar.
¡SLAM!
Cuando menos lo pensaba, este dio un golpe con la mano abierta a la mesa, de forma tan súbita que incluso me sorprendió.
- ¡Aún así, me impresiona bastante joven maestro... ¡No! Honestamente no es impresionante, es lo que cualquiera debería de esperar del joven maestro, ¡Un rango de nobleza es algo que solo el joven maestro podría obtener como recompensa adicional! ¡Tiene mis más grandes felicitaciones joven maestro!... No, ¡Mis felicitaciones gran Lord Wallace!
-Ah.... Gracias Vorg, me hace feliz que pienses así jaja... pero agradecería que me sigas llamando como hasta ahora.
Verlo ser tan entusiasta fue raro, aun así, quiero creer que esa es su forma de ser usual, ahora que ya no tiene mayores peligros en su día a día.
Pensar aquello hizo que por un momento se me formara un nudo en la garganta, más no duró por mucho luego de ver como la misma Tyrel se levantaba de golpe de donde estuvo dormida.
Pocos segundos después llegaron las chicas de la cocina trayendo los grandes platos de carne, aperitivos y bebidas.
- ¡Hora de comer!
- ¿¡Que acaso no tienes otra cosa en tu cabeza que no sea eso!?
Mi enojo fue momentáneo, pues no tenía la suficiente paciencia ni energía para tratar de corregir a un individuo incorregible.
-Minutos Después-
Ahora todos estábamos sentados en el comedor, Vorg teniendo a su lado a Bryla mientras que yo me encontraba en medio de Sephirina y Valupla.
Por algún motivo que desconocía, el ambiente entre ambas se había vuelto demasiado tenso, y estar entre ambas solo hacía más sencillo notar dicha tensión.
Tyrel como siempre estaba en su mundo, degustando con total felicidad la comida en frente de ella.
En el pasado me hubiese cuestionado como es que tenía tanto espacio para la comida habiendo comido ya bastante, pero ahora que soy consciente de su habilidad racial, simplemente puedo pensar en lo necesario de recordarle no usarla ahora, siendo que éramos invitados de Vorg y Bryla.
-Entonces, ¿Cuándo tienen pensado partir hacia la isla Vildam?
-Abriendo de nuevo la conversación sobre nuestro viaje, Bryla hizo esta pregunta, pues también se encontraba interesada en nuestra aventura.
-Pensábamos partir en dos días, aun hay algunas cosas que tenemos que hacer, tengo que dejar la Braveheart con el jefe herrero Franz, se deterioró un poco tras mi ultimo combate, y no hay mejor herrero en Letonia que pueda hacerle mantenimiento.
Aun cuando era posible restaurarla pidiéndole ayuda al Maestro, también tenía un pedido adicional que hacerle, de modo que podría matar dos pájaros de un tiro al visitarlo.
-En serio me cuesta creer que hubiera alguien capaz de dañar su arma joven maestro, debió de ser una gran batalla.
-Se podría decir que sí... Bien podríamos decir que fue la misma dificultad que enfrentamos en la cruzada del príncipe.
Si bien la escala de proporciones fue totalmente distinta, el nivel de amenaza seguía siendo similar, incluso mayor al constante temor de caer infectado ante la más mínima herida.
-Es triste que no puedan quedarse por más tiempo, pero al menos espero que puedan venir más seguido de ahora en adelante.
-Haremos todo lo posible, ¿No es así Shimon?
La pregunta fue hecha por Sephirina, quien se mostraba bastante animada por el ambiente presente.
-Sí, mientras tengamos el tiempo y la oportunidad.
-Yo con gusto les visitaría a diario con tal de probar este delicioso estofado señora Bryla.
Aquellas palabras fueron dichas por Tyrel quien era incapaz de no atiborrarse con la comida servida.
-Me alegra que te gustara, puedes servirte más si gustas.
- ¡Muchísimas gracias!
Viendo como el ambiente en general era alegre, me hizo más fácil notar el semblante serio en la persona que tenía de frente, quien apenas había tocado su comida y se mantenía ahora cabizbajo.
...
-Hey Vorg, ¿Qué te parece si después de comer tenemos un pequeño combate de practica?
¿¡!?
Aquella pregunta que hice, terminó sorprendiendo a más de uno, per en especial al objetivo de dicha pregunta.
- ¿Quiere que peleemos joven maestro?
Vorg preguntó con un tono de duda.
-Sí, aunque quédate tranquilo, es más que nada para bajar un poco esta abundante cena, y en realidad hay algunos nuevos hechizos que he aprendido, me serviría mucho tener a alguien como tú para probarlos.
Traté de calmar sus posibles dudas, ya que no era la primera vez que algún conocido dudaba de pelear conmigo cuando yo mismo hacía la oferta.
Hubo un repentino silencio, o casi silencio, ya que la única que no había dejado de comer era Tyrel que, aunque prestaba atención a nuestra conversación, eso no la detenía de seguir comiendo.
-... Si le parece bien joven maestro, entonces con gusto lo enfrentaré con todo lo que tengo.
- ¡Excelente, gracias Vorg!
Luego de decir esto fue que volvimos a comer, esta vez Vorg empezó a comer con mayor ánimo, mientras que las mujeres presentes, con excepción de Tyrel, se mostraron preocupadas con mi repentino pedido de duelo.
Aunque éramos conocidos, el riesgo a herirse de gravedad en una pelea siempre está presente.
Afortunadamente, mi objetivo real para pedir dicho combate, se distancia bastante de querer probar unos cuantos hechizos o habilidades.
Siendo también el principal motivo que me hizo volver a este pueblo.
-Una Hora Después-
Habiendo terminado nuestra cena, y de limpiar los platos sucios, los seis nos dirigimos al patio frente a la casa, siendo lo suficientemente amplio como para que Vorg y yo pudiéramos tomar distancia del resto, y así evitar que se vieran afectados por nuestro combate.
¡!
Algo que me sorprendió de sobremanera, fue el equipamiento que llevaba Vorg encima, ahora que estaba de vuelta en casa, estaba usando sus mejores prendas de combate, las cuales sobresalían de las que yo mismo le había dado en el pasado, ya que estaban cubiertas por una fina cubierta de mithril, el mismo material del que estaba hecha la Braveheart y también mi propia armadura.
Pero su armadura no fue lo que más me sorprendió, ni tampoco que llevara el escudo brazal de expansión, mismo que había usado hábilmente durante la batalla final contra la Hidramutante Titánica.
Lo que más me sorprendió fueron las hachas que llevaba consigo, siendo diferentes a las hachas del capitán Kobold que le había regalado antes.
Estas hachas, eran verdaderas hachas de mithril, del mejor material que podía ofrecer el pueblo Runser.
Un par de hachas que no coincidían con la descripción proporcionada por [Análisis Absoluto]. Aun así, eran bastante solidas a simple vista, tanto así que bien podría necesitar usar la Braveheart en su modo base con tal de bloquearlas.
-Me alegra que el jefe Franz pudiera terminar con el pedido que le encargué, ¿Ya has tenido la oportunidad de probarlas en combate Vorg?
Dije esto con una sonrisa plena, ya que dicha arma fue una petición hecha a mi nombre e imaginación para la fortaleza herrera, y traída al mundo por el único jefe herrero Franz.
Pecaré de culpable al decir que dicha arma guarda cierto parecido y se inspiró de un personaje famoso en mi mundo, aunque por obvias razones no pienso mencionarle esto a los presentes.
-Si bien ya he practicado con estas, esta será la primera vez que las use en un combate real joven maestro, espero cumplir con sus expectativas.
- ¡Seguramente lo harás Vorg!
Inevitablemente mi emoción se mostró en mi rostro luego de verlo ponerse en posición, con ambas hachas en mano y el escudo de expansión en su brazo derecho.
Si bien su nivel no ha vuelto a aumentar desde la cruzada con el príncipe Rastiel, es claro decir que obtuvo bastantes beneficios de su tiempo en solitario, y que varias habilidades básicas han mejorado parcialmente.
[Forma Castigador]
Aun cuando se hubiese visto algo afectada, la Braveheart aun puede resistir un par de asaltos más, así que no dudé en usarla para probar de forma apropiada a mi antiguo compañero de equipo.
Sin que tuviéramos que mediar palabras, Sephirina se puso a un costado y en medio de ambos, siendo ella quien daría inicio a la batalla.
- ¡Comiencen!
Habiéndola escuchado decir esto me lancé de golpe contra Vorg, balanceando las dos hojas de la Braveheart en paralelo contra Vorg, buscando un choque de fuerzas con sus hachas.
¡¡¡CLASH!!!
Al momento del impacto un poderoso estruendo se escuchó, el suelo bajo los pies de Vorg se agrietó a tal punto de terminar generando un pequeño cráter, y debido a la fuerza de aceleración, terminó siendo empujado hacia atrás un par de metros antes de conseguir frenar su retroceso.
Es importante hacer énfasis en que no estoy usando ninguna habilidad ni hechizo de soporte en esta ocasión, aquel embate doble fue la suma de mi fuerza como LV 104, más el poder propio que de por sí ya posee la Braveheart.
Cualquier otro oponente, sin importar la raza, habría salido volando, y sus armas hechas trizas con aquel único impacto.
Pero Vorg en cambio, solo terminó retrocediendo unos metros, y nunca cedió a su bloqueo, y sus armas meramente han sufrido un mero rasguño.
Ver aquel resultado del choque de fuerzas solo dibujó una sonrisa más amplia en mi rostro.
- ¡Excelente! ¡Se ve que el señor Franz es un genio verdadero! ¡Un arma digna para un guerrero digno!
Terminé diciendo esas palabras en lo alto para reconocer mi satisfacción doble, tanto con el arma creada, como con el guerrero que la portaba.
Llegado a este punto, puede que termine perdiendo el control un poco.
- ¡Prepárate Vorg!
- ¡Adelante Joven Maestro!
Habiendo gritado ambos los dos nos lanzamos el uno contra el otro.
El primero en intentar conectar un golpe no fue nadie más que Vorg, quien aprovechó la distancia para así lanzar en mi contra el hacha encadenada que llevaba en su mano derecha.
La misma contaba con el poder suficiente para atravesar en dos a cualquier individuo, conmigo quizás siendo de las pocas excepciones.
Pero no estando interesado en probar esa teoría, decidí esquivar el impacto del hacha con los mínimos movimientos necesarios, continuando mi avance contra el oponente en frente de mí.
¡!
Estando a poca distancia de entrar en mi rango de ataque pude ver como Vorg arrojaba su segunda hacha encadenada, al mismo tiempo que llevaba su mitad derecha hacia atrás, con tal de tirar de la cadena que sujetaba la primera hacha.
Estando en frente de Vorg, había conseguido atraparme en un ataque de pinza ejecutado por un solo hombre.
[Súper Concentración]
Debido al poco margen de tiempo que tenía, activé la habilidad que me permitiría percibir mi entorno a cámara lenta, si bien gastaba mucho de mi MP, era útil para superar escenarios así.
Debido al ángulo, altura, y velocidad por la que ambas hachas se movían, tenía que tomar una acción al momento de dar el siguiente paso, o sería al menos golpeado por ambas armas.
Bloquear ambos ataques no era imposible, pero mantenerme quieto en un instante le daría la oportunidad necesaria para encadenarme y atraparme.
Lo mismo pasaría si intentara esquivar a mi costado derecho, le bastaría un giro de cuerpo completo a su derecha para generarme un significante daño.
Aquel análisis que tuve que realizar en menos de un segundo me hizo entender que solo me quedaba una opción.
¡!
En vez de pelear o esquivar a los lados, aproveché mi siguiente paso para impulsarme lo más alto que pude, a escasos instantes de ser impactado por el ataque de pinza de ambas hachas.
Aunque había escapado del peligro inminente, bien me había vuelto un blanco fácil al cual apuntar
- ¡¡UUOOOOHHHHHHHH!!
Vorg proliferó un grito de batalla mientras sujetaba con fuerza ambas cadenas de mithril, con la suficiente fuerza para controlar el trayecto de ambas, para girar sobre sí mismo y mandar ambas en contra de mí, quien ya me encontraba en pleno descenso de mi salto.
Debido a que ahora si se trataba de un ataque de frente, y como cortesía por haber recibido mi primer golpe, terminé leyendo la trayectoria e inclinación de ambas hachas y terminé respondiendo al choque de estas con ambos sables de la Braveheart.
¡¡CLANK!!
El estruendo de choque se hizo presente nuevamente, pero a diferencia de la vez anterior, debido al peso de la Braveheart y a la fuerza del impacto, en vez de subir o bajar, terminé suspendido en un punto medio del aire, sin necesidad de usar una habilidad o hechizo.
Quedé en dicho choque de fuerzas por casi cinco segundos, los cuales me hicieron reconocer la solidez de ambas hachas, para al final tener la necesidad de emplear toda mi fuerza con tal de repeler ambas hachas lejos de mí.
- ¡Aun no he terminado!
Al momento en que repelí su ataque Vorg tiró de las cadenas nuevamente, para así repetir su ataque aéreo, pero desde un ángulo distinto.
Logré bloquearlos sin dificultad, los cuales solo fueron el inicio de una lluvia de ataques en cadena.
La intensidad y velocidad de estos hizo que mi aterrizaje se tomará el triple de lo normal, más el aterrizar no fue el final de dichos ataques, lo único diferente fue que ahora eran ataques de frente.
Si usara mis habilidades favoritas fácilmente podría superar estos ataques y derribarlo, pero esto era un test de mis nuevas habilidades, así que tenía que enfocarme en ello.
[Neutra Arma]
Cubriendo la Braveheart del elemento neutro, de pronto fui capaz de repeler las hachas de Vorg con el simple contacto de estas, arruinando el ritmo de ataques de mi viejo compañero de equipo.
Viendo la oportunidad volví a avanzar en contra de este, buscando cerrar la distancia tanto como me fuera posible.
¡!
Viendo como había repelido su ataque y mi acercamiento, Vorg giró sobre si mismo con tal de propinar un ataque doble horizontal, el cual de no esquivarlo me golpearía por mi costado izquierdo.
[Neutra Capa]
En vez de protegerme con la Braveheart, decidí cubrir mi cuerpo con el elemento neutro, tornándose cubierto de un brillo plateado al momento de recibir el impacto.
Usé mi guantelete izquierdo para resistir el impacto, fácilmente bien pude salir herido por la diferencia de categoría entre los materiales. Pero gracias a la protección de la habilidad fui capaz de repeler el ataque sin problemas.
[Forma Fulminante]
Una vez pude repeler el ataque nuevamente, y arruinar el ritmo de Vorg, pude acercarme lo suficiente como para tenerlo de frente, aprovechando el instante para volver a unir ambas mitades de la Braveheart.
¡!
Vorg fue capaz de entender que ya no podría repetir aquel ataque ni crear distancia, así que renunció rápidamente a sus hachas y se aferró al escudo en su brazo derecho.
- ¡EXPANSIÓN!
Con un simple grito de su parte el escudo se expandió con rapidez, escudándose por completo.
Aquel fue un movimiento acertado, ya que fue lo único que podría repeler el impacto de la Braveheart y no romperse en el proceso.
¡CLASH!
Sí bien el escudo era capaz de aumentar su peso en base a su tamaño, ni siquiera este en proceso de expansión fue lo suficientemente pesado para resistir el embate de la Braveheart, el cual terminó siendo mandado a volar hacia atrás, llevándose a Vorg consigo al estar este adherido a su brazo.
- ¡Kugh!
A pesar de haber sido separado del suelo, Vorg tuvo la suficiente capacidad de reacción para mover su brazo y enterrar la parte inferior del escudo en el suelo, todo esto con la intención de frenar su retroceso y de poner sus pies en el suelo.
Que lograra recuperarse del retroceso, y en especial, que aun se encontrara vivo tras bloquear el embate de la Braveheart, deja entender solo cosas buenas del escudo y de su propia fuerza.
-... Muy bien, dejémoslo aquí Vorg.
¡¡!!
Al decir estas palabras un agitado Vorg quedó de pie congelado y con la mirada estupefacta.
Pocos segundos después el escudo brazal de expansión volvió a su tamaño normal, y Vorg terminó cayendo arrodillado del cansancio.
Si bien había logrado bloquear el embate, la fuerza transmitida a través del escudo fue bastante considerable.
- ¡Vorg!
- ¡Señor Vorg!
En el momento en que el combate había terminado, todas las mujeres presentes fueron en auxilio del abatido guerrero. Lo cual me dejó una pizca de culpabilidad en la consciencia.
- ¡Me encuentro... bien!... No tienen que preocuparse...
Vorg dijo estas palabras mientras hacía el esfuerzo por levantarse, pero sus piernas apenas le respondían del esfuerzo hecho.
-Felicidades Vorg, superaste por completo mis expectativas, es impresionante que no tengas fracturas tras aquel bloqueo.
Mis felicitaciones, aunque bien podrían verse malinterpretadas, eran del todo sinceras ante el guerrero arrodillado.
-Se lo agradezco joven maestro... Espero me perdone si no me levanto ahora mismo para agradecerle por esta prueba.
Como siempre Vorg mantenía su humildad frente a mí, lo cual no hizo más que dibujar una sonrisa de par en par en mi rostro.
-No te preocupes. De hecho, es mucho más conveniente para todos que te quedes en esa posición.
Al decir estas palabras levanté la Braveheart con una sola mano, apuntando la hoja al cielo y teniendo la misma en frente del caído Vorg.
Aquella acción terminó por alarmar a todos los presentes, con la excepción de Vorg, quien no mostró temor por mi acción.
- ¿¡Que estás haciendo Shimon!?
- ¡La pelea ya terminó Shimon! ¿¡Por qué levantas tu arma!?
Estas preguntas fueron hechas por Sephirina y Tyrel, quienes no lograron ver el propósito de dichas acciones.
- ¡Atrás todas! ¡Nadie debe interferir en esto!
Mi mirada y palabras fueron un poco severas contra las personas que había conocido y convivido por tanto tiempo. Más había un motivo para todo esto. Y solo uno de los presentes logró verlo.
-Todas, hagamos lo que dice Shimon.
- ¿¡Qué estás diciendo Valupla!?
- ¿Qué es lo que piensa hacerle Shimon a mi Vorg?
Sephirina quiso reclamarle a Valupla, mientras que Bryla se mostraba confundida por lo que sucedía, fue allí cuando Valupla sujetó a Bryla de los hombros para hablarle de frente
-Todo estará bien, confía en ellos.
Con estas simples palabras Bryla tuvo un momento de duda, para luego verme a mí y Vorg, y al ver que su amado no había titubeado ni trataba de escapar, decidió confiar en la chica demonio.
Pocos segundos después todas se retiraron unos metros del lugar, dejándonos solos a Vorg y a mí.
-Dime Vorg... ¿Estás asustado?
Sin moverme un solo centímetro, seguí con la Braveheart levantada, y teniendo a Vorg de frente, al alcance de la hoja de esta.
-... Nunca joven maestro.
A pesar de que le tomó un momento responder, la determinación en su rostro era inquebrantable.
Y eso era lo que yo buscaba, siendo en realidad el principal motivo por el cual decidí volver a este pueblo.
-Bien.
Habiendo musitado esa sola palabra hice descender la hoja de la Braveheart sobre Vorg.
¡!...
Aunque el sonido del aire cortando fue notable por todos los presentes, fue el único sonido al final. El sonido de la carne siendo cortada o aplastada, o el de alaridos o gritos de dolor brillaron por su ausencia.
Y el motivo de esto era sencillo. Es porque la hoja solo había descendido sobre Vorg, pero al punto de quedar reposando sobre su hombro derecho.
Ante esta acción un desorientado Vorg me miró con confusión, mientras que la primera en darse cuenta de lo que estaba haciendo era Sephirina, quien terminó soltando un grito ahogado.
-Mi nombre es Shimon Wallace, Barón del reino de Marebitia. Habiendo recibido mi titulo de parte de la tercera princesa del reino, Roselia Von Verdis, hago a todos los presentes como mis testigos, del valor y la fuerza del hombre en frente a mí que, aun sabiendo la diferencia entre nuestras fuerzas, nunca titubeó ni se rindió, y luchó en mi contra con todas sus fuerzas.
Tomé un momento para respirar y así levantar nuevamente la Braveheart, para así ponerla nuevamente sobre Vorg, pero esta vez en su hombro izquierdo.
-Bajo la autoridad otorgada por su alteza, la princesa Roselia, le ofrezco a Vorg, hijo de Albert y Verónica, el título de mi primer caballero y escudero, y se le pide que cumpla con el deber de escoltarme a mí, y a mis allegados, hacia nuestro nuevo destino.
Una vez dije estas palabras el resto de personas presente soltaron exclamaciones de sorpresa, aunque la reacción que más buscaba prestar atención era la de Vorg.
-Vorg, ¿Aceptas este ofrecimiento?
Ofrecer un título y aceptarlo eran dos cosas distintas, si bien Vorg decidía rechazarlo, bien tendría que ser yo quien me arrodillara y le pidiese que nos acompañase.
Por suerte, no tuve esa necesidad.
-... ¡Acepto este ofrecimiento...! ¡Y juro que los protegeré con mi vida!
Habiendo recibido esta respuesta retiré la Braveheart de sus hombros y la volví a guardar dentro de [Almacén de Objetos]. Acto seguido le ofrecí mi mano a Vorg para que se pusiera de pie.
-En ese caso, desde ahora y en adelante, hasta el momento en que decidas renunciar a tu deber, serás conocido como Sir Vorg, caballero a servicio de la familia Wallace.
Una vez dicho esto Vorg tomó mi mano y comenzó a ponerse de pie con dificultad, aprovechando la oportunidad usé [Gran Alivio] sobre él para restaurar la estamina y reducir el cansancio de su cuerpo.
-Bienvenido de vuelta Vorg.
-... Muchas gracias, maestro Wallace.
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