Es tan ruidoso por dentro en mi cabeza
Con palabras que debi haber dicho
Y mientras me ahogo en mis arrepentimientos
No puedo regresar mis palabras que nunca dije
Nunca dije
No puedo regresar las palabras que nunca dije  

(Skylar Grey - Words)

Min Yoongi llegó al hotel en el que había reservado una habitación de lujo para dos personas. Llevaba una simple maleta entre sus finos dedos, cuando entró al cuarto miró la cama con pétalos rojos y gruñó.

Sacó aquello de un golpe, luego se acostó sobre la cama, mirando el techo sin saber qué hacer. En la mesa había dejado la otra maleta que llevaba, ahí transportaba su portátil y desde lejos la miraba con recelo. Estuvo así mucho rato hasta que se animó a si quiera levantarse de la cama e ir por ese aparato.

—Bien, lo haré de una maldita vez — dijo en voz alta mientras clicaba el icono del Skype.

Miró como se abría el programa, aparecía su lista de contacto y el que destacaba entre ellos, puesto en favoritos, estaba el de Tsuki87. Comenzó una video llamada que pronto fue contestada.

—Hola — saludó él algo nervioso, hacer aquello había sido idea de Jin, su amigo y el que sería su padrino de bodas — Esto es extraño, sé que seguramente estás enojada conmigo y no es necesario que digas algo, esta vez seré yo quien hable — una de sus comisuras se levantó levemente, juntó sus manos con nerviosismo — Hay mucho que quisiera decirte, demasiadas cosas que han pasado por mi cabeza en estos días, en especial en este día, porque si las cosas hubieran salido bien, hoy estaría haciéndote el amor en esa cama — volteó a ver con tristeza aquella cama — o tal vez estaríamos hablando por horas, como solíamos hacer cada que estábamos juntos, diciendo que acabamos de hacer la locura más grande, ¿recuerdas que no creíamos en el matrimonio? Según nosotros casarnos lo arruinaría todo

Se quedó en silencio un segundo, meditando aquello.

—Sin embargo, yo lo arruiné todo y lo siento mucho, amor — susurró al borde de las lágrimas — No he llorado, sabes que yo no lloro, pero, no he podido hacerlo porque siento que es egoísta de mi parte, yo tuve toda la culpa de todo — llevó su mano a su boca para contener todo el sentimiento que le estaba ocasionando decir aquello — Debí aprovechar cada minuto que tuvimos, debí trabajar menos y estar a tu lado siempre, debí decirte todo lo que siempre quise decirte pero que me callé por pensar que estaríamos siempre juntos

Miró la pantalla, esperando ver algo de la chica que tanto amaba, agachó la cabeza.

—Aún recuerdo cuando tomaste aquella fotografía al cielo, me dijiste que eras como una luna porque no brillabas sin mí — apretó sus labios — lamento decirte que la luna era yo, porque ahora no puedo brillar sin ti

Agachó la vista, las lágrimas que ya estaban amenazando salir, rodaron por sus mejillas.

—Lamento que cada que hacíamos estas video llamadas, yo estuviera tan distante y que tuvieras tú que llevar toda la carga, no me di cuenta que te hacía falta y ahora que ya no estamos juntos me doy cuenta, de lo mucho que te extraño, desde antes te he estado extrañado y no me percaté de ello. Trabajé como loco por ti y por mí, todo dio igual al final, no te tengo a mi lado y no importa cuánto me esfuerce, esto no tiene remedio — se quitó las lágrimas con la palma de su mano.

Volvió a mirar la pantalla, en donde antes había una chica que siempre le sonreía, ahora no había nada. Ella ya no estaba en este mundo.

—Así que te diré lo que nunca tuve el valor de decirte...lo siento, gracias y...te amo — miró fijamente la pantalla que estaba en negro.

De repente la video llamada terminó. Y es que desde hace días llevaba haciendo aquello, recibiendo llamadas de su difunta novia, le dio tantas vueltas al asunto, hasta que su amigo le sugirió que lo mejor sería despedirse de ella.

—Adiós, amor — susurró cerrando su portátil.

Luego de haber pasado por tanto, Min Yoongi rompió a llorar, al fin sentía que el nudo que tenía en la garganta, desaparecía. No sabía si ella le había escuchado, quizá era una fantasía suya para librarse del arrepentimiento, pero...

Al fin había dicho las palabras que nunca dijo.