• Capítulo siete •

• Uno está enfermo •

El piso del viejo estacionamiento empezaba a verse borroso, mientras que su cuerpo empezaba a temblar debido al frío que sentía; sus manos dejaban de apretar como quería y los golpes de la pandilla contraria empezaban a ser más frecuentes.

Una pequeña maldición salió sin permiso mientras daba un último golpe y al igual que su contrincante caía de espaldas al suelo.

Odiaba la temporada de frío, odiaba los trabajos de medio tiempo y odiaba a esos cabrones que llevaban días hablando mierda acerca del líder de la ToMan.

"– ¿Por qué tan molesto Edward? — Escuchó al momento de cerrar los ojos  y permitirse ceder ante los síntomas de ese resfriado mal cuidado— ¿Realmente fue por qué hablaban mierda de la pandilla?"

Un rápido «No» paso por su cabeza, claramente no era lo único que estaba sucediendo — y que tampoco iba a suceder—.

El expresar públicamente el cortejo que tenía hacía Chifuyu más el hecho de que últimamente el mencionado fuera a las juntas de la ToMan para después ir a alguna cita empezó el declive de su autocontrol; la mayoría de sus contrincantes estaban concientes de cuál era su debilidad y empezaban a querer utilizarla.

"– Si. — Mintió descaradamente al sentir el mundo moverse por el mareo— Ahora cállate que me irrita tu voz.

– No es mi deber decirlo, pero Chifuyu también tuvo problemas con otros chicos al igual que Takemicchi. — Confesó Mikey al sentarse a su lado — Fuyu es fuerte Edward y si se entera que lo estás subestimando se enojara.

– Se que es fuerte. — Aclaró al recordar la primera vez que lo había visto defender a una chica de acosadores saliendo casi ileso— Es mi chico Michael, es obvio que es fuerte.

– Que bueno que lo sepas, porque ya viene por ti."

Inmediatamente abrió los ojos para pararse sin pensar en las consecuencias, si, estaba haciendo que Chifuyu conviviera más con sus amigos y con la ToMan pero aún no quería que la faceta de violento quedará expuesta.

Su uniforme estaba lleno de la sangre de los contrarios y podía asegurar que tenía la cara con rastros del líquido carmesí que había salpicado; sus nudillos empezaban a hincharse como normalmente le pasaba después de cada pelea y su cabello era un desastre a pesar de estar amarrado.

El mareo empezaba a intensificarse al igual que el dolor de cabeza, la garganta le dolía y sentía un frío irreal en todo el cuerpo; tal vez el día de mañana podría hablar a la tienda de discos donde encontró trabajo para avisar que estaba enfermo.

"– ¿Quieres que te ayude? — Escucho a sus espaldas la clara burla en la voz de Kazutora— Yo puedo decirle a Fuyu que su enamorado es un muy buen peleador.

– No seas cabrón, ni se te ocurra. — Amenazó tambaleándose por la fiebre— Si él lo sabrá es por mi, así que deja de meterte Kazutora."

El chasquido de la lengua ajena retumbó con más intensidad que de costumbre en sus oídos, dándole la señal de que la enfermedad estaba siendo un poco — o tal vez mucho— más severa de lo normal.

Con pasos cansados y el pesar en sus piernas emprendió camino había su motocicleta, recordando que en el pequeño baúl estaba lo necesario para limpiarse toda la sangre y estar un poco más presentable.

"– Se le fundió el cerebros. — Escucho la irritante voz de Manjiro— No puedo creer que se va a limpiar cuando antes lo presumía.

– Es un estúpido enamorado. — Gritó el chico del lunar para que probablemente él también escuchará— Más estúpido que nada."

Con cierta molestia se encargó de mostrar el dedo corazón dándoles una muy cariñosa seña, permitiéndose con la otra mano sacar lo que necesitaba y empezar con la extraña rutina de limpieza que había adoptado después de cada pelea.

Intentando no concentrarse en el dolor de cabeza empezó a dejarse llevar pos pensamientos, faltaba una semana para el cumpleaños de Matsuno que la idea de pedirle ese día que formalizarán la relación que llevaban sonaba demasiado bien.

En el momento que el paño mojado toco sus nudillos un ligero Siseó de dolor fue la respuesta, debido a la vista nublada había soltado golpes por doquier y a veces terminaba chocando su puño contra alguna columna del estacionamiento o simplemente con algo que no alcanzaba a distinguir.

"– Baji-san. — Lo llamó, la dulce voz de Chifuyu logrando que inmediatamente volteara rápidamente al encuentro con el rubio—"

Y claramente fue lo más imprudente porque después de divisar los ojos azules llenos de preocupación, todo se volvió negro.

Las ligeras y tiernas caricias en su cabello fue lo primero que pudo sentir al momento de retomar su conciencia, el cuerpo le pesaba y sentía su sentido común muy lejos de su persona — claro más de lo habitual—.

Podía escuchar pequeños susurros a su lado al igual que la calidez de estar envuelto en abrigadoras frazadas, el tenue olor de la colonia de Matsuno llegaba a su nariz haciendo que volver a dormir fuera la propuesta más tentadora del momento.

"– No hay problema señora. — Escuchó el pequeño susurro que soltaba la persona que estaba acompañándolo en aquel momento— No hay ninguna molestia, él se quedará aquí hasta que mejore o usted vuelta.

– Si, muchísimas gracias. — Volvió a escuchar intentando abrir los ojos para observar a la persona que le estaba dando tanto cariño y cuidado— ¡Suerte en el viaje! ¡Hasta luego!"

Con mucho esfuerzo abrió los ojos, observando un bonito techo sin pósters — dándole la señal de que no era su habitación—, que era iluminado por una muy tenue luz para evitar la molestia en la vista.

Las caricias habían cesado en el momento que un quejido lastimero había salido por el dolor del cuerpo, encontrándose inmediatamente con un muy bonito Chifuyu viéndolo con ¿Molestia?

"– ¿Estoy en el cielo? — Soltó al alzar su mano y apretar la mejilla ajena— Esto se siente muy real.

– Está enfermo. — Acusó el rubio al poner su mano sobre la suya— Está enfermo y aún así decidió ir a pelear contra veinte personas sin pensar en pedir ayudar.

– Estaban hablando mal de Mikey. — Mintió descaradamente desviando la mirada para observar el lugar— ¿Dónde estamos?"

El silencio incómodo empezó a reinar cuando Chifuyu se alejo de él, sintiendo por un momento como su corazón dolía y el pensamiento cruel de que no era bueno para el mencionado lo amedrentaba; ciertamente podía decirle la verdad y aún así corría con el riesgo de la mentira.

"– Es mi habitación. — Contestó en un ligero murmullos el dueño del lugar antes de poner un pequeño paño húmedo en su frente— Tora y Draken me hicieron el favor de subirlo hasta aquí.

– Chifuyu.

– Me se defender y se perfectamente quien es usted Baji-san. — Confesó el menor, logrando que toda su fuerza se perdiera nuevamente— Baji Keisuke, el capitán de la primera división de la ToMan la unidad de ataque.

– El capitán es tan temido que nadie en su sano juicio se metería con él, puede contra cincuenta persona solo y su fuerza es enorme. — Prosiguió sin dejarlo dar una respuesta— Baji Keisuke, uno de los miembros fundadores y el más violento según los comentarios.

– Chifuyu espera...

– Baji-san, aún así me gusta. — Aclaró antes de dedicarle una de sus sonrisas, aquellas que solo eran para él— Yo quiero pelear con Baji-san, cubriéndole la espalda y cuidarlo como él me cuida."

El ligero golpeteo de su corazón alocado lo hizo sonreír, mostrando sus colmillos mientras veía con atención a Matsuno.

¿Se podía querer a alguien cada día más? O más bien dicho ¿Había un límite al día para querer a alguien?

Sin duda la respuesta era no, porque cada día pensaba querer hasta morir a Chifuyu pero después ese sentimiento crecía al grado de que empezaba a salir de su cuerpo sin dudar.

"– Te quiero. — Soltó, sin titubeos ni dudas— Te quiero tanto Chifuyu."

El bonito sonrojo que baila en las mejillas blancas del mencionado lo hicieron sonreír, claramente el rubio lo tenía en la palma de su mano sin hacerlo pedido, había caído por él y podría agradecer que había salido del infierno para llegar al cielo.

Un pequeño jadeó lo hizo regresar a la realidad al notar como el pequeño Peke J había saltado de improviso había la cama acomodándose a su lado.

"– Yo... Yo también lo quiero Baji-san. — Balbuceó el más bajo antes de pararse del suelo y caminar hacia la puerta— Traeré un poco de estofado por el frío y las pastillas para la gripa."

Sin esperar su respuesta, Chifuyu se perdió en el umbral de la puerta mientras el observaba con atención el lugar; literalmente la habitación gritaba el nombre del rubio.

El pequeño estante repleto de mangas al igual que la pequeña repisa acomodada perfectamente con unos pequeños portaretratos que no alcanza a distinguir; los libros de la escuela estaban alineados en el escritorio y los jueguetes de Peke J reposaban en una caja en una esquina.

Varios prototipos de aviones estaban colocados en las estanterías restantes y el closet entreabierto le permitía ver los grandes suéteres del menor.

"– ¿Cómo se siente? — Interrogó Matsuno al regresar con una pequeña charola— Me dió un susto de muerte.

– Ahora que estoy contigo mejor. — Respondió sin titubeos al sentarse y recibir la cena— Perdón por las molestias.

– No son molestias, yo quiero cuidar a Baji-san."

Ciertamente la calidez que sentía no tenía comparación alguna y por ello despeinó con cariño la cabellera rubia, para proseguir con la comida y relativamente con sus medicinas.

Antes de darse cuenta los brazos de Morfeo estaban exigiéndole ir a ellos y por eso antes de dejarse llevar, tomo la mano ajena y depósito un pequeño osculo en la palma.

No lo decía en voz alta pero la lealtad, fidelidad y cariño que estaba prometiendo con esa acción eran reales.

"– Duerme conmigo. — Pidió antes de entrar al mundo de los sueños— Quédate conmigo."

El pequeño Balbuceó fue ignorado al momento de sentir la cama hundirse para después observar como los delgados brazos de Chifuyu eran estirados para estrecharlo en un abrazo.

Sin pena, ni contratiempos se acercó, recostando su cabeza en el pecho ajeno y rodear la fina cintura con sus brazos; dejándose llevar por el sonido del corazón de Matsuno...

Hola, hola personitas ❤️.

¿Cómo se encuentran está linda madrugada?

Les juro que intento actualizar más temprano pero la vida me está consumiendo jajaja.

Espero les guste.

Comentarios, sugerencias ———>

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