003


Mientras Dean y Sam discutían afuera, Cassidy se quedó en la cocina con Jessica. Cassidy estaba sentada en una silla, acariciando distraídamente su vientre, aunque apenas tenía unas semanas de embarazo.

Jessica, preparando café, se giró con una sonrisa curiosa.

-Así que... ¿eres la novia de Dean?

Cassidy se rió suavemente, negando con la cabeza.

-No exactamente. Soy su amiga, pero digamos que aún no le ha dado un nombre oficial a nuestra relación. Aunque ya estamos comprometidos de por vida con este pequeño. -Acarició su vientre, mostrando una sonrisa.

Jessica abrió los ojos, sorprendida, y luego sonrió con sinceridad.

-¿Estás embarazada?

-Sí, unas semanas. Apenas estamos acostumbrándonos a la idea.

Jessica dejó la taza y se acercó, claramente entusiasmada.

-¡Eso es increíble! Felicidades. -La miró con interés-. ¿Y Dean? ¿Cómo está con todo esto?

Cassidy soltó una risa leve.

-Está en su papel de protector exagerado. Es un caos. -Sonrió con afecto-. Pero sé que lo hace porque está nervioso y quiere lo mejor para mí y el bebé.

Jessica asintió, dejando entrever su propia felicidad por la relación que se notaba entre ellos.

-Dean no parece del tipo "niños y pañales", pero supongo que eso demuestra lo importante que eres para él.

Cassidy rio.

-No lo era, pero supongo que todo cambia cuando descubres que serás papá. Además, ¿te imaginas el ego de Dean si resulta que el bebé le dice "papá" antes que cualquier otra palabra?

Jessica rio con ella, tomando asiento frente a Cassidy.

-¿Ya han pensado en nombres?

-Aún no, quizá Anthony. Aunque si le preguntas a Dean, probablemente querría un nombre más rudo.

Ambas rieron justo cuando las voces de Sam y Dean discutiendo afuera subieron de tono. Jessica rodó los ojos.

-¿Siempre son así?

Cassidy asintió, suspirando con paciencia.

-Siempre. La vida con ellos es una constante batalla de quién tiene la última palabra. -Se levantó con una sonrisa y miró a Jessica-. Pero no te preocupes, ya estoy acostumbrada.

Jessica la siguió con la mirada mientras Cassidy iba hacia la puerta, preguntándose cómo alguien podía mantener tanta calma en medio del caos Winchester.

El Impala estaba estacionado a un lado de la calle, las luces tenues de la ciudad bañando el automóvil. Dentro, el ambiente se sentía más denso, cargado de la tensión que se había ido acumulando en las últimas semanas. Cassidy y Dean estaban juntos en el auto, pero la distancia que sentían entre sí, más que física, era emocional, como si se estuvieran preparando para algo más grande, algo que ninguno de los dos sabía cómo manejar.

Cassidy miraba distraídamente por la ventana, viendo cómo las luces de los coches pasaban y los detalles de la ciudad se desdibujaban en la distancia. Estaba pensando en todo lo que había pasado desde que había descubierto que estaba embarazada. Al principio, había sido una sorpresa que los había dejado a ambos congelados, sin saber qué hacer. Ahora, aunque ya no estaba tan asustada, seguía sin saber cómo manejar todo.

Dean la observaba desde el volante, notando las pequeñas tensiones en su rostro. A pesar de su fachada de calma, sabía que Cassidy estaba tan confundida como él. Sabía que la situación había sido un shock para los dos, pero la decisión de continuar adelante con el embarazo aún seguía pesando en el aire como una nube oscura.

-No sé por qué sigo nervioso -dijo Dean de repente, rompiendo el silencio. Sus dedos jugueteaban con el volante, haciendo movimientos leves y rápidos-. Ya hemos hablado sobre esto, ¿verdad? Sabemos lo que debemos hacer... o al menos eso parece.

Cassidy lo miró por un instante, sus ojos reflejando dudas que ya habían hablado en privado varias veces. Habían tomado la decisión, al menos en la superficie, pero en lo profundo, ambos se preguntaban si realmente sabían lo que eso implicaba.

-Sí, hablamos de ello... solo que algunas veces siento que todavía no entiendo lo que significa en realidad -respondió Cassidy en voz baja, mientras suspiraba, sus palabras reflejando cansancio más que inseguridad. Ella sabía que el futuro estaba aquí y que ya no había marcha atrás, pero aún así, era difícil aceptar que todo había cambiado tan rápidamente-. Es extraño... al principio estaba asustada, ¿sabes? Pero ahora... me siento perdida, confundida.

Dean levantó la vista un momento, viéndola. La entendía completamente. Sabía que todo esto estaba siendo mucho para ella, para los dos. Pero él también tenía dudas que rara vez expresaba, y nunca había sido muy bueno para mostrar inseguridad. Sin embargo, en ese momento, se dio cuenta de lo mucho que había cambiado su vida desde que se enteró de la noticia.

-Lo entiendo... Yo también lo siento, Cass. No... no es algo que esperábamos. Nada de esto es algo que planeamos, pero eso no cambia lo que sentimos -dijo Dean con una sinceridad que fue como un golpe para los dos, pero también liberadora. Bajó un poco el volumen de la música que sonaba de fondo-. No somos perfectos. Y nunca lo seremos, pero esto... este bebé, va a ser nuestra responsabilidad, juntos. Podemos aprender, lo haremos. Yo... quiero intentarlo.

Cassidy lo miró entonces con más atención. Durante meses había estado confrontando sus propios sentimientos, a veces en soledad, luchando con la idea de convertirse en madre, de cuidar una vida. El hecho de que fuera con Dean, sin importar todo lo que había sucedido entre ellos, la calmaba y la aterraba al mismo tiempo. La gente podía decirle lo que debía hacer, pero nadie sabía cómo se sentía en realidad.

-Quiero que funcione, Dean... no es que no quiera. Es solo que a veces no estoy tan segura de mí misma... No estoy segura de... si soy capaz de ser una buena madre. Yo no crecí en un hogar normal, ¿entiendes? -Cassidy dejó escapar una risa nerviosa, como si tratara de aligerar la conversación, pero luego su expresión se oscureció-. Todo esto me asusta. Tener un bebé, ser responsable... Me hace sentir vulnerable.

Dean la observó en silencio, procesando sus palabras, antes de quitar la mano del volante y posar su mano sobre la de Cassidy, entrelazándola con firmeza. No necesitaba palabras para hacerla sentir su apoyo, pero aún así sabía que debía darle alguna respuesta, algo que alivie un poco esa preocupación que la ahogaba.

-Entiendo. Yo no vine de una familia perfecta, y lo sé, tal vez no soy el ejemplo ideal para... cualquier cosa -dijo con algo de humor, tratando de aliviar un poco el tono de la conversación-. Pero no importa de dónde venimos, ni qué clase de pasado arrastramos. Lo importante es qué elegimos hacer con lo que tenemos ahora. Y sé que seremos lo suficientemente buenos. No será fácil. No lo será para ninguno de los dos... pero si nos tomamos de las manos, sé que podemos pasar por esto.

Cassidy bajó la cabeza, el nudo en su garganta parecía aligerarse un poco mientras absorbía sus palabras. La mirada firme y protectora de Dean era lo único que necesitaba para sentir que, al menos por una vez en mucho tiempo, no tendría que cargar sola con el peso de todo. Levantó los ojos hacia él y encontró una promesa en su mirada: una promesa de estar allí, sin importar lo difícil que fuera.

-Creo que lo que más miedo me da es no estar lista, que al bebé no le demos lo que necesita... que yo no pueda ser la madre que él merezca -susurró Cassidy, ya sintiendo los latidos de su corazón más tranquilos, como si la conversación las hubiera acercado un poco más-. Soy buena en muchas cosas, pero ser madre no es una de ellas. Es un desafío que no sé cómo enfrentar... a veces solo me pregunto si soy lo suficientemente buena para este bebé.

Dean sonrió levemente, como si ya hubiera entendido la preocupación en sus palabras. No hubo juicio, solo una aceptación completa.

-Nadie está preparado para ser madre. Y nadie sabe lo que le depara el futuro. Pero lo que sé es que este bebé tiene todo lo que necesita... y todo lo que va a necesitar... será nuestra atención y amor. Vamos a aprender, Cass. Podemos hacerlo juntos. Eres más fuerte de lo que crees. Y este bebé va a estar rodeado de tanto amor, incluso cuando no sea perfecto... será más que suficiente. Y siempre estaré allí para lo que necesites.

Cassidy dejó escapar un suspiro largo, cerrando los ojos por un momento, como si necesitara recordar todo lo que Dean había dicho, todo lo que ella misma había decidido. Sabía que no tendría todas las respuestas, pero a veces, en medio de la incertidumbre, encontrar consuelo en alguien cercano era todo lo que se necesitaba para seguir adelante.

Finalmente, miró de nuevo a Dean, sintiendo la conexión entre ellos, aunque las dudas aún estuvieran presentes. Al menos no estaban solos.

-Gracias -murmuró con sinceridad, mientras se dejaba caer hacia el respaldo del asiento-. Te lo agradezco más de lo que crees.

Dean sonrió, dándole un apretón en la mano antes de arrancar el motor y comenzar a conducir. Ninguno de los dos sabía lo que deparaba el futuro, pero tenían claro que, de alguna manera, lo enfrentarían juntos.

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