Especial 1: Un día como MongRyong
Hace dos años...
Había una parte en Lumiscia que muy pocos conocieron. Una que estaba cerrada para la exploración Luminian, que se encontraba en la misma orilla de Lumiscia, cerca de las aguas, lejos del Palacio y de la zona habitable donde cierta flora abundaba y eso mismo le daba su división con el Pueblo que tan bien ya conocimos.
Esa parte era donde la fauna del Pueblo se resguardaba, entre lo que podrían describirse como árboles, lianas, altos arbustos y hojas o plantas exóticas junto a más arena que se pisaba del lugar.
Realmente no había muchas especies de flora y fauna en Lumiscia, porque, si tuviera uno que ser sincero, los Luminians mayormente conocían que hay más fauna acuática que terrestre, pero esa pequeña parte igual existía y estaba alejada para su supervivencia, lo que les hacía vivir en un mismo hogar que la gente del Pueblo.
Una y otra población en armonía.
O eso era lo que nuestro bubble favorito creía al ser solo un pequeño cachorro, recostado entre el calor de su madre y hermanos en su suave nidito.
Los bubbles vivían entremedio de esa selva ya descrita. Ellos, entre otros animales, se encontraban mayormente en las alturas. Los árboles con ramas grandes y amplias eran su lugar ideal para acomodarse.
En ellas hacían entonces su casa. Lo que humanamente describirían como 'nido', pero en realidad el nido de los bubbles era muy distinto a lo que se esperaría de un 'ave'. Tenían forma de pecera, armados de una manera entretejida para crear la figura de bola y un pequeño hoyo en el centro que apenas tenía el tamaño de un bubble, lo que en este caso les daba salida.
Eso era lo que les daba suficiente protección, calor y comodidad al saber que, a pesar de considerarse animales salvajes en Lumiscia, realmente no eran igual de resistentes a todos los cambios de clima que la Costa sufría y tampoco eran las criaturas más feroces que hubiera ahí.
Siempre había un depredador que cazara a la presa, ¿no? Era la ley de la vida.
El problema con los bubbles que tal vez los Luminians veían, era que ellos podían aprender muy rápidamente e imitaban actitudes a su antojo, como saber generar un don de los Blancos (el fuego, por ejemplo) para usarlos en su defensa. Y dado que nadie quería cruzarse con un animal que pudiera carbonizarlo por sentirse amenazado, los bubbles eran metidos entre el área salvaje.
Pero eso claro que ellos no lo sabían, normalmente los bubbles, en su ambiente, eran muy amigables y pacíficos, nunca buscaban pelea con nadie, y dado que su comida la obtenían por la vegetación (sí, los Luminians tenían una especie de árbol de diamantes), tampoco arriesgaban su vida o ponían en amenaza la de otros animales.
Era desafortunado el bubble que hubiera sido cazado por otro animal más feroz y grande, porque casi nadie los tenía en la mira, pero ¿así era la naturaleza a veces, no es cierto?
Sin embargo, al ignorar eso y regresar al 'nidito', de nuevo hablábamos de nuestro amigo bubble que dormía aún a las pocas horas de que el sol hubiera salido, cómodo entre el pelaje de sus hermanos y el calor de su madre que ya comenzaba a lamerles entre las orejas para despertarlos.
Su padre llegó luego y trajo consigo comida para darles desayuno a él y a sus hermanos.
El bubble despertó completamente con eso, porque él sabía que podía permanecer todo el día junto a su madre al recibir mimos, sobre todo al apenas tener un par de meses de nacido y sentirse tan cercano a esta, pero la comida llamaba a todo animal, y ya que su padre siempre traía la cantidad exacta para él y sus tres hermanos, no podía dejar que, por distracción propia, alguno de ellos quisiera aprovecharse y lo dejara sin desayuno.
Se movió un poco torpe, porque seguía aprendiendo a volar adecuadamente, pero, por suerte, su padre no dejó la comida tan lejos para ellos y no era que el nido fuera muy grande.
Si bien cabían dos bubbles adultos completamente y cuatro cachorros, eso no quería decir que hubiera mucho espacio en el que extenderse.
Sin embargo, luego de que sus hermanos y él comenzaron a comer su porción, su padre se retiró para darle más cerca su porción a su pareja, con la cual compartió un par de lamidas y chillidos que solo entre ellos se entendían por el lazo de lealtad y familiaridad que compartían.
Eso era algo que el bubble sí podía decir que sabía, aun a tan corta edad. Todo bubble sabía que había alguien allá afuera al que pertenecían. Otro bubble, quizá, la pareja con la que se reproducirían. Pero ese lazo no se compartía con nadie más y se sabía que solo había uno en la vida.
Por eso el amor de bubbles podría decirse que era puro y auténtico, porque eran las criaturas más leales que pudieran conocer, y eso hacía un poco de ilusión a nuestro pequeño bubble de unos meses, más al ver ese amor que se demostraban sus padres.
Él deseaba llegar a tener algo así en un futuro, era toda misión cumplida de cada criatura, más que reproducirse por preservar la especie: los bubbles buscaban alguien con quien enlazarse para sentirse completos, para poder comunicarse y no estar más solo, como último objetivo.
Claro que eso pocos lo sabían, porque, aunque los bubbles fueran muy pocas veces la presa de otras criaturas vecinas, la caza en ellos sí existía. Y era severa, en verdad.
Pero eso la inocente mentecilla con el deseo de un lazo como el de sus padres del bubble aún no lo sabía, hasta ahora, claro, en ese trágico día...
Un chillido se escuchó a lo lejos, y trajo la sorpresa de los cachorros, otros dos o tres le siguieron de ellos mismos, mas, su padre los acalló al ponerse de pie de nuevo y los alejó del hoyo, curiosos por saber lo que había pasado allá afuera para escucharse eso.
Su madre los acercó de nuevo a sí y fue su padre el que pareció darles una mirada de advertencia para quedarse y no hacer más ruidos, con lo que salió a investigar y los dejó en la completa y aterradora espera.
Sin embargo, su padre regresó, apurado al comenzar a soltar chillidos que solo su madre entendió, y sea lo que fuera, también puso en alerta a su madre, pero la advertencia llegó tarde cuando un golpe sacudió su nido.
Y luego otro, lo que hizo que una parte del nido se rompiera. A la tercera, el nido cayó de donde estaba, con ellos adentro, y se rompió en mil pedacitos para dejarlos en la intemperie, un poco aturdidos por lo pasado.
El bubble no necesitó enfocarse demasiado para notar que grandes criaturas de pieles azules con prendas Blancas habían provocado su caída con un palo en mano de unos, y más a lo lejos ya se veía una especie de transporte con tres ruedas donde se hallaban bubbles de todos los colores y razas encerrados en lo que parecían nidos, pero estos eran cuadrados.
"¡Oh, sí! Te lo dije, Mark, este tiene incluso crías. Vamos, rápido, usa el paralizante antes de que el padre..."
No entendió lo que esta nueva criatura de cuatro extremidades decía, pero ver a su padre levantarse en seguida y a su madre que los jalaba entre chillidos para hacer lo mismo, claramente asustó a ambos y trajo un gruñido del susodicho.
Eso ya le dijo mucho, porque casi nunca gruñía su padre, y si lo hacía, debía tener una seria razón.
Entonces él quiso apoyarlo, al igual que todos sus hermanos machos, juntos quisieron unirse al gruñido de su padre, pero su madre insistió en jalarlos y chillarles para seguirle.
Las criaturas azules, por otro lado, sacaron con premura alguna especie de utensilio con el que apuntaron a su padre. Él todavía les gruñía, y entremedio de la insistencia y reticencia de movimiento entre su madre y hermanos, el bubble todavía alcanzó a mirar todo aquello.
Supo tener una gran admiración por su padre al enfrentarse a dos criaturas tan grandes, más cuando atacó con un ladrido y lanzó un grito sónico que hizo a muchas criaturas más a algunos metros de ellos (como las azules) quejarse. Estas al frente incluso cerraron los ojos al rechinar dientes y cubrirse las orejas al alejarse apenas un paso por dicho impacto.
Sin embargo, eso no pareció ser suficiente, porque, aunque él seguía viendo con sorpresa a su padre entre dicha habilidad recién descubierta, los azules mostraron lo que el bubble no podría entender que aún eran malos gestos.
Pero había cierta vibra que provenía de ellos, que no le pareció del todo gustosa, lo que le dejó chillando en advertencia a su padre, solo que eso fue lo que justo los azules necesitaron para tener a su padre distraído y al voltear en su dirección para accionar su arma, lo dejaron rodeado de un retén brillante que lo llevó a caer y cerrar sus ojos sin más mínima señal de vida.
Su madre chilló de nuevo, esta vez con más impotencia, y consiguió al fin su atención, con lo que, no supo realmente cómo pasó o de qué forma lo hizo, pero solo se vio ante la necesidad de seguirla junto a sus hermanos en una persecución veloz, lejos de las criaturas asesinas azules.
"¡Se escapan! Ve tras ellos, rápido, esas crías no se nos pueden perder."
El bubble no supo cómo, mas, de pronto, esas criaturas azules estaban ahora detrás de ellos y les estaban ganando camino.
Lo peor vino cuando su madre pareció chillar algo, pero ella fue la primera en ser atrapada y caer. Uno de sus hermanos intentó ayudarla, y por eso fue el segundo en caer.
Eso les dio la pauta necesaria para seguir corriendo a pesar de lo que eso significaba.
El bubble conoció ahí lo que significaba el instinto de supervivencia y las lágrimas, porque, a diferencia de las criaturas azules, ellos sí podían llorar si sus emociones tenían tal peso para provocarles el acto.
Y no estuvo de más, porque el bubble no solo estuvo perdiendo a su madre y padre sino a sus hermanos, quienes uno a uno pareció caer a su lado.
Él fue el último que quedó y tuvo igual dificultades para flotar de manera adecuada, por lo que pronto fue arrinconado al golpearse contra el tronco de un árbol que no vio que tenía en frente y terminó a disposición de sus captores que ya se detenían con él y junto a ciertas sonrisas ignoraron sus llantos de piedad al apuntarlo con su arma...
"Ven con papá, esponjocito..."
Cerró los ojos con temor y esperó que lo malo pasara rápido, sin embargo...
"¡Alto ahí!" una nueva voz se escuchó e hizo que las criaturas azules se detuvieran.
El bubble no lo notó sino hasta escucharlos hablar un poco ¿asustados? Y eso le dio suficiente razón para abrir los ojos, bastante confundido, sobre todo al ver a las dos criaturas azules con blanco alejarse de su lado.
"S-Su Divinidad, ¿qué—? Qué sorpresa tenerlo por aquí, no lo esperábamos."
Otra criatura apareció, un poco más menuda, con los mismos tonos azulados y blancos, pero, a diferencia de las otras dos, a esta el bubble le vio con cierto interés, más al ponerse entremedio de él y las otras, con lo que sintió una vibra un poco más imponente que de él provenía.
Eso debería aterrarlo, sin duda, pero el bubble no pudo hacer más que permanecer quieto y ver todo lo que estaba pasando, en lugar de huir cuando, por dicha distracción, ya podría haberlo hecho ahora.
"Es más sorpresa para mí, sobre todo al conocernos y ver justo lo que está pasando, porque da la casualidad de que hace unos segundos, mientras iba explorando con algunos de mis amigos pueblerinos aquí, nos encontramos con un transportador especial lleno de bubbles muertos y enjaulados. ¿Eso no tendrá algo que ver con ustedes, cierto?"
"Oh, no, no, no, no, claro que no, su Divinidad, usted sabe como nosotros que la caza de bubbles y animales salvajes está prohibida en esta zona. Nosotros solo estábamos explorando, al igual que usted, ¿no es cierto?"
"¡Sí! Claro, explorando, nada más inofensivo que eso," la criatura azul respondió seguido de las otras, pero, para su suerte, al alzar las manos, el arma que quiso ocultar de la vista cayó a su lado y eso trajo un golpe que todos escucharon, por lo que, aunque el bubble no sabía lo que eso significara, ya se veía el problema que venía justo ahora.
Más con los ojos estrechados de la criatura menuda al frente de él.
"Oh, ¿d-de dónde salió esa arma paralizante? Q-Qué inesperado que estuviera en mi... bolsillo trasero."
Cuatro criaturas azules más aparecieron con prendas negras. Dos a cada lado de los de blanco, y los tomaron por sorpresa antes de que el menudo hiciera un esbozo con la mano para decirles:
"Llévenselos. Que mi Padre se entere de lo que han hecho y reciban su castigo. Espero no se dé nada más que el mismo trato que esta escoria ha traído a estas pobres criaturas."
"Sí, su Divinidad."
"¡No! No pueden detenernos. ¡Usted no puede, no tiene el poder! Y me niego a ser llevado a rastra por un par de Negros..."
"Vuelve a hablar, sabandija, y voy a quitarte la luz ahora mismo de tus ojos," la criatura menuda amenazó y alcanzó el lugar del que gritó al buscar zafarse, pero que se detuvo en cuanto un dedo brilloso llegó a apuntarle a la cara y por el tono que usó, el bubble incluso tembló, más cuando recuerdos de su padre al ser tumbado por un similar brillo llegó a su mente con ese acto que ahora, de inmediato, le hizo chillar en voz alta. "Entonces, verás el poder que tengo."
Se fueron así, pero eso no evitó que el bubble siguiera chillando y proclamando su temor incluso en voz alta, y eso, sin pensarlo atrajo la mirada del menudo en cuanto los de negro se llevaron a esos otros blancos, más callados.
Él tampoco vio con eso cómo la criatura menuda se cubría la boca con adoración al ver su figura pequeña, lastimada y esponjosa que transmitía tantas vibraciones de temor y tristeza mientras se sacudía en el suelo con los ojos cerrados.
Mucho menos notó que eso luego llevó a la criatura a ir poco a poco agachándose para llegar a su alcance, y no lo había visto acercar una mano en su dirección si no hubiera sido por el ruido que le hizo abrir los ojos de nuevo:
"¡Su Divinidad, cuidado! No puede acercarse así a un bubble, son animales salvajes, no sabe qué podría hacerle y menos después de haber sido amenazado."
El bubble no actuó como se esperaba según ese comentario, pero sí consiguió que la criatura azul se detuviera y que mirara a otra criatura de negro a sus espaldas, lo que le dio oportunidad para asustarse de nuevo y buscar huir, aunque solo se lastimara porque parecía que ese golpe contra el árbol sí le había afectado en más de una parte que no esperaba.
"No te preocupes, sé lo que hago. Este pequeñín es un bebé, apenas debe tener meses, es inofensivo."
"Pero, su Divinidad..."
Él chilló de nuevo al saberse atrapado, sin defensa alguna y lesionado. La criatura menuda volvió a ser atraída por eso, y con cierto gesto que parecía a ojos del bubble como un inconformismo, volvió a intentar acercarse, aunque lo asustó al doble por no saber qué hacer a cambio.
"Shh, shh, tranquilo, tranquilo, pequeño. No pasa nada, no quiero hacerte daño, tan solo quédate quieto, no quiero... Quiero ayudarte, pequeño. ¿Tienes algún nombre?"
"Divinidad..."
«No tengo n-nombre.»
Respondió en automático, aunque sabía que nadie le escuchaba, pero eso no detuvo al azul, solo lo acercó más y con cuidado se arrodilló para dejar sus extremidades inferiores descansar mientras las superiores se quedaban abiertas en su dirección. Sin embargo, el bubble no esperó que hubiera algo entendible entre ambos de pronto.
"Oh, eso es una pena. ¿Cómo no puedes tener un nombre? ¿Acaso tus Padres no te llamaban de algún modo?"
El bubble pestañeó, sorprendido, porque solo hasta entonces estaba notando algo.
«¿T-Tú puedes entenderme?».
Y más aún, ¿él podía entender a la criatura menuda azul?
"Claro que puedo, por qué no lo haría, hablas perfectamente Lumien, ¿no es cierto?" se rio, y el bubble entendió eso, más que sorprendido, sobre todo al saber que realmente estaba comprendiendo la lengua de la criatura.
La criatura de negro se lo aclaró cuando, con un ceño fruncido, le vio decirle al menudo:
"¿S-Su Divinidad?"
"Aguarda, Natasha, creo que estoy logrando algo con este pequeño," se giró rápido con ella y luego con el bubble, de nuevo, para insistir. "Entonces, ¿tus Padres...?"
El bubble apenas pudo seguir procesando eso cuando el mensaje fue mucho más claro y con la palabra dicha, recuerdos y emociones vinieron que, de pronto, lo dejaron expuesto.
«Papá y mamá...»
Y la criatura ahogó un grito al comprenderlo a la perfección.
Como nadie antes lo había hecho.
Como nadie...
Sin un lazo.
"Oh, pequeño. Lo siento tanto... Yo... En verdad lamento lo que ha pasado, pero quiero que sepas que yo no pienso hacerte ese mismo daño que tus Padres desgraciadamente han tenido. Yo quiero ayudarte, curarte esa fea herida, y si gustas... Yo puedo traerte conmigo a mi casa para que recibas tus cuidados hasta que te repongas."
"¿Su Divinidad?"
El bubble parpadeó, claramente sorprendido, pero no necesitó entender esa sonrisa reconciliadora en el rostro de la criatura para saber lo que diría.
"Yo soy BaekHyun, por cierto."
Le ofreció una vez más sus extremidades superiores, y con él ya convencido de lo dicho, se acercó con cuidado para dejar su pequeño cuerpo caer en una mano de BaekHyun de la cual apenas cabía.
De ese tamaño era el bubble precisamente.
«Muchas gracias, B-BaekHyun.»
La criatura sonrió y lo apegó a su pecho al levantarse con cuidado y traerlo en brazos. Entonces lo acarició cerca de sus partes no lastimadas y le hizo sacar un ronroneo gustoso que trajo el movimiento del pecho del chico que ahora sabía era una risa.
"No es nada, pequeño," se giró luego y miró a la mujer de negro totalmente impresionada, sobre todo al poner ojos en él, pero el bubble ya no estaba prestando atención a eso. "Vamos a casa, Natasha. Necesito atención urgente en este pequeño. También diles a los chicos que lleven el transportador, con suerte encontraremos otro bubble vivo que necesite igual atención. No puedo creer lo que han hecho estos bastardos."
El bubble no escuchó más al ser transportado en brazos y acobijarse en el calor que BaekHyun le transmitía. En el lazo que sentía con el Luminian y en la forma en el que este se iba estrechando, sobre todo al estar de esta forma.
"Necesitamos obtener un nombre para ti todavía, de cualquier modo," BaekHyun volvió a hablar, sin embargo, ya al nivel de la de negro y caminar entre la arena y vegetación de la selva. "¿Qué tal Byul? ¿Hani? ¿Monggu? ¿DaeUl?"
A él no le importaba, todo lo que el Luminian escogiera le parecería bien. Después de todo, él solo quería ahora agradecerle como deseara a su Enlazado.
"En realidad, tengo que saber si eres macho o hembra para ponerte un nombre. Nat, ¿sabes identificar el género de un bubble?"
"Ese es macho, su Divinidad. Pero ¿cómo es que está—?"
"Oh, entonces, Hani queda descalificado. Mm, pensaré más al respecto, quizá cuando lleguemos a casa. Puedes dormir en el camino si quieres, pequeño, tardaremos un rato en llegar de ese lado. Solo resiste aquí mientras puedas, ¿de acuerdo?"
«Todo lo que tú quieras, BaekHyun.»
★★★
Hace un año...
"Tranquilo, perrito, t-tranquilo," MongRyong vio al hombre de piel amarilla poner sus manos al frente. Él no sabía lo que eso significa, pero BaekHyun le había dicho que lo vigilara y no lo dejara por ningún motivo poner un pie fuera de ese lugar, así que, si se movía, debía ser por algo malo, ¿no es cierto?
Él se acercó por lo mismo y lo obligó a regresar a su camilla, mientras sus gruñidos incrementaban.
«Nadie desobedece a mi BaekHyun en mi mira.»
"Relájate, amigo, yo solo quiero salir de aquí, ¿muy bien?"
«¿Salir? Oh, no, nadie sale ni hace daño aquí. ¡No con mi BaekHyun a cargo!».
Ladró y un destello de luz se estampó contra una parte de la camilla, lo que dejó al hombre en su lugar.
"¿Es en serio? ¿Un perro que vuela y además tiene rayo láser? ¿Qué sigue? ¿Hámster-granadas?"
Volvió a gruñirle, lo que hizo al hombre obedecer y no moverse más.
"¡Está bien, está bien! No saldré de aquí, tranquilo, tienes mi palabra. Joder, no quiero terminar como salchicha rostizada."
Dejó de gruñir en cuanto escuchó eso.
«Buen chico.» Sin embargo, quedó un poco inquieto por lo escuchado, ya que eso no sonaba a algo que conociera. Sabía que no hablaba el mismo idioma que el hombre y solo le entendía y podía con él 'comunicarse' gracias a BaekHyun y su lazo, pero parecía que aún había algo que no comprendía. «Espera, ¿qué es eso?».
"¿Es en serio? ¿No conoces las salchichas rostizadas? Amigo, ¿qué clase de vida han tenido?"
«¿Tú puedes entenderme...?» quiso preguntar, pero la voz de BaekHyun lo distrajo de nuevo y le hizo alejarse del hombre.
"¡MongRyong! Quieto, MongRyong, no atacar, ¿entendido? No ataques," MongRyong se avergonzó por escuchar el tono molesto en su Luminian, pero asintió y dejó que se volviera con el hombre, de cualquier modo, quedó cerca de ambos. "Lo lamento, le dije a MongRyong que te vigilara mientras yo traía más agua purificadora, pero no esperaba a que, si te despertabas, fuera a atacarte, supongo malinterpretó mis órdenes. Espero no te hubiera asustado."
«¿Yo las malinterpreté? ¿No debimos atacar a matar si tú eras desobedecido?».
BaekHyun pareció ignorarlo con eso, y siguió hablando con el hombre, un poco interesado por leer sus emociones mientras hablaban de él, pero cuando BaekHyun se pasó a decir otras cosas y a curar al proclamado humano con sus manos llenas de agua purificadora, MongRyong pudo detallar algo más a fondo que BaekHyun ni ChanYeol notaron en ese momento.
"De acuerdo, entonces te sigo, eh..."
"BaekHyun. Mi nombre es BaekHyun."
"Te sigo, BaekHyun," MongRyong miró de uno a otro, y los analizó con lo que se guardó para sí lo visto.
Ya que eso era cómo, detrás de esas sonrisas con brillo, había muchos más sentimientos que MongRyong estaba comenzando a abrazar y a desear con más fervor del que ellos en ese momento.
Y era porque MongRyong siempre fue el que más supo de lo que pasaba entre ambos.
★★★
Hace dos meses...
MongRyong admiraba las dos figuras dormidas en su camita, rodeados de suficientes almohadas para evitar caídas debido a la falta de una cama específica para ambos.
Al tener el suficiente espacio en la cama de la nave de ChanYeol y una habitación disponible debido a la ausencia de KyungSoo por tener un par de vacaciones luego de que BaekHyun hubiera dado a luz a los mellizos, no hubo gran problema con hacerles todo esto de manera improvisada.
De todas maneras, BaekHyun sabía que tomaba guardia de sus bebés mientras dormían, y ya que ChanYeol y él estaban ocupados en la sala de comandos mientras ponían el siguiente destino en curso, él no se restringió en admirar y apreciar las creaciones de su Enlazado junto a su Pareja.
MongRyong no podría decir que estaba celoso de ChanYeol o de los cachorros cuando supo de sus llegadas y lo que ellas significaban.
En realidad, lo habían entusiasmado más que a nadie y no podría sentirse más gustoso de saber que era justo lo que necesitaba. Porque él siempre supo que, si BaekHyun era feliz, su objetivo en esta vida se había cumplido.
Porque él era feliz y se sentía pleno solo si sabía que finalmente había obtenido una forma de agradecerle a su Enlazado por salvarle la vida y darle un hogar cuando él ni siquiera lo había pedido.
"¿Qué tal están? ¿Ya están dormidos?" y precisamente BaekHyun apareció al asomar la cabeza por la puerta de la habitación y dirigirse a MongRyong específicamente, pero al obtener un «Shh» suave por su parte, BaekHyun se cubrió la boca y se acercó más solo para ver con completa adoración a sus creaciones.
Era como si ni BaekHyun mismo se creyera que él hubiera hecho a esas dos bolitas dormidas frente a ambos.
MongRyong pudo sentir eso mucho más cuando BaekHyun se adentró al cuarto y cerró con cuidado la puerta para posicionarse a su lado, de igual forma, para admirarlos, con una sonrisa burbujeante antes de decirle:
"Cielos, están tan tranquilos que ni siquiera quiero despertarlos para su comida. ¿Crees que deba hacerlo o dejarlos dormir hasta que lleguemos a Lumiscia?"
MongRyong no sabía que ahora se iban a dirigir a tal lugar, siempre escuchaba que ChanYeol y BaekHyun hablaban un poco al respecto, sobre todo mientras BaekHyun estuvo en sus últimos meses de espera, pero a ellos no los había escuchado decir que eso pasara de un solo 'deseo' o 'hecho a futuro'.
Esto le sorprendía como le emocionaba, porque luego de tanto tiempo fuera de casa, sin duda ya tenía cierta nostalgia sobre lo que ello evocaba, pero BaekHyun le hizo otra pregunta que definitivamente tuvo que contestar antes, y BaekHyun asintió, en acuerdo.
"Tienes razón, los niños deben irse acostumbrando a su horario. Entonces, voy a despertarlos. ¿Me ayudas, MongMong?"
«Siempre, BaekHyun.»
Y así precisamente vio a BaekHyun tomar a uno de sus bebés cuidadosamente para postrarlo en su pecho mientras él le ayudaba a sostener su camisa, antes de que pronto llegara ChanYeol para anunciarles que el viaje espacio-tiempo estaba puesto y que exclamara con ternura por ver cómo BaekHyun cuidaba de sus hijos. Dijo que le tomaría foto para mandársela a todos sus amigos, pero fue amenazado por el mismo BaekHyun con llamar al General Byun para asustarlo de nuevo si es que se atrevía a evidenciarlo semidesnudo con otros.
MongRyong se quedó ahí de igual modo y lo asistió al cuidar de él y de sus cachorros como se le había pedido, antes de sonreír a pesar de las emociones contrarias que ambas partes a su lado mostraban.
Porque era cierto todo lo que había dicho y al ver tal cual la situación de la hermosa familia que ahora tenía no iba a retractarse de sus palabras.
Quizá no era su nidito, sus cachorros, su pareja ni su casa, pero él sabía que esa era la familia que le había dado nombre, un hogar y el suficiente amor que podría haber necesitado.
No sé cuál es su opinión sobre MongRyong, pero a mí me encanta este personaje en la historia, es como esa sombra que siempre estuvo por ahí, cuidando, protegiendo y haciendo un gran papel, pero por lo mismo de estar detrás, muchas veces ni siquiera se tomó en cuenta, por eso tal vez se necesitaba un pequeño especial en su nombre ;;
¿Qué opinan ustedes de MongRyong (ahora o alrededor de toda la historia)?
¿Les gustó este especial? ¿Era lo que querían ver?
No quiero hacerles spoiler, por cierto, pero déjenme decirles que algo similar sucederá en los siguientes especiales... Ya ustedes se imaginarán lo que se viene entonces 👀
¿Quiénes creen que salgan en los siguientes especiales? Cuéntenme 😗
¡Nos estaremos leyendo para el siguiente especial! Saben que los quiero, gracias 💙
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