15.

Su mirada tardó en adaptarse a la luz pues sus párpados aún se sentían bastante pesados, pero pese a las dificultades que su cuerpo tenía para reaccionar adecuadamente, Naruto terminó despertando de ese largo sueño.

Un par de personas que el conocía perfectamente se aproximaron a él, parecía que le intentaban decir algo, o eso creía el rubio, pero su cerebro aún estaba demasiado confundido y no podía entender lo que le estaban diciendo.

El no tener control sobre sí mismo comenzó a alterarlo demasiado, a tal grado que la desesperación se apoderó de él y en un impulso por tratar de recobrar el mando sobre su cuerpo se levantó con torpeza solo para comprobar que aún no controlaba nada.

Un fuerte estruendo de su cara contra el piso le hizo saber a Naruto que aún no tenía la fuerza suficiente para despertar y con el cansancio apoderándose nuevamente de él, finalmente Naruto se quedó nuevamente dormido.

— ¡Ayuda! ¡Por favor ayuda!— gritaba Hinata con angustia al ver cómo Naruto se había desmayado en cuanto se puso de pie.

— Iré a buscar a Sakura— dijo Shikamaru para luego salir corriendo de la habitación.

Shikamaru no tardó en encontrar a la Haruno, no fue necesario explicar nada porque la peli rosa fue corriendo al cuarto de Naruto.

Mientras todo eso pasaba, Shikamaru escribió una nota en un pedazo de papel, luego salió a la entrada del hospital, esperaba encontrar algún genin haciendo tareas de labor social, y para su fortuna ahí estaba uno recortando el césped de la entrada, le entregó aquel pedazo de papel y le indicó que lo llevase a la oficina del Hokage lo más pronto posible.

El chico obedeció y llevó aquel papel hasta la oficina del sexto hokage, y aunque el asistente miró con desprecio el papel que el chiquillo le entregó, al leer el contenido sus ojos se abrieron con sorpresa, tanto que irrumpió en la oficina de su jefe de forma súbita.

<><><><><><><><><><><><><><><><>

— ¿Qué ha sucedido?— preguntó Sakura con una preocupación evidente al ver a Naruto tirado en el piso.

— No lo sé, creo...creo que Naruto quiso despertar... — balbuceó Hinata mientras observaba que el chico no se movía ni reaccionaba.

— Sakura él... Está...

Los ojos verdes de Sakura desprendieron chispas con la simple frase que intentaba formular Hinata.

— Por supuesto que no está muerto.— replicó con brusquedad mientras examinaba su pulso.

Al verificar que los signos vitales de Naruto se encontraban dentro de lo normal, Sakura le pidió a Hinata ayudarle para colocar a Naruto nuevamente en su cama.

— Necesitaré que salgas un momento, debo revisar a Naruto debidamente y hacerle unos cuantos estudios para asegurarme de que todo esté bien con él.

— Me sentiría más tranquila permaneciendo al lado de él en todo momento.— contestó con rapidez la ojiperlada.

Una tensión inexplicable recorrió el cuerpo de Sakura al escuchar como Hinata se negaba a separarse de Naruto, le daba muy mala espina esa actitud, al grado de que la pelirrosa ahora creía que quizás su amigo estaba corriendo un gran peligro al lado de su esposa.

Sakura no dijo nada y siguió examinando al rubio, trató de tardarse tanto como fuera posible, o eso intentó hasta que un ninja tocó la puerta.

Aquel ninja pidió hablar con Hinata, ella salió un momento para luego regresar a donde estaba Sakura.

— Debo irme por un momento, mi padre quiere verme y es algo urgente al parecer, ¿te molestaría cuidarlo en lo que vuelvo?

— Para nada, yo me encargo de él, tú ve tranquila a ver qué quiere tu padre— dijo para luego ofrecer una sonrisa hipócrita a la Hyuga.

— Gracias Sakura, por favor si algo sucede con Naruto avísame.

— Descuida no creo que despierte, está inconsciente, tómate tu tiempo que seguramente él seguirá dormido cuando vuelvas.

La chica aguardó unos cuantos minutos y luego trató de despertar a Naruto, todo sin éxito pues él seguía inconsciente a pesar de sus esfuerzos.

De pronto una idea le atravesó por la mente, era arriesgado pero era más arriesgado no intentarlo, Sakura sabía perfectamente que no iba a tener otra oportunidad de interrogar a Naruto a solas como esa que se le estaba presentando.

Tan rápido como pudo la pelirosa fue hacia donde estaban los médica y volvió con una jeringa cargada.

Inyectó el fármaco a Naruto y luego se quedó esperando una reacción, la cual  se presentó al par de minutos.

Naruto volvió en sí de forma abrupta, su respiración era agitada y sus ojos se veían algo desorientados.

— Naruto...— dijo colocando delicadamente una mano en su hombro—¿ e-estás bien?

El rubio aún respiraba aceleradamente, sentía su corazón palpitar al mil por hora, pero esta vez su mente y su cuerpo habían conectado de manera simultánea.

Miró sus manos para comprobar que no era un sueño, abrió y cerró su puño varias veces.

Al ver al frente reconoció esos ojos verdes que se veían al borde del llanto.

— Sakura— susurró con temor— por qué...— no terminó la oración pues la pelirosa se lanzó a abrazarlo.

— ¡Tonto! Me tenías demasiado preocupada.

Naruto recibió el abrazo de la pelirosa y se aferró a ella como un chiquillo temeroso.

Después de unos instantes ambos se separaron para iniciar la conversación más incómoda que tendrían en sus vidas.

— ¿Quieres explicarme qué te pasó?  Tu red de chakra estaba casi completamente bloqueada.

Tras decir esas palabras las imágenes llegaron a Naruto repentinamente y recordó todo lo sucedido antes de perder la consciencia.

— Supongo que me agoté de entrenar con Sasuke— comentó con nerviosismo— ya sabes que siempre queremos ganar y...

— Naruto—hizo una pausa— deja de mentir— exigió con tranquilidad mientras lo miraba fijamente.

El rubio frunció el seño para luego llevarse ambas manos al rostro.

— ¿Tan difícil es que te pongas sincero con tu mejor amiga?

— Es mejor que no te lo diga, Sakura en verdad, no insistas.

— ¡Ah no! ¿Tú crees que me voy a quedar tan tranquila sabiendo que volverás a casa con tu agresora?

Pequeñas gotas de sudor comenzaron a pelar la frente del rubio, se sentía acorralado.

— No... No fue Hinata, no sé po-po-porque piensas que...

El remordimiento estaba consumiendo a Naruto y las palabras comenzaban a fallarle evidenciando sus mentiras cada vez más.

—Naruto—habló Sakura mientras sujetó sus manos con suavidad— sé que fue Hinata quien te noqueó de ese modo, no hay muchos Hyuga que dominen con tanta precisión el puño suave, no tienes que mentirme a mí.

El rubio agachó la cabeza sintiéndose más avergonzado que nunca. Y sus ojos comenzaron a cristalizarse.

— Sakura... Yo... — tragó saliva— no soy el hombre que crees, soy una basura.

Al oír aquello Sakura cambió su expresión, ahora estaba más preocupada que nunca por su amigo.

— ¿Qué sucede?— preguntó tiernamente.

Tomando una gran bocanada de aire y un poco de valor Naruto cerró los ojos y dejó que las palabras salieran de su boca.

— Yo golpeé a Hinata y ella solo se defendió de mí.— admitió.

Un incómodo silencio se hizo entre ellos.

— ¿Que hiciste qué? — su voz se tornó molesta — ¿por qué?

Las lágrimas de Naruto comenzaron a rodar sobre su rostro, le dolía la situación más de lo que quería admitir.

— Hinata quiso hacerle daño, no podía permitirlo.

— ¡¿De qué demonios hablas?! ¿A quién quería dañar Hinata?

— ¡A Jin! ¡Maldita sea a Jin!— gritó exasperado.

Las manos de Naruto viajaron desesperadamente entre su cabello.

— ¿Jin? ¿Qué tiene que ver ella en esto? — cuestionó confundida.

La chica vio con asco al Uzumaki luego de deducir su respuesta.

— No es verdad, dime qué no es verdad que te estás acostando con ella.

—  Yo no buscaba enamorarme después de haberme casado con Hinata. Pero todo sucedió bastante rápido.

Sakura se levantó con torpeza para alejarse un poco y tomar aire.

— Y yo que estaba preocupada por ti— dijo sintiéndose como una tonta.— ¿No te da vergüenza? ¿No tienes ni un poco de remordimiento al decirlo?

— No me voy a avergonzar de mis sentimientos hacia la mujer que amo realmente, de lo único que me arrepiento es de hacer sufrir a Hinata.

—Escúchate por un momento y razona lo que estás diciendo. Estás enamorado de la mujer de otro hombre y no cualquiera, es la mujer de Kakashi sensei. ¡Por Dios!

—Jin no ama realmente a Kakashi sensei, ella me ama a mí.

— ¿Estás seguro? Si es así ¿por qué ella está con él en vez de esperar a que dejes a Hinata?

Aquella pregunta activó las inseguridades del rubio.

— Pues no...no lo sé pero sé que ella me corresponde.

La ceja de Sakura se enarcó dudando de lo que decía Naruto.

— Supongo que entonces lo tienes todo bajo control, le pegas a tu esposa por actuar en contra de tu amante y luego amablemente aceptas que Hinata te deje apenas con vida. Suena maravilloso.

Sakura recogió sus materiales médicos en silencio mientras Naruto observaba incómodo cómo la pelirosa se iba.

Al llegar a la puerta Sakura se detuvo y volvió a dirigirle la palabra al Uzumaki.

— Sabes Naruto... Tengo muchos años siendo la segunda opción de Sasuke, puede salir un par de veces conmigo pero en el fondo sé que nunca me va a elegir a mí— tragó saliva— y es por eso que sé con seguridad que Jin no te está eligiendo como primera opción, solo se divirtió contigo mientras consiguió algo mejor. Abre los ojos, y deja de cometer errores con la persona que sí te ama, quizás aún estás a tiempo de rescatar tu matrimonio.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top