Capítulo 63: El Encuentro con la Tercera Princesa

-Paso Primaveral, Tierras de Maydiland-

Han pasado dos días desde que dejamos atrás el pueblo Agard, así como también a dos de nuestros compañeros y amigos, cuyos destinos diferían del nuestro. Estábamos a pocas horas de llegar al punto en donde podríamos ver a lo lejos la ciudadela Yakob, lugar donde nos encontraríamos con la tercera princesa Marebitiana, Roselia Von Verdis.

Mi reunión con esta princesa era un evento ansiado y a la vez preocupante, ya que sospechaba que no se resumiría a simplemente recibir lo prometido por su hermano mayor, el príncipe Rastiel.

Hacía lo posible para evitar pensar en las posibles variables que podrían darse el día de hoy, y me concentré en hacer algo que me había tenido entretenido por los últimos días

-SÍNTESIS EXITOSA- -HABILIDAD ANÁLISIS ABSOLUTO ADQUIRIDA-

- ¡Bien! ¡Otro éxito!

Me dije esto para mis adentros mientras observaba con detenimiento la descripción de la nueva habilidad que había obtenido gracias al mecanismo de [Síntesis] disponible tanto para habilidades como para hechizos.

Sintetizar habilidades me permitía combinar habilidades que ya tenía por encima de LV 5 y transformarlas en nuevas y mejoradas habilidades. Esto traía muchos beneficios distintos, como la reducción de la carga mental al no tener que activar múltiples habilidades al mismo tiempo.

Gracias a esto las habilidades que utilicé de forma separada las podía combinar para darle forma a nuevas habilidades, hacer esto reducía en un nivel cada habilidad empleada, pero los beneficios eran más que suficientes para justificar dicha perdida.

Hasta ahora he combinado diferentes habilidades para sintetizar muchas nuevas, y las mismas ahora están visibles en la lista de habilidades sintetizadas.

-HABILIDADES SINTETIZADAS: ANÁLISIS ABSOLUTO, MENTE SÓLIDA, MEMORIA FOTOGRÁFICA, NEUTRA ARMA, NEUTRA CAPA, SUPER CONCENTRACIÓN, COMPRENSIÓN ABSOLUTA, RESISTENCIA ABSOLUTA-

La mayoría son superiores a sus versiones básicas. Sin embargo, todas se encuentran en LV 1, por lo que algunas no eran tan útiles aún. Pero eso no cambiaba el hecho de que la mayoría ofrecía beneficios bastante sorprendentes.

[Análisis Absoluto] era la combinación de todas mis habilidades de análisis, ahora no tenía que escoger entre todas para obtener información de cualquier cosa o persona, y además la información que podía extraer con la habilidad había aumentado ligeramente, seguramente mejoraría su alcance una vez logre subirla de nivel.

[Mente Solida] me protege de cualquier clase de alteración mental, aunque sus efectos no son del todo perfectos reduce los efectos de cualquier ataque mental o psicológico, una vez logre dominarla incluso podré resistir los golpes de presión que causa el maestro con su sola presencia.

[Memoria Fotográfica] imita los efectos de [Retención de Textos] y [Retención de Imagen], y como su nombre lo indica, me permite visualizar por un corto periodo de tiempo algún momento o escenario que haya visualizado hasta ahora, incluso podía visualizar momentos de antes de venir a este mundo.

Sin embargo, había una carga mental y un consumo de MP relacionado a lo tan lejos que trate de visualizar en el pasado un momento. Si retrocedía a eventos de hace más de un año gastaba un 1% de mi MP por segundo. Podría quizás ver a mi familia por un par de minutos, pero eso me dejaría fuera de combate por el resto del día, eso si no intentara reponerme con pociones MP.

Luego de estas habilidades vinieron un par que expandían mi campo de los elementos hasta ahora conocidos. Las habilidades [Neutra Arma] y [Neutra Capa].

Ambas habilidades recurrían a un nuevo elemento que desconocía hasta ahora, el cual según la descripción de la habilidad era la combinación de los seis elementos mágicos básicos, se diferenciaba de [Mana Arma] ya que no era solo el fortalecimiento del cuerpo o de un arma empleando poder mágico, sino que era un elemento que podía mostrar ventaja contra los demás.

Ya fuera contra la magia de aire, agua, tierra, o fuego, e incluso la magia oscura o de luz, este elemento podía superar a los demás en un confrontamiento directo. Bien podría considerarlo el séptimo elemento mágico, y el que superaba a todos los demás.

El único defecto de este elemento, es que emplearlo gastaba seis veces el MP necesario para emplear las otras variantes elementales. No sería de uso práctico para nadie que tuviera un MP tan elevado como yo o Sephirina, y había otro requerimiento adicional. La única forma de sintetizarla era si podía utilizar los otros seis elementos.

Siguiendo esas dos condiciones, el único que podía obtener y emplear esta habilidad, era yo.

Luego de estas tremendas habilidades, llegaba una que no perdía contra las anteriores.

[Súper Concentración], una habilidad que se adaptaba de otras que me permitían entender mejor mi entorno y mi nivel de concentración en momentos claves. Utilizarla me permitía ver y comprender todo a un nivel superior a lo antes visto. Una vez la utilizaba el mundo se movía a cámara lenta, a una proporción de un tercio del tiempo real.

Una habilidad que podría cambiar el equilibrio de un combate, o salvarme de un ataque crítico, pero como las demás habilidades sintetizadas, el costo de MP para utilizarla era considerable. En una batalla prolongada no sería muy práctica, pero seguro habría marcado la diferencia si la hubiese tenido cuando enfrente por segunda vez a Densel Calbart.

[Comprensión Absoluta] era un derivado de mis habilidades de comprensión del entorno, al utilizarla podía detectar cualquier elemento que estuviera dentro del rango de alcance de la habilidad, ni siquiera era necesario que tuviera una visión directa del entorno, ya que mis demás sentidos se agudizaban y me permitían detectar hasta el más pequeño insecto en el área.

Los usos de esta habilidad podrían llevarme algún día a obtener la tan deseada habilidad de [Mapeo] que he buscado por casi un año, es por ello que estaba enfocado en subirla de nivel hasta ver si conseguía desencadenar su aparición o desbloqueo en la lista de habilidades disponibles.

Y la última habilidad, pero no menos importante, era la habilidad de [Resistencia Absoluta], una habilidad pasiva que me otorgaba de una mayor protección contra toda clase de ataques.

No solo del tipo físico o mágico, sino también psicológicos, de modo que se complementaba bien con la nueva habilidad [Mente Solida]. Una habilidad que recogía todas las habilidades de resistencias que hubiese adquirido hasta ahora y potenciado levemente.

Una habilidad defensiva que me haría más capaz de resistir contra oponentes peligrosos, tales como los monstruos mutantes titánicos o alguno de los cinco generales demonio que siguen ocultos en Éltera, esperando la oportunidad para destruir a las demás razas y a los nuevos héroes invocados.

Este nuevo set de habilidades era un buen regalo que seguramente disfrutaría mejorar a lo largo de nuestra aventura, y estoy seguro que habrá muchas más habilidades y hechizos que conseguiré obtener mejorando los que ya poseo o aprendiendo por otros medios.

Supongo que después de tanto tiempo, estoy feliz de sentir que mi crecimiento no ha alcanzado aún su límite, uno que consideré haber tocado cuando alcancé el LV 100.

-Me siento como en mis primeros días... Anhelando alcanzar una fuerza que ni siquiera puedo imaginar aún...

Si con entrenamiento puedo reducir las desventajas de cada habilidad, entonces seré capaz de utilizarlas contra nuestros futuros enemigos... Y así quizás llegar a rozar el poder del maestro.

Para mí, no hay ningún ser en este mundo que pudiera hacerle frente al maestro en su forma original, la única razón por la que pude derrotarlo, fue porque utilicé su propio calabozo en su contra, pero si consigo dominar estas nuevas habilidades, quizás alcance un nivel que me permitiera hacerle frente sin trampas de por medio.

... Aunque es mejor apartar esa idea, después de todo sigo sin querer enfrentar al maestro mientras emplea su máximo potencial, tengo suficiente inteligencia para saber que esa es una mala idea.

Y si alguien puede comprender mi postura ahora mismo es Tyrel, quien aún sigue afectada después de conocer al maestro de frente.

Por un momento me preocupé seriamente cuando la vi desplomarse al momento de presentarlos oficialmente, y que no recobrara el conocimiento tras media hora solidificó mi teoría de que había sido demasiado para la pobre chica ani-humana.

Una vez recobró la consciencia tuvimos que calmarla entre los tres para que no sufriera un colapso nervioso, y cuando conseguimos llevarla a un nivel aceptable de calma empezamos a explicarle toda la verdad que aún no conocía.

El concepto de que el maestro era el único y temido [<Rey no Muerto>] Astaroth, amo del legendario calabozo del crepúsculo, y que yo era un humano proveniente de otro mundo, siendo un excandidato de los cuatro héroes invocados por la diosa Casiopea.

Hacerle entender mi situación nos tomó más del tiempo que permaneció desmayada, y cuando ya se acercaba la hora de dormir fue que dejamos aquel asunto concluido.

Al día siguiente nuestro viaje continuó como habíamos planeado, más la energía explosiva que Tyrel siempre manifestaba se fue apagando cada vez que me acercaba a ella, parecía estar relacionando mi presencia con el terror que le provocaba el maestro. No puedo decir que no entiendo el por qué le aterra, pero que se encuentre así me ha hecho imposible entrenar artes marciales con ella.

El propósito de revelarle dicha verdad, era no tener más secretos con ella, ya que oficialmente era miembro de nuestro grupo, sería problemático mantener el secreto por si necesitaba emplear la ayuda del maestro para una emergencia, sorprenderla después habría sido más perjudicial.

Es por eso que mi objetivo para antes de llegar a la ciudadela Yakob, era superar la barrera que ahora nos distancia y comenzar seriamente mi entrenamiento en las artes marciales. Y la mejor forma para romper la tensión existente sobre ella, era utilizar aquello que más le apasiona.

-Shimon, ¿Te parece si paramos ahora para comer?

Las palabras de Sephirina quien estaba ahora al mando de la carroza fueron las que había esperado desde hace unas horas, y el escucharlas fue como música para mis oídos.

-Por supuesto, detente en el lugar más cercano y cómodo, asegúrense de preparar todo, ¡Yo me haré cargo de cocinar el día de hoy!

¿¿??

Una expresión de confusión se apoderó de los rostros de Valupla y Sephirina, quienes vieron extraño mi repentino entusiasmo, pero eso era simplemente porque no eran conscientes de lo que iba a hacer el día de hoy, algo muy diferente a lo que hemos comido hasta ahora.

Un tipo de platillo no común en este mundo, pero que es posible preparar gracias a las compras que hice antes de dejar el pueblo Agard.

Iba a conquistar los paladares de Tyrel y las chicas con la comida más adictiva hecha en mi mundo.

-Media Hora Después-

Habiendo encontrado un árbol frondoso y de gran tamaño en el camino de tierra por el cual viajábamos, nos detuvimos cerca de este y fuera del camino para dejar descansar a los Bolgaris y empezar con las preparaciones para tomar nuestro almuerzo.

Para dichas preparaciones, Sephirina se encargó de alimentar e hidratar a los Bolgaris, al ser la más apegada a estos esta era una labor que le daba gusto realizar.

Valupla se hacía cargo de buscar un punto donde acomodar la mesa y los asientos que usábamos para todas nuestras comidas. A pesar de que era una labor pesada, ella lo podía hacer todo con facilidad, incluso era veloz al conseguir la madera necesaria para encender el fuego que usábamos siempre para cocinar nuestros alimentos.

Mientras ella hacía esto, Tyrel se ocupaba de la exploración del área, gracias a sus habilidades raciales era capaz de detectar y rastrear a cualquier individuo mejor que cualquiera del grupo.

El mayor peligro que podíamos enfrentar en campo abierto era ser emboscados por bandidos o monstruos mientras comíamos, es por eso que su labor era de gran importancia. Y era algo que me alegraba poder delegar a ella, ya que así podía concentrarme en la labor que me he asignado.

-La carne apropiada para este momento... ¡No puede ser otra que esta!

[Almacén de Objetos]

Usando mi habilidad de almacenaje extraje un bulto de carne envuelta con hojas de gran grosor, este bulto era un conjunto ya preparado de filetes de Boguri, el cual conseguí a buen precio en el mercado de Yakob. Su sabor era inigualable, y tenía la suficiente para satisfacer el estómago sin fondo de Tyrel.

Pero no iba a utilizar esta únicamente, también tenía pensado usar la carne de Kafeh, la cual pude confirmar en el pueblo Runser que su sabor es casi idéntico al pollo.

Siendo similar sería perfecta para el platillo que tenía en mente, pero aún faltaba mencionar un elemento que sería el acompañamiento para los tutos y la carne. Y este era nada menos que las poratos, verduras del tipo tubérculos que sabían y se veían igual a las papas, con la única diferencia de que estas eran de un chillón color naranja.

Teniendo carne de Goburi y Kafeh, más varias poratos, iba a preparar la comida que muchos amaban en mi mundo, a la cual muchos eran adictos, y que había extrañado desde que llegué a este mundo.

Iba a preparar comida frita, o comúnmente conocida como comida chatarra.

A diferencia de mi mundo, donde existía el comúnmente conocido como aceite de cocina, hecho a partir de plantas como el orégano y la oliva, en este mundo el aceite obtenido a través de los cuerpos de ciertos monstruos, como los gusanos albinos, es usado para diversos propósitos, exceptuando claro está para el campo culinario, debido a su fétido olor que mantiene en su estado líquido.

Debido a esto, nadie se atreve a utilizarlo como ingrediente para cocinar, por la simple lógica de que nadie querría comer comida apestosa hecha con aceite proveniente de un monstruo.

Sin embargo, este aceite no es muy diferente al obtenido por medio de las plantas, y se puede utilizar perfectamente para fritar comidas, solo hay que purificarlo antes de usarlo, y para ello existen varios métodos que mi madre me enseñó de joven.

Para limpiar el aceite saturado o contaminado, se puede utilizar un paño de fibras gruesas, que actúan como filtro para las partículas inherentes al aceite, colocando un recipiente debajo del paño y vertiendo el aceite con lentitud se obtiene una versión más pura del aceite larval, dejando atrapados en la tela varios cuerpos extraños que no podía separar con facilidad del mismo aceite.

Luego de filtrarlo, debía pasar el aceite bajo otro método de filtración más extremo, y ese era uno que aprendí en mi clase de química de secundaria. Era el método de separación de fases.

Según la química, el aceite posee una mayor densidad molecular que el agua, es por esto que ambos líquidos nunca se logran mezclar por sí solos, pero los demás elementos ajenos al aceite pueden ser absorbidos por el agua, e incluso separarse del aceite larval, lo único que tenía que hacer era llenar un recipiente con ambos líquidos y agitarlos con fuerza, para luego dejarlo reposar de cabeza.

Haciendo este proceso la noche anterior, y dejando el recipiente fuera de mi [Almacén de objetos], le di el suficiente tiempo de reposo para que todos los cuerpos ajenos al aceite se separaran de este, para luego vaciar toda el agua del recipiente fuera y dejar un aceite más purificado

Habiendo purificado el aceite, solo quedaba el eliminar su fétido olor. En mi mundo bastaría con colocar unas rodajas de piel de limón en el aceite y dejar que este fritara la misma. Las propiedades acidas del limón limpiarían aún más el mismo aceite, y el mismo aceite absorbería el aroma cítrico del limón, contrarrestando así cualquier mal olor.

En Éltera no existen los limones, pero si una fruta cítrica muy similar que pude compré en grandes cantidades en el pueblo Agard, estas eran las frutas frechum, del tamaño justo para caber dos en mi mano, y una acidez similar a los limones. Las podría confundir con estos fácilmente si no fuera porque son de un distintivo color rojizo.

Una vez les quité la piel de las frutas frechum y las puse en un aceite que había empezado a calentar en el fuego preparado por Valupla, me quedé a la expectativa de que se fritaran y empezara a cambiar su olor fétido por el de la misma fruta.

Se necesitaron alrededor de veinte minutos y tres frechum para que el olor fétido del aceite fuera borrado y reemplazado con el delicioso aroma de la fruta acida.

Habiendo logrado esto, ya el resto sería pan comido.

Mientras tenía el aceite friendo, había dejado las piezas de Kafeh y Goburi marinando en una mezcla de sal, pimienta, y jugo de las frechum que había usado para limpiar el aceite.

Al momento en que el aceite terminó de calentarse lo dejé a un lado para centrarme en preparar la mezcla de agua, leche de Bipo, y huevos de Kafeh, esta mezcla haría que la carne de Goburi y Kafeh quedaran crocantes a la hora de freír. Pero no podía olvidar hacer el paso final para fritar.

Una vez saqué ambas carnes del marinado y bañado con la mezcla de leche y huevos, recogí las piezas de Kafeh y los cortes de Goburi y las empanicé en un recipiente cubierto de harina. La harina de maíz o de trigo no existían en Éltera. Aun así, existían otra clase de granos del cual se podía obtener la harina necesaria para hacer pan y otra clase de alimentos hechos a base de granos.

La hora para comer pronto llegaría, por lo que debía apresurarme y comenzar a fritar la comida.

Haciendo un llamado a Valupla le pedí el favor de que usara los frechum que sobraron y una buena cantidad de azúcar para preparar nuestras bebidas. Mientras ella se ocupaba en esto hice aparecer más trozos de madera seca de mi [Almacén de objetos] y preparé un segundo fuego, con el cual pensaba cocinar los tutos que servirían de base para nuestro almuerzo.

Habiendo hecho ya todas las preparaciones, y con el aceite limpio y aromatizado con frutas frechum, empecé a fritar primero tres piezas de Kafeh, las cuales se sumergieron en el aceite hirviendo por un instante, hasta que empezaron a flotar y a fritarse con rapidez.

No pasó siquiera un minuto hasta que el aroma a pollo frito empezó a inundar el área, lo cual bien lo pudieron notar las dos chicas presentes.

-Huele bastante bien... Es la primera vez que huelo algo así...

- ¿Qué clase de comida estás haciendo Shimon?... ¿Esa es carne de Kafeh?

Tanto Sephirina y Valupla al estar libres de sus labores no pudieron evitar acercarse y ponerse detrás de mí, curiosas y con ojos expectantes al sentir el delicioso aroma del pollo, es decir, del Kafeh frito.

-Así es, pero eviten acercarse mucho, el aceite hirviendo puede causar quemaduras con facilidad.

Hice esta sugerencia con una sonrisa en mi rostro, después de todo me alegraba ver aquella reacción en sus caras, si ellas reaccionaban así entonces la misma Tyrel...

- ¿¡QUE ES ESTE DELICIOSO AROMA!?

¡!

Mi corazón dio un brinco del susto al ver a la ani-humana aparecer repentinamente en frente de mí, literalmente fui incapaz de notar cuando se acercó tanto, y su rostro emocionado me causó tanto temor como alegría.

-Es nuestro almuerzo de hoy, estará listo pronto, espero tengas mucha hambre.

Le di una sonrisa falsa mientras decía estas palabras, puesto que mi propósito principal para hacer esta comida era usarla de carnada para tenerla bajo mi control, era el perfecto cebo para ella. Además, podría disfrutar de algo semejante a la comida de mi mundo, era un ganar-ganar.

-Media hora después-

Después de un largo y laborioso proceso de fritado, en donde la misma Tyrel luchó contra sus propios instintos para no asaltar la mesa antes de que terminase de cocinar, logré terminar de freír la última tanda de piezas de Kafeh, lo cual solo significaba una cosa.

-Chicas, el almuerzo está listo.

Dije estas palabras mientras llevaba dos bandejas de gran tamaño hacia la mesa donde las chicas ya estaban sentadas y ansiosas por comer. Ambas bandejas contenían las carnes fritas de los Goburi y las piezas fritas de Kafeh, su aroma crocante hacía a cualquiera babear del apetito, incluso a mí.

Usando unas pinzas metálicas que conseguí a buen precio en Agard empecé a repartir las piezas de Kafeh en los platos de cada chica, los cuales ya contenían su porción estándar de tutos, sumado además las poratos fritas, las cuales había hecho al estilo de las papas fritas a la francesa.

Sería excelente si contáramos con aderezos como mayonesa o salsa de tomate, pero aún no he encontrado nada similar a estos en Éltera, ni tampoco los ingredientes para fabricar algo similar. Lo único que podría intentar preparar sería la mayonesa, pero prefiero dejar eso para otra ocasión.

- ¿Po-podemos comer ya Shimon?...

La que hizo esta pregunta fue Tyrel, quien no podía evitar babear al mismo tiempo que movía su cola de lobo de un lado a otro, llegados a este punto parecía que había sido domesticada por la comida en frente de ella.

-Sí, pueden comenzar cuando quie-...

¡CRUNCH!

Antes de que siquiera pudiera completar la respuesta Tyrel se abalanzó a agarrar una pieza de Kafeh que había servido en su plato. En cuestión de milisegundos esta se situó en los dientes de la ani-humana, y una vez los colmillos y las molares de ella desgarraron la carne frita del Kafeh, su mente y cuerpo quedaron en un shock que jamás había experimentado hasta ahora.

Las chicas y yo reaccionamos asustados ante su inusual detenimiento, y nuestra reacción cobró mayor fuerza al ver que de su rostro caían lágrimas de forma repentina mientras masticaba.

- ¿¡Qué sucede Tyrel!? ¿Por qué estas llorando?

Una Sephirina preocupada le hizo esta pregunta a la chica que estaba sentada a su costado izquierdo, pero la respuesta que ella profesó a su pregunta fue una bastante inusual.

-Yo... ¡Jamás había comido algo tan delicioso en mi vida!...

Sephirina miró incrédula como la misma chica que era la más animada del grupo lloraba de la emoción mientras comía con voracidad la pieza de Kafeh frito en sus manos, y tanto Sephirina como Valupla, que tampoco lo habían probado no pudieron resistir la tentación de probar aquel misterioso manjar que tenían en frente.

¡CRUNCH! ¡CRUNCH!

Cuando los paladares de la elementista y la arquera experimentaron el mismo manjar que el de Tyrel, literalmente pude ver estelas brillantes iluminar sus ojos.

-Es increíblemente delicioso... Siento que mi boca se derrite con este sabor.

-Y pensar... Que se podía preparar el Kafeh así...

Las tres chicas que conformabas a mi equipo una vez probaron la comida frita perdieron gran parte del porte que solían tener para comer, y empezaron a arrasar con las porciones que había servido sobre la mesa.

Claro que yo también aproveché y tomé algunas piezas de Kafeh, así como unas porciones de la carne de Goburi, después de todo esta sería mi primera comida frita en casi un año.

¡CRUNCH!

El sentimiento de plenitud me llenó al instante en que di el primer mordisco, mi boca de repente empezó a acumular saliva, y mi mandíbula no pudo sino cobrar mente propia y empezar a triturar la pieza de carne que tenía en manos. La carne de este mundo era de por sí deliciosa, pero una vez era frita su sabor se multiplicaba por al menos tres veces.

Sin querer unas lágrimas aparecieron en mi rostro, y los recuerdos de todas las experiencias difíciles que había vivido en este mundo volvieron a mi cabeza. Cada una de estas experiencias eran sacudidas y destruidas por el sabor salado y jugoso de la carne de Kafeh.

-Al final... El haber sobrevivido a tantas cosas ha valido la pena...

Jamás pensé que diría algo así, pero el poder volver a comer una comida tan adictiva como esta, me hizo sentir completamente feliz y satisfecho de haber sobrevivido a tantas batallas y situaciones peligrosas. Al final incluso pude superar la frustración provocada tras la decepción con mi acuerdo con el príncipe Rastiel.

Porque de no haber sido por él, yo no estaría viviendo este momento, sentado junto a mis compañeras y devorando tanta comida frita como mi estómago pudiera almacenar.

Sin lugar a dudas, este momento sería uno que no podría olvidar fácilmente, un momento que siempre atesoraría en mis recuerdos.

Un momento que fue perfecto, y que fácilmente podría marcar un antes y un después.

-Una Hora Después-

Habiendo terminado nuestro festín cada quien se encontraba aprovechando su tiempo libre. Sephirina estaba estudiando los hechizos existentes dentro de su nuevo grimorio. Mientras que Valupla realizaba el mantenimiento de sus flechas y su arco, además de fabricar nuevas flechas con la madera a su alcance.

Mientras ellas hacían esto, yo me encontraba ligeramente apartado de la carroza junto a Tyrel, y cada uno mantenía la mirada fija en el otro.

- ¿Estás preparado Shimon?...

-Cuando tú lo estés Tyrel...

La idea de ser entrenado en por una usuaria de artes marciales me emocionaba bastante, a diferencia del entrenamiento espartano del Maestro, esta vez sería adiestrado personalmente, y ya que se trataba de Tyrel, el temor por mi vida o salud mental era casi inexistente.

Verla lista para enfrentarme me hizo subir también mi guardia, ella mantenía la postura clásica de un boxeador profesional, haciendo pequeños saltos sin moverse de su posición, preparada para responder a cualquier ataque o movimiento que pudiera hacer en su contra.

La magia estaba prohibida, así que no podía depender de ningún hechizo de potenciación, solo de mis habilidades para hacerle frente y aprender de ella.

-Acércate entonces, y veamos que puedes hacer.

Una motivada Tyrel me provocó a dar el primer ataque, siendo una invitación que claramente no iba a rechazar.

[Súper Concentración]

Al activar una de mis nuevas habilidades sintetizadas el mundo ante mis ojos se ralentizó, tanto Tyrel como el ambiente, podía verlo todo con detenimiento, como si estuviera en cámara lenta.

Adecué mi cuerpo a esta velocidad de reacción y me lancé de frente hacia ella, viendo cómo se sorprendió por mi velocidad traté de medir mi fuerza para propinar un golpe no letal ni grave en su abdomen. Ella determinada a recibir mi golpe y no intentar evitarlo cruzó sus brazos en forma de cruz para bloquear el puñetazo usando sus guanteletes de hierro.

El impacto la hizo retroceder varios metros sin salir volando como naturalmente ocurría tras golpear directamente a mis oponentes, ella en cambio rasgó el suelo bajo sus pies hasta crear un surco de más de diez metros de distancia. Sin ceder en su bloqueo, permaneciendo en dicha posición hasta frenar su retroceso, para luego bajar sus brazos y quedar cabizbaja por un instante.

Pensando que quizás me había excedido con el golpe estuve a punto de preguntarle si estaba bien.

Sin embargo, antes de poder hacer esto ella misma se lanzó en mi contra a una gran velocidad, con su guardia levantada y un brazo estirado apuntando hacia mi rostro. Gracias a [Súper Concentración] fui capaz de verlo venir y esquivar el puñetazo al ladear mi cabeza a un lado.

Retrocedí al mismo tiempo para esquivar un golpe dirigido a mi plexo solar hecho con el brazo que usó anteriormente para mantener su guardia en alto, el mismo que usó para lanzar una serie de golpes que apuntaban a diversas zonas de mi torso, mismos que logré desviar o evadir con el mínimo esfuerzo.

Aun cuando Tyrel era veloz, no era capaz de superar mi percepción sobrehumana, la cual me permitía evitar y contrarrestar cualquier ataque cercano a la velocidad de las armas de fuego.

Aunque no era mi intención aplastarla sino aprender de ella, por eso me limité en observar y tratar de aprender los movimientos que usaba y ver si había algún patrón en común con sus ataques.

¡¡!!

Justo cuando creí haber evitado un golpe directo a mi rostro, mi vista fue nublada por una sustancia blanquecina que provocó un intenso ardor en mis ojos, dicha sustancia me afectó al momento del golpe de Tyrel, quien aprovechó mi esquive para abrir su mano y liberar dicho polvo en mi rostro.

Jamás me esperé que ella literalmente tuviera un truco así entre manos, pero debido al ardor de mis ojos fui incapaz de predecir los siguientes ataques de Tyrel, los cuales aumentaron su fuerza y velocidad.

Me fue imposible notarlo, pero ella había activado [Conversión Calórica] justo después de bloquear mi vista.

Sin saber esto traté de tomar distancia de ella para intentar limpiar el polvo en mis ojos, pero fui aturdido por el agarre a mis hombros que vino acompañado a un rodillazo contra mi estómago. Con fuerza suficiente para provocarme dolor, pero no para sacarme el aire.

Aun así, fue suficiente para que bajase la guardia e intentara atacarla con tal de crear espacio entre ambos, lo cual ella aprovechó para sujetar con ambas manos mi brazo durante uno de mis puñetazos para así lanzarme contra el piso como si fuese una experta en el judo.

Tal movimiento no me lo esperaba, pues no era característico de los boxeadores en mi mundo, ni tampoco lo fue el usar aquel polvo para privarme de mi visión. Por algún motivo Tyrel estaba usando movimientos y tácticas que no eran típicas de ella.

Traté de levantarme del suelo y crear distancia, pero antes de poder hacerlo Tyrel piso mi estómago y se agachó para poner las garras de su guantelete metálico contra mi cuello.

Fácilmente podía librarme de ella usando pura fuerza, pero el haber sido atrapado en esa situación y con sus garras justo sobre mi cuello no podía sino reconocer que en términos de combate físico y técnica ella me había superado, aun con mi nueva habilidad sintetizada.

- ¿Deseas continuar Shimon? Podrías usar otra de esas habilidades si quieres, pero no te aseguro que el resultado cambie.

¡¡!!

- ¿Cómo te diste cuenta que estaba usando una habilidad?

Aquellas palabras de Tyrel me dejaron anonadado, puesto que nunca decía el nombre de mis habilidades, a diferencia de los hechizos, siempre pensaba en el nombre de las habilidades para activarlas, de modo que mis oponentes nunca se percataran de que estaba usando para atacarlos.

-Quizás los aventureros comunes no puedan diferenciarlo, hasta podría pasar desapercibido para aventureros expertos, pero cualquier usuario de las artes marciales podría notarlo en seguida Shimon, el cómo cambian tus movimientos de un instante a otro, y pasas de un peleador común a uno experto y con reflejos por encima del promedio.

Las palabras de Tyrel me cayeron como un balde de agua, puesto que no sabía que había prestado atención a esos detalles sobre mi estilo de pelea, detalles que incluso yo había pasado por alto.

-No negaré que eres bastante bueno usando habilidades en combate Shimon... Pero eso mismo es lo que te impide aprender algo tan importante como las artes marciales, apoyarte en las habilidades le impide a tu cuerpo tener propia consciencia de como esquivar y cómo reaccionar ante situaciones impredecibles, por eso no pudiste reaccionar luego de que te privé de tu visión.

Mientras ella decía esto sentí como dejaba de pisar mi estómago y alejaba las garras de su guantelete metálico de mi cuello, dándome permiso para levantarme, y así la oportunidad de limpiar aquel polvo aplicando [Limpieza profunda] sobre mi rostro.

-Siendo honesta no creo poder enseñarte artes marciales Shimon, el boxeo se enforca en los golpes y en el juego de pies, pero tú peleas usando todo a tu alcance, eres fuerte y versado en la magia, y manejas tantos tipos de armas que me cuesta pensar en un escenario donde en serio requieras dominar el combate cuerpo a cuerpo.

Diciendo estas palabras ella se agachó para ofrecerme su mano, aun cuando le había hecho una petición descabellada, ella se lo estaba tomando con seriedad. Aun cuando no tenía sentido para ella, no me estaba cuestionando.

-Sé por las cicatrices de tu cuerpo que has enfrentado a diversos enemigos, y que te has vuelto fuerte tras sobrevivir cada combate, pero si quieres dominar las artes marciales, entonces debes olvidar todo lo que sabes, aprender lo básico y repetirlo hasta que se vuelva natural. ¿Estás dispuesto a intentarlo?

Por primera vez desde que se unió al equipo, vi a Tyrel no como una simple glotona, sino como a una verdadera artista marcial, y como alguien de quien podría aprender lo básico.

Aprender de alguien que podría guiarme y enseñarme de una forma que Astaroth jamás hizo.

-Si piensas que puedo lograrlo... Entonces haré mi mejor esfuerzo.

Tomando su mano me levanté del suelo, para así deshacerme de la idea de tomar atajos, y centrarme únicamente en aprender de la misma forma que lo hacen todos en este y en mi mundo natal.

A base de repetición y compromiso.

-Un Dia Después-

-Ciudadela Yakob, tierras de Maydiland-

Habiendo transcurrido un día desde que inicié mi entrenamiento bajo la tutela de Tyrel, logramos llegar por fin a la famosa ciudadela Yakob, una fortaleza que le puede hacer sombra al pueblo Belef con facilidad.

Y la razón por la cual se podía hacer esta comparación, era porque muchos eruditos y aprendices magos se reunían en esta ciudadela para inscribirse y ser miembros de la Real Academia del Conocimiento, una institución reconocida en el continente y que contaba con el apoyo total del reino Marebitia y parcial de los otros dos reinos principales del continente.

Esto era debido a que dicha institución aceptaba a miembros de todas las razas y de todo aquel nacido en Letonia. Con la única excepción de miembros de la raza demonio claro está.

La institución como tal era imponente, pero más aún lo era su biblioteca, la cual era conocida como la más grande en el continente. Claro, sin mencionar a la biblioteca imperial de Astaroth, quien ya tenía en su poder cada uno de los libros y pergaminos escritos y guardado dentro de sus paredes.

Llegar a visitar la Real Academia del Conocimiento era mi objetivo final, pues allí me podría encontrar con la princesa Roselia, pero para llegar hasta allí, primero tendríamos que atravesar a los guardias de la entrada sur de la ciudadela, y ya que teníamos que esperar por nuestro turno en la cola de carrozas que esperan entrar en la ciudadela, aprovechamos el tiempo para relajarnos y tomar un respiro jugando ajedrez u otros juegos de mesa.

Durante la espera dejamos salir a Fah para que pudiera estirarse y correr un poco, y también vimos a varios vendedores ambulantes que ofrecían alimentos de todo tipo, aprovechamos la oportunidad para reabastecernos mientras esperábamos nuestro turno para entrar.

Para pasar la revisión de la carroza dejamos algunas cajas fuera del [Almacén de Objetos] con provisiones bastante comunes, y aun cuando tuvimos ciertas dificultades cuando notaron a Valupla, luego de que Sephirina y yo mostramos nuestras tarjetas del gremio de aventureros RANK B, pudimos evitar mayores problemas y pasar sin problemas al interior de la ciudadela.

Una vez dentro nos aseguramos de buscar un sitio para hospedarnos, puesto que ya era medio día y sería más difícil encontrar un lugar con establo para los Bolgaris y que pudiera aceptarnos a los cuatro.

Pasamos ciertas dificultades, pero a la final conseguimos un lugar que permitiera a los cuatro dormir en una habitación grupal con cuatro camas, aunque tuvimos que pagar una cuota extra por la presencia de Valupla.

Me habría asegurado de intimidar y rechazar al hospedador sino fuera porque estábamos algo cortos de tiempo, así que una vez resuelto ese asunto los cuatro salimos de la posada para empezar a explorar la ciudadela, la cual era al menos tres veces del tamaño del pueblo Belef.

Para evitar que alguien intentara acercarse a nuestra querida compañera de la raza demonio, Tyrel, Sephirina, y yo nos pusimos al frente y a los costados de ella para protegerla de cualquier persona, entre los tres acordamos esta formación para así poder disfrutar del lugar sin pensar mucho en los habitantes de la ciudadela.

La ciudadela Yakob desbordaba cultura por doquier, sus puestos de alimentos, textilerías, panaderías, restaurantes, herrerías, bibliotecas y demás eran de primera calidad. Aprovechamos el tiempo que aun teníamos de sobra para explorar tanto puesto como pudimos y probar los nuevos y diversos manjares que se presentaban ante nosotros.

Puedo asegurar que gran parte de nuestra recompensa por derrotar a la Hidramutante Titánica fue gastada en comprar por mayoría las existencias de los diversos mercados por los cuales llegamos a pasar, pero claramente esto resultó ser una ganancia, en especial para la más reciente adición del equipo.

Otra parte considerable la usamos para reabastecer nuestro suministro de armas, aunque estábamos bastante bien gracias a mi magia curativa y en lo que se refería a pociones, siempre podíamos asegurar más materiales para la elaboración de nuestras armas secundarias, como las flechas de Valupla o las bombas volcánicas de Sephirina y Tyrel.

Tuvimos dificultades al inicio para entrar a las tiendas, pero como con la entrada a la ciudadela, nuestras tarjetas del gremio de aventureros sirvieron para ganarse la pasividad de los vendedores y su buen servicio.

Incluso nos aseguramos de obtener unas cuantas bombas de humo, del mismo tipo que Cobart usó en mi contra tiempo atrás cuando me enfrentó junto a Rafel y Berfo, aunque no representaban ningún apoyo ofensivo, bien podrían sernos útiles si nos vemos obligados a escapar de una batalla.

-Maestro... Mire.

Una vez salimos de la tienda, estábamos pensando en un lugar donde poder comer, pero mientras hablaba de lo que nos gustaría comer con Sephirina y Tyrel, Valupla me llamó la atención para hacerme una seña y que viera en la misma dirección que ella.

Al hacerlo me percaté de un escenario bastante cliché, algo que se ve bastante en los libros del género de invocados o reencarnados en mundos de fantasía, siendo mi caso el primero.

En un espacio apartado del camino principal, cuatro hombres habían arrinconado a una mujer contra una pared, estos parecían hablarle al mismo tiempo que le bloqueaban toda ruta de escape.

La mujer en cuestión llevaba ropas de sirvienta, del tipo que solo había visto en libros o series de ANIME, también era una mujer ani-humana, por sus orejas y cola era claramente parte de la raza gato, y además de tener un cabello tan largo como Valupla cuando estaba suelto, llevaba un flequillo que tapaba la mitad izquierda de su rostro.

Parecía ser la típica escena de tipos que querían algo más que unas simples palabras con la chica con orejas de gato, y por lo general un invocado como yo haría lo posible por interferir y tratar de rescatar a la damisela en apuros.

Pero fue después de que observé de pies a cabeza a la chica que me di cuenta que quizás ese no era el mejor curso de acción, más después de haber cruzado miradas con esta.

-Esos sujetos parecen estar molestando a esa chica, ¡Deberíamos detenerlos!

-Espera Sephirina.

Antes de que Sephirina pudiera saltar al rescate, la detuve sosteniendo su hombro, evitando que cometiera el común error de cualquier principiante.

- ¿Por qué me detienes Shimon? ¿No ves que necesita ayuda?

-Primero observa la situación, no estás viendo el panorama completo.

Por lo general yo habría sido el primero en saltar al rescate, pero por su mirada y calzado puedo asegurar que esa sirvienta no es para nada una damisela en apuros.

- ¿Nos pides que no hagamos nada Shimon?

Tyrel parecía también en desacuerdo con esta postura, más yo mantuve mi postura.

-De ser necesario yo mismo intervendré... Pero no será necesario.

Después de todo, no había forma de engañar a mi [Ventana de Estado].

-Al Mismo Tiempo-

(Punto de Vista: ¿¿¿???)

... Que aburrido...

Me mantuve a la espera de ver alguna reacción de aquel grupo que ha llamado la atención desde que llegó a la ciudadela por órdenes de mi señora, y esperaba ver qué clase de personas eran.

Desde el momento en que pisaron el suelo de la ciudadela, han actuado como simples turistas, personas que solo se mueven acorde a sus intereses y sin malicia de por medio.

Aun cuando uno de sus miembros es parte de la raza demonio, no puedo percibir malicia de parte de ninguno de estos, incluido la misma chica que viste y actúa como una aventurera de alto calibre.

Hasta ahora no han causado ningún problema que pueda considerarse relevante, y han hecho uso de sus privilegios como aventureros para acceder a diversas tiendas y comprar por mayoría, un comportamiento que solo los nobles se llegarían a permitir.

Y a pesar de sus abundantes compras el que actúa como líder cuenta con una habilidad de almacenamiento, haciéndolo un individuo de cuidado.

Para comprobar la naturaleza de estos decidí orquestar una pequeña escena en frente de estos en el momento exacto en que salieran de una tienda de armas de la ciudadela. Atraer a estos inútiles hombres no fue tarea difícil para mí, ni tampoco lo fue el adoptar la postura de una mujer indefensa que estuviera a punto de ser vulnerada por estos despreciables hombres.

Y justo cuando pensé que el líder de estos haría algo para detener a estos individuos, la nula respuesta de su parte fue de por si la única que no me esperaba obtener.

Según los informes, este grupo actúa en pro de los indefensos y necesitados, y parte de esto lo pude comprobar por las reacciones de las chicas del grupo que me vieron en tal predicamento.

Pero antes de que pudieran hacer algo, el líder del grupo, el único hombre entre ellas las detuvo con un ademan para que no fueran en mi ayuda.

Fácilmente podría deducir que fue por cobardía o por no querer verse involucrado en algún conflicto con los locales de la ciudadela. Pero fue después de ver su mirada que entendí que no era algo tan simple.

El hombre que había decidido poner a prueba me estaba viendo directamente a los ojos, y su mirada no era la de un cobarde que temiera verse afectado por un conflicto local, ni la de alguien que viera con desprecio a los ani-humanos o que no tuviera interés en los asuntos de terceros.

Sus ojos eran los de alguien molesto, pero no contra los perpetradores, sino contra mi persona. Ya que con solo ver su semblante pude entender que se había percatado de mi verdadera destreza.

Su simple mirada decía a gritos, que no iba a interferir, porque sabía que no me encontraba en verdaderos aprietos, que esta situación no era algo que no pudiese manejar.

De alguna forma que desconozco, el aventurero que se me pidió observar, vio a través de mí y se percató que las personas que me retenían en ese instante no eran una amenaza que no pudiera manejar.

De esta forma, mi esfuerzo por probar su naturaleza resultó en un error que delató mi posición, mis propias habilidades y mis verdaderas intenciones.

Y debido a que ya no tenía motivos para seguir con ese acto, decidí terminarlo de una vez por todas, y proseguir con los deseos de mi señora.

- ¿Que dices muñeca? ¿No quieres pasar un buen rato con nosotros? Te prometo que te trataremos bien...

Luego de escuchar aquel comentario de uno de los hombres que había atraído a mi pequeño acto, y de ver una de sus manos acercarse a mi hombro izquierdo, detuve el avance de esta sosteniendo su muñeca con firmeza para luego sonreírles con frialdad.

-Lo siento, pero tristemente ya no tengo ningún uso para ustedes, así que piérdanse.

- ¿¡Ah!? ¿¡Pero que estás diciendo mujer gata!?

¡CRACK!

Luego de escuchar sus vulgares palabras apliqué la suficiente fuerza en su muñeca para romper los huesos que conectaban su mano con su brazo para provocar el mayor dolor posible al hombre en frente de mí.

- ¡¡AAGGHHHHH!! ¡MI MANO! ¡MALDITA GATA ME LA ROMPISTE!

¡CRASH!

Antes de que otra palabra pudiera salir de su sucia boca pateé el rostro del hombre con la muñeca rota que había caído de rodillas por el dolor, para mandarlo a volar varios metros lejos, asustando a algunos testigos que habían observado el altercado y salido corriendo por el temor a verse afectados.

- ¡Maldita! ¡Vas a pagar por esto!

Aquel comentario fue dicho por uno de los tres hombres que aún quedaban en pie, los cuales habían sacado cuchillos dentro de la ciudadela y en plena vía pública, asustando y haciendo huir a los que habían permanecido aun en los alrededores.

A todos menos al grupo que se me pidió observar.

Por un momento dirigí mi vista una vez más al hombre que había visto a través de mí, y el ver como se cruzaba de brazos y me veía de una forma desafiante bastaba para entender que ya no tenía ningún sentido el esconder mi destreza.

Ahora solo restaba deshacerme de los pequeños alevines a mi alrededor.

- ¡A por ella!

Los tres hombres se lanzaron casi al unísono en mi contra, y teniendo mi espalda contra la pared había pocas rutas de escape. Sin embargo, mis oponentes eran unos completos novatos que sostenían sus armas como meros principiantes.

Evadir al primero de esto no fue difícil, y hacer que tropezara mucho menos, por lo cual estrellar su rostro contra el muro de piedra que tenía cerca fue un juego de niños.

El segundo atacante, quien intentó apuñalarme por la espalda, vio su daga salir volando de sus manos por una patada vertical que hice con mi pierna izquierda, y debido a que usaba un par de botas metálicas hechas a la medida, el arrebato de su arma causó más dolor que sorpresa a mi atacante, quien retrocedió instintivamente por miedo a ser pateado al mismo tiempo.

Algo que no tardó mucho en suceder, pues habiendo aturdido a mi oponente fue bastante fácil agacharme y hacer una patada de barrido para hacerlo perder el equilibro y caer de espalda contra el piso. No tardé mucho en propinar una patada de hacha contra su estómago una vez tuve la oportunidad, logrando así dejar inconsciente a mi atacante.

El tercer esbirro, quien vio aterrorizado como sus compañeros fueron noqueados o neutralizados por una mujer desarmada que vestía un traje de sirvienta, se vio superado por dicha situación e hizo lo más inteligente que se le pudo haber ocurrido.

Ante el riesgo de terminar como los otros, soltó el cuchillo y salió corriendo de la escena, dejando atrás la escena y a sus compañeros inconscientes.

No tenía el menor interés en perseguirlo, puesto que solo quería deshacerme de ellos para entrar en contacto con mis objetivos.

[Bala de Aire]

Aunque también fue inesperado ver como el que había tratado de escapar era derribado por un hechizo de viento de bajo grado, no tan fuerte como para matarlo, pero lo suficiente como para dejarlo inconsciente como al resto.

Y este hechizo fue lanzado por aquel que se había abstenido de interferir hasta ahora.

Por un momento consideré que este era un posible intento por tratar de aparentar ser considerado y así ganarse mi favor al inmovilizar al último de mis atacantes, fue por eso que esperé a que este grupo se acercara a donde estaba para dirigirles mis primeras palabras.

-Gracias por brindarme su apoyo, aunque no era necesario que lo hiciera, como puede ver puedo cuidarme por mí misma señor...

- ¿Ibas a dejarlo escapar?

¿¡!?

Un ligero sentimiento de intimidación me invadió de golpe, no siendo una sensación que cualquiera pudiera provocar en mí, siendo que ya he tratado con diversas clases de personas, es la primera vez que siento mi cuerpo entumecido con solo escuchar una simple frase.

- ... ¿Perdone?

-Si no aprovecho el total descuido de aquel hombre por su entorno, quizás este hubiera escapado de la escena y hubiera evitado pagar por sus crímenes. Quiero saber si ibas a intentar detenerlo antes de que fuera imposible hacerlo.

Las palabras que este decía no eran las que uno esperaría escuchar luego de verse en tal situación, en vez de preguntar si me encontraba bien después de ese incidente, directamente me cuestionó si tenía la intención de terminar con todos mis oponentes.

Fácilmente cualquiera podría malinterpretar ese comentario como uno bastante grosero, en especial cuando se hace una mujer que proyecta delicadeza y amabilidad como yo.

Pero en el fondo sé que esas palabras son simplemente una crítica a mi sentido moral, sobre si iba a permitir que un hombre de esa naturaleza quedara impune por sus actos, teniendo la capacidad para frenarlo, pero no haciendo nada para hacerlo.

...

Parece que mis suposiciones sobre este individuo no pudieron estar más erradas, las chicas a su alrededor parecen comprender también el significado tras sus palabras, y por ello no lo cuestionan por su forma de dirigirse a una sirvienta como yo.

Ya que el hombre que actúa como el líder de estos, es en realidad un moralista que no diferencia a las personas por su sexo u apariencia, sino por sus habilidades y toma de decisiones.

Llegados a este punto, si busco proteger la imagen de mi señora y mantener una buena impresión sobre estas personas, es mejor que evite evadir cualquier responsabilidad sobre esto.

-Así es, ya que no deseo faltarle el respeto con una mentira, admitiré que poco me importaba si ese hombre llegaba a escapar de la escena, puesto que no representaba una amenaza futura a mi persona, no vi ningún problema en verlo huir lejos.

Fui directa en mi respuesta, puesto que sabía que este aventurero podría ver fácilmente tras cualquier mentira que pudiese decir. Llegados a este punto, una cruda y desagradable verdad era mejor que una mentira maquillada.

-Comprendo a la perfección que para ti no represente una amenaza, pero no sería lo mismo si se tratase de cualquier otra persona, si es posible detener a un criminal en pleno acto, y evitar que cause un incidente futuro, entonces quien tiene la capacidad para detenerlo, debe asegurarse de evitar que algo así vuelva a pasar.

-Vaya, palabras muy fuertes viniendo de alguien que se quedó observando como una desarmada e indefensa sirvienta era rodeada por dichos criminales.

-Si hubiera habido alguna indefensa y desarmada sirvienta en peligro ni siquiera estaríamos teniendo esta conversación.

...

Este hombre, aunque posee una moral estoica, no deja espacio para la mediación o para un cierre pacifico, parece decidido a querer que me disculpe por dejar ir a uno de los criminales.

-Entonces agradezco que estuviera presente para detener al criminal. Me alegra saber que habría hecho algo si yo no hubiese sido capaz de manejar la situación.

Le dediqué una sonrisa vacía mientras podía escuchar a lo lejos a un grupo de guardias acercarse a la zona, aproveché la próxima llegada de estos para cambiar el tema de conversación.

-Ya que seguramente los guardias de la ciudadela podrán hacerse cargo de estos hombres, ¿Le parecería bien continuar esta conversación en otro sitio?

-Lo siento, pero tenemos otras cosas que hacer.

- ¿Podría ser que una de esas cosas sea visitar la Real Academia del Conocimiento?

¡¡!!

Ver la reacción de sorpresa de los presentes, incluso del líder de estos, provocó una sonrisa en mi rostro, y me hizo sentir que podría cumplir con uno de mis deberes encomendados por mi señora.

-Tú... ¿Acaso sabes quiénes somos?

La pregunta hecha por la maga del grupo, decidí responderla a medias.

-Para responder a esa pregunta, primero permítanme llevarlos con mi señora.

-Una Hora Después-

(Punto de Vista: Sephirina)

Ha pasado un tiempo desde que nos cruzamos con la misteriosa sirvienta ani-humana de la raza gato, quien se ha identificado a si misma con el nombre de Elena. Esta sirvienta con clara destreza en el combate se ofreció a escoltarnos a nuestra siguiente parada en esta ciudadela.

La real academia del conocimiento.

Luego de que unos guardias locales se hicieran cargo de los sujetos que ella y Shimon habían sometido, la misma sirvienta se aseguró de mediar con los guardias para que no nos viésemos afectados, después de todo los conflictos podrían surgir por el solo hecho de tener con nosotros a Valupla presente.

Para evitar ese malentendido, ella intercedió y además se aseguró de llamar a una carroza elegante que hacía palidecer a la nuestra con facilidad, nos invitó a subir a esta, para así llevarnos al interior de la academia.

Aunque era bastante sospechosa, no había evidencia de que pudiera representar un peligro inmediato para nosotros, y el ser llevados a la academia en una carroza de tal lujo, nos ahorraría los problemas que podrían surgir solo con intentar pasar la entrada frontal.

Basado en esto decidimos aceptar su oferta, para así viajar por un largo trayecto hasta dar con la real academia del conocimiento, un terreno cuyo tamaño se equiparaba al de las mansiones de los nobles más prominentes de Larabitia, al menos eso podía asumir por mí misma.

La academia se dividía en tres complejos principales, el primero era el complejo educativo, donde circulaban los aprendices hechiceros que se buscaban especializar tanto en la magia con en las diversas ramas políticas del reino.

El segundo complejo eran las residencias estudiantiles, ya que las clases de esta academia eran bastante rigurosas, muchos estudiantes sino era la mayoría residían dentro de estas habitaciones para estar siempre a tiempo de sus clases diarias.

Y el tercer, pero no menos importante, era la biblioteca de la real academia, la cual poseía la mayor colección de libros vista en Marebitía, y quizás siendo la mayor colección publica de libros en todo el continente. Siendo quizás solo superada por las colecciones privadas de la realeza de los tres reinos.

La persona con que nos debíamos encontrar se encontraba en este último complejo, ya que dicha biblioteca también contenía las oficinas de los educadores y de los administradores y directores de la real academia, por lo que era el lugar ideal para encontrarse con las personas de alto nivel dentro de la ciudadela Yakob.

Tuvimos unos pequeños lapsos de incomodidad en el trayecto, pero gracias a la guía y escolta de Elena, evitamos ser interceptados por los custodios de la academia y por algunos profesores que claramente no se sentían gratos con nuestra presencia.

No tomó mucho tiempo hasta que llegáramos a un pasillo largo que solo tenía un par de puertas dobles, a los cuales Elena se detuvo para hacer el ademan de que esperásemos allí.

-Informaré a mi señora de su llegada, por favor esperen aquí un momento.

Dicho esto, Elena entró sutilmente a la habitación tras las puertas para así dejarnos a los cuatro esperando en ese pasillo.

-Oigan... ¿No soy la única un poco nerviosa por estar aquí verdad?

Con su actitud animada, pero a la vez nerviosa, Tyrel rompió el silencio que se había mantenido desde que atravesamos la entrada de la real academia.

-Nerviosa no sería la palabra que usaría... Es más bien abrumador.

Le respondí con una sonrisa mientras llevaba mis manos hacia atrás, después de todo jamás pensé que vería este sitio nuevamente...

En realidad, esta no era la primera vez que visitaba este sitio, y si las cosas hubieran resultado diferentes, quizás yo sería un miembro de esta academia, en vez de solo una visitante que acompaña al verdadero invitado en este recinto educativo.

El cual ahora se encontraba distraído mirando al exterior del pasillo tras una ventana de cristal con un marco de madera blanca, veía al exterior con la mirada perdida, como si no sintiera la presión que cualquiera sentiría al encontrarse con tal individuo.

-Aun me sorprende que pudiera entrar a tal sitio, para que nadie nos detuviera, ella debe ser alguien con quien nadie desea meterse.

La observación de Valupla me pareció correcta, después de todo el plan original era que solamente yo y Shimon viniéramos a este lugar, que los cuatro viniéramos jamás estuvo en nuestros planes.

-Si se trata de la misma persona que vinimos a ver, entonces no me sorprendería que fuéramos capaces de entrar sin problemas a este recinto.

Aun cuando no estábamos totalmente seguros de que se trataba de la misma persona, las probabilidades eran demasiado altas como para ser pura casualidad.

-En todo caso, ya hemos llegado hasta aquí, ¡Así que solo podemos avanzar con confianza!

El optimismo de Tyrel era alentador, y aunque tenía mis dudas por estar aquí, en un lugar en donde no debería ni quisiera estar, creía firmemente en las intenciones de nuestro líder, y sabía que sus objetivos valían la pena el hacer este acto.

-En este momento ya no tiene sentido dar vuelta atrás. Solo esperar que todo salga a nuestro favor.

Valupla era la que menos comodidad debía sentir de los cuatro, incluso más que yo, aun así, no parecía flaquear en este momento, y eso es algo que respeto de ella.

Pero mientras sentía que me preparaba para un escenario abrumador, una pregunta surgió de los labios del único hombre en el grupo.

- ¿Algunas de ustedes se arrepiente por haberme seguido hasta aquí?

Era una pregunta sencilla que buscaba responder un atisbo de culpa en su corazón. Puesto que estábamos a punto de encontrarnos con alguien de gran poder e influencia, es casi imposible que nuestro futuro no se vea afectado por el resultado de este encuentro.

Esa pregunta nació de esa inquietud, de si un día nos arrepentiríamos de haberlo seguido en este punto del camino.

-Vinimos aquí preparadas Shimon, lo que tengas que hacer, hazlo. Pero no dudes de nuestra determinación para seguirte hasta el final.

Decidí responderle, puesto que no quería que su determinación flaqueara en un momento tan importante, ya que sabíamos que quería lograr, y cuáles eran sus razones para hacer esto, es que no estábamos dispuestas a dejarlo solo en este punto.

Porque creemos que sus objetivos, aun cuando parecen inverosímiles, poseen las mejores intenciones, y a veces eso es lo único que importa para dar un paso sin mirar el camino.

-... Gracias, en ese caso no tengo más razones para dudar.

Luego de que todas demostráramos confianza, la duda y vacilación abandonaron su rostro, lo cual fue bueno, y a tiempo, además, ya que pocos segundos después las puertas frente a nosotros se abrieron, mostrando nuevamente a Elena quien nos invitaba a entrar.

Siendo Shimon el líder el entró primero, seguido por Valupla, Tyrel y yo, para así avanzar hasta un entorno ligeramente oscuro que apenas mantenía la luz por un fuego de gran brillo que emanaba de una hermosa chimenea.

Dicha chimenea iluminaba gran parte del salón, cuyas paredes estaban cubiertas casi en su totalidad por repisas llenas de libros antiguos y de gran grosor.

En las zonas donde no había repisas había paredes de tapizado color crema y candelabros que buscaban iluminar las áreas que la chimenea no alcanzaba.

Y en el centro de este salón, se encontraba una mesa redonda de considerable tamaño, con sillas separadas en diferentes extremos, cuatro de estas en uno de los extremos, y una quinta en el otro extremo más cercano a la chimenea, la cual ya estaba ocupada por la anfitriona de esta reunión.

Una mujer que desbordaba elegancia, pero a la vez sabiduría, un cabello azul oscuro lacio que rivalizaba con el de Valupla tiempo atrás, y un par de ojos esmeralda que parecían ver a través de nosotros. Una sonrisa campante, que parecía no verse afectada por la presencia de un miembro de la raza demonio.

Levantándose de su asiento dejo a la vista un vestido hecho con las más finas telas del continente, que hacían juego con sus ojos color esmeralda.

-Les agradezco a los cuatro por aceptar venir bajo la escolta de mi sirvienta personal, espero que no haya sido un problema pedir que los cuatro vinieran al mismo tiempo.

Su voz era suave, pero también con fuerza, era la voz de una persona a la que muchos seguirían con naturalidad.

-Quizás les sorprenda que sepa de su visita, o que le pidiera a Elena el interceptarlos para asegurarme de hacer este encuentro lo antes posible, les puedo asegurar que existen razones para esto, por ello quiero asegurarme de presentarme apropiadamente ante ustedes cuatro.

Haciendo una perfecta reverencia digna de la misma nobleza, la joven que debía rondar por los veintitrés años nos saludó con una cortesía ejemplar.

Y que lo hiciera ella de entre todas las personas, era lo que hacía este acto tan sobrecogedor.

-Con el mayor respeto saludo a los salvadores del continente, mi nombre es Roselia Von Verdis, y soy la primera hija del rey de Marebitia, tercera en la línea de sucesión al trono.

Luego de hacer la reverencia pude sentir como sus ojos se dirigían justo hacia Shimon, siendo ella seguramente capaz de reconocer la fuerza que se esconde tras su sencilla apariencia.

Es un misterio el cómo ella sabe de nosotros y de lo que hemos hecho, pero estoy segura que esta y muchas otras preguntas, serán contestadas en lo que serán las siguientes horas.

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