Capítulo 8: « ¿Quién va a caer? »

  Unas horas más tarde, los VKs empezaron a caminar hacia su destino, ya que si querían recuperar a Carlos entonces tendrían que hacer aquel intercambio.

Mal se abría paso entre la gente que se encontraba en la calle, siendo seguida por la chica de cabello azul, el ladrón del grupo y finalmente la descendiente del hada madrina.

  Los cuatro avanzaban con la frente en alto y con seguridad, aunque la verdad era que el tiempo se les estaba acabando.

Por otro lado, alrededor de la tienda de Yzma las calles eran tan caóticas como siempre lo habían sido, Sabrina se encontraba en lo alto del balcón del lugar en donde trabajaba; oyendo las peleas de los niños que intentaban robar por primera vez y viendo como algunas brujas estafaban a sus clientes con la excusa de que podían predecir el futuro.

—El tiempo se acaba, creo que la fantasía de Jane de volver a reunirse contigo se esfumará tal y como lo hizo el vestido de Cenicienta cuando llegó la medianoche, supongo que esa estúpida ama más la varita de su madre que a ti. —Comentó Sabrina; observando de reojo al villano con el que estaba obsesionada, quien estaba atado y se encontraba cerca de una tabla de madera al borde del balcón. —Si me hubieras elegido a mí en lugar de a ella, entonces no estaríamos en esta situación, lamentablemente ahora tendrás que aprender por las malas que el amor es sacrificio. —Prosiguió, sonriendo con malicia.

—Ella no es una perra interesada y stalker, esa eres tú. Te mueres de celos porque Jane y yo tenemos ese tipo de amor verdadero que jamás pensé que yo merecería, esa chica es muchísimo mejor que tú y estoy profundamente enamorado de ella, tendrás que matarme para que yo deje de amarla. —Masculló el pecoso, mirándola con odio. —Yo jamás elegiría a una zorra pesada cuya obsesión por mí le impide ver que nosotros nunca vamos a estar juntos. El amor no es sacrificio, el amor es algo asombroso cuando te encuentras con tu alma gemela.

—Pues entonces tendrás que arder en la hoguera, porque si tú no eres mío, no vas a ser de nadie más. —Le advirtió la villana, observando de reojo la tabla de madera que se encontraba al borde del balcón, debajo de la misma había una hoguera que sería encendida pronto si los VKs no llegaban a tiempo. — ¿Qué es un alma gemela? ¿Una estúpida excusa con la que intentas ganar algo de tiempo? —Cuestionó ella, volteándose para verlo.

—No es una estúpida excusa, es la pura verdad. —Replicó el chico de cabello blanco y negro. —Jane es mi alma gemela: es más que mí mejor amiga, es la única persona en el mundo que me conoce mejor que nadie más, ella es alguien que me inspiró para que yo me convierta en una mejor persona. Un alma gemela es una persona a la que llevas contigo siempre, es alguien que siempre está presente en tu vida porque no puedes dejar de pensar en ella, es la única persona que me conoció; me aceptó y que creyó en mi antes que nadie lo hiciera, o cuando nadie más lo haría. Y no importa lo que pase, siempre la amaré, nada puede cambiar eso. —Prosiguió, las descendientes de Yzma simplemente hicieron una mueca de asco.

—Creo que tus amigos y tu "alma gemela" no son tan leales, De Vil. —Mencionó Valentina, caminando alrededor de él con una sonrisa perversa en su rostro.

—Ellos son leales a mí, pero me temo que no puedo decir lo mismo de tu relación con Jay porque obviamente eso no iba a durar, ¿por qué te querría a ti cuando él puede tenerme a mí o a cualquier otra? —Dijo él, sin perder la calma, pues aún tenía esperanzas. Sabía que sus personas favoritas en todo el mundo no le fallarían, sabía que encontrarían la manera de evitar que esas pesadas obtuvieran el artefacto mágico más poderoso de Auradon sin que Carlos saliera perjudicado.

—Odio admitirlo, pero él tiene razón. —Confesó Sabrina, entre risas, su hermana mayor le dirigió una mirada llena de odio. — ¿Qué hora es?

—Son las doce. —Respondió la primogénita de Yzma luego de echarle un vistazo a su reloj de pulsera. —Enciende la hoguera y divirtámonos viéndolo arder. —Pidió con impaciencia, el villano simplemente tragó saliva con dificultad, no quería morir.

—Llévalo a la tabla. —Sentenció la menor de las rubias, sonriendo con malicia, observó al amor de su vida e hizo un puchero falso. — ¿Tu suegra odia la impuntualidad? Pues no es la única que lo hace, ¿quieres un último beso antes de morir? —Sugirió, acercándose a él.

— ¿A quién mierda le dices impuntual, perra? —Alzó la voz la descendiente de Maléfica, que acababa de llegar junto a su pandilla.

—Aleja esos labios llenos de botox de mi novio. —Exigió Jane, al oír aquello las dos hermanas se voltearon para ver al grupo que se encontraba frente a la tienda de Yzma.

— ¡Bienvenidos! —Gritó Valentina, abriendo los brazos mientras sonreía con malicia, agarró al pecoso del brazo y lo empujó para obligarlo a caminar.

— ¡Por fin! —Comentó Sabrina para luego soltar una gran carcajada malvada, tomó una cuerda atada desde el balcón y se lanzó hacia abajo, aterrizando de pie; entonces acomodó su cabello. —Huh, let's get this started, I I'm cold-hearted.

  La primogénita de Yzma volvió a empujar al pecoso hacia la tabla, el último observó lo lejos que estaba del suelo y comenzó a retroceder, asustado.

—There's no negotiation, I'm not here for debatin'. —Prosiguió la chica que estaba obsesionada con De Vil, negando con la cabeza. —You need some motivation? Just look at Carlos's face, then ask yourself how long, you think I'll remain patient.

Jane observó el rostro de su novio y sintió como su corazón se rompía en mil pedazos al ver el miedo en sus ojos.

—I'll throw him overboard, and let him swim in killer flames! —Amenazó la pesada Sabrina, sacó un  encendedor y lo lanzó a la hoguera, ocasionando una explosión de fuego. —You either hand over the wand, or he'll be ripped apart!

—Now, let's all just be smart, although for you that must be hard. —Se burló la chica de ojos azules, avanzando apenas unos pasos, su archienemiga simplemente se rió en su cara pues ella no creía en sus amenazas. —You'll get your wand, no one has to come to any harm.

—Don't try to intimidate, your bark is much worse than your bite. —Intervino la chica de cabello morado, colocando una mano en su cintura. —Who's the baddest of 'em all? I guess we're findin' out tonight!

—Let's go! Bring it on! Better give us what we want. —Exigieron las hermanas a coro, que estaban cansándose de esperar. —It's the wand for the guy, if you don't, it's going down! —Insistieron, finalizando de cantar posicionando una mano en su cintura y la otra en su cabeza.

—Let's go! Make your move! Peace or war, is up to you. —Les advirtieron los VKs, acercándose más a la líder del grupo y a la chica que había sido hechizada. —Give him up and do it now. If you don't, It's goin' down!

—We want the wand, or else De Vil is gone. —Continuaron las rubias, Sabrina señaló al pecoso. Sus amigos y su novia observaron con impotencia como la primogénita de Yzma lo tenía agarrado del cuello. —Your time is runnin' out, you should really watch your mouth.

  Mal y Jane se voltearon para ver a sus compañeros de crímenes, entonces giraron para seguir cantando.

—Let's go! Pound for pound! We're prepared to stand our ground. —Afirmaron los cuatro, golpeando sus puños, pero las rubias ni siquiera se sintieron intimidadas. —Put your sword up! Put 'em up! It's goin' down. —Añadieron, moviendo sus brazos como si sostuvieran espadas para defenderse, luego se agacharon y señalaron a ambas con odio.

—Yo oh, ho oh, oh oh, make the trade! Yo oh, ho oh, oh oh, or walk the plank! Yo oh, ho oh, oh oh, make the trade! Yo oh, ho oh, oh oh, or walk the plank! —Dijeron las hermanas, mientras Valentina hacía girar al chico de cabello blanco y negro, logrando marearlo.

Las hadas malvadas se voltearon para ver a sus amigos, quienes intercambiaron miradas pues sabían perfectamente cuál era su plan, pero la mejor amiga de Lonnie debía defender a su novio.

—Okay, look, this is not a conversation. It's a do-or-die situation. —Habló la chica de ojos azules, avanzando hacia donde se encontraba Sabrina. —If you don't give me back the guy, I'll have no hesitation. I'll serve you right here, and I don't need a reservation, that way your plastic wicked sister can have a demonstration. —La amenazó, señalándola con el dedo.

—Release him now, and we can go our separate ways, unless you wanna deal with me and the VKs. —Prosiguió la hija del hada madrina, volteándose para mirar a sus amigos, Evie la saludó con la mano con una sonrisa falsa mientras que Jay la amenazaba con cortarle el cuello mediante señas, por último Mal la observaba seriamente mientras sus ojos verdes brillaban.

—So that's your big speech, huh? An empty ultimatum? —La rubia menor soltó una carcajada y la chica de cabello morado se apresuró a tomar del brazo a Jane para que volviera con su pandilla.

—Let's go! Bring it on! Better give us what we want. —Insistieron las hermanas a coro, impacientes. —It's the wand for the guy, if you don't, it's going down!

—Let's go! Make your move! Peace or war, is up to you. —Continuaron Mal, Jay, Evie y Jane; señalando a ambas villanas. —Give him up and do it now. If you don't, It's goin' down! —Dicho esto, las descendientes de villanas junto con la pequeña hada se adelantaron unos pasos.

—We want the wand, or else De Vil is gone. —Continuaron las rubias, Sabrina dio un par de vueltas mientras que la primogénita de Yzma saltaba sobre la tabla de madera, obligando al pecoso a quedar al borde de la misma; bastaba que algo saliera mal para que él terminara quemándose en la hoguera. El menor dirigió su mirada hacia sus amigos, asustado. —Your time is runnin' out, you should really watch your mouth.

—Let's go! Pound for pound! We're prepared to stand our ground. —Afirmaron los cuatro, Jane golpeó el suelo con furia mientras sus tres compañeros intercambiaban de lugares. Mal quedó a la izquierda de Jay, mientras que la princesa malvada se encontraba del lado derecho del ladrón del grupo y finalmente la chica de ojos azules estaba delante. —Put your sword up! Put 'em up! It's goin' down. —Gritaron, el descendiente de Jafar sacó la varita mágica del bolsillo interior de su chaqueta y se la entregó a la mejor amiga de Lonnie.

—Yo oh, oh oh, make the trade! Yo oh, ho oh, oh oh, or walk the plank! —Insistieron por última vez las rubias, Sabrina avanzó para hacer el intercambio, mientras que su hermana mayor mantenía a Carlos al borde de la tabla; amenazando con tirarlo. —Yo oh, ho oh, oh oh, make the trade! Yo oh, ho oh, oh oh, or walk the plank! —Finalizaron ambas, la chica que estaba obsesionada con el novio de su pariente simplemente sonrió con malicia.

  La pequeña hada vio al amor de su vida en peligro y alejó el artefacto mágico de su madre del alcance de la rubia.

—No juegues conmigo, chiquita, porque te quemaré viva si no haces exactamente lo que te digo. —Le advirtió Sabrina, extendiendo su mano, pero la joven que había sido hechizada no se movió. Su hermana observó a la primogénita de Yzma, quien volvió a saltar sobre la tabla, haciendo que De Vil comenzara a perder el equilibrio; pero él no iba a caer a menos que Valentina lo soltara. — ¡Dame la varita!

— ¡Si le haces daño, dile adiós a tu oportunidad de ser libre! —Gruñó Jane, extendiendo la mano que tenía libre. — ¡Dame a Carlos!

El menor de los VKs dirigió su mirada hacia sus amigos, estaba aterrado y solo quería volver con ellos.

  Quería estar entre los brazos de su amada, disfrutando de sus besos y caricias, no al borde de la muerte.

La tensión se podía cortar con una espada, los segundos se hacían eternos y el descendiente de Cruella sentía que su corazón iba a salir de su pecho en cualquier momento, sus amigos y su pareja sentían exactamente lo mismo que él.

  Sabrina se mantenía seria, pensando en que estaba a punto de lograrlo.

Finalmente, luego de tantos años de sufrimiento y deseos de venganza, estaba a punto de conseguir la libertad que había anhelado durante toda su vida.

  Estaba a punto de destruir a Jane de una vez por todas, luego iría por Auradon y sería emperatriz, conseguiría todo lo que siempre había deseado tener.

—Valu, tráelo. —Ordenó la hija de Yzma, la mayor suspiró antes de alejarlo de la tabla y bajar del balcón junto a él, cuando estuvo delante de la pequeña hada simplemente lo empujó; haciéndolo caer de rodillas. Las miradas de Jane y Carlos se encontraron, luego la chica observó a las rubias. —Desátalo. —Sentenció, Valentina bufó antes de sacar su daga y hacer lo que su hermana le había pedido.

El chico de cabello blanco y negro tomó la mano de su novia y entonces la chica de ojos azules le entregó la varita mágica a su archienemiga, De Vil se levantó para colocarse del lado de su pandilla y Sabrina le arrebató el artefacto de las manos a su pariente.

—Es hora de irnos, chicos. —Masculló Jay, haciendo reaccionar al grupo, que no se había movido ya que deseaban ver las expresiones de las villanas cuando descubrieran que las habían estafado.

  Los VKs comenzaron a correr mientras las descendientes de Yzma sonreían victoriosas.

— ¡Ya me harté de ser infeliz, abre la barrera mágica de la Isla de los Perdidos para que yo pueda ser emperatriz! —Gritó Sabrina, alzando la varita hacia el cielo y esperando unos segundos a que la magia hiciera efecto, pero nada sucedió. — ¿¡Qué mierda pasa con esta porquería!? —Se quejó, impaciente.

— ¡Lo estas haciendo mal, nena! Dame esa cosa. —Le recriminó su hermana mayor, arrebatándole el artefacto mágico de las manos. Lo alzó hacia el cielo. — ¡A partir de este momento y para siempre, dejaremos de ser prisioneras para ser emperatrices! ¡Ábrete sésamo! —Alzó la voz y agitó la varita mágica, deseando con todas sus fuerzas que algo sucediera.

— ¡Así no se usa, taradas! —Se burló Jane para luego reírse, deteniéndose para disfrutar de la alegría que le producía haberlas engañado. — ¡Es bibidí babidí boo, inútiles!

— ¡Dame esta porquería! —Gruñó la rubia menor, quitándosela a su hermana, luego la rompió al darse cuenta de que era una varita falsa. — ¡Perra estafadora! ¡Me las vas a pagar! ¡Cuando termine contigo, desearás no haber nacido!

— ¡Vámonos, amor! —Masculló el pecoso, tomando de la mano a su pareja y empujándola para que corriera. — ¡Debemos irnos! —Insistió, desesperado, la menor simplemente le hizo caso.

Sabrina estaba a punto de seguirlos, pero Yen Sid llegó corriendo y esquivó a los VKs para acto seguido sostener a su descendiente por la cintura.

— ¡Basta! No voy a permitir que le hagas daño a ninguno de ellos. —Sentenció el hombre, agitado por haber corrido tanto, ya que no estaba acostumbrado a hacerlo; pero aún así utilizó toda su fuerza para retener a su hija.

— ¡Tú no te metas! Es tu maldita culpa que ella esté aquí, ¡estos idiotas se burlaron de mí y me las van a pagar! —Chilló la rubia, forcejeando con su padre para intentar liberarse, pero fue en vano. — ¡No te vas a quedar con todo lo que es mío, Jane! ¿¡Me oíste!? ¡Iré por ti! ¡Esto aún no se ha terminado!

— ¡Los conflictos no se resuelven con violencia, te lo he dicho mil veces, pero nunca me escuchas! —Le recriminó el hechicero, luego volteó a ver a la pandilla de traidores que se habían atrevido a meterse con su primogénita. — ¡Váyanse de aquí! —Ordenó, serio.

  Los cinco adolescentes lo obedecieron, dirigiéndose hacia la guarida.

[...]

Cuando todos estuvieron a salvo dentro de su escondite secreto, Jay, Carlos y Jane se dejaron caer sobre el mismo sofá enorme que se encontraba en la sala de estar; mientras que las descendientes de villanas se sentaron en dos de las sillas.

  Los VKs y la joven que había sido hechizada simplemente necesitaban descansar durante unos pocos minutos para recuperarse de aquel intenso escape, ya que habían corrido por varias calles –ninguno se había atrevido a voltearse para ver si estaban siendo seguidos por Sabrina o Valentina– así que cuando la líder del grupo les había gritado que la siguieran, ninguno quiso desobedecerla; ya que consideraron que sería mejor prevenir antes que lamentar.

Cuando los miembros de la pandilla lograron tranquilizar sus respiraciones, la chica de ojos azules se colocó sobre las piernas de su novio y rodeó su cuello con sus brazos para acto seguido comenzar a besarlo apasionadamente.

— ¡No sabes cuanto te he extrañado, mi amor! Me hiciste muchísima falta, fue demasiado difícil para mí sobrevivir sin tus besos, sin tus caricias; sin tus cumplidos, sin todo el amor que me has dado desde que nos conocimos. —Mencionó la pequeña hada, entre besos.

—Yo también te he extrañado, tesoro. —Admitió De Vil, correspondiendo a cada muestra de afecto que estaba recibiendo de la menor, pero luego de unos minutos se tuvo que separar debido a la falta de aire. —Estaba muy preocupado por ti, tuve que oír a esa maldita obsesionada hablar por horas de lo mucho que te odia y de todo lo que te haría que temí que ella lograra dañarte, aunque siempre intenté mantenerme positivo para no enloquecer; sabía que no me abandonarías.

—Yo jamás te dejaré, sería una estúpida si lo hiciera, sinceramente eso jamás me lo perdonaría. —Afirmó Jane, mientras tomaba las manos de su pareja. —Te prometo que siempre estaremos juntos. —Exclamó, mirándolo a los ojos.

—Yo jamás dejaré de amarte, no importa lo que pase entre nosotros, no importa lo que los demás te digan; tú conoces mi corazón y es por eso que ambos sabemos que nuestra relación está basada en el amor verdadero y en la confianza. —Aseguró el chico de cabello blanco y negro, dirigiendo su mirada hacia sus manos entrelazadas, le dolió el corazón de solo pensar en que podría perderla para siempre cuando él tuviera que confesarle la verdad; pero esperaba que la mejor amiga de Lonnie pudiera disculparlo... aunque él sabía que no era merecedor de su perdón. —Te prometo que siempre estaremos juntos. —Repitió, se armó de valor para levantar la vista y se permitió a sí mismo perderse en aquellos ojos celestes de los que estaba perdidamente enamorado.

—Lamento tanto interrumpirlos, tortolitos, pero su demostración de afecto me da demasiado asco y ya no los soporto más. —Intervino el ladrón del grupo, logrando que los menores le prestaran atención, entonces Jay separó a la descendiente del hada madrina de su mejor amigo. —En serio no saben cuanto me detesto a mí mismo por arruinar su reencuentro pero tenemos cosas muy importantes que hacer, así que necesito que Jane vaya a traer a nuestro invitado de honor para iniciar con su asesinato. Él sigue en mi habitación, ¿podrías hacerme ese favor, querida?

—Está bien, pero solo lo haré porque no soporto más al chico Bestia. —Accedió la adolescente de mala gana, se levantó del sillón y entonces se dirigió hacia donde el mayor le había indicado. Apenas los VKs la perdieron de vista, el hijo de Jafar se apresuró a rodear con sus brazos al pecoso y las chicas hicieron exactamente lo mismo que él.

—Enano, si vuelves a asustarnos así te mataré. —Le advirtió el chico de cabello largo, sin soltarlo.

—Pobrecito, debes haber sufrido mucho al estar durante tanto tiempo con esas locas, yo no he podido dormir bien porque temía que te pasara algo horrible. —Confesó la princesa malvada.

—Te extrañamos muchísimo pequeño, estábamos realmente preocupados por ti, no sé qué hubiera sido de nosotros si te perdíamos. —Añadió la ojiverde, haciendo pucheros.

—Sí, yo también los extrañé, chicos. No debieron preocuparse, creo que era bastante obvio que Sabrina no me lastimaría, esa rubia pesada sigue creyendo que aún puede suceder algo entre nosotros... aunque sí me dijo que si yo no era de ella; entonces no sería de nadie más. —Masculló De Vil, estremeciéndose al recordar aquel momento, entonces se separó de sus amigos.

—Ya no te preocupes por esa loca psicópata, no permitiremos que ella vuelva a acercarse a ti. —Lo tranquilizó Mal, colocando una mano en su hombro. —Pero ahora que estamos juntos de nuevo, debemos prescindir de ya saben quienes... —Cambió de tema, esbozando una sonrisa llena de malicia.

—Con respecto a nuestras intenciones, estuve pensando y creo que lo mejor sería que no dañemos a... —Empezó a hablar el menor de los VKs, observando a su pandilla con miedo e inseguridad pues él sabía que su opinión no iba a ser compartida por sus compañeros de crímenes.

— ¡Chicos! —Intervino su novia, quien entró corriendo a la sala de estar, logrando captar la atención de los descendientes de villanos. —El rey escapó.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top