Capítulo 10: Crazy In Love

Dedicado a Luisa Najarro y a SakkuraPrincessYaoi espero que sea de su agrado chicas. Gracias por el apoyo ❤

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Sharon acarició su rostro, aún no estaba segura de aceptar aquella locura, aunque por otro lado quizás esa era su única oportunidad. No importaba que ese bebé fuera un experimento y nunca fuera biológicamente su hijo, portaba la sangre de Steve, bueno, parte y eso era suficiente para ella y para su objetivo.

Steve ya no podía dejarla. Tony ya no podía interferir.

Una sonrisa iluminó su rostro, con cuidado secó su cuerpo, se pondría ropa sexy, hoy estaba más feliz que  nunca y nada podría estropear su felicidad. Se observó en el espejo y por un momento fue como si el tiempo se detuviera. Observó su bello cabello rubio...bueno, ya no tan rubio ni bello.

Un grito agudo y chillón grito se escuchó en todo el complejo.

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En un abrir y cerrar de ojos los días comenzaron a pasar. La rubia no tan rubia, más bien tenía suerte de tener aún cabello, había estado furica. Nadie le quitaba de la cabeza que había sido el mocoso de Stark quien había saboteado su shampoo.

Por otro lado, aquella noche Steve la había encontrado echa un mar de lágrimas y este había enfurecido, no obstante al reclamarle al castaño, este simplemente había defendido a sus hijos, obviamente, pero tanto el rubio como el castaño revisaron los videos de seguridad, ninguno de los hijos del castaño había estado cerca de la habitación de los rubios.

Natasha había sonreído con cierta alegría mal disimulada. No por nada era una de las mejores espías, jamás permitiría que su sobrino se viera perjudicado. Además, en su opinión el verde loro luminiscente la hacía ver mejor a la rubia.

Steve se había disculpado con el castaño pero Tony se estaba hartando de los rubios. No hacía ni 24 horas que habían regresado y ya le estaban causando bastante estrés. No es que no desconfiara de Harley, nadie era más travieso y vengativo que su pequeño, y esa sonrisa y mirada tímida y avergonzada no lograba engañarlo, lo peor es que Connor tenía una mirada llena de culpa.

El capitán había regresado a la habitación con su esposa y le había asegurado que no importa cómo se veía, para él siempre se vería hermosa. La rubia se había dormido con una sonrisa de victoria al ver las atenciones que le brindaba su esposo. Ya se vengaría de los mocosos.

A la mañana siguiente partió rumbo al departamento de Marie, con la excusa de ir al salon de belleza para tratar de arreglar su cabello.

La científica se había reído en su cara sin ningún tipo de pudor en su cara, incluso mientras la rubia yacía acostada en la camilla, la doctora seguía riendo. No obstante mientras colocaba el embrión en su vientre, las risas habían cesado.

Ahora solo quedaba esperar. En una semana podrían decir si el procedimiento había funcionado.

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Lex caminaba dentro de su celda como un animal desesperado, su plan no había salido como él esperaba, Kal-El ni siquiera había reaccionado ante su presencia. Todas sus ilusiones poco a poco se deshacían y la desesperación comenzaba a inundar su alma.

Siempre creyó que Clark era su compañero, tenía que serlo, estaba seguro de eso, pero Kal-El había intentado asesinarlo, alegando ser un peligro para su compañero. Su corazón se estrujo dentro de su pecho al imaginar a otra persona con su amado alíen.

Aquel brillo posesivo y un tanto lunático en los ojos azules de su Clark. Lo asustaban y encendían de igual forma.

Creyó que podría tratarse de Batman y su mente corría a mil por hora, ideando un plan para deshacerse del murciélago, no obstante la llegada de Ironman había cambiado su perspectiva.

Por su mente jamás pasó la idea de que Clark podría estar con Tony “puta” Stark. Eran como polos opuestos. Clark era sincero, tímido y valiente. Su Clark era perfecto. Stark por el contrario era cínico, despiadado y egocéntrico.

¿Además no se suponía que Stark estaba detrás del Capitán? En su momento existieron miles de rumores entre los líderes de los Vengadores. Rumores que habían acabado luego del compromiso del capitán con la sobrina de Carter.

No solo Stark se había interpuesto entre él y Clark sino que se había atrevido a quitarle la custodia de su hijo. Tal como lo había intentado Lois.

Sin duda todo aquello era una artimaña de Stark para recuperar a Rogers.

Tenía que salvar a sus amores de las garras de Stark. Ya había salvado a su hijo y compañero de Lane. Stark no sería otro obstáculo. Al igual que la reportera, Stark iba a perecer.

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Peter acomodo su corbata por onceava vez, las manos le sudaban y el cuello de la camisa le apretaba, y los nervios recorrían por todo su cuerpo. El juez de menores los había citado aquella mañana para hablar de su familia, el juez necesitaba saber si vivir con Tony sería un ambiente propicio para que Connor viviera. Los abogados de Tony ya le habían explicado el procedimiento pero eso no significaba que por ello estaba tranquilo. Todo lo contrario. Los nervios lo carcomía por dentro.

-Puedes enfrentarte a diversos villanos como el Duende pero ¿no puedes hablar con un juez sobre nuestro padre?- se burló Harley- además ¿Qué llevas puesto?-

Peter observó su traje gris y sus zapatos negros, un conjunto elegido por su tía May hace algún tiempo. Sin duda quería lucir responsable y adulto.

-Pareces un anciano- el rubio no tenía piedad con su hermano-

-Tú pareces….- trato de recriminar el castaño pero observando el atuendo casual de Harley, lo único que podía pronunciar fue- ¿Por qué te pusiste esos pantalones de cuero y esa remera tan ajustada? ¿siquiera puedes respirar?-

-Claro que puedo respirar y ¿Qué tiene de malo mi atuendo? Por lo menos no parezco un anciano- contraataco el menor.

No iba a permitir que Peter hablará mal de su ropa. Había pasado una hora delante de su armario, probando y probando distintos conjuntos. En verdad quería verse bien para ese audiencia.

-Dejalo tranquilo Peter- dictaminó la única mujer del grupo- yo creo que ambos se ven adorables- se burló la bruja

-¡Oye!- exclamaron ambos un tanto avergonzados.

-Veo que no pueden dejar de discutir ni por cinco minutos- una nueva voz interrumpió la pronta pelea

Tony se preguntaba porque aún soportaba a esos diablillos en su vida pero viendo los rostro de sus dolores de cabeza, esas miradas brillantes y expectantes que le dedicaban sus hijos, le hacía recordar las veces que esos niños estuvieron sentados al lado de su cama, velando por su bienestar y esperando su recuperación luego de Siberia.

¿Cómo no amar a esos dolores de cabeza?

Connor sintió que sus mejillas ardían al no poder despegar sus ojos del cuerpo del rubio menor. Esos pantalones de cuero tendrían que ser confiscado por ser un pecado. Nadie debería tener un cuerpo tan hermoso y deseable como su compañero. Especialmente porque no dejaba nada a la imaginación.

No era justo. Era como su cerebro hubiera entrado en shock y se hubiera apagado, al parecer todo flujo de sangre se habían dirigido hacia otro sector de su cuerpo. Un tanto avergonzado se apresuró al baño más cercano sin mediar palabra.

Harley observó a Connor marcharse con cierto apuro con tan solo verlo. Con algo de decepción miro su ropa, quizás no había sido su mejor elección. Después de todo Connor vestía un simple pantalón azul y una camisa a cuadrille. Algo bastante campestre y sencillo.

-Me gusta tu atuendo niño- Tony se había dado cuenta del cambio de humor en su pequeño- ¿Por qué no buscas a Connor? El Juez no tarda en llamarnos-

Harley simplemente soltó un pesado suspiro antes de seguir el camino por el cual había desaparecido el pelinegro.

Peter iba a intervenir, alegando que con gusto podía ir a buscar al pelinegro pero Raven había pisado con fuerza su pie con su tacón de aguja. Maldición esas cosas eran como armas mortales.

-Lo siento no te vi- declaró sin culpa alguna

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Connor observó su reflejo, sus ojos azules se encontraban un poco rojizos al igual que sus mejillas. Trataba de regular su respiración y cierta parte de su anatomía, pero por mas que trataba, la imagen de Harley seguía fresca en su memoria.

Con manos un tanto temblorosas lavó su rostro, pero la frialdad del agua no hacía nada para calmar su acelerado corazón. Necesitaba hablar con Kara. No podía tener una erección cada vez que viera a su compañero.

Algo resignado se introdujo en uno de los cubículos, el juez no tardaría en llamarlos y por Krypton, no podía salir de aquel baño luciendo de aquella manera. No tardaría mucho. No por la forma en que su imaginación volaba y revoloteaba sobre aquellas piernas torneadas y ese estómago plano. Esos ojos claros con ese brillo de travesura y la voz suave como terciopelo. No era justo que Harley fuera tan hermoso.

-Harley- susurro de forma ronca. Deseando que su mano fuera la mano del rubio. Soltó otro gemido mientras imaginaba aquella situación.

Su amado rubio besando con ímpetu sus labios mientras que su mano blanquecina mano rodeaba con cierta curiosidad su hombría. Acariciando con su pulgar la cabeza para luego comenzar a un vaivén delicioso. Arriba. Abajo. Arriba y abajo, y nuevamente lo mismo.

No tardó mucho en venirse, su imaginación parecía volar más rápido que Superman, por un momento temió que nuevamente su miembro despertara. Se limpió cuidadosamente. No quería rozar más de lo necesario

No podía quedarse en ese cubículo imaginando a Harley por más tiempo.

Pero ni en sus más locas pesadillas imaginó que Harley estaría afuera de su cubículo con la cara roja a mas no poder y su boca y ojos abiertos como si algo lo hubiera deslumbrado.

Ambos se observaron sonrojados, sin mediar palabra alguna.

Connor no solo se sentía avergonzado sino que temeroso. ¿Harley lo había escuchado? Por el poderoso sonrojo, apostaría que sí, lo que lo llevaba a su próxima duda existencial ¿Lo odiaría ahora que sabía de su deseo? ¿Acaso tenía alguna posibilidad de reclamar a su compañero? ¿O todo se acabaría allí?

Por su parte Harley no podía despegar sus ojos de Connor. Su corazón latía con prisa, como si quisiera escaparse de su pecho. Nunca imaginó que cuando entro en ese baño, encontraría a Connor marturbandose. Había escuchado los gemidos y estaba dispuesto a salir de allí pero entonces escuchó su nombre y esa voz se parecía extrañamente a la de Superboy. Ahora ni siquiera podía dejar de ver a Connor.

-Yo...lo sient- Connor en verdad deseaba disculparse pero aquella disculpa ni siquiera pudo ser terminada, los labios ansiosos de Harley se había apoderado de los labios de Superboy.

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Clark sonrió de forma un tanto boba al ver a Tony. Al parecer este estaba enfrascado en una conversación con Raven, Peter y uno de sus abogados. Pero le pareció extraño no ver a Connor por ningún lado.

-Buenos días Señor Kent- saludo la joven bruja con cierta frialdad- su presencia casi parece milagrosa-

Clark nunca tuvo nada en contra de Raven pero era más que obvio que la mitad demonio estaba dispuesta a hacerlo sufrir con sus comentarios filosos.

El joven Parker por el contrario lo saludo con entusiasmo y un tanto nervioso -Señor Kent- la voz del joven sonaba un poco más aguda- un gusto señor. Soy Spide...digo Peter. Soy Peter- extendió su mano para saludarlo formalmente

A Clark se le hizo entrañable la forma de ser del niño.

-¿Clark?- cuestiono Tony al ver a su amante. Raven se aferró con fuerza a su brazo, como si quisiera impedir que se acercara al alíen-¿Cielo?- con ternura acarició la delicada mano de su hija

Raven soltó a Tony apresuradamente y un poco avergonzada. No le gustaba que su padre confiara tan rápidamente en Clark. Sabía que Superman era una buena persona y realmente no tenía nada personal en contra de este; pero Tony era lo más cercano a un padre que tenía y si era sincera estaba un poco harta de que las personas alrededor de Tony le fallaran de una u otra forma, y este luego terminará perdonando a todos porque la mayoría eran lo suficientemente astutos como para hacer sentir culpable a su padre.

-Lamentamos la tardanza- murmuró un recién llegado Harley con la respiración agitada

Tanto los adultos como los jóvenes observaron a los adolescentes.  Ambos niños parecían que los hubiera maltratado un tornado. La camisa de cuadros de Connor estaba arrugada, como si alguien la hubiera apretado con su puño en cierto lugares y su cabello era un verdadero desastre, aunque era obvio que había intentado peinarlo un poco. Harley lucía un poco más decente pero no mucho, su cabello era un desastre aún peor que el de Connor, pero tenía una sonrisa un tanto presumida y las mejillas sonrosadas, y los labios partidos y rojos fuego.

-¿Estuvieron peleando?- fue la pregunta inocente de Peter

Tony no pudo contener su carcajada ante aquella pregunta. No importa que el novio de Peter fuera un pervertido, era más que obvio que su arañita seguía siendo inocente en ciertos aspectos.

Clark se aclaró la garganta con cierta diversión, era más que obvio que Connor y el hijo de Tony no estaban peleando. Por lo menos no de aquella manera que el joven arácnido pensaba.

Raven...pues ella simplemente reviro sus ojos antes de murmurar un hechizo y mejorar el aspecto de ambos menores. Luego tendría una conversación con ambos y con Peter también. ¿Quién diablos podía hacer aquella pregunta? Cuando era mas que obvio el chupeton en el cuello de su hermano menor. Era obvio lo que ambos habían estado haciendo.

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Natasha respiro con tranquilidad en los brazos de su amado Bruce. Todo parecía ser paz y tranquilidad. Sharon parecía más relajada y eso significaba menos gritos en el complejo. Steve también lucía más tranquilo y enfocado, aunque un tanto confuso con el evasivo comportamiento de su esposa.

Ojalá que esta paz durará un largo periodo.

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Sharon observó con nerviosismo la prueba de embarazo.

Si daba positivo su vida cambiaría radicalmente, pues habría cumplido con uno de sus más anhelados deseos, ser capaz de hacer feliz a Steve. Sin duda su capitán se pondría eufórico. Ya no habría lugar para Tony Stark en sus vidas.

Pero si resultaba ser negativo, había un 25 por ciento de posibilidad que fuera negativo, temía lo que pudiese suceder en el futuro. Le asustaba perder a Steve y la enloquecía pensar que podría ser por Stark.

La alarma de su celular comenzó a sonar, dando por finalizado la espera, con los nervios a flor de piel miro la prueba de embarazo. Las lágrimas se deslizaron silenciosamente por sus pálidas mejillas.

El destino de Steve y de ella ya estaba sellado.

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Del otro lado del país, la familia Stark celebraba al nuevo integrante de la familia. La custodia y guarda potestad de Connor Kent le pertenecía a Tony Stark y sería así hasta que el joven cumpliera los 18 años.

El joven pelinegro no podía estar más feliz. Clark había venido a verlo y apoyarlo durante el encuentro y lo había felicitado por el fallo del Juez. Claro que el alíen le preocupaba Luthor, pero no podía negar que Connor parecía pertenecer a la familia del castaño.

Además Tony estaba en modo terco con respecto a Connor. Había intentado convencerlo de varias maneras pero ninguna había funcionado, por lo que simplemente se resignó. Tony había sido capaz de amenazar con alejarse definitivamente de su persona, si seguía con el tema de Connor.

La sonrisa de Tony se ensanchó al ver a sus cuatro niños. Harley y Connor parecían no querer separarse, se habían tomado de las manos en el juzgado y desde entonces no se había alejado mas de lo necesario. Peter charlaba amenamente con Raven quien observaba a los jóvenes de vez en cuando. Clark por su parte tampoco se había alejado demasiado de él. Los roses sugestivos del alíen no se habían hecho esperar, al igual que los besos fugaces pero apasionados. Casi parecía que Kent era adicto a su persona y para ser sincero él también se estaba volviendo adicto a Clark.

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Lex seguía inquieto dentro de su celda, su abogado debía estar presentándose prontamente con noticias de su hijo y la espera lo estaba volviendo loco. Era Lex Luthor y no le gustaba que lo hicieran esperar.

-Luthor. Tienes visitas- indicó el guardia

Con elegancia adquirida desde la cuna fue al encuentro de su abogado. En verdad esperaba que hubiera cumplido con su objetivo.

-Señor Luthor- saludo su abogado ni bien lo vio llegar

-¿Qué noticias me traes?- en verdad las charlas banales no eran lo suyo.

El abogado se removió inquieto en su asiento- Siento decirle que el Juez decidió otorgarle la guarda del joven Connor a Stark. Luego de que Clark Kent diera también su aprobación-

-Ya veo- la furia comenzaba a burbujear en su interior. Stark había logrado arrebatarle a Clark y a Connor- Nuevamente me has fallado- declaró

El temor se acentuó en el rostro del abogado pero aún así tenía esperanzas de que Luthor lo perdonara -No todos son malas noticias señor. Pudimos conseguir que le otorgan libertad condicional luego de lo sucedido con Superman- declaró con cierto apuro

Aquello era algo que Lex no se esperaba, aún le quedaban diez años por cumplir, pero la opinión pública parecía haber cambiado a su favor luego del incidente con Superma. Quien diría que sería su amado quien lo liberaría de aquella prisión.

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Bruce Wayne soltó un gruñido enfurecido mientras atacaba sin piedad aquella bolsa de boxeo, el comisionado Gordon le había revelado que Luthor sería puesto en libertad prontamente.

Aquello sin duda traería problemas.

Clark no estaría nada feliz por aquello, especialmente que estaba por iniciar una nueva etapa en su vida. Sin duda Connor tampoco se sentiría feliz. Demasiadas desgracias habían ocurrido a causa de Luthor en la vida de los Kent.

Diana, su amada amazonas le había restado importancia a la situación. Alegando que Tony podía cuidar de Clark y Connor, y eso también le preocupaba. Su amigo era alguien bastante impulsivo cuando se trataba de sus seres queridos. Sin duda se enfrentaría a Luthor y de aquello no podía salir nada bueno.

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Natasha había notado el comportamiento extraño de Sharon. La rubia prácticamente había huido del compuesto y de incógnito. Ni siquiera había tomado su auto sino que había tomado una de las tantas camionetas del compuesto.

Cuando Friday le confirmó que la agente no tenía ninguna misión, había tomado su amada motocicleta y la agente ni siquiera la había detectado.

La rubia había llegado al cuartel general de shield y con el máximo sigilo vigilaba a la esposa de su amigo. Le resultó extraño cuando Carter saludo alegremente a una de las científicas. Tanto la agente como la doctora se adentraron en el laboratorio.

Toda la situación, por muy normal que se viera, le parecía extraña. Ni siquiera sabía que aquellas dos fueran amigas y por la forma en que ambos se saludaron parecían cercanas.

Algo estaba pasando.

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Steve estaba concentrado en su pintura. Desde que había vuelto de su luna de miel, lo único que ocupaba sus pensamientos era el castaño.

No tenía muchos recuerdos de Tony ni tampoco de Sharon, pero la rubia se había presentado como su novia en el hospital y al principio estaba renuente a creerle pero la chica le había mostrado infinidad de imágenes de ellos dos. Tanto en misiones como en diversas citas, hasta le mostró una imagen de ambos desnudos en la cama de la agente. Luego de eso en su mente ya no cabía duda alguna.

Natasha también le había confirmado que tanto él como Sharon mantenían una relación. La pelirroja parecía malhumorada y fría mientras decía esto. Bucky ni siquiera lo miraba a los ojos pero tampoco negaba nada.

No obstante. A pesar de lo que todos decían y afirmaban, jamás dejó de tener sus sospechas. Claro que había aprendido a querer a su esposa, pero eso no impedía que varias veces al día se encontraba pensando en cierto hombre de hierro.

La primera vez que posó sus ojos sobre Tony, su corazón se había acelerado y por primera vez en años se sentía sumamente nervioso. Las manos le sudaban y su estómago parecía mantequilla. Tony, por otro lado, se había comportado de forma distante, alegando que tenía mucho trabajo y que le alegraba de verlo bien y de regreso en el compuesto. En su boca quedaron miles de preguntas y solo el apretón de Sharon en su brazo, hizo que despegara su mirada de la espalda de Tony.

Desde ese momento trataba de recordar su antigua relación con Tony pero por más que intentaba, no podía hallar nada. Era como si aquellos recuerdos nunca hubieran existido.

Pero debían existir. Porque sino cómo era posible que la mayoría de sus dibujos trataran de Tony Stark y Peggy.

Algo estaba mal en su vida. Desde el despertar en el hospital se sentía perdido y vacío. Creyó que era la pérdida de Peggy, pero aunque había amado a la castaño, su recuerdo era lejano.

Todo lo que podía pensar era en Tony.

Y eso...eso comenzaba a ponerlo nervioso porque muy en el fondo sabía que había cometido un error al casarse con la rubia.

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Harley estaba molesto con sus hermanos. Sin mediar palabra Raven los había introducido en un portal que los llevó directo a su habitación en MIT.

Al parecer Tony había estado de acuerdo con esto. Especialmente cuando Connor y Harley compartían habitación. No impediría la relación o el impulso de los chicos pero tampoco la provocaría. Por muy feliz que le haga saber que sus niños tenían sentimientos por el otro.

Esperaba que pronto finalizará la construcción de su mansión en Metropolis.

Harley había protestado y exigido que Raven le permita volver a San Francisco, pero sus ordenes caían a oídos sordos. La muchacha simplemente le había acariciado la cabeza, antes de arrastrar a un confundido Peter.

El rubio había querido llamar a Connor pero recordó que jamás habían intercambiado sus números. Se maldijo una y otra vez. Habían cosas que tenían que resolver, pues no habían sido capaces de hablar luego de aquel desesperado beso. Pero ahora se encontraban casi del otro lado del país.

La ira la impotencia invadían sus sentimientos. Estaba frustrado y enojado por las acciones de su padre y sus hermanos. Estaba enojado por no haberse podido controlar y estaba asustado que todo aquello sea simplemente algo pasajero para Connor.

Ni siquiera entendía sus propios sentimientos. Hace unas semanas atrás Connor ni siquiera le agradaba por la forma en que había tratado a Raven, pero eso no impedía que notara la belleza del muchacho. Nunca le había ocurrido algo así.

De pronto, luego de ese primer toque, aquella mañana luego de que tuvieran que compartir la cama, lo único que ocupaba su mente era el Kon.

¿Qué rayos estaba mal con él? Malditas hormonas.

Un fuerte golpe en su puerta lo sacó de sus profundos pensamientos, los golpes se escuchaban un poco desesperados. Sinceramente no quería ver a nadie, esperaba que no fuera Peter. Cuando abrió la puerta lo que menos esperaba era ver a un agitado Connor. Parecía que hubiera recorrido todo el campus.

-¿Cómo?- fue lo más sensato que pudo expresar

-Le pedí a Raven ayuda- fue su respuesta- pero tu hermana me dejó en el centro de la ciudad y jamás me dijo cual era tu cuarto-

-Eso es tan típico de ella- haciéndose a un lado, permitió que el pelinegro ingresara a su habitación-Supongo que debemos hablar-

Connor observó a su compañero. Sin duda necesitaban hablar, aunque todo lo que quisiera era devorar al rubio.

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Los labios ansiosos de su compañero no le daban respiro. Parecía como si su amado quisiera devorarlo por la forma en que besaban y marcaba cada parte de su cuello y pecho. Había perdido la noción de cuánto tiempo llevaban en aquella situación.

Aquellas manos recorrían sin pudor alguno su anatomía, siempre de forma suave y cosquillosa, que hacía vibrar su cuerpo pero jamás permitiendo  que se hundiera de placer.

Su respiración se aceleró al sentir como su pezón era lamido con cierta obscenidad. Y su espalda se arqueo al sentir aquellos dedos rozar su miembro con delicadeza extrema.

La mordaza en su boca no le permitía emitir palabra alguna y las sogas de kryptonita y acero no le permitían liberarse. Tampoco ayudaba que su miembro estaba apresado por un anillo que le impedía venirse a su gusto.

Una coqueta y sádica risa le hizo fruncir su ceño- Apuesto que no esperaba esto señor Kent- Tony sonreía de forma coqueta mientras se acomodaba sobre el cuerpo de su amante, rozando con tortuosa lentitud sus miembros erectos- luces tan bello con esos lentes-

Clark cerró sus ojos un tanto avergonzado, nunca nadie lo había acorralado de esta forma. Se sentía dominado por su amado y le asustaba un poco el control que tenía Tony sobre él pero al mismo tiempo lo encendía. Elevo su cadera rozando con la de Tony más el genio se rió de su intento

-No Sr. Kent. Esto es un castigo. No creas que he olvidado las cosas que dijiste de Connor- declaró- ni tampoco las cosas que tu amada Liga dijo sobre mi cuervo- acarició con lentitud los abdominales marcados del hombre de acero

-Tony por favor- trato de pronunciar de forma desesperada, queriendo que esa mano fuera más abajo, pero todo lo que salía de su boca eran murmullos sin sentido

La mano del castaño apresó el miembro del superhombre, apretando con cierta fuerza. Superman se retorció con cierta frustración. Ya no podía más. Quería sentir el interior de su compañero pero Tony no parecía dispuesto a permitirlo.

Por su parte Tony estaba disfrutando demasiado de tener a Clark a su merced. Siempre le había gustado hacerse cargo de sus parejas en la cama y de cierta manera Clark merecía un castigo por todo lo sucedido y qué mejor que dominar al hombre de acero en la cama.

Sus labios rodearon el miembro de Clark y este se sacudió, tratando de liberar sus manos vanamente. La lengua de Tony lo recorría como si de una paleta se tratara. Subiendo y bajando. Lamiendo y degustando su sabor tan adictivo.

-T...Tony- nuevamente quería pronunciar el nombre de su amado pero aquella mordaza le impedía hablar. La saliva escurría por su boca hasta bajar por su cuello. Nuevamente intentó librarse de las sogas. Ni siquiera sabía cómo su amado había conseguido aquellas cosas. Seguramente Diana o Bruce.

Los ojos de Tony brillaron con cierta malicia, observando fijamente el rostro sonrosado y frustrado de su amante. Tan delicioso y cautivador. Su lengua se introdujo en la uretra con suavidad mientras sus dientes rozaban la glande.

-No volverás a desconfiar nuevamente de mis decisiones ni permitirás que digan nada de mis niños ¿Verdad Clark?- habló con voz firme y decidida

Clark estaba demasiado ido. No podía coordinar con exactitud ni recordaba las veces que Tony lo había orillado al placer para luego alejarse cruelmente.

-Te hice una pregunta cariño- el castaño abandonó su labor para que la atención del alíen se fijará en su persona. -¿Volverás a dudar de mi y de mis niños?- volvió a preguntar

Clark negó rápidamente. Sin duda jamás volvería a dudar de su amado castaño. No después de que este se las ingeniaba para engañarlo, atarlo en la cama y torturarlo de la mejor y cruel forma. Nunca hubiera esperado eso de su amado.

-Bien- asintió satisfecho al mismo tiempo que le quitaba la mordaza al pelinegro- ahora que has aprendido tu lección. Es hora de pasar a lo divertido- Esa sonrisa descarada y ese brillo peligroso no le auguraba nada bueno al hombre de acero-Apuesto que podemos hacer el amor toda la noche sin que te vengas ni una sola vez.

El único sonido que se escuchó de Clark fue el nombre de su compañero entrecortado, acompañado de lascivos gemidos que llenaron su habitación y el choque de las pelvis chocar una y otra vez hasta la madrugada.

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Alguna vez Tony le había comentado que existía un lema que decía “el karma es una perra”. Y aunque solía regañar al ingeniero por su lenguaje, ahora podía entender la referencia y el significado de trasfondo.

Sin duda el Karma era una perra.

En su mano yacía un test de embarazo y el informe de una doctora. Sharon lo observaba con una radiante sonrisa y con ojos esperanzados. Sus brazos rodearon la cintura de la rubia por impulso mientras hundía su rostro en cuello de su esposa. Silenciosas y rebeldes lágrimas manchanban sus mejillas.

Lo peor es que Steve no sabía si lloraba de felicidad o tristeza.

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-Roro aparece con el escudo del Capitán. Temerosa de sus lectores- vengo en paz. No me maten 😭 la vida es una perra y yo tengo un montón de trabajo y proyectos y finales durante el verano, hasta ahora me libré y la otra semana a clases nuevamente.

Les traje un lemon que espero que complazca a más de una y uno. Un Tony más dominante y menos quejita jajaja. Bottom pero nunca sumiso perra, algo así me lo imagino al rollito.

Bueno, la verdad es que me ha costado mucho esta historia. Hay muy poco material de ellos, solo encontré dos imágenes, por lo que si saben de algo, avisen porfis.

Sí, Sharon está embarazada y Steve está confundido. Mi vida. ¿Vamos a darle un poco de amor al rubio?

Como siempre espero que les guste, que lo hayan disfrutado. Dejen sus comentarios de que les gustaría ver más, yo creo que sería interesante ver más de los niños Stark y sus parejas.

Bueno. Recuerden que las amodoro con todo mi corazón y gracias por siempre aguantar mis largas idas y vueltas.

Kiss kiss























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