Como conociste al grupo 2

A petición de una lectora, ¡aquí esta! Lamento tardarme, es que se me hizo muuuy largo escribirlo.

Escorpio, Cancer, Aries, Piscis, Virgo, Acuario:

—Que sin tu amorrrrrr, yo no soy nadieeeee—comencé a cantar en voz baja mientras movía las manos un tanto raro.

—Calla la puta boca, Jess. Nos van a escuchar los caminantes —Calvin me miró mal al ver que dos caminantes se acercaban.

   Maté a los dos caminantes  con mi cuchilla, pero seguía escuchando pasos. Tenia el presentimiento de que alguien nos seguía.

 —Vaya, si no me decías que callara la boca, hubiese callado mi brazo—mi sarcasmo se notaba a kilómetros—. Haremos esto, veo que vienen más cosas esas raritas como vos, así que yo los distraigo, nos vemos en la cabaña. Si no vuelvo cuando oscurezca, haz una fiesta, maldito pendejo.


(...)

  —¡Volví, maldito! —dije mientras dejaba la mochila en la mesa.

   No se escuchaba nada, tal vez Calvin todavía no llegaba o estaba durmiendo. Hacia demasiado calor como para quedarme con la remera, así que quedé en sostén y un pantalon corto. No creo que a él le molestara, era gay de todas maneras.

—¡Calvo!—dije entrando a la habitación. Estaba atado de pies y manos, con un trapo cubriendo su boca—. Mierda.

—Vete, ahora. Ahora mismo—susurró cuando le quité el trapo y las ataduras—. Esta en el tercer piso. Tiene una ballesta, ten cuidado. Creo que viene con otro.

 Si iba a buscar mi remera, seguramente haría mas ruido. Así que decidí ir en sostén (Si, ¿quien mierda va a buscar a un ladrón así? Solo yo. Por pendeja) y una escopeta. No era mucho, pero algo era algo.

—¿Sus madres no les enseñaron que robar es malo?—dije mientras veía a los malditos purgando entre las pertenencias que me costaron conseguir.

—Si no quieres morir, es mejor que te alejes, nena—el maldito del chaleco ni se preocupo—. No gastare una flecha en ti.

  Disparé bastante cerca de él, alarmandolo y asustandolo.

—Mira, maldito estúpido. No te pases de listo o la próxima a tu cabeza.

  Y ahora él me apuntaba a mi. Todo por hacerme la ruda.

—¿Ahora quien dispara a quien?—comentó el maldito lindo.

—¡Sophia, urgente! ¡Vinieron caminantes por tu puta culpa!—los gritos de Calvin se escuchaban. Tal vez lo hubiese ignorado de no ser que estaba desarmado.

—Si vas a matarme y llevarte todas las armas, procura hacerlo después, ¿si?—comenté nerviosa.

   Empujé al pendejo que tenia frente a mi, quitando de la caja mas armas y corrí a buscar los muertos. Ni me preocupé si él me seguía, no me importaba realmente.

  Un puto muerto casi muerde el bazo izquierdo de mi mejor amigo, sino hubiese sido por mi escopeta, ya estaría llorando.

—Maldito cabrón, ¿también te quitaron las armas?—comenté para lanzarle una y seguir asesinando—. Eres un pendejo. Solo quieres preocuparme.

 Luego de matar a 10 muertos, me senté boca arriba  del sofá, tratando de recuperar el aliento. Miré al suelo, ahora mi remera estaba llena de sesos de muertitos. Ahora tendría que ir en sostén todo el maldito día.

 —Veo que son bastantes ágiles—comentó el maldito ladrón. Seguramente estuvo parado ahí toda la pelea—. Tal vez sirvan para pelear.

—¿Contra quién?—preguntó Calvin mientras se sentaba al lado mio.

—Un idiota que mató a dos de mi familia como si hubiese asesinado a dos cucarachas.

   Se podía ver un tanto de desesperación en su expresión.

—¿A cambio de qué? Me parece algo estúpido—comenté mientras me tapaba el sostén con ambas manos.

—De comida, un hogar—sonaba la idea mas loca del mundo, y también estúpida—. Y tal vez para ti, algo para cubrirte.

   Calvin me miró emocionado, hubiese negado. Pero verlo esperanzado era lo que mas quería.

—Mh...Por mi esta bien. ¿Tienes un pañuelo?

 Toda esta mierda carecía de sentido, pero ¿quien no ha hecho algo totalmente alocado por ver feliz a alguien?

  —Si, ¿por?

 —Dámelo, ahora—me lo tendió de mala gana, y me lo coloque de forma que pareciera una remera corta. Algo era algo—. Ahora dinos donde esta la Baticueva.

—¡Sophia no arruines el momento, pendeja!—gritó Calvin mientras cargaba la mochila.

—Si como no.


Geminis, Tauro, Capricornio, Sagitario, Libra, Leo:


CHICAS EL SIGUIENTE ME RE DOLIÓ ESCRIBIRLO. ME ACORDÉ A SOPHIA Y COSO. LLORO, BOLUDA. PD: Fic dedicado a mi amiga Cat (Pendeja, no pude etiquetarte. Wattpad anda mal)


—¡En la selva, montando un monstruo, Kathy es felizzzz!—comenté con sarcasmo mientras me tendía en la espalda de mi hermano menor, que era mucho mas mayor de apariencia que yo.

—A veces odio que seas tan despistada. Ademas, ya nos quedamos sin provisiones.

  La situación era la siguiente: mi pierna estaba rota, y ninguno de los dos sabe como mierda curarla, así que la vendamos y ahora teníamos miedo de que empeorara.

—Necesitaremos un doctor, o esta mierda empeorará—mi hermano me bajó de su espalda, para tomar un descanso.

—No es nada grave, no comiences con tus mariconeras.

  No quería preocuparle, así que decidí no comentar del dolor enorme que sentía.

—¿Nada grave? ¡Tu pierna esta partida en dos, maldita sea!— coloqué mi dedo indice en el labio, dándole a entender que se callara.

   Le señalé el arbusto, algo se movía. Scott sacudió este, para encontrarse con una niña.

—Oh oh, una pequeña—dije mirándole su corte rubio, y su remera celeste—. ¿Cómo te llamas? ¿Estas perdida? No podemos dejarla, Scott. Seguramente tiene alguien esperándola.

—S-Soy Sophia, tenia mucho miedo y escapé de casa por miedo —la niña comenzó a llorar.

—No se que haremos. Yo no estoy para cuidar a una mocosa—dijo mi hermano, mientras la miraba de cerca para detectar alguna mordida. Gracias a Dios, nada.

—Buscaremos a su familia, no debe de ser tan difícil. Sophia, ¿te acuerdas algo de ellos?—me arrastré un poco, llegando hasta donde estaba—. Te ayudaremos a encontrarlos, ¿okay?

—¡No prometas cosas que no cumplirás, y menos con esa pierna deforme!—Scott estaba tan nervioso que hasta mordía sus pocas uñas.

  El dolor aumentaba cada segundo que pasaba, no aguantaría mucho así.

—Si se perdió, alguien debe estar buscándola—comenté mientras pensaba.

—Rick. El señor Rick estaba buscándome—la niña ya había calmado su llanto, y ahora miraba mi asquerosa y un tanto sangrante pierna—. Tal vez mami pueda ayudarte a curarla. Ella también sangraba a veces después de hablar con papi.

   Sentí un escalofrió recorrer mi espalda, y por lo visto, Scott también. Un motivo más para no dejarla sola.

—¿Te acuerdas algo de Rick? Tal vez pueda reconocerlo.

—Usa un traje sheriff que me encanta. Y tiene de amigo al señor Daryl. Que tiene un chaleco con alitas.

—Haremos esto, Sophia, no te preocupes. Nos encontraremos en la vieja cabaña, antes de que oscurezca. Si no encuentras a su familia, ve ahí. Yo seré un peso más y probablemente un estorbo.

—El plan apesta. ¿Cómo mierda iras si estas con una pierna mirando al otro lado?

—Scott, por una puta vez en la vida escúchame lo que diré. No dejaré que tu herida del pecho se agrandé cada vez mas por llevarme a mi. Ayúdame a subir al árbol, ademas tal vez pasen por aquí. No lo hagas por mi. Hazlo por mamá.

 Mi hermano me colocó en el árbol, no era tan alto, pero algo era algo.

—Si no te encuentro en esa vieja cabaña, volveré, Kath. Tenlo por seguro.

—¡Adiós señorita Katherine!—comentó la niña mientras se alejaba tomada de la mano con mi hermano.

   A las pocas horas, luego de haber matado a 3 caminantes y que mi pierna dolía como la mierda, sentí pisadas y dos sujetos hablando preocupados. Pasaron al lado mio. Mi corazón se emocionó al ver que eran la descripción clara que Sophia me había dicho.

—¡Daryl, Rick!—grité llamando su atención.

  Ambos ya me apuntaban con sus armas, que linda confianza.

—No creo que quieran dispararme, menos a mi, sabiendo la ubicación de Sophia—dije mientras levantaba mis manos.

  Me bajé lo mas rápido que pude, sufriendo y tratando de no llorar. Caí al suelo mientras respiraba para tranquilizarme.

—¿Qué sabes de Sophia?—el chico me apuntó con la ballesta, mientras Rick me ayudaba a sentarme.

—Pues, me dijo que se perdió, y que un tal Rick con apariencia de sheriff y un tal Daryl con chaleco de alas estaban buscándola.

—¿Y por qué no está contigo?—volvió a preguntar, sin quitarme de la mira.

—Se la llevó mi hermano para ver si los encontraba, y no creía que llevar a alguien con la pierna destrozada sea bueno para ir de viaje. Puedo llevarlos donde está, pero tendrán que cargarme.

—¿Cómo podemos creerte? No lo sé, Rick. Parece falso (Nota de autora: JAJAJJJA).

—¿Quieren que les describa a la chica? Pues, viste de celeste, tiene el pelo rubio y corto. Ademas, habló de que su padre golpeaba a su madre. Creo que es estúpido desconfiar de mi.

  El dolor aumentaba. Trataba de no gritar, y de permanecer fuerte.

—Esta bien, yo la llevaré. Guíanos a la cabaña—comentó el sheriff para cargarme en su espalda—. Daryl, vigila que nadie nos siga.

 El camino fue aterradormente doloroso, pero por fin habíamos llegado a casa. Scott me abrazó preocupado cuando llegué, y Sofia corrió a los brazos de Daryl.

—Señor Daryl, la señorita Katherine me ayudó a encontrarlos. ¿Podemos llevarla a casa para curar la pierna?

    Mi vista comenzó a nublarse, para caer dormida de tanto dolor.

(...)

  Me levanté de golpe al escuchar risas de extraños. Mis ojos, abiertos de par en par miraban al rededor. Estaba en una camilla, y adelante mio tenia a un viejito parecido a Santa Claus.

—Hasta que despiertas. Hola, soy Hershel.

—¡Aleluya, santisima!—Scott regresó corriendo a abrazarme, generando mas dolor—. No podrás creer todo. Tenemos casa. Los señores nos dejaron por cuidar a Sophia, que por cierto esta muy preocupada por ti.

   Todavía seguía un tanto confundida. Mi pierna estaba enyesada. Eso no era bueno. Ademas, estaba escrita. 

"Cúrate mucho, Cat." dibujada al lado con un gatito con la patita lastimada.









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