12.
- ¿Me mandó a llamar?- preguntó Shikamaru con su habitual actitud despreocupada.
- Sí, pasa por favor.
El chico cerró la puerta tras de él y se acercó hasta el escritorio del Hokage.
- ¿Qué necesita Hokage sama?
- Sabes Shikamaru hay algo que me parece muy extraño, suelo no involucrarme en cosas de este tipo pero necesito saber qué sucede entre Sasuke Uchiha, Jin Hyuga y Hinata Hyuga.
La ceja de Shikamaru se levantó con desconcierto.
- ¿Qué información busco exactamente?
- Para ser sincero no lo sé con exactitud- dijo llevándose una mano a la barbilla.- Hace días Hinata Hyuga vino muy temprano a pedirme espiar a Naruto por que cree que le está siendo infiel yo la tranquilicé y al final terminé disuadiéndola de su petición.
Hizo una pausa para beber un sorbo de agua y luego prosiguió.
- Luego está Sasuke, regresa después de muchos años y viene como todo un casanova a la aldea y según Jin, él fue el culpable de que Hinata la corriera de su hogar. Aún no sé que papel juega aquí.
Shikamaru analizaba la información que tenía mientras tomaba nota de un par de cosas.
- ¿Y Jin? ¿A ella también debo investigarla?
- No- ordenó con tranquilidad. - Por el momento le daré el beneficio de la duda y la mantendré fuera de la mira. Mientras tanto ve qué puedes averiguar de todo esto.
- Entendido.
Shikamaru decidió ir primero a casa de Naruto, una visita social sería un buen inicio para comenzar a indagar. Se presentó hasta la puerta y tocó un par de veces. Esperó un poco y volvió a tocar pero nadie llegó a abrirle. Metió sus manos en el pantalón y se dio la vuelta, bajó los pequeños escalones de la entrada cuando a sus espaldas se escuchó el seguro abriéndose.
Siguiendo un natural instinto por voltear, shikamaru pudo notar que la puerta se había abierto un poco sólo para dejarle ver que una persona estaba en el suelo y con el brazo estirado en la manija de la puerta.
De inmediato regresó a la entrada hasta donde yacía Naruto.
- ¿Naruto? ¿Hermano qué diablos pasó? - exigió saber Shikamaru.
El rubio intentó articular palabra pero no pudo hacerlo, su flujo de chakra aún era demasiado débil,incluso era un milagro que estuviese consciente.
Un tintineo de llaves se aproximó hacia ellos frenéticamente.
- ¡Oh por Dios! - exclamó Hinata con preocupación - ¿Amor qué te pasó?
La chica dobló sus rodillas para recargar la cabeza de Naruto en sus piernas.
Shikamaru observó la escena detenidamente, Hinata no lucía como la típica esposa preocupada por su marido, parecía que estaba fingiendo y la mirada de pánico de Naruto le decía que algo ahí no estaba bien.
- Debemos llevarlo al hospital- sugirió el del clan Nara.
Al oír aquello Hinata se tensó un poco.
- Claro, ¿podrías ayudarme?
Cuando Shikamaru se acercó para levantar a Naruto pudo percibir un fuerte olor a alcohol que emanaba de la Hyuga. La miró de reojo y luego alejó la vista para centrarse en levantar a Naruto del suelo.
- ¿Te importaría adelantarte? Alistaré un poco de ropa y comida para llevar al hospital.
El chico asintió y se llevó al rubio de ahí. Se sentía muy confundido con todo lo que había visto y no podía evitar preguntarse ¿Qué diablos estaba pasando con el matrimonio de los Uzumaki?
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- Wow, cara de castor este lugar está increíble.- Dijo Ayame al mirar el lujoso lugar donde ahora vivía Jin.
- Lo sé, es un lugar magnífico.
Jin se tiró en el sofá y sonrió con alegría. Su amiga la imitó y se tumbó a su lado, permanecieron en silencio algunos segundos disfrutando la comodidad que les ofrecía ése lugar.
- ¿Te das cuenta lo afortunada que eres?- preguntó Ayame. - La vida te está dando la oportunidad de tenerlo absolutamente todo.
La peliazul sonrió con autosuficiencia. Claro que se daba cuenta de que podía tenerlo todo en ése momento.
- Lo sé, al fin parece que la balanza se está inclinando a mi favor.
- Por cierto, me enteré que Naruto está en el hospital.
Los ojos perlados de Jin se abrieron con sorpresa, se recargó en su hombro y miró a la castaña con atención.
- ¿Qué?
- No sé demasiado sobre eso pero hoy por la mañana Hinata pasó a Ichiraku a comprar ramen, le dijo a mi papá que se lo llevaría a Naruto porque está hospitalizado.
Después de esa breve explicación Jin comenzó a sentirse intranquila, es verdad que lo de ella y Naruto no era más que sexo, aún así no podía evitar preocuparse por él.
- ¿Crees que sea muy grave?
- Cara de castor ¿te preocupas por él?- se burló.
- Por supuesto que no Bakayame- chistó - Qué idioteces insinúas.
Esta vez fue Ayame quien no le quitó la mirada de encima a Jin, la examinaba de pies a cabeza de forma minuciosa para tratar de encontrar un rastro de nerviosismo en su amiga.
- Deja de mirarme cara de perro, me pones incómoda.- se levantó del sofá y exhaló profundamente.
- Con un demonio Jin, no trates de hacerte la estúpida conmigo. ¿Te enamoraste de Naruto?
- ¿QUÉ? ¡NO! Por supuesto que no. - soltó exasperada.
- ¿Entonces?
- Sólo estoy un poquitín preocupada por él, eso es todo.
- Golfa mentirosa admite que te gusta.
Jin le aventó una almohada a su amiga en la cara para callarla.
- Cierra la boca estúpida.
- Vamos Jin sólo admite que te gusta.
- No, cállate.
Las chicas comenzaron a forcejear a modo de juego, Ayame tumbó a Jin en el sofá y le atrapó ambas manos.
- Ya quítate de encima cara de perro.
- No, no hasta que lo digas.
- No diré nada, puedes irte a la mierda.
Las mejillas de Jin se ruborizaban cada vez más y su mirada evitaba hacer contacto con los ojos marrones de su amiga.
- Dilo ya.
- ¡Que no!
La peliazul comenzó a patalear cual niña pequeña.
- Dilo Jin- exigió Ayame.
- ¡Está bien! Me gusta más de lo que quiero admitir. ¿Ya? ¿Contenta?
El sonido de la puerta cerrándose hizo que ambas chicas dejaran de jugar y se apartaran una de la otra.
- Kakashi- pronunció Jin en voz baja.
El peliplata había escuchado la última oración, y a pesar de que quiso disimular su sonrisa simplemente no pudo hacerlo.
- Yo ya me iba, adiós.- Ayame tomó su bolso para luego salir huyendo lo más rápido que pudo.
Kakashi y Jin se habían quedado solos en la sala y la chica se encontraba más nerviosa de lo habitual, no sabía qué tanto había escuchado Kakashi de su conversación con Ayame, pero seguramente había oído absolutamente todo sin que ellas se dieran cuenta.
- Kakashi yo puedo explicartelo...
Jin no pudo terminar de hablar pues los labios de Kakashi se habían pegado a los de ella precipitadamente.
- Shhh... no tienes que explicarme nada.- le dio un beso corto- tu también me gustas más de lo que quiero admitir.
La chica dibujó una sonrisa de alivio en su rostro y luego procedió a besar a Kakashi nuevamente, lo atrajo hacia ella con desesperación, deseaba las caricias que el peliplata y ella habían dejado pendientes, pero sobretodo necesitaba sacarse a Naruto de la cabeza y qué mejor forma para hacerlo que colándose en la cama con Kakashi.
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Hinata se encontraba en la habitación de Naruto cuidándolo, de mala gana por supuesto. Odiaba fingir que era una esposa ejemplar,por supuesto era un papel que interpretaba magistralmente pero le estaba fastidiando de sobremanera hacerlo.
La puerta de la habitación se abrió, Shikamaru, Sakura y Sasuke habían ido a visitar a su convaleciente amigo.
—Sakura, qué alivio verte aquí.— comentó con entusiasmo.
Sasuke apoyó una mano sobre el hombro de Hinata y al hacerlo la expresión de Hinata se tornó incómoda.
—Ah... Qué tal Sasuke.— lo saludó con indiferencia.
— Vinimos en cuanto Shikamaru nos dijo.— mencionó la chica del equipo 7 quien se encontraba angustiada por ver a Naruto en ese estado.
La pelirosa se acercó al rubio y le miró con preocupación.
— ¿Qué le pasó?— preguntó Sasuke — Nunca lo había visto así.
— No tengo idea, pero cuando recupere el conocimiento él mismo nos lo dirá.— respondió Shikamaru mientras le dirigía una rápida mirada a Hinata.
— Parece que es su red de Chakra— comentó Sakura— creo que está bloqueada.
Todos miraron a Hinata y ella comenzó a jugar con sus dedos de forma nerviosa.
— No creerán que yo...
La chica no pudo terminar su oración porque Naruto comenzó a quejarse de dolor haciendo que todos concetraran su atención en él.
— Naruto calma.— pidió Sakura quien comenzó a auxiliarlo con su jutsu médico.
Tras unos minutos el rubio se tranquilizó y en el proceso comenzó a balbucear palabras sin sentido apenas audibles, pero al final de todas ellas resonó un nombre.
— Jin— dijo para luego quedarse profundamente dormido.
Todos los presentes se miraron entre sí luego de escuchar eso.
Sasuke dibujó una maliciosa sonrisa luego de escuchar a Naruto pronunciar el nombre de su amante.
— Jin — hizo una pausa — así que fue ella quién lo noqueó. — afirmó el Uchiha.
— Esa es una aseveración muy peligrosa — repuso Shikamaru con una notable expresión de desagrado por el comentario que Sasuke acaba de hacer — Naruto estaba alucinando por el dolor y el que mencionara el nombre de esa chica no la hace culpable.
— Oye... el que te acuestes con ella no quiere decir que sea una ciudadana ejemplar. Las zorritas suelen ser agresivas en todo ámbito.
Las venas en la frente de Shikamaru comenzaron a resaltar, estaba conteniendo su ira con un esfuerzo sobrehumano y si Sasuke continuaba con esa línea no tardaría en perder los estribos.
— Sasuke cierra la boca, no voy a permitir que te expreses así de Jin delante de mí.— le divirtió.
— Sólo digo lo que es, ¿o no te parece extraño que la haya nombrado? Que el juicio no se te nuble por un par de tetas.
Shikamaru no resistió más y se abalanzó sobre Sasuke para tirarlo al suelo, se colocó encima de él y comenzó a propinarle una bien merecida golpiza.
— ¡Te dije que cerraras la puta boca!
El Uchiha sonreía burlonamente mientras recibía un golpe tras otro.
— ¿Eso es todo lo que tienes maldito mediocre?
Shikamaru concentró más chakra sobre su puño y lo dirigió justo al pómulo izquierdo del Uchiha, pero en el camino la mano de Sakura detuvo la agresión con gran autoridad.
— ¿Quieren dejar de comportarse como adolescentes?— comentó furiosa.
Las respiraciones de los chicos seguían agitadas, era evidente que en cualquier momento podían retomar los golpes para saciar su instinto de salvajismo.
— Díselo a Shikamaru ve lo agresivo que se ha puesto.
— Tu actitud sobrepasa a cualquiera— agregó la chica — Incluso a alguien tan moderado como Shikamaru.
Sakura le extendió una mano a ambos para ayudarlos a ponerse en pie, Shikamaru la tomó y le agradeció por ello mientras que Sasuke ignoró la mano de la chica con desdén y se puso en pie por sí mismo.
— Como sea — se pasó un poco para acomodarse la ropa y dirigirse a Hinata — deberías de hablar con el Hokage al respecto, no está de más hacerle saber que esa mujer es una posible sospechosa.
Hinata asintió con dificultad, no quería hacer esto más grande de lo que ya era y al parecer no iba a poder escapar de esa mentira con facilidad.
— Claro, se-se lo diré en cuanto lo vea.
— En caso de que sea demasiado para ti, yo podría decírselo— ofreció Sasuke.
— Kakashi no va a creerse una mierda de lo que vayas a contarle— repuso Shikamaru con tranquilidad.
— ¿Ah no? — hizo una pausa para reír burlonamente por el comentario de Shikamaru — Soy su alumno favorito, sabe que jamás le he mentido, ¿por qué no habría de creerme?
Shikamaru le devolvió la misma risa burlona a Sasuke antes de responderle.
— Simplemente porque Jin y él están saliendo ¿Crees que te va a creer más a ti que a ella?
— Ah ya entiendo, se le metió en la cama. Parece que ese método le funciona muy bien. Después de un polvo hace que mágicamente todos crean en ella. Ojalá pronto me de uno a mí también para verla como la santa que todos creen que es.
Sakura no resistió más, no podía seguir escuchando a Sasuke hablar de esa forma, se acercó a él y le brindó una fuerte patada en la espalda haciéndolo caer abruptamente hacia adelante.
Sasuke la miró con molestia y desconcierto a la vez que trataba de incorporarse.
— ¿Qué demonios fue eso?— exigió saber.
— Sasuke cállate de una buena vez.— sentenció la chica.
— ¿Qué te molesta? No estoy hablando de ti.
— No me importa, no está bien que hables así de Jin. Es repulsivo.
El Uchiha se puso en pie mirando furioso a Sakura. Acortó la distancia entre sus rostros tratando de intimidarla pero no lo consiguió, eso lo enfureció aún más.
— ¿Sabes qué creo? Creo que estás celosa de que exprese más deseo por follarme a Jin que por tener una cita contigo.
Sakura sonrió con tristeza al escuchar eso, eventualmente Sasuke la había herido en lo más profundo con sus palabras.
La pelirosa apretó su puño con gran fuerza, lo elevó con la intención de estrellarlo en la cara de Sasuke y luego lo soltó negando con la cabeza.
— No, no te voy a golpear Sasuke — dio un par de pasos hacia atrás mirando con asco al azabache— no mereces la pena. — concluyó sin agregar nada más.
Sakura pasó al lado de Sasuke para luego salir de la habitación. Shikamaru salió tras ella no sin antes dirigirle una mirada de odio al problemático Uchiha.
Un breve silencio se hizo en la habitación. Aunque dicho silencio no duró casi nada, pues los aplausos de Hinata comenzaron a resonar en el lugar.
— ¡Felicidades!— comentó mientras seguía aplaudiendo — Acabas de romperle el corazón de la manera más horrible a Sakura. — expresó con sarcasmo.
Sasuke quien estaba sumamente irritado miró fijamente a Hinata con destellos de ira en la mirada.
— ¿Hubieras preferido rompérselo tú diciéndole que pasaste la noche conmigo?
La Hyuga estrechó los ojos con molestia. Aclaró la garganta y se maldijo mentalmente por haber tomado la pésima decisión de acostarse con alguien tan cínico.
— Cállate que alguien podría escucharte.
Sasuke sonrió con malicia al ver la reacción nerviosa de Hinata, llevó su pulgar hasta el labio inferior de la chica y lo acarició con brusquedad.
— Lo único que me importa que se escuche son tus gemidos mientras me montas nuevamente.—le dijo al oído mientras una de sus manos se colaba hábilmente debajo de la ropa interior de la Hyuga.
Continuará...
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