Capítulo 64: Misión Secundaria

-Real Academia del Conocimiento, Ciudadela Yakob-

Nos encontramos de regreso en la Real Academia del Conocimiento, lugar donde los eruditos y los aspirantes a magos de la clase noble y media de Marebitía se reúnen para pulir sus talentos y dominar todas las habilidades necesarias para ser maestros en sus campos de estudio.

Esta era también la sede de la organización continental que supervisa y regula a todas las academias y escuelas existentes en el continente de Letonia, aquellos que buscan dirigir una entidad académica o trabajar como profesores, necesitan un permiso emitido por esta organización, es por esto que la Real Academia es una entidad de poder y postura neutral en los tres reinos principales de Letonia, aun cuando se ubica dentro del reino de Marebitia.

Y la persona que ocupa actualmente el espacio de directora de dicha academia, aquella que está por encima de todos los profesores y estudiantes residentes en esta academia, es la persona que se encuentra en frente de nosotros, una mujer que fácilmente podía tener la edad que tenía en mi otro mundo, de cabello azulado marino similar al de su hermano menor, y unos ojos esmeraldas que parecían ver a través de mí.

La princesa de Marebitia, Roselia Von Verdis, hermana mayor del príncipe Rastiel y tercera en la línea de sucesión.

A diferencia de su hermano menor, con el cual podía simpatizar y predecir su accionar, la persona frente a mí despide un aura diferente, como si pudiera ver más allá e incluso ver mi propio ser.

No estaba usando [Lectura de Estado Enemigo] sobre mí, pero su mirada bastaba para sentir la misma sensación que si lo estuviera haciendo.

-Ya que me he presentado, ¿Sería correcto pedir los nombres de los invitados de mi hermanito?

¿¡!?

Así que también sabe que se nos recomendó visitar este sitio y encontrarnos con ella por parte de Rastiel, como pensaba, esta princesa no es nada similar al típico estereotipo.

-Por supuesto, disculpe nuestra falta de modales su alteza, mi nombre es Shimon, soy un aventurero RANK B que opera actualmente en el continente, y estas son mis compañeras de equipo. De la izquierda a derecha, se encuentran Sephirina Bartens, una elementista de agua que es también una aventurera RANK B, mi esclava y arquera Valupla, y Tyrel, una aventurera RANK C.

Al momento de las presentaciones me hinqué de rodillas, acto seguido las chicas también me imitaron mientras éramos observados uno por uno por la princesa, y puede ser mi imaginación, pero sentí que por un instante su mirada se intensificó al ver a Sephirina, y al mismo tiempo sentí la presión sobre los hombros de mi compañera.

-Un placer conocerlos, aunque esperaba tuvieran a más miembros presentes, me alegra saber que pudieron llegar sin ningún problema. Por favor tomen asiento para que podamos hablar cómodamente.

...

De modo que sabe que además de nosotros, también suelen haber otros que nos acompañan, que sepa algo así reafirma mi sospecha de que sabía de nuestra llegada con antelación.

-Con su permiso alteza.

Sin mediar más palabras tomamos asiento en las sillas vacantes del otro extremo de la mesa, mientras la princesa tomaba asiento en el extremo contrario, lista para iniciar la tan esperada conversación para nuestro bando.

- ¿Gustarían probar té de azavir? Es una de las muchas especialidades de esta ciudadela.

Ante esas palabras Elena, la sirvienta personal de la princesa vertió un té con un fuerte y agradable aroma en una taza de té frente a la princesa, para luego acercar a nuestro extremo de la mesa y esperar nuestro permiso para proceder a servir el té en las tazas frente a nosotros.

-Muchas gracias, no estamos tan acostumbrados al té, pero con gusto aceptaremos una taza de este.

Hablé por los cuatro ya que podía sentir como las chicas hacían el máximo esfuerzo por mantenerse sentadas sin parecer nerviosas, incluso Valupla, quien suele ser la inexpresiva de los cuatro, se aferra al pequeño Fah, a quien ha llevado consigo desde que dejamos nuestra actual posada de descanso.

Mientras Elena nos servía te a cada uno, la mirada de la princesa pasó a centrarse en Valupla, o más específicamente en el ciervo bebe sentado en su regazo

-podría equivocarme, ¿Pero lo que la señorita lleva es un ciervo del bosque? Hasta donde sé no son nativos de este continente, ¿Podría saber cómo los acompaña una criatura sagrada?

La pregunta certera de la princesa era una con la que no había tenido que lidiar hasta ahora, y ya que se trataba de un miembro de la familia real de Marebitía no podía mentir libremente ni evadir la pregunta.

-Por ciertas circunstancias me quedé al cuidado del pequeño, y desde entonces es mi familiar, y tengo la intención de devolverlo con los suyos una vez dé con su manada.

Respondí con firmeza una vez encontré las palabras correctas.

-Me parece una acción noble de tu parte, y me abstendré de preguntar las circunstancias que lo llevaron a tu cuidado puesto que sería inapropiado para nuestra primera reunión.

La princesa no se contuvo con sus palabras, simplemente aceptó mi respuesta y declaró no estar interesada en saber de momento como es que me hice con el pequeño Fah.

-Ahora bien, creo que sería un buen momento para iniciar con el tema que nos ha traído aquí.

Luego de tomar un sorbe de té, la princesa dirigió una mirada sería hacia los cuatro, lo que me llevó a sacar de entre los pliegues de mi armadura la carta que había recibido de parte del hermano menor de la princesa

-Con el mayor respeto le hago entrega de esta carta que se nos fue entregada por el príncipe Rastiel.

Al decir esto entregué la carta a manos de la sirvienta Elena, puesto que su contenido solo puede ser visto por otro miembro de la familia real marebitiana, y por los sirvientes más cercanos y de más alto rango para verificar su autenticidad.

Contuve el aliento mientras observaba a la sirvienta abrir el sobre sellado del cual desconocía su contenido, y tuve un pequeño sobresalto una vez noté la casi imperceptible reacción de parte de ella, pero una vez terminó de leer esta fue que pude soltar un suspiro.

-Parece ser en verdad la letra de su hermano señorita.

Ella dijo esto mientras se acercaba a la princesa y le entregaba la carta escrita a mano por Rastiel, dándole a ella el tiempo para leer esta también

Solo esperaba que lo que estuviera escrito en ese papel fuera algo que me dé algún beneficio en la próxima negociación.

Traté de tomar un sorbo de té a la espera de su siguiente comentario, puesto que me enfrentaba a la realeza marebitiana, no podía ser descuidado.

Más no me esperaba escuchar una risa tan sutil de su parte, menos una tan risueña y llena de calidez.

-Entiendo, tenía mis sospechas, pero al parecer lograron ganarse el favor del pequeño Rastiel, en especial usted señor Shimon.

Escuchar como llamaban pequeño al cuarto príncipe marebitiano casi me saca una risa, pero la contuve puesto que debía mantener una postura digna en estos momentos.

-Solo hicimos lo que era necesario su alteza, cumplimos lo prometido y eso es suficiente para nosotros.

Mantuve una respuesta concisa, a lo cual la princesa asintió para luego tomar otro sorbo de té de azavir.

-Rastiel fue bastante osado cuando se ofreció como voluntario para comandar a la cruzada al templo sagrado del agua, sinceramente me preocupaba que sufriera un peligro mayor que el de nuestro querido hermano mayor.

Con esto la princesa hacía referencia al segundo príncipe marebitiano, el cual fue herido de gravedad luego de que fuera atacado junto a sus tropas por la Hidramutante titánica. Dicho incidente y la aparición de este monstruo en el templo sagrado del agua fue lo que impulsó el inicio de la cruzada y de la llegada del príncipe Rastiel al pueblo Runser.

-Pero al final, la cruzada resultó en un éxito, el malévolo fue derrotado y el templo sagrado del agua recuperó su verdadera forma, permitiendo así el fin de la propagación de aquella enfermedad que se estaba transmitiendo por los ríos y fuentes de agua en toda Letonia, y todo gracias a los esfuerzos de los aquí presentes. Como la tercera en la línea de sucesión, les doy mi más grande agradecimiento.

La princesa dio un claro resumen de lo sucedido y además nos agradeció por haber sido parte de la batalla decisiva contra la Hidramutante titánica, a la cual todos conocían como el malévolo.

-Que la misma princesa diga esas palabras... Es todo un honor.

-No me esperaba que nos fueran a agradecer tan formalmente, ¡Pero fue todo un placer ayudar!

-...

Tanto Sephirina como Tyrel se mostraron alegres por las palabras dichas por la princesa, solo Valupla se mantuvo en silencio mientras sostenía al pequeño Fah y le daba pequeñas caricias a su cabeza.

-Agradecemos sus palabras princesa, pero también he de mencionar que nuestra victoria tuvo mucho que ver gracias a la presencia del príncipe Rastiel que comandó a las tropas y a los aventureros, y al héroe Alan, quien participó activamente en la batalla contra el malévolo.

-También había llegado a mis oídos que el héroe de la humanidad tuvo mucho que ver en dicha victoria, me hubiera hecho feliz haberlo conocido antes para saber qué clase de joven es, ¿Usted cómo lo describiría señor Shimon?

Una pregunta directa que se enfocaba en mi interpretación del que era mi compañero invocado, con el cual me había negado a formar equipo antes de dejar el pueblo Agard.

Si respondía con una mentira podría ser detectado sin saber por alguna de las dos presentes, es por eso que debía ser cuidadoso en mi forma de responder.

-En mi opinión el héroe tiene mucho potencial para volverse más fuerte, es valiente y se preocupa demasiado por sus subordinados y los soldados de Marebitía, con el tiempo podría volverse un verdadero héroe, digno de volverse una leyenda si camina por el sendero de la virtud.

Aun cuando no compartía su postura con respecto al conflicto entre las cuatro razas principales contra la raza demonio, si creía que como humano proveniente de mí mismo mundo, podría quizás entender pronto el sinsentido que era este ciclo sin fin de guerras orquestadas por los dioses de este mundo.

-Ya veo... Es bueno escuchar que nuestro héroe tiene tal potencial, ahora creo que sería apropiado hablar sobre lo que los ha traído de tan lejos, después de todo estoy segura que no vinieron hasta aquí solo para ser los mensajeros del pequeño Rastiel.

Ante sus palabras me limité a asentir, puesto que no pensaba negar que tenía otras intenciones para atreverme a viajar hasta este lugar. Al ver que estaba de acuerdo la princesa prosiguió con su discurso.

-Como lo puedo entender, mi hermano había llegado a un acuerdo con usted para que su grupo formara parte de la cruzada, él consideró que la fuerza de ustedes sería un factor decisivo en contra de la batalla del malévolo, y aun cuando muchos podrían cuestionarlo de insensato, sé que mi hermano tomó la decisión correcta al negociar con usted con tal de obtener su ayuda.

Al parecer la carta también mencionaba el hecho de que habíamos llegado a un acuerdo para formar parte de dicha cruzada, si las condiciones de dicho acuerdo estaban incluidas en dicha carta, entonces esta charla podría fluir con mayor facilidad.

-Aun cuando pienso que fue la decisión correcta, Rastiel terminó aceptando unas condiciones que escapaban de su alcance para conceder, y eso es lo que los trajo a ustedes ante mí, ¿No es verdad?

-Es como su alteza dice, acepté involucrar a mí y a mi equipo en esta cruzada porque sabía que era la única forma de obtener aquellas cosas que codiciaba, y aun cuando pudiera ser egoísta con mi equipo, y aun cuando se me pueda tildar de materialista, no habría cambiado ni cedido ninguna de las condiciones aun si usted misma me lo pidiera.

Con esto hice una declaración atrevida, puesto que estaba declarando que sin importar quien me lo pidiera, yo exigiría las mismas recompensas aun si eso fuera exigir demasiado.

Pero ese era el precio mínimo que podía exigir con tal de arriesgar a mis queridos amigos.

-No tiene de que preocuparse señor Shimon, no pienso que ser ambicioso sea algo malo, después de todo los estudiantes de esta academia deben poseer un grado similar de ambición si es que desean sobresalir entre los demás y así alcanzar sus objetivos.

Pude soltar el aire en mis pulmones luego de escuchar la opinión de la princesa Roselia, más ella no había terminado de hablar aún.

-Sin embargo, eso no cambia el hecho de que aún no le hemos recompensado ni cumplido todas las condiciones de dicho acuerdo, y ciertamente, la única persona que puede cumplir con su último deseo, soy yo, la tercera princesa de Marebitía y también la directora de la Real Academia del Conocimiento.

La princesa parecía estar a gusto luego de dejar en claro que estaba en su poder el darnos o no aquello que aun necesitaba obtener para comenzar con mis verdaderos objetivos en este mundo.

-Dicho esto, espero que no le moleste que también quiera ser un poco ambiciosa señor aventurero, después de todo Rastiel no es el único que se vería beneficiado de llegar a un acuerdo con usted.

¡¡!!

Tales palabras... ¿Significa que entonces hay una forma de obtener lo que deseo?

-Según el contenido de esta carta, lo que usted desea de mi parte es algo que no cualquiera puede obtener, pero bastaría con mover mis propias influencias para hacer de esto una realidad para usted, aun así, no me siento del todo cómoda al tener que darle esto sin recibir nada a cambio...

-La princesa mantenía su sonrisa campante, puesto que parecía querer llegar a un propio acuerdo con nosotros cuatro, y aun cuando estaba en mi derecho de pedir la recompensa por la cual arriesgamos nuestras vidas, decidí evitar pisar dichas minas terrestre y aceptar el rumbo de dicha conversación.

-En ese caso, ¿Qué es lo que desea de nosotros princesa Roselia?

Si en verdad necesita algo de nosotros, es mejor escucharlo ya que seguir con rodeos innecesarios.

Aunque la sonrisa de la princesa me dio más de un escalofrío.

-Si en verdad son tan poderosos como lo aclama mi hermano, y son capaces de hacer lo que muchos pensarían es imposible, entonces quisiera pedir prestado sus servicios en un asunto que tiene algo ocupadas mis manos.

Mientras más hablaba y más nos adulaba, más presentía que su solicitud sería igual o más problemática que la de su hermano menor.

-A dos días de distancia al norte, se encuentran las tierras de Vestevia, y el primer pueblo más cercano entre estas tierras y las de Vestevia es llamado Caronte, las personas de ese pueblo son amables y el lord de las tierras tiene su residencia ubicada a las afueras de ese pueblo. Sin embargo, hace pocos días algo inusual ha sucedido en dicho pueblo.

Todos nosotros mantuvimos un semblante serio luego de escuchar las palabras de la princesa, ya que la última oración no nos auguraba nada bueno.

- ¿Qué ha sucedido en el pueblo?

-De acuerdo a los informes, el pueblo entero se ha vuelto envuelto en una ola de incidentes violentos y asesinatos indiscriminados, los habitantes del pueblo empezaron a atacar otros y a cualquiera que estuviera presente dentro de los alrededores del pueblo.

¿Violencia indiscriminada? Eso es algo que no he visto hasta ahora, y menos entre los mismos habitantes de un pueblo.

-Durante el comienzo de dichos incidentes, dos miembros de las tropas que estaban estacionadas en el pueblo vinieron a informar de lo sucedido, lo cual hizo que se enviaran tanto soldados como magos al pueblo para tratar de contener los actos violentos y tratar de dar con el origen de estos.

- ¿Se tiene alguna pista del origen de los ataques hasta ahora?

-No, al principio se pensó que podrían ser efectos adversos del agua contaminada que se había esparcido por los tres reinos, pero los afectados en otros pueblos no evidenciaron en ningún momento tales ataques de ira ciega. Y el problema no terminó allí.

Al escuchar eso, decidí mantenerme en silencio para escuchar toda la historia de parte de la princesa.

-Luego de que los dos soldados llegasen a la ciudadela, fueron ordenados a permanecer en custodia hasta que la situación en Caronte se controlara, ya que había que comprobar la veracidad de su historia, puesto que levantaron sospechas al momento de llegar a pedir ayuda.

- ¿Por qué levantarían sospechas si vinieron a informar de lo sucedido?

Esta pregunta la hizo Sephirina, quien se armó de valor para hablarle a la princesa.

-Según tengo entendido, uno de los soldados se encontraba bañado en sangre al momento de llegar, y parecía haber sido herido en uno de sus brazos, ante la posibilidad de que estuviesen mintiendo y hubieran cometido alguna clase de crimen, se les mantuvo en confinamiento en una de las celdas de la base de los soldados en Yakob.

Que estuvieran heridos y bañados de sangre sería suficiente para que cualquiera sospechara, no puedo discutir esa clase de razonamiento lógico.

-Sin embargo, antes de que pudiéramos obtener noticias de lo sucedido en Caronte, algo inesperado sucedió, el mismo soldado herido que había viajado desde Caronte a informar lo sucedido, sin ninguna razón aparente, asesinó a su compañero de armas en la misma celda antes del amanecer, tal incidente alertó a los guardias de turno, que tuvieron que eliminar al soldado puesto que evidenciaba el mismo instinto violento hacia ellos.

¿¡!?

- ¿Cómo fue que sucedió este ataque? ¿Acaso no le retiraron sus armas antes de mantenerlos bajo vigilancia en una celda?

Terminé cuestionando como sería posible que permitieran que esto sucediera, aun si fuera un ataque sorpresa, me cuesta pensar que el otro soldado no pidiese ayuda en medio de un ataque violento que terminó causando su muerte.

-Así fue, ambos soldados solo llevaban sus prendas puestas, y no había nada dentro de la celda que facilitara el asesinato de otro individuo.

Si no había nada que pudiera usar el soldado asesino para matar a su compañero de armas, ¿Entonces como hizo para cometer tal crimen?

-Según el reporte redactado por dichos guardias, el soldado fue asesinado por su compañero al arrancársele un gran fragmento de su garganta de un mordisco, aun cuando la víctima logró alertar a los guardias con su grito, fue demasiado tarde para cuando estos llegaron, y el mismo soldado que provocó su muerte fue apuñalado en la cabeza luego de que uno de los guardias fuera atrapado de la camisa por el causante, con tal de preservar su propia vida usó su arma de bolsillo y liquidó al atacante. Su compañero atestiguó a su favor para que no lo condenaran por tratar de protegerse en ese instante.

...

No tengo un buen presentimiento sobre esto.

Una situación que no tiene precedentes donde las personas actúan violentamente sin motivo alguno, y un homicidio cometido por un guardia con los mismos signos de violencia y perdida de raciocinio.

Sino supiera que es imposible en este mundo, diría que bien podría ser el inicio de un brote zombi, pero los zombis son algo ya existente en este mundo, y no se parecen en nada al tipo de zombis que pueden propagarse infectando a otros seres vivos, en cambio solo pueden formarse cuando una persona muere con resentimientos.

Lo que me lleva a apuntar a la otra posibilidad

-Se ha considerado la posibilidad de que haya un nigromante o un Lich involucrado?

Mi pregunta provocó una leve reacción en la princesa, quien seguramente ya había considerado esta posibilidad también.

-Ciertamente se abordó la posibilidad de que dicha violencia tuviera su origen por la posesión en masa de los habitantes del pueblo por Almas en pena, si hubiera algún Lich en la zona eso podría explicar cómo es que tantas podrían reunirse y afectar a tantas personas a la vez, pero luego de usar magia de exorcismo sobre los afectados esta opción se descartó.

Dicha conclusión llamó mi atención.

- ¿Significa que trataron de exorcizar a los habitantes sin éxito?

-Mas que no tener éxito, sería mejor decir que fue un rotundo fracaso, incluso enviamos a clérigos ordenados en los templos de la casa de la luz, pero al final ninguno fue capaz de reducir o siquiera anular la violencia surgida en los habitantes que hasta hace poco compartían su día a día.

... Una anormalidad que causa que las personas se comporten de forma violenta los unos contra los otros, y que no puede ser suprimida por la magia de luz, quizás haya un estado del tipo [Maldición] involucrado, pero estoy seguro que si fuera eso ya lo habría mencionado.

- ¿Qué terminó pasando con las tropas enviadas al pueblo Caronte?

Esta pregunta vino de Sephirina, quien parecía más enfocada en conocer toda la historia.

-Luego de que las tropas de la ciudadela llegaron a Yakob, intentaron suprimir a los habitantes encolerizados, pero parecían ser ignorantes de cualquier dolor, solo pudieron detenerlos usando magia o arrebatándoles la vida, y ya que no conocemos aun el origen de esto se ordenó sellar la aldea con una magia de barrera.

Aquella respuesta me dejó bastante sorprendido, pero no fui el único en estarlo.

- ¿Existe una magia capaz de sellar toda una aldea indefinidamente?

Esa pregunta vino de Tyrel, quien, aunque no era muy versada en la magia, tenía el suficiente conocimiento común como para entender que algo así era increíble, incluso después de conocernos.

-Se está utilizando el apoyo de cien clérigos de la casa de la luz para mantener una barrera que los aldeanos son incapaces de levantar, ya que es imposible mantenerla indefinidamente se está considerando reclutar a elementistas de tierra capaces de erguir una barrera sólida y lisa desde el interior para que no sea posible escalarla o atravesarla desde el interior.

-En pocas palabras, ¿Están considerando aislar la aldea permanentemente sino son capaces de descubrir el origen tras esta anomalía?

Mi pregunta hacia la princesa fue concisa y directa, puesto que hacer eso condenaría a todos los habitantes de ese pueblo. Y fue imposible no notar el desagrado por esa idea en las caras de Elena y la princesa Roselia.

-Ya que tal incidente podría generar repercusiones a futuro, es que me interesa solicitar los servicios de su grupo señor Shimon.

¿¡!?

-Lo siento, pero no entiendo, somos un grupo de aventureros, no veo cómo podríamos ser de ayuda para usted.

Al momento de decir esto una pequeña risa salió de los labios de la princesa.

-Creo que no le queda bien ser modesto señor Shimon, después de todo mi hermano también me ha comunicado que usted ha contribuido con la cura para la enfermedad del agua contaminada.

... Rayos, así que incluso eso iba incluido en la carta, empiezo a pensar que quizás debí haber quemado la carta antes de venir.

-Sin mencionar que, entre los aventureros, usted posee un alto nivel, no por nada logró derrotar a un aventurero RANK S a mano limpia.

... Empiezo a odiar ligeramente al cuarto príncipe Marebitiano

-Estoy segura que su grupo no se aleja mucho de mis expectativas, y si usted les lidera, estoy segura de que podrán atravesar la aldea sin peligro y quizás encontrar el origen de todo esto. Quizás hasta hallar al responsable si es que sigue dentro de la aldea.

Ugh... Esta princesa tiene unas expectativas demasiado altas en nosotros, creo que por fin le empiezo a encontrar el parecido con su hermano menor.

-Yo tengo una pregunta...

La persona que no esperaba se atreviese a participar en la reunión alzó la mano, y esa era nada menos que Valupla.

- ¿Y cuál sería esa pregunta?

- ¿Cómo hicieron para reunir a cien clérigos en tan poco tiempo? ¿Acaso enviaron a todos los que había en la ciudadela? ¿O es normal que las tropas de esta ciudadela cuenten con esta cantidad?

La pregunta de Valupla fue sobre un hecho que había pasado por alto, ciertamente es impresionante el ser capaz de sellar un pueblo por completo con ayuda de la magia de luz, pero también lo es el contar con tal cantidad de clérigos, en especial clérigos capaces de usar esta clase de magia defensiva.

-Ciertamente es extraño pensar que mandarían a tantos clérigos sin saber de antemano que clase de amenaza se trataba, a lo sumo se mandarían a menos de la mitad.

Sephirina respaldó la teoría de Valupla, ya que había validez en esa lógica y porque también pensaba que era extraño el cómo se estaban desarrollando estos eventos.

-Ciertamente es como dicen, al principio desconocíamos la naturaleza de la amenaza, y a decir verdad no fue mi decisión ni la de nadie de la ciudadela el levantar dicha barrera.

Aquella declaración de la princesa hizo que me fuera imposible no hacer la siguiente pregunta.

-Sino fue usted princesa ni nadie con autoridad en Yakob quien dio la orden, ¿Entonces quien les ordenó a los clérigos que lo hicieran?

-El obispo Rufus Art Versait, líder del templo de la justicia divina, al pensar primero que se trataba de un asunto de posesión de espíritus malignos, se solicitó el apoyo de los clérigos de su templo, pero inesperadamente el mismo Obispo se presentó con casi todos sus discípulos, y luego de descartar la posibilidad de que se tratase de una posesión maligna, ordenó a sus seguidores que activaran la barrera que ahora aísla a la aldea del exterior.

...

Es demasiado sospechoso, tiene que haber algo detrás de esto, y quizás mis pensamientos fueron muy obvios, ya que poco después la princesa siguió hablando.

-Aunque parezca sospechoso, puedo dar mi voto de confianza sobre el obispo Rufus, al parecer la razón por la que se movilizó el mismo hasta la zona fue porque su padre adoptivo, el cardenal Horacio Art Versait, se encontraba situado en el mismo pueblo antes de que el evento ocurriera, se desconoce el paradero o estado de este, así que es probable que el obispo intente saber si este sigue o no con vida.

Ugh... Todo esto se ha vuelto bastante complicado, aunque no quiero aceptar esta petición por la falta de información que hay, otra parte de mí siente que debería intentar dar con la verdad tras todo este asunto.

Pero la idea de enfrentarme a una amenaza similar a los zombis modernos en un mundo de fantasía no me hace para nada feliz, en serio prefiero a los de este mundo que son más fáciles de derrotar y que no se esparcen como un virus, estos me provocan menos pavor que los que he visto en películas.

Si la princesa no hubiera vuelto hablar, quizás habría podido encontrar la oportunidad para negarme a esta peligrosa petición.

-Sé que usted no nos debe nada señor Shimon, al contrario, nosotros le debemos a usted por apoyar a nuestro reino, pero nos vemos en la necesidad de pedir nuevamente su ayuda, ante una amenaza que se escapa a nuestra comprensión, sino damos con el origen de estos eventos ahora, quizás no podamos evitar que ocurra nuevamente en otro sitio, y si sucediera en un área más poblada, nuestros esfuerzos para contenerla podrían ser un completo fracaso.

La princesa se aprovechó de mi sentido de justicia y moralidad para atraparme en esta peligrosa misión.

-Por supuesto me aseguraré de concederle lo que ha venido a buscar, y también me asegurare de darle una herramienta que será vital para sus propósitos, si lo que dice mi hermano es cierto, entonces tenerlo como aliado será beneficioso para ambas partes, por eso le pido que considere aceptar esta petición.

...

-Una Hora Después-

(Punto de Vista: Roselia)

Terminaba de tomar un té servido por Elena, era un té diferente al que había tomado durante mi reunión con ese grupo de aventureros. El té de azavir era excelente para calmar los nervios y para mantener la mente centrada, mientras el que tomo ahora, té de horba, ayuda a alivianar la carga mental y a la vez el estrés acumulado

Que estuviera tomando este té ahora, no era solo porque tuviera un buen sabor, era además una forma de atenuar las preocupaciones que crecían dentro de mí.

Mientras tomaba una taza de té, le hice una seña con la mano a Elena para que se retirara de la habitación, dejándome a solas frente a una esfera de cristal color azul, la cual emanaba además un pequeño brillo.

A la vez que brillaba tenuemente, también emitió una voz que era bastante familiar.

-Entonces, ¿Qué te pareció su grupo?

-Pues... ¿Qué te diré? Parecían ser bastante competentes, aunque no pude evitar sentirme interesada por más de uno de ellos.

Dije esto con una pequeña risa, mientras sentía como era observada por la persona del otro lado de dicha comunicación.

-Por favor evita tratar de tomarlos bajo tu lado hermana, después de todo yo fui quien los envió hacia ti.

-Mph... Aunque no negaré que me encantaría tenerlos a mi disposición, no es mi intención reclamarlos pequeño Rastiel, puedes estar tranquilo.

Me pareció adorable ver a mi pequeño hermano preocupado porque le robara a su pequeño grupo salido de la nada, pero decidí dejar ese asunto a parte y volver al tema por el cual había comenzado esta comunicación con él.

-En cambio, me gustaría escucharlo de ti personalmente Rastiel, si lo que escribiste en esa carta es verdad, entonces tienes completa fe en sus habilidades, aún más que en el mismo héroe bajo nuestro cuidado.

-Sí... Puede que esté mal decirlo, en especial ahora que recibió la bendición de la bestia sagrada Leviatán, pero Shimon y su grupo poseen una fuerza bastante considerable, fácilmente se equiparan a cualquiera de los RANK S en Letonia. Y no me puedo imaginar a su líder siendo derrotado por algún miembro de las cuatro razas principales en este continente. Incluso el héroe Alan podría ser derrotado por este.

Que un humano pueda derrotar a un héroe... No es algo que cualquiera pueda afirmar como posible, aun así, aquí el pequeño Rastiel, quien siempre se ha afanado por tener un buen juicio con la fuerza de las personas, está afirmándolo sin ningún atisbo de duda.

-Si tan solo la fuerza bastara para resolver este asunto... Entonces mis preocupaciones no serían tantas...

Dije esto con un sentido de pesar, puesto que aún tenía mis reservas sobre sí serían capaces de resolver el problema en Caronte y salir intactos tras esto.

Ya que, si mi hermano tenía un buen juicio para la fuerza, yo lo tenía para los eventos peligrosos, siendo como un sexto sentido que me alerta de los peligros futuros de los cuales carezco de todo conocimiento.

Y este presentimiento que inunda mi pecho ahora, es el mismo que tuve cuando me enteré del viaje de nuestro hermano mayor al templo sagrado, un sentimiento de peligro sin bases, que me hace querer gritar que hay que correr o escapar de ese lugar lo antes posible.

-Entiendo que estés preocupada, pero ahora solo podemos esperar hermana, y rezar a la diosa porque puedan lograr otro milagro como en la cruzada, si alguien puede resolver aquel incidente, son ellos.

-... Eso espero Rastiel... Ahora debo irme, por favor saluda a nuestro padre de mi parte cuando lo veas.

Necesitando un tiempo para estar a solas fue que terminé la comunicación con mi joven hermano, el cual en estos momentos estaba de camino a la ciudad capital de Marebitía, en compañía de sus acompañantes y del héroe Alan.

Para tratar de buscar consuelo, abrí las cortinas de la habitación para así ver el exterior, y así encontrarme con la vista del mismo grupo con el cual había cruzado palabras hace solo una hora.

Viendo como estos se retiraban en dirección al mismo carruaje que los había traído en primer lugar, un sentimiento de culpa me inundó al verlos marchar.

Ya que ellos cuatro se embarcarían en una misión sumamente peligrosa, pero totalmente necesaria de completar por el bien de todas las tierras Marebitianas.

-Perdónenme... Y por favor... Traten de volver sanos y salvos.

Aquel sentimiento de culpa por enviarlos a un peligro desconocido, solo era compensado por las esperanzas que estaba poniendo en ese grupo inusual, esperanzas de que crearían otro milagro o evitarían nuevamente una gran tragedia.

Ahora solo podía confiar en ellos, en ellos y en todos los que sirven bajo su mando.

-En Otro Lugar, Ciudadela Yakob-

(Punto de Vista: Shimon)

Han pasado un par de horas desde que nos reunimos con la princesa Roselia y ahora estábamos en la típica rutina de reabastecernos con más comida y explorar la ciudadela antes de nuestra partida.

Puesto que habíamos aceptado la petición de la princesa, tendríamos que hacer un largo viaje para llegar hasta las tierras de Vestevia, así que para este escenario comenzamos a reunir muchas más provisiones y demás productos que solo podríamos encontrar en la ciudadela y podríamos necesitar en nuestro viaje.

Al momento de escuchar que los actos de violencia se esparcieron dentro del pueblo y terminó afectando a uno de los soldados que vinieron a pedir ayuda a la gente de la ciudadela, no pude evitar pensar en la posibilidad de que esto se trate de una especie de infección viral.

Después de todo, una variante de un virus que no se supone esté en este mundo fue usada como el medio para transmitir una enfermedad como la gastroenteritis dentro del mundo de Éltera. Llegados a este punto, puedo creerme que pase cualquier cosa.

Y por ese motivo, nos prepararemos para enfrentar tal escenario, por eso volvimos a la armería, para conseguir una mejor defensa para las chicas.

Todos nos habíamos vuelto buenos a la hora de esquivar ataques enemigos, pero siempre habrá ocasiones en donde terminemos enfrentándonos a un enemigo que no podamos evadir sino bloquear, y si esto resulta ser una enfermedad o un virus contagioso, no pienso correr riesgos innecesarios.

Al entrar en la armería les sugerí a las chicas buscar equipamiento nuevo que pudiera proteger sus cuerpos, de forma que el mínimo de piel posible quedara expuesta a ataques de todo tipo.

Fue bastante incomodo tratar de explicarme al respecto, puesto que no podía simplemente decir que podríamos enfrentar una amenaza del tipo epidemia que aparenta ser la posesión de espíritus malignos.

Por suerte pude evitarme el interrogatorio gracias a la sobrerreacción de Tyrel, quien se vio más que dispuesta a renovar sus prendas de combate, al punto de jalar a las chicas a la sección de armaduras femeninas. Es en momentos así donde me alegra tenerla como parte del equipo.

Decidí quedarme viendo en la sección de armas arrojadizas para matar el tiempo mientras ellas se probaban distintos atuendos y piezas, después de todo jamás fui bueno en lo que respecta a salir de compras con más de una mujer a la vez, y no es como que pueda sacar mi celular en este sitio para matar el tiempo ni tampoco ponerme a leer o transcribir algo para el maestro en la misma tienda.

Hablando del maestro, se ha mantenido bastante callado, en especial desde que me decidí a tomar clases de combate físico con Tyrel, me pregunto si se habrá enfadado con lo de que la tomase como mi maestra en ese campo...

No, no hay forma de que eso pueda pasar, hablamos del maestro, quien desde un principio se ha visto reacio a reconocerme o llamarme como su discípulo desde que lo conocí.

-Es estúpido creer que el maestro podría enfadarse por algo así, seguro ha de estar ocupado con algún otro experimento en el calabozo...

Me dije esto a mí mismo para seguir viendo las dagas que vendían en esa armería, comprobando con [Análisis Absoluto] todos los detalles posibles de cada arma en la armería.

-Media Hora Después-

- ¡Shimon! ¡Hemos terminado, ven a ver!

Escuché estas palabras provenir desde una zona apartada de la armería mientras me aseguraba de pagar a un empleado de una tienda por un set de dagas arrojadizas de hierro y un set de 30 flechas con un carcaj de cuero, los cuales guardé dentro de [Almacén de Objetos] una vez terminé de pagar por estos.

-Ya voy... Un segundo...

Decidí ir hasta donde estaban con paso lento, después de todo me provocaba una pequeña ansiedad imaginar que cambio de atuendos habrían escogido

... ¿?

- ¿Creí haber escuchado que habían terminado de buscar?

-A-Así es... Ya hemos terminado Shimon.

-... ¿Entonces porque llevan las mismas prendas que antes?

Hice esta pregunta puesto que esperaba ver a las chicas con algún atuendo diferente, más parecían llevar las mismas prendas que antes, aunque sus comportamientos eran a la vez extraños, Sephirina desviaba la mirada mientras que Valupla hacía lo mismo, pero ocultando sus brazos tras su espalda.

-Y por cierto... ¿Dónde está Tyrel?

Sin mencionar que no podía ver a Tyrel por ningún lado, cuando se supone que ella fue la que me llamó hasta aquí.

- ¡Solo date la vuelta y me encontrarás!

Al escuchar la voz de la ani-humana de nuestro equipo detrás, me di la vuelta para encontrarme con una agradable e inesperada sorpresa.

A diferencia de las chicas cuyos cambios de prenda no eran notables, Tyrel había cambiado sus prendas casi por completo. Con la excepción de su calzado y del cinturón que siempre llevaba encima de su pecho y sobre su cintura.

En vez del top naranja que siempre llevaba puesto, ahora llevaba una chaqueta naranja encima con pequeñas hombreras redondeadas color marrón, las cuales hacían juego con la blusa marrón que llevaba por debajo de esta, la chaqueta era de mangas largas, pero no se interponían con sus guanteletes metálicos.

Y en vez de sus jeans cortos color verde, cambió este por un pantalón holgado del mismo color. Tyrel mejoró su propio equipamiento, recibiendo a la vez un aumento en sus propias estadísticas.

- ¿Cómo me veo Shimon? ¿¡Bastante bien verdad!?

-Te ves bien, lo admito, aunque me sorprende que solo escogieras dos prendas, con lo emocionada que parecías hace un momento.

Dije esto estando de brazos cruzados, puesto que esperaba que ella al menos escogiera mínimo unas tres piezas, aunque su siguiente acción me tomó con la guardia baja.

-Jeje, por supuesto que no solo son dos prendas, ¡Mira bien Shimon!

Al finalizar esas palabras fue que la misma Tyrel levantó parcialmente su blusa y bajo su pantalón verdoso, haciendo que por reflejo tapara mis ojos y me sintiera apenado, pues terminé asumiendo que estaba por mostrarme alguna clase de ropa interior.

Grata fue mi sorpresa cuando alcancé a ver que no se trataba de esto, sino de algo más sencillo y nada provocativo.

- ¿Eso es...?

Para mi gran sorpresa, debajo de sus prendas llevaba un traje delgado y de una sola pieza, que cubría tanto su parte superior como inferior, y estaba hecho de una tela metálica de gran ligereza y libertad de movimiento.

En términos de protección, estos trajes podrían proteger contra uno o dos ataques cortantes, siempre y cuando se tratasen de espadas de hierro o acero, aunque quizás algo como la plata podría ser capaz de cortar a través de estas.

Aunque cumplía con su verdadero objetivo, servir de barrera contra los ataques hechos por seres vivos, muy difícilmente las manos o dientes de una persona podrían atravesar dicha malla metálica.

-Siempre he querido hacerme de una, pero son algo caras así que nunca me la pude permitir, por eso me hizo muy feliz que dijeras que podíamos hacer la compra con tal de mejorar nuestras defensas.

Al momento de decir estas palabras Tyrel se mostró algo avergonzada pero feliz al mismo tiempo, al parecer era en momentos así donde podía sacar a relucir su alegría por algo que no fuera un festín.

...

Un momento...

-Tyrel... Cuando dices que podíamos... ¿Te refieres a que...?

Terminé dándome la vuelta, para así ver a las más antiguas miembros de nuestro equipo, quienes parecían aun apenadas y decididas a no dirigirme la mirada.

Fue entonces cuando Valupla hizo el primer movimiento e imitó el accionar de Tyrel, levantando parcialmente con una mano su camisa, para así dejar a la vista el mismo tipo de malla metálica que Tyrel llevaba puesta.

Sobra decir que verla hacer esto provocó más que un ligero nerviosismo en mi parte, el cual apenas pude disimular gracias a [Mente fría].

En cambio, Sephirina hizo algo que podría considerarse más atrevido aún, ya que obviamente usar un traje de malla completo no quedaría con su actual vestimenta, en cambio solo estaba usando la parte de abajo por encima de su ropa interior, levantando parcialmente la parte baja de su vestido para dejar ver como sus piernas estaban protegidas por la misma malla metálica.

Aunque desde mi perspectiva, más bien parecía como si estuviera usando un par de pantimedias color metálico, el solo ver eso fue demasiado estimulante para mi propio bien, al punto de agradecer que mi [Resistencia a la Seducción] se encuentre en un alto nivel ahora mismo.

-Lo que importa es que estemos protegidas... ¿Verdad? Tampoco es como que tengamos que cambiar todo nuestro equipamiento.

La respuesta de Sephirina mientras enseñaba sus piernas hasta sus rodillas era algo difícil de asimilar, por un lado, quería voltear la mirada y muy en lo profundo, me era difícil ver hacia otra parte.

Otra parte que no fuera la chica demonio a su lado.

-Nosotras estamos bien con nuestras prendas... Así que esto es suficiente... ¿Verdad amo?

La pregunta de Valupla quien de pronto cruzó miradas conmigo me hizo regresar a la realidad en ese instante.

- ¡Por supuesto! Más que suficiente, es perfecto, las felicito a todas por escoger un medio de protección tan ideal y efectivo.

Desvié la mirada en ese instante y mi tono de voz fue algo apresurado, después de todo como líder del grupo, debía mantenerme serio y concentrado, y no verme distraído por el alto nivel de belleza de mis compañeras de equipo, aun cuando a veces fuera muy difícil de evitar.

¿?

Fue entonces cuando noté algo peculiar en Valupla, no algo que me estuviese mostrando, sino algo que deliberadamente estaba ocultando.

-Por cierto, Valupla, ¿Será posible que hayas optado por alguna otra pieza o prenda?

Al decir estas palabras la misma Valupla mostró un leve estremecimiento, pero luego de dudar por un instante ella misma sin mediar palabra sacó su otra mano, la izquierda, de detrás de su espalda, para así mostrarme un guante completamente diferente del que había estado usado todo este tiempo en su mano derecha, la cual era la que usaba para sostener su arco.

En la mano izquierda, la cual usaba para agarrar y lanzar sus flechas, estaba un guantelete color Vinotinto con los dedos descubiertos índice y medio descubiertos, teniendo además una gema rojiza de pequeño tamaño en el dorso de la mano.

Decir que estaba impresionado por su selección con ese guante era quedarse corto, ahora que había empezado a manejar el arco del fénix solar, Valupla empieza a mostrar aptitudes para el uso de flechas explosivas o ataques de elemento fuego, aun cuando esa no es su aptitud elemental.

-Si piensa que no es necesario... Lo puedo devolver amo...

Verla preguntarme si estaba bien o no comprar este guante y usarlo, me hizo recobrar la determinación perdida minutos antes, para así poder dirigirme a ella de la misma forma que me gusta hacerlo siempre.

-Si piensas que será algo de ayuda en el futuro, entonces no tengo ningún problema, pienso que tomaste la decisión correcta al escogerlo Valupla.

Con honestidad y claridad, expresando mi alegría por verla tomar decisiones por su cuenta, aun si eran o no respaldadas por las chicas, me alegró verla tener la iniciativa de escoger algo por su cuenta sin que tuviera que pedírselo primero.

- ¡!... ¡Si!

Luego de ver su reacción de alegría, me sentí feliz por primera vez de haber aceptado esta petición de parte de la princesa Roselia, pues nos dio la perfecta oportunidad para conseguir un poco más de felicidad al hacer nuestras preparaciones para ello.

Solo espero que estos momentos de felicidad, sigan perdurando...

-Horas Después-

-Posada del Gato Astuto, Ciudadela Yakob-

Ya haciéndose de noche, estábamos de vuelta en la única posada de la ciudadela que aceptó darnos una habitación para cuatro, incluyendo a Valupla y con un establo donde pudiéramos guardar nuestra carroza y alimentar y cuidar a nuestros Bolgaris.

Habiendo superado todos los desafíos de ese dio, y habiendo hecho todas las preparaciones para nuestro próximo viaje, era el momento para que todos tuviéramos nuestro merecido descanso, y pudiéramos dormir para empezar nuestra nueva aventura con todas nuestras energías.

- ¿Y ahora qué es lo que te atormenta humano?

O así sería... De no ser porque aún tengo que consultar al Maestro sobre esto, ya que no puedo sacarme de la cabeza todos estos malos presentimientos sobre esta misión.

-Maestro... Esta misión que acabamos de aceptar de parte de la princesa, tengo el presentimiento que es mucho más de lo que simplemente aparenta... Siento que correremos un peligro similar o peor que con la cruzada del príncipe Rastiel.

Decidí expresar mis preocupaciones al Maestro, quien en ese momento se encontraba flotando en frente de mí, mientras yo me encontraba recostado contra una de las paredes del pasillo fuera de nuestra habitación, queriendo así poder conversar con el Maestro sin necesidad de perturbar el sueño de mis compañeras de equipo.

-Interesante... Estoy seguro de que careces completamente de los dones de la precognición y la clarividencia, así que me interesa escuchar tus motivos para asumir que enfrentaras un peligro comparable a aquella batalla de la cual apenas saliste con vida por suerte.

Las certeras y severas palabras del maestro habían sido pronunciadas sin el mínimo atisbo de preocupación por mí, aun así, procedí a explicarle el porque de mi suposición pesimista.

-Digo esto basado en la historia que escuchamos de la princesa Maestro, que de pronto gente que se conoce toda la vida se ataque entre sí, y que el mismo comportamiento se evidenciara en un soldado herido en el mismo sitio... Solo se me ocurre que puede tratarse de un virus, una enfermedad contagiosa, similar a la del agua contaminada.

Al mencionar estas palabras el Maestro guardó silencio por unos escasos segundos, hasta que de pronto me dirigió la palabra con un tono decisivo.

- ¿Piensas que es un Rhabdoviridae verdad? Lo que en tu mundo conocen como el virus de la rabia.

¡¡¡!!!

Escuchar las palabras de mi maestro hizo que mi interior se sacudiera, como si sujetase mi corazón y lo estrujase con ambas manos...

Me tomó un profundo respiro el poder responder a su interrogante.

-Sí... Eso es lo que temo ahora... Si un norovirus pudo ser manifestado artificialmente en este mundo... Que ese virus se manifieste y sea la causa de esto no escapa a mi imaginación.

El Maestro era el único con el que podía mantener esta clase de conversaciones, pues era el único que compartía mi conocimiento de la tierra, después de todo los libros de medicina modernas fueron uno de los tantos libros que traduje para él en mi época dentro del calabozo del crepúsculo.

-Así que la necromancia, algo que aterra a la gente común, es un mejor escenario para ti que algo que es bastante improbable y que no tiene precedentes en este mundo.

-No me malentienda Maestro, por supuesto que tampoco preferiría que la princesa tenga razón y sea un nigromante el culpable de lo que sucede en ese pueblo, la idea de que haya un nigromante tan poderoso como para comandar cientos de espectros al mismo tiempo y tomar control de un pueblo, es de por si desalentador... Aunque al menos eso sería algo manejable.

Si el enemigo que tuviéramos que derrotar, fuera un ser de carne y hueso, o incluso un ser intangible, estaría tranquilo, pues ya he sido entrenado para derrotar a seres de ambas clases.

-Viendo la importancia que le das a las vidas de tus acompañantes... Puedo entender por qué te preocupa que sea aquel virus... A diferencia del Norovirus, no tenemos los medios para contrarrestarlo...

Enterré mi cabeza entre mis piernas una vez escuché al Maestro decir eso, ya que parte de mí aún albergaba la esperanza de que él pudiera dar con una respuesta ante ese escenario.

-La única forma de curar esa enfermedad es si se aplica una inyección antirrábica a tiempo para prevenir la infección del virus, pero para desarrollarla necesitaríamos una muestra del virus, y seguramente ya se deshicieron de los cadáveres de los guardias que retuvieron en esa celda. Así que no hay forma de desarrollar una vacuna a tiempo antes de entrar en la zona dentro de la barrera creada por los clérigos.

Sin una muestra intacta no podríamos hacer una vacuna, lo que haría un simple rasguño o mordida algo letal para cualquiera de nosotros, incluyéndome.

Es en momentos así que quisiera haber dominado el arte de la alquimia, de ese modo podría mandar a un ejercito de Golems al pueblo para suprimir a todos los habitantes dentro de la barrera, eso sería la solución más segura para todos.

Decidí ver al maestro por unos cuantos segundos, esperando que el pudiera entender los deseos de su joven y apreciable discípulo, pero lo único que recibí de su parte era lo que me esperaba escuchar.

-Si piensas que te ayudaré de alguna forma, entonces bien podrías hacerte revisar la cabeza, porque no tengo la intención de brindarte mi ayuda en algo de lo que no obtendré siquiera un mínimo beneficio.

...

Lo bueno es que mis expectativas siempre se mantienen bajas, de otra forma bien podría deprimirme por esa respuesta.

-No se preocupe Maestro, tengo la intención de superar esta misión con mis propios medios... Y por encima de todas las cosas, no permitiré que nadie más pierda la vida en frente de mí... No otra vez...

Dije esto mientras me levantaba del suelo, teniendo la intención de volver a la pieza donde dormía el resto de mi equipo, para así tratar de conciliar el sueño luego de haber conversado con el Maestro.

Abandoné el pasillo dejando al Maestro atrás, y aun cuando ya me había adentrado en la pieza y cerrado la puerta, el Maestro permaneció solo en ese pasillo por un pequeño lapso de tiempo, como si tratara de ver más allá en una dirección especifica.

Mas concretamente, en dirección al pueblo Caronte, el cual se encontraba por los menos a dos días de distancia de la ciudadela Yakob.

Astaroth era muchas cosas, pero no alguien carente de interés por los misterios y eventos sin precedentes en este mundo. Y lo que fuera que sucediera en Caronte, no solo calificaba como objeto de su interés.

Sino que también le generaba una incómoda sensación de familiaridad.

-Al Día Siguiente-

-Entrada Norte de la Ciudadela Yakob, Tierras de Maydiland-

Habiendo cubierto todos los pendientes que teníamos en la ciudadela, y listos para comenzar nuestro viaje a las tierras de Vestevia, estábamos en el lado interno de la puerta norte de Yakob, el cual era no solo una entrada distinta a la que usamos para ingresar a la ciudadela, sino también la ruta más directa que teníamos para ir hasta el pueblo Caronte.

Lo único que nos hacía falta para emprender nuestro nuevo viaje era una sola cosa... O, mejor dicho, una sola persona.

-Lamento haberlos hecho esperar, mis estimados aventureros.

Quien dijo estas palabras no era parte de nuestro grupo, pero tampoco era alguien completamente desconocida para nosotros, y honestamente tampoco era alguien con quien me fuera fácil interactuar.

-No pasa nada, llegó a tiempo como fue acordado... Señorita Elena.

A la persona que estábamos recibiendo y esperando en dicho sitio, no era nada menos que la sirvienta principal de la princesa Roselia, la misma que nos escoltó y nos llevó hasta la Real Academia del Conocimiento para encontrarnos con su ama.

Si la vieras en cualquier sitio, y no supieras de lo que es capaz, bien podrías pensar que es una chica normal con buen parecido y perteneciente a la raza gato de los ani-humanos.

Pero si la conocieras, o si la hubieras visto en acción, sabrías que esta chica es mucho más de lo que aparenta, y prueba de esto es la información que puedo obtener gracias a [Análisis Absoluto].

... No quiero ser prejuicioso, ¿Pero es normal que las sirvientas tengan un nivel tan alto?... No, estoy seguro que no es algo normal, los sirvientes en la mansión del tal Cambris tenían niveles promedio.

Supongo que un requisito para servir a la realeza es tener mínimo un nivel por encima del treinta, al menos así fue también con Lakart y Víctor, los acompañantes de confianza de Rastiel.

-Me alegra escucharlo, en ese caso estaré a su cuidado, y tengan por seguro que me aseguraré de serles de utilidad en este viaje.

Con una sonrisa de par en par, Elena hizo una leve reverencia agarrando el borde de su falda, para así mostrarse a nuestro servicio de una forma bastante digna para una sirvienta.

Sephirina le ayudó a subir a su carroza mientras Valupla se hacía cargo de subir sus pertenencias a nuestra carroza, las cuales consistían solo en un par de bolsos de cuero que contenían prendas de cambio y artículos de primera necesidad, así como de un monedero lleno de Dekars y algunos Derks.

¿Pero que motivos hay tras la aparición de la sirvienta de la princesa Roselia y su actual adición a nuestro viaje hasta el pueblo Caronte? La respuesta es muy sencilla.

Es porque una de las condiciones para recibir la ultima recompensa, es no solo resolver el misterio tras la violencia esporádica en los habitantes del pueblo. Sino también escoltar a la misma Elena, quien es originaria de este pueblo y que conoce el mismo como la palma de su mano.

Para cumplir con las expectativas de la princesa, tendríamos que dar con la verdad tras este fenómeno, y al mismo tiempo volver con su mas apreciada ayudante sana y salva, la cual sin lugar a dudas es la más interesada en llegar lo antes posible a este pueblo.

Después de todo, aquellos que conoció desde que era una niña, se encuentran ahora tras una barrera que pronto se volverá permanente y que aislará a la gente de su pueblo notal del exterior para siempre.

Aun si no lo demuestra, aun si se aferra a su deber como sirvienta de la princesa, es evidente que tiene más de un motivo personal para acompañarnos. Y es nuestra responsabilidad asegurarnos de que no pase por ningún peligro, aun cuando es bastante capaz para defenderse, o eso me deja entender su alto nivel.

- ¿Estamos listos para partir señor Shimon?

-Sí... Por favor, guíenos lo mejor posible, señorita Elena.

Una vez dicho esto pasamos la puerta norte de la ciudadela, y empezamos nuestro camino hacia las tierras de Vestevia, rumbo al ahora en cuarentena pueblo Caronte.

Por mis sueños egoístas, por la confianza que ponen mis compañeras de equipo en mí, es que seguiremos a esta mujer ani-humana de la raza gato, hasta un sitio que no me atrevería a pisar si tuviese la elección.

Solo espero ser capaz de proteger todo lo que me importa... No, sin lugar a dudas debo protegerlas a todas.

Sin importar cual sea el costo que deba pagar.

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