Capítulo 3: The Day I lost You
La luz del sol de dio directo en el rostro, al parecer ya había amanecido pero estaba tan cómodo y tranquilo que no quería despertar. Enredo sus brazos aun más en la cintura del castaño, disfrutando despertar acompañado después de más de un año de despertar en una cama solitaria y fría.
Tony se removió inquieto entre sus brazos y no pudo evitar tensarse, por alguna razón temía la reacción del millonario. Estaba consiente de que la noche anterior el castaño había bebido demasiado y que quizás no recordara nada de lo ocurrido, o tal vez, se arrepintiera de lo sucedido y huyera de su lado.
Su pecho se sentía incomodo ante tal pensamiento. Pero se sintió aún peor porque durante el tiempo que había estado con el castaño, no había pensado en Lois.
Su dulce y valiente Lois. ¿Qué diría si pudiera verlo en esta situación? ¿Era egoísta de su parte querer dejar atrás el dolor? Sí, lo era. No obstante, cuando Tony lo había mirado con aquella mirada tan similar a la suya, no pudo ni quiso ignorar aquel llamado desesperado.
¿Cómo ignorar una mirada tan parecida a la suya?
No pudo. Pero tampoco podía evitar sentirse culpable.
-“Lo siento Lois”- pensó con algo de remordimiento, con cuidado se separo del millonario, busco su ropa de forma apresurada y con esa misma velocidad se cambio. No quería dejar al castaño pero tampoco quería enfrentarlo, tomo papel y lápiz para dejarle una nota –“Lo siento Tony”-
Tony sintió aquellos tibios y fuertes brazos abandonar su cuerpo, pero prefirió fingir dormir un poco más. Recordaba cada detalle de su pequeña aventura y por algunas horas había podido olvidar a su rubio, olvidar su dolor, pero cuando aquellos brazos lo abandonaron el dolor y el arrepentimiento volvieron con fuerza.
No solo había traicionado la memoria de su Steve sino que también había persuadido a Superman a dormir con él. Era de lo peor.
Amargas y silenciosas lagrimas recorrieron sus mejillas, mientras se aferraba a la simple nota del hombre de acero y al anillo que le pertenecía a Steve.
------------
Bruce sabía que algo no andaba bien. No había que ser un genio para saber que algo había sucedido con sus dos amigos. Tanto Clark como Tony se evitaban. Sí bien jamás se habían llevado bien, solían ser cortes con el otro.
Alfred le había dicho que en un momento tanto Clark como Tony habían desaparecido de la fiesta y que el castaño no había vuelto a su habitación hasta hoy en la madrugada. Sí. No se necesitaba ser un genio para deducir lo que había ocurrido.
Diana tomo con suavidad su mano observando a Clark. Era obvio que su nueva esposa también notara el extraño comportamiento de su amigo. Mirando a la pelirroja de arnas tomar, notó lo preocupada que estaba por Tony.
Esos dos le causaban más dolor de cabeza que sus hijos adolescentes. Trataría de hablar con ambos pero con lo terco que eran ambos dudaba que lo fueran a escuchar.
-------------
Steve se sintió ansioso por alguna razón. Tony tenía que llegar esa noche. Finalmente la larga espera terminaría. Como bono extra Sharon había partido a una pequeña misión, volvería dentro de una semana. Con un poco de suerte podría pasar algún tiempo con su amigo castaño.
Desde que el castaño se había marchado, lo había extrañado demasiado. Se dijo a sí mismo que trataría de pasar más tiempo con el genio. Después de todo pronto serian familia. Unas horas después James Barnes lo encontró en la cocina
Bucky lo observo con seriedad. -¿Qué haces?- cuestiono al ver al rubio en la cocina
-Hoy regresa Tony-contesto con una enorme sonrisa- pensé en esperarlo con una cena-
La sonrisa del soldado de invierno se desvaneció con rapidez. No le gustaba la idea de que Steve pasara tiempo con Tony. No cuando el rubio estaba planeando una vida con Sharon. No cuando el rubio había engañado y luego olvidado al castaño.
Ver el dolor y sacrificio de Tony era algo insoportable de presenciar. -Creo que deberías dejar a Tony solo- murmuro pero Steve lo escucho – Aún que no lo recuerdes, Tony sufrió mucho-
Steve no comprendía las palabras de su mejor amigo -Yo solo quiero ser su amigo- Bucky negó con su cabeza, ese era el problema. Tony no quería la amistad del rubio pero su amigo no era capaz de notarlo
-El Sr. Stark acaba de llegar al complejo, capitán- informo la voz un tanto fría de la AI
El rubio miro hacia el techo, aún le costaba acostumbrarse a la inteligencia artificial que protegía y ayudaba en el compuesto. Además la maquina solía ser bastante sarcástica y fría con él. -Gracias Friday-
El rubio camino presuroso hacía la entrada del compuesto. Tony se estaba despidiendo de Happy y Pepper. Cuando el rubio llego ante ellos, la pareja Hogan lo miro de mala manera, pero al parecer era algo normal después de la Civil War o al menos eso lo que Sharon le había dicho. Pepper beso con cariño la mejilla del castaño y aquello no le agrado en absoluto. Ver la confianza y el cariño que le profesaba la pelirroja a Tony le revolvía el estomago.
Tony finalmente se giro para enfrentar al rubio, que le sonreía con cierta timidez. Su corazón vibro momentáneamente, recordando las veces que Steve lo esperaba luego de sus viajes o viceversa. Pero ahora se sentía un poco culpable ver aquellos brillantes ojos azules. Porque no podía evitar pensar en Clark y la noche apasionada compartida con el alíen. En su mente había traicionado a su rubio.
-Hola Tony ¿Cómo fue tu viaje?- pregunto entusiasmado tomando la valija del castaño
-Hola Steve. El viaje fue bueno pero estoy cansado. Me gustaría dormir- comunico tratando de recuperar su equipaje, no tenía valor para ver al rubio-
-Oh- se sintió decepcionado- esperaba que pudiéramos cenar juntos. Hice carbonara. Nat dijo que era tu favorito- informo
Tony se detuvo en seco. Era una porquería. Steve, su querido rubio se había esforzado por prepararle su platillo favorito y él ni siquiera podía verlo. Demasiado avergonzado por su debilidad. Ver la expresión abatida del capitán lo desarmaba por completo.
-Creo que podría cenar antes de dormir- murmuro para gozo del más alto-
-Te serviré enseguida- su sonrisa era deslumbrante aunque disminuyo un poco al notar los movimientos lentos y pausados del castaño, oyó un leve quejido cuando Tony logro sentarse. Quizás Tony tuvo un accidente y se lastimo, pensó con inocencia.
Tomando ambos platos, los llevo hacía la gran mesa del comedor. Le había pedido a todos los Vengadores que por está noche le permitieran estar a solas con Tony. Natasha y Bucky se habían opuesto rotundamente pero los demás simplemente obedecieron sus ordenes. Se alegraba muchísimo poder tener tiempo a solas con él castaño.
-Se ve delicioso- alabo Tony, asombrándose un poco- ¿Lo preparaste todo tú solo?-
Steve negó con rapidez. Tanto como le hubiera gustado llevarse todo el crédito, sabía que son Vision y Wanda hubiera quemado la cocina -Visión y Wanda me ayudaron-
Tony no tenía muchas ganas de estar ahí, pero tampoco quería alejarse, esto era algo que solía hacer con su Steve, y en verdad extrañaba a su rubio. Aún hoy lamentaba todo lo ocurrido, ojalá su rubio le hubiera sido sincero desde entrada, de todas maneras ya era tarde. Eso no quería decir que desperdiciaría estos momentos, donde por un segundo Steve era todo suyo.
Ambos conversaron hasta la madrugada, cuando finalmente el sueño los venció, quedando ambos dormidos en los cómodos sillones de la sala. Fue así como los encontraron los otros Vengadores. Con Tony apoyando su cabeza sobre el hombro del rubio y a su vez Steve apoyando su cabeza sobre la de Tony.
Ambos se separaron con cierta rapidez, al escuchar los murmullos entusiasmados de sus compañeros. Steve se veía avergonzado por la situación. Se pregunto porque todos lucían tan felices de verlos durmiendo juntos.
No le dio importancia alguna porque se sentía feliz de poder estar rodeada de su familia, especialmente por poder estar en compañía del castaño.
Durante todo esa semana era algo normal de ver a Tony en compañía de Steve, el rubio parecía no querer separarse del castaño. Rhodey, Natasha y Bruce estaban preocupados por los sentimientos de Tony. Ninguno de ellos olvidaba que la novia del rubio volvería pronto. Bucky trataba de alejar a Steve tanto como podía del castaño, temiendo que algo malo le sucediera al millonario.
Tony, a pesar de su enorme culpa, permitía que el rubio hiciera lo que quisiera con él. Sabía, de forma inconsciente, que iba a terminar herido nuevamente, pero tampoco quería negarse la posibilidad de pasar tiempo con Steve. No cuando el rubio lucia cómodo y feliz.
Hubo unos cuantos momentos de debilidad donde quiso revelarle todo a su rubio, pero las palabras de Steve, volvían una y otra vez a su mente. Y eso lo detenía inmediatamente.
-Fue una buena idea ir a visitar a los niños del hospital- menciono un muy entusiasmado rubio, ingresando en el complejo- nunca pensé que me divertiría tanto. Sin duda los niños son geniales-
Tony sonrió con algo de pena, ver a Steve rodeado de niños pequeños, con una expresión entusiasmada y anhelante, le dijo que estaba haciendo lo correcto. Steve sería un gran padre.
-No puedo esperar a que Sharon y yo tengamos nuestros propios hijos- la oración broto de sus labios con total inocencia-
-Serán sin duda grandes padres- concordó Tony.
Steve volteó a ver al castaño, notando la mirada dolida y nostálgica - ¿No quieres ser padre Tony?- no supo porque pregunto aquello
La pregunta lo tomo por sorpresa y quizás por ellos contesto de forma automática, sin pensar demasiado en su respuesta -Sí. Siempre quise ser padre- fue sumamente honesto- Pero mi pareja no quiso adoptar- se arrepintió
-¿Por qué adoptar? ¿No sería mejor los tuyos propios?- Steve no comprendía las palabras de su amigo
-Dos hombres no pueden tener hijos de forma natural- su voz fue casual pero por dentro temblaba de miedo, este Steve no sabía que era bisexual- y cuando Pepper y yo estuvimos juntos jamás planeamos ser padres-
Rio divertido al ver la expresión del rubio. Totalmente estupefacto y mudo.
-No sabía que te gustaban los hombres- aquello, por alguna causa, le provocaba felicidad. Aunque dudaba poder expresar correctamente sus sentimientos, ya que aún no podía salir de su asombro
-¡Steve!- la voz femenina rompió aquel momento un tanto tenso entre ambos
Tony lo vio todo desde primera fila. La mirada sorprendida del rubio cambio rápidamente a una de felicidad al ver a su prima, quién no dudo en arrojarse a los brazos del capitán. Era como ver una película romántica. Una donde él simplemente era el “amigo” del protagonista.
El castaño ni siquiera se despidió de la pareja, y dudaba que siquiera hayan notado de su partida, demasiado concentrados en los labios del otro.
Con cierta tristeza acompañándolo llego a su habitación. La imagen de Steve rodeado de niños le daba fuerza para seguir adelante. Esto era lo que el rubio quería. Esto era lo que lo hacía feliz. Y él debía aceptarlo y asegurarse de que esa felicidad se concretara.
Abrió uno de los compartimientos secreto de la pared, sacando un portarretratos de oro, en la fotografía se podía apreciar a Steve y Tony besándose. Extrañaba a su rubio.
-----------
Sharon estaba feliz en los brazos de su pareja. Por un momento al verlo junto a Stark, sitio miedo de que su casi primo se arrepintiera de su acuerdo. Pero cuando Steve la beso con tanta necesidad, ignorando completamente al castaño, supo que no debía temer a nada.
Su Steve la amaba.
Le había ganado a su tía y a Tony. Era superior a ellos. Porque ella tenía aquello que los castaño tanto anhelaban y jamás dejaría ir a su rubio. Se encargaría de que fuera suyo por siempre.
Nadie los iba a separar. Ni el recuerdo de su tía ni Tony Stark.
-Steve. Creo que deberíamos adelantar la boda- dijo muy segura
-¿Por qué dices eso?- cuestiono un poco sorprendido
Sharon le mostro la imagen del rubio rodeado de niños -Porque me gustaría que tengamos un niño lo mas pronto posible-
Se sintió emocionado por las palabras de su novia. Un hijo. Un niño propio. Finalmente tendría nuevamente una familia a que llamar suya. Desde la muerte de sus padres, se había sentido muy solo. No había nadie en el mundo que compartiera ni sus rasgo ni su sangre. Nadie a quien llamar familia. Claro, tenía a su hermano del alma Bucky, y aunque lo amaba, no podía sentir aquella conexión, por lo menos no del mismo modo. Ya no quería sentirse solo en el mundo.
-Hagámoslo- acepto abrazando a su novia, se durmió casi enseguida, soñando con pequeños niños castaños con ojos azules o pequeñas niñas rubias de ojos castaño, ojalá sus hijos fueran tan lindos como Tony.
------
Fue un mes un poco agitado, los preparativos de la boda del Capitán América y la agente trece tenía al complejo de cabeza. Constantemente se veía personas entrar y salir. Cuando no era la organizadora, era la chef, la florista o el diseñador.
La mayoría de los Vengadores lucía abatido con tanto ajetreo pero todos deseaban que el rubio fuera feliz, por lo que constantemente ayudaban a los novios con los preparativos. Incluso Tony se prestaba a seguir los caprichos de su prima. Después de todo, aunque Steve se había negado, el castaño era el encargado de pagar por la costosa boda.
Y finalmente entre corridas y corridas había llegado el gran día. Steve estaba nervioso, finalmente se casaría con su hermosa novia. Finalmente comenzaría su nueva vida. Una vida donde jamás volvería a estar solo.
Bucky lo miro con interés, fácilmente se podía notar lo nervioso que se encontraba el rubio. No estaba nada feliz con este matrimonio, pero Steve era su mejor amigo, y si esto lo hacía feliz. Debía dejarlo. Permitirle tener este momento de felicidad. Aún así no podía contenerse de preguntar
-¿Estás seguro de esto?- cuestionó
El rubio lo miro con seriedad. ¿Seguro? Sí. Si estaba seguro que esto era lo mejor. En su mente se repetía una y otra vez que esto era lo correcto, lo mejor. Sharon era una mujer hermosa, tal como lo había sido su tía, era inteligente y sin duda alguna seria muy feliz con la rubia. Aún no podía decir que la amaba, no cuando constantemente pensaba en Peggy y extrañamente en Tony, pero ambos eran amores imposibles. Peggy estaba muerta y Tony.
Tony era hombre. Y aunque no le molestaba que Tony fuera gay, él era el gran Capitán América. No sería bien visto que estuviera con el castaño. Además con Tony jamás podría tener niños. Tarde o temprano el castaño sufriría por su culpa. Porque sabia que su deseo era mas fuerte que cualquier otra cosa.
-Lo estoy. Yo. Yo amo a Sharon- dijo tratando de sonar totalmente seguro
Bucky sabía que estaba mintiendo. Conocía muy bien a su mejor amigo, sabia que a pesar de que Steve quisiera a Sharon, pensaba aún en Tony. Incluso si había olvidado aquellos siete años de relación. Su amigo era un idiota pero rogaba porque encontrara la felicidad al lado de la rubia.
-Entonces. Llego la hora. Tú novia esta esperando por ti- informo
-----------
Clark había sido invitado a la boda del Capitán América como parte de la prensa. Ese último mes no había podido quitarse de la cabeza al castaño. Cada vez que intentaba dormir o estaba solo, podía recordar aquella noche, donde sin pudor tomo una y otra vez al castaño.
Al principio se había sentido algo temeroso y avergonzado de su comportamiento, pero en verdad comenzaba a extrañar el cuerpo de Tony. La primera semana trato de negar su atracción hacía el cuerpo del castaño, la segunda semana no pudo evitar buscar y leer cada articulo de él. La tercera y cuarta semana, su deseo de poseer nuevamente aquel cuerpo, lo perseguía constantemente. Pero sin duda lo que más recordaba era aquella mirada desolada.
En verdad quería que Tony le mostrara otra faceta. Una donde fuera un poco más feliz.
Se pregunto como brillarían los ojos de Tony cuando estaba feliz. Se iluminarían y su so risa seria coqueta o actuaría con cierta timidez y reiría de forma un tanto boba.
Quizás nunca lo sabría.
Bruce y Diana también estaban presente en la boda, pero ellos estaban ahí en representación de la Liga. No pudo evitar escucharlos
-¿Crees que Tony este bien?- pregunto una consternada Diana mirando a su marido
Bruce suspiro un tanto molesto- No creo que Tony sea la persona más feliz del mundo en este momento- sus ojos se paseaban sobre la multitud, buscando a su amigo- pero está fue su decisión- declaro-
-Espero que Tony pueda encontrar a alguien que sí pueda hacerlo feliz- murmuro Diana
Para Clark aquellas palabras fueron como una puñalada con kryptonita. Imaginarse al millonario con otra persona le dejaba un sabor horrible en boca. No tenía derecho alguno a sentirse así, no después de que dejo e ignoro al castaño luego de aquella noche.
La marcha nupcial interrumpió sus pensamiento y con sorpresa vio que era el castaño quien guiaba a la rubia al altar. Sintió lastima por Tony, no solo tenía que ver a su amado casándose con su prima sino que también lo haría desde primera fila. Era como sí Tony estuviera castigándose a sí mismo.
--------
Era un masoquista. Un verdadero masoquista que gozaba de sufrir, pero cuando la rubia le había pedido que la llevara al altar, no había podido negarse. No lo hacia por Sharon. La rubia y él nunca habían podido llevarse bien y si se soportaban era solamente por su madrina. Quizás por ese recuerdo y por la promesa de cuidar a Sharon, es que había aceptado aquello. Peggy fue como una segunda madre, y cuando está comenzó a enfermar le había prometido que cuidaría de su sobrina.
Suspiro al ver a los novios bailar en medio de la pista. Sonrió con cariño al notar la torpeza de Steve. Sin duda el rubio tenía dos pies izquierdos y mucha pero mucha torpeza. Especialmente porque no quería pisar a su novia.
Dolía. Dolía verlos. Se dijo que esto era lo mejor pero eso no evitaba que doliera.
¿Alguna vez dejaría de doler? ¿Podría volver a ser feliz?
Pensó que cumplir los deseos de Steve le devolvería un poco de felicidad, pero estaba equivocado. Porque cada día le costaba más y más seguir adelante, le costaba fingir sonrisas que no sentía y mentirle a todos sus amigos de que estaba bien.
Cada día era una tarea titánica y cada noche rogaba porque este dolor se terminara.
Ver a Steve feliz con otra persona, le daba tranquilidad pero eso no quería decir que no le doliera.
Una mano se apoyo en su hombro, volteo un poco sorprendido, no había escuchado a nadie acercarse. Se sorprendió al ver al hombre acero, no porque no supiera que estaba invitado sino porque estaba con su traje de Superman
-Vamos- indico el kyptoniano -Te sacare de aquí-
-¿Perdón?- cuestiono
Clark quería reírse de la expresión sorprendida de Tony pero en lugar de reírse, tomo al castaño entre sus brazos, cargándolo como si se tratara de una princesa
-No tienes que seguir aquí. Ya hiciste suficiente por ellos. Esta noche permite que cuide de ti nuevamente- Tony se aferro a los hombros del héroe- prometo no escapar en la mañana
Tony sabia que podía negarse y que Superman sin duda lo dejaría, pero no quería negarse, no quería estar solo esa noche, porque sinceramente no confiaba en si mismo. Si Clark lo dejaba seguro haría alguna tontería. Por lo menos con Superman, pasaría un momento divertido. Incluso si al día siguiente le costara sentarse.
-Vamos- fue su simple respuesta, y fue todo lo que Superman necesito para salir volando del complejo.
Pepper y Diana los observaron partir con una sonrisa de complicidad. Sin duda aquello era el comienzo de algo nuevo para aquellos dos. Y ellas se asegurarían que sus amigos fueran felices de nuevo.
-----------
Oh My God. Al fin lo termine. Como decidí cambiar la historia, no había podido terminarla pero finalmente lo hice. Espero que les haya gustado. En lo personal me gusta los cambios y el giro que dio esta historia.
Creo que el mundo necesita mas SuperIron.
Quiero agradarles a todos ustedes mis queridas lectoras por su apoyo. Trato de contestar todos sus mensajes pero ando a las apuradas. Además quiero empezar a actualizar mis otras historias. Que también están bastante abandonadas.
El Mpreg gano por mayoría la votación pero no voy a decirles como va a suceder aquello. Pero si voy a decirles que en el próximo capitulo aparecerá Connor. Nuestro amado Superboy.
Nos leemos pronto. Kisskiss
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top