Ya llevábamos aproximadamente 1 semana en el hospital, mamá sólo empeoraba y no me gustaba verla sufrir, papá estaba muy distante, seguía molesto con ella por no haber aceptado las medicinas que el doctor les ofreció. Me encontraba sentada en el sillón, me había despertado desde hace un buen rato, pero fingi hacerme la dormida, porque mamá y papá estaban peleando.

Mamá- Cariño, tienes que entender que no cambiaré de opinion- dijo de nuevo

Papá- ¿Porque me quieres abandonar?- dijo molesto

Mamá- No creo que te vayas a quedar sólo- dijo un poco seria- Se de tu romance

Papá- No digas tonterías mujer- dijo dando un grito por lo bajo

Mamá- Lo se desde hace tiempo, pero no quise mencionarlo

Papá- Yo ya termine con ella, sólo duró una noche

Mamá- No cambia nada, yo seguiré con mi decisión- dijo mirando hacia otro lado- Solo te pediré una cosa, y es que cuides a _____, ella te ama, no la dejes pasar por esto sola

•7 Años después•

Miraba las piezas del arma en mi mano, realmente no sabía porque hacia esto, pero papá había insistido, el cambio mucho desde que mamá murió, aunque me demostraba que me quería, el no era el mismo.

Papá- _____, ¿Qué esperas para rearmarla?- dijo refiriéndose a la pistola que tenía en mano

- Papá sabes que no me gusta hacer esto- dije mirándolo con nerviosismo

Papá- Solo te enseño a prepararte para el futuro

- ¿Y eso requiere matar personas?- dije recordando lo que me hizo hacer hace años

Papá- El era un mal hombre y merecía morir- dijo muy seguro de su respuesta

- Sólo tenía 15 años, y me convertirse en una asesina, e matado más personas que tu- dije con los ojos cristalizados

Papá- Es parte de la vida hija, tu madre estaría de acuerdo, y querría que estuvieras preparada

- Creo que ya tengo la edad suficiente para decidir por mi misma- dije sería

Papá- ¿Y que es lo que quieres hacer?- pregunto esperando mi respuesta

- Quiero estudiar medicina, no quiero ser una asesina- respondí muy segura de lo que quería

Papá- Si eso quieres no te detendre, te buscaré la mejor escuela de medicina y te irás a estudiar- dijo con media sonrisa y se fue

No tenía otra opcion, sabía que está familia me hacía daño, y más mi padre, el era muy posesivo e impulsivo, y el necesitaba entender que yo había dejado de ser su pequeña desde hace tiempo.

•2 Años después•

Ya había terminado la escuela de medicina, fue algo rápido pero trate de enfocarme mucho en ella y poder tomar materias avanzadas en el verano. Fui de las mejores en mi clase y por eso es que me habían ofrecido un empleo en un hospital de Atlanta, y sin pensarlo dos veces lo tome. Entre más estuviera lejos de mi padre sería mejor para mi y mis oportunidades en la vida. Hoy era mi primer día de trabajo, entre al hospital y me integraron a un grupo de internos. Había estado participando en cirugías leves, de pocas horas, y era lo mejor.
Salí de mi última cirugía y el doctor me pidió que lo que restaba del día atendiera pacientes, me encontraba revisando a un señor, y la chica de recepción me hizo una seña para que me acercará, termine de atender al hombre y fui a su llamado.

- Hola, ¿Qué pasa?- dije amablemente

Recepcionista- Un hombre te busca- dijo y me entregó el teléfono

Respondí con un "Hola" y del otro lado obtuve también el mismo saludo, esa voz yo la conocía, tantos años de estar con el, era mi padre quien estaba del otro lado del teléfono, mi corazón comenzó a latir muy rápido, no sabía porque pero estaba nerviosa.

Papá- ¿Como te va en la escuela, hija?- pregunto con curiosidad

- Muy bien papá, seguiré aquí otros dos años- dije tranquila

Papá- Dos años, ¿Segura?- pregunto y sentí como las gotas de sudor empezaban a aparecer

- Si papá, sólo dos- dije terminado con una leve risa

Papá- Hija, ¿Porque le mientes a tu padre?, yo se que ya no estás en la escuela de medicina- dijo remarcando el final- Ahora trabajas en Atlanta

- Era una sopresa, por eso no quería decírtelo aún- dije tragando un poco de saliva

Papá- No te preocupes, por ahora estaré lejos de ti, pero te prometo...- dijo y se detuvo- No, te juro que algún día nos volveremos a ver, recuerdalo bien- dijo de manera tranquila- Papá te ama- susurro atravez del teléfono y colgó