Capitulo 2- Los hijos de Godric

La mansión Potter estaba ubicada en las afueras de Yorkshire del oeste, eran unos amplios terrenos que comprendían hectáreas y hectáreas de bosque, propio de la fortuna que poseían.

“Gracias por el aventón” Le agradeció Ron montado en su moto frente a la reja de la propiedad.

“De nada, ve con cuidado” le contesto Harry.

“Nos vemos luego” respondió colocándose el casco de la moto.

“Llámame en la mañana” le dijo Harry chocando el puño con Ron y este último se puso en marcha.

Harry caminaba por el amplio sendero de gravilla que llevaba a la fachada principal de la mansión de aspecto colonial, su deportivo último modelo descapotable se encontraba aparcado a un lado junto con otro deportivo que pertenecía a su madre y una camioneta suburbana negra. Estaba agotado el día había sido agotador sin mencionar el desgaste que aunque muy leve he imperceptible le causaba el uso de sus poderes, entro a la mansión quitándose su chaqueta de cuero negro mientras atravesaba el vestíbulo hasta las impresionantes escaleras que se bifurcaban en lo alto para acceder a la planta superior.

“Llegas temprano” escucho la voz de su madre que provenía del salón de té de la izquierda.

Sin basilar se apresuró al encuentro de su madre, que estaba sentada frente a la chimenea en el sofá más grande con un cigarrillo encendido en una mano y un vaso con wiski en la otra.

“Es después de media noche madre ¿Qué haces todavía despierta?” La cuestiono Harry con preocupación últimamente había estado afligida y con más frecuencia abusaba de las bebidas alcohólicas.

“Pensando en mi bebe, que esta semana cumplirá 18” dijo arrastrando las palabras, era obvio que estaba bastante afectada por la bebida “¡Dios! Luces tan parecido a él en esta luz” y tomo un sorbo de su trago “Sabias que era un año más joven que tu cuando nos conocimos ¿Te lo había dicho alguna vez?” fijo su mirada en Harry.

“Sí, me lo has dicho” contesto con cierta resignación en su voz “Vamos a la cama” sugirió con suavidad.

“Tan apuesto” le dijo ella cerrando los ojos “Era el hombre más bello que hubiera visto jamás, tengo tanto miedo de perderte como a él” y se humedecieron sus ojos.

“¿Cuántas veces necesito decirte que no soy él?” le interrogó con un leve tono de irritación en su voz.

“Lo mismo decía de su padre” le aseguro ella “Sabes… que estos poderes que tus amigos y tú desarrollaron cuando tenían 13, no son nada comparados a los que tendrás cuando asciendas ¡Eres mil veces más fuerte! Harry” se le quebró la voz al decir su nombre “Son tan seductores” susurro, volteo su rostro para dejar de mirarlo y sacudió la colilla del cigarrillo “De repente pensarás que el mundo es tuyo para tomarlo y… luego de verdad empezarás a usarlos y usarlos… envejeciendo cada vez, llevándose pedazos de tu vida hasta que no quede nada” culmino aguantando el llanto.

“No pasará” Le aseguro Harry en un susurro.

“Eso es lo que él dijo… No puedo perderlos a los dos… No sobreviviría esta vez” dijo con la desesperación de una madre.

Harry le sostuvo la mirada hasta que ella desvió la suya para seguir fumando y bebiendo. Era una mujer muy hermosa de cabello rojizo y unos despampanantes ojos verdes que Harry le había heredado, sin duda su belleza no había amainado a pesar de los años sin embargo esa actitud liviana y dulce que eran características en ella habían desaparecido junto con su padre. Harry suspiro resignado y se retiró para irse a la cama.

En los dormitorios de Hogwarts, Blaise y Draco se preparaban para ir a dormir mientras conversaban.

“¡Oye! Porque los llaman los hijos de Godric?” pregunto Draco acostado en la cama revisando los papeles de registro, horarios y clases que le habían entregado esa mañana pero no había tenido tiempo de revisar “¿Son una banda pop de chicos?” dijo en tono de burla observando a Blaise que salía del pequeño cuarto de baño que solo tenía el retrete, un lava manos y el espejo tipo cajetín.

“Me agradas, eres muy chistoso, no como los otros imbéciles pretensiosos” dijo riendo ante su pregunta “No, supuestamente son descendientes de las cinco familias que se asentaron en Godric en los 1600, dinero antiguo” le explico Blaise “Sabes Harry y Dean estaban coqueteándote… si fuera yo, escogería a Harry” le dijo con picardía.

“¿Por qué?” Lo cuestiono Draco con curiosidad aunque debía admitir que ambos eran muy guapos.

“Es un buen chico de verdad… ¿Sabes?” le dijo mientras se metía en su cama que estaba alineada con la de Draco pero los separaba una ventana con un pequeño banco que permitía sentarse a disfrutar de la vista o un buen libro.

“¿A qué te refieres?” le cuestiono dejando los papeles en su escritorio que quedaba justo al frente de su cama mientras se quitaba la ropa para ir a ducharse en el baño común que compartían todos los chicos que estaban en ese piso.

“Podría vivir en los dormitorios y andar de fiesta como el resto de nosotros, pero vive en casa y cuida a su mamá” le explico el moreno.

“¿Y que tiene ella?” pregunto con un tinte de preocupación puesto que si se tratara de él, también cuidaría de su madre antes que andar de fiesta.

“Cuando murió el papá de Harry ella se volvió un poco alcohólica” le explico nuevamente.

“¿Y él está saliendo con alguien?” Pregunto el rubio mientras entraba en el baño para terminar de quitarse la ropa y envolver su cintura con una toalla.

“¡Así que si estamos interesados!” le afirmo con picardía el moreno.

“¿Y quién es la quinta?” pregunto intrigado el rubio al salir del baño.

“¿Qué cosa?” cuestiono confundido Blaise.

“Dijiste que eran cinco familias” le explico el rubio.

“Dicen que la quinta familia fue eliminada en la caza de brujas” le respondió con misticismo.

“¿Qué?” susurro Draco un poco sorprendido.

“¡Genial! ¿Verdad?” le dijo con entusiasmo.

“O perturbador” le respondió el rubio y salió del dormitorio rumbo a las duchas.

En el claro los policías aun registraban el lugar, habían acudido al llamado de otra patrulla que había conseguido un auto aparcado cerca del lugar de la fiesta con un chico aparentemente dormido dentro de él, pero tras llamarlo para lograr tener su atención y fallar en el intento, habían roto la ventana trasera del auto para abrirlo y sacudir un poco al chico pero al momento el cuerpo cedió rodando la cabeza a un lado dejando ver que el chico había fallecido, tenía la piel grisácea y los ojos nublados casi blancos.

En las duchas Draco se regodeaba en el placer de una ducha tibia, el viaje desde Wiltshire había sido agotador sin mencionar el cúmulo de cansancio que traía de los preparativos para su traslado y todo lo que había acarreado aceptar la transferencia. Una repentina sensación de no estar solo comenzó a asentarse en su mente cuando de pronto una bombilla estallo fuera de los cubículos de la ducha.

“¿Hay alguien allí?” Pregunto con cierto temor tomando la toalla y cubriéndose la cintura para salir del cubículo “¿Hola?” cuestiono esta vez fuera del cubículo “¡Hola!” repitió acercándose a la amplia estancia donde se encontraban los lavabos y los cubículos con inodoros.

Reviso observando a través de la abertura inferior de los cubículos de cada inodoro y no encontró señales de nadie, camino hacia el centro donde se encontraba el bombillo roto y se agacho para examinarlo sin percatarse que a sus espaldas una figura vaporosa se formaba y casi se le acercaba, los vellos de su nuca se estremecieron y se levantó girando rápidamente para ver de qué se trataba, no pudo reprimir el grito agudo que escapo de sus labios al ver a alguien detrás de él, pero su temor se disipo un poco al darse cuenta de que solo era su reflejo en el espejo de cuerpo completo que estaba detrás de él.

Al otro lado del estado en la mansión Potter, Harry despertó sobresaltado en su habitación, eran las dos de la madrugada y algo no estaba bien, jamás había sentido tanto poder en uso.

Draco salió del baño aún con la sensación de no estar solo, como que si alguien lo seguía, camino por el pasillo en dirección a su habitación pero la sensación lo llevo a mirar sobre su hombro para observar que no había nadie detrás de él y cuando volvió a mirar al frente se encontró cara a cara con alguien, soltando un grito desgarrador por unos pocos segundos.

“¡Oh por dios!” dijo el rubio tocando su pecho para aliviar un poco su azorado corazón.

“No era mi intención asustarte” Le explico Dean mordiendo su dedo índice con una leve sonrisa pícara “Acabo de regresar” le explico.

“Lo siento, está bien… solo estoy algo asustado, sentí que alguien me observaba en las duchas” le explico Draco aun alterado.

“Echemos un vistazo” le sugirió Dean pasando por su lado y el rubio no pudo ocultar su aprensión a regresar al baño “Esta bien” le aseguro Dean extendiéndole una mano en señal de que la tomara.

Draco solo se limitó a seguirlo de regreso al baño, Dean reviso las duchas y los cubículos bajo la temerosa mirada del rubio.

“No veo a nadie” le aseguro el moreno y salieron del baño para regresar al corredor “Nos vemos más tarde” se despidió Dean aun frente a Draco.

“Sí, nos vemos luego” le respondió el rubio aun asustado.

Dean se fue hacia el otro extremo del corredor y Draco regreso a la seguridad de su habitación con rapidez.

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