Capítulo 9.


--¿Brujeria? ¿Pero de qué están hablando?- pregunté incrédulo.

--Tenemos un testigo que afirma haberte visto y oído hablar con el lobo.- dijo Chris.

--¿Qué?

¿Isaac... me traicionó?

--Llevenselo.- ordenó a dos hombres altos y robustos que estaban detrás de él --Serás juzgado. Aunque obviamente ya sabemos la respuesta.-esto último lo susurró, aunque pude escucharlo claramente.

Dejé que me llevaran a ser "juzgado" -porque sabía que todos me veían culpable y me encerrarían, o peor aún, me matarían-.

Cuando llegamos a una casa vieja, me amordazaron y me sentaron en medio de la habitación, frente a las sillas donde estaban sentados todos los aldeanos. Mis padres, mis amigos, mi abuela, todos; me miraban de una forma que me daban ganas de llorar. Los había decepcionado. Era un mal hijo, mal amigo y mal nieto.

--Empecemos con el juicio.- habló el padre. --Que pase el testigo.- en vez de que pasará Isaac como tenía pensado, pasó una joven de cabellos rojizos. Era la misma que había visto al lado de Chris cuando fueron a mi casa --Por favor, diga su nombre y todo lo que escuchó y vio.

--Mi nombre es Lydia Martin.- empezó a decir --Lo que vi fue a este hombre- me señaló --Hablar con el lobo, le decía algo de que su plan de matar a todos estaba siendo un éxito.

Pero que perra. Es una maldita mentirosa.

--¿Había alguien más aparte de él y él lobo?- preguntó el padre y recordé a Isaac, si esa maldita lo vio entonces a él también lo verían como a un brujo.

--No.- respondió.

Suspire sin que me vieran o pudieran notarlo. Era un alivio que no hayan visto a mi amigo. Me sentiría culpable si algo le pasaba.

--Muy bien. Puede volver a su lugar. Gracias.- le dijo a la tal Lydia --Como vieron, él es claramente culpable.

Lo fulmine con la mirada. Lo odio. Enserio que lo odio.

--La sentencia será: estar encerrado hasta la luna llena, después se le será entregado al lobo como sacrificio.- dictó --Puede que le hayas servido para matar a algunos aldeanos, pero ahora ya no le eres útil. Seguro no dudará en matarte.- me dijo --Encierrenlo.

Los mismos hombres que me trajeron a esa casa me llevaron a una pequeña celda. Después de unas horas, Derek llega a visitarme, ya no estaba amordazado así que sonreí ante su llegada.

--Hola. ¿Cómo estas?- saludo.

--Estoy encerrado.- dije con sarcasmo a lo que él agacho la cabeza, puede que no hubiera notado el tono de voz así que agregue:--Era sarcasmo. Hola.

--Lo siento.

--¿Porqué te disculpas? No es tu culpa. No es como si tu fueras el lobo o algo así.- "reí" por lo último.

--Pero no pude hacer nada para que no estuvieras aquí.- dijo con voz triste.

--No te preocupes. Yo voy a estar bien.- lo consolé --Por cierto, tengo algo que decirte, pero no le puedes decir a nadie. ¿Puedo confiar en ti?

--La pregunta ofende.- dijo riendo levemente. Su risa es hermosa --Claro que puedes, soy una tumba.- dijo fingiendo cerrar sus labios con candado y aventar la llave.

--Esta bien.- reí por lo que había hecho, este hombre era encantador --El día que el lobo atacó, pude ver sus ojos de un color azul eléctrico...- lo vi tensarse, pero no le di importancia y seguí contando --Pero cuando hablé con el lobo pude ver que sus ojos cambiaron por unos momentos de color a un amarillo. Tengo la teoría de que puede que sean dos lobos diferentes.

Lo vi pensar unos segundos antes de responderme.

--Eso es mucho más peligroso.- dijo -- Pero la pregunta sería ¿Porqué fue que atacaron ambos esta vez? ¿O porqué no lo hicieron antes? Tienen ventaja.

--La verdad es que no se me ocurren motivos.- dije mintiendo, sí se me ocurrían motivos, como lo que me dijo el lobo cuando hablé con él.

--Stiles, tengo algo muy importante que decirte.- dijo Derek derrepente algo serio --Yo... Stiles, yo... creo que estoy enamorado de ti. Sé que es algo apresurado pero es que tienes algo que me atrae, no se qué es, pero así lo siento.

Me quedé sin palabras. Abría y cerraba la boca sin saber que decir. Apenas iba a responder cuando me interrumpió...

--Este lugar es muy peligroso, Stiles. Hay que irnos. Sólo si es que tu quieres, claro. Hay que escapar. Larguemonos de aquí.

No podía creerlo. Me pedía lo mismo que el lobo me había pedido. Escapar. Puede que... No. No puede ser. Derek no puede ser el lobo... ¿o sí?

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