Capítulo 1: Deseo

THE VOW

Capítulo 1: Deseo

Steve lamentaba todo lo que había ocurrido. Lamentaba tanto haber traicionado a su ex pareja, creyó que estaba haciendo lo correcto. No solo por él sino para Tony.

Cuando empezó su relación con el millonario, todo había sido felicidad y pasión, una pasión que había estado dormida toda su vida. Una pasión que creyó que algún día podría saciar con su hermosa Peggy. Pero todo se le había escapado de las manos. Al principio el castaño le recordaba a su hermosa agente Carter, pero con el correr del tiempo se fue enamorando del millonario. No obstante, a pesar de ser feliz con su castaño, siempre estaba aquella sombra de duda en su mente y que se presentaba con mas fuerza cada vez que veía a un niño o una familia.

Era consiente que con Tony jamás podría tener aquello que tanto anhelaban. Una familia. Y al principio se había resignado con tal de estar con el castaño pero con el correr del tiempo, le dolía tanto no poder tener un niño propio. Una familia a la cual llamar suya. Creyó que con su amor y el de Tony podrían superar todo.
Estaba equivocado.

Poco a poco aquella romántica y hermosa relación se fue llenando de pesar. Su odio hacia si mismo y hacía Tony, causaba mella en la relación. La opinión publica tampoco ayudaba. Él, el gran capitán América, era gay.  Su relación apenas y había sobrevivido a Siberia. No obstante, Tony había vuelto con él. Simplemente se había disculpado con él castaño y este no dudo en perdonarlo.

Pero no fue suficiente. Ahora la opinión publica lo destrozaba en cada oportunidad que tenía, llenando de alabanzas a IronMan. Sabía que era su culpa pero eso no evitaba que detestara un poco más al millonario.

No supo cuando ni porque lo hizo, pero de alguna forma termino en los brazos de Sharon. La rubia le había abierto un mundo lleno de posibilidades y de comodidad. Con ella podría ser feliz. Con ella podría tener su anhelado sueño.

Sin embargo cada vez que iba a confesarle a Tony, este lo miraba con aquellos ojos tan únicos y bellos, que su valor se esfumaba. Y las cosas siguieron de la misma manera por un largo tiempo.

Natasha y Bucky solían mirarlo con cierta molestia y pesar. Sabía que sus mejores amigos estaban decepcionados de su comportamiento pero ellos no entendía cuanto amaba al castaño y cuanto anhelaba una familia propia.

Todo hubiera seguido igual de no ser por aquel incidente. Aquel descuido donde Tony lo viera besándose con la rubia agente.

La mirada rota del millonario, aun lo perseguía día y noche. Al igual que sus palabras.

         -Steve. ¿Por qué?- fue el suave susurro
        El rubio no soportaba observar la figura de su amado, aquel rictus de dolor gravado en su expresión – Lo siento Tony. En verdad lo siento- fueron sus rotas palabras
          -Sentirlo no es suficiente Steve- el nudo en su garganta le impedía expresar su enojo- DIME POR QUÉ- exigió
          -Ella puede darme una familia- fue su respuesta e inmediatamente, lamento haber pronunciado aquellas palabras. Palabras que sentenciaron el amor de ambos. Pero aún que quiso detenerse no pudo – desearía nunca haberte amado porque este amor es lo que me impide ser feliz-
        -Lamento que pienses eso Steve- fueron las sencillas palabras del millonario -Ojala tu deseo se cumpla-

Quizás por obra del destino o por alguna deidad mágica que había escuchado su deseo, este se hizo realidad cuando durante una pelea con Dr Doom, aquellas memorias habían sido enterradas bajos los escombros del edificio derrumbado sobre su cuerpo.

Había olvidado los últimos siete años de su vida y con ello sus recuerdos del castaño. Su ultima memoria había sido ver a Stark caer del cielo, siendo atrapado por Hulk, de allí en adelante todo era confuso. Recordaba haber estado en Whashinton y conocer a Sam y Sharon, recordaba haberse encontrado con Bucky y su larga búsqueda después del soldado de invierno. Recordó los acuerdos y su pelea con el castaño y su huida a Wakanda luego de la pelea en Siberia. Pero no recordaba las largas horas que solía pasar en compañía del castaño, ni los besos dados ni las noches apasionadas en los brazos del otro. Para él, Tony solo era un compañero de equipo y un buen amigo que siempre velaba por su felicidad.

Así fue como comenzó su nueva vida, al lado de la rubia y rodeado de todos sus amigos, todos excepto el castaño quien solía observarlo de lejos cual ángel protector.

Ahora estaba aquí, cinco años después de aquel incidente. Con su pequeño hijo James en sus brazos y otro niño en camino, viendo como aquel que había sido el amor de su vida, se casaba con aquel alienígena

Las lagrimas se acumularon en sus ojos. Nunca le había dicho a Tony que hace dos meses atrás, después de que el millonario anunciara su futuro casamiento, todos sus recuerdos volvieron a él como avalancha. Inundado de culpa y desesperación.

Culpa por haber dejado a su amado y desesperación porque estaba a punto de perderlo para siempre. Muchas veces intento hablar con el castaño, intento confesar su secreto pero como en el pasado, su boca no obedecía a sus pensamientos. Ninguna palabra brotaba de sus labios.

Y los días seguían pasando y el fatídico día se acercaba. Lento pero seguro. Y con cada día que pasaba la desesperación lo consumía. Ver la sonrisa de su hijo ya no le era suficiente ni tampoco despertar con sus brazos envueltos alrededor de su esposa. No cuando en realidad era el millonario quien ocupaba su mente.

La desesperación dio paso a la culpa.  Culpa por sus deseo egoísta. Culpa por intentar arruinar la felicidad de Tony y de su esposa. Sharon y James eran otras victimas de sus deseos.

Fue por esa culpa que había callado. Porque sabía que Tony había sufrido demasiado por su causa. Jamás le diría que aún lo amaba a pesar de todo. Por Tony. Por Sharon y James. Pero sobre todo porque muy en el fondo seguía siendo aquel inseguro niño de Brooklyn.

Solo rogaba porque ambos pudieran ser felices. Tony con Clark, y él con su amada familia.  

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Tony sentía que flotaba sobre las nubes. Finalmente después de tanto tiempo, tantas dudas e inseguridad. De luchar contra su pasado y sus propios sentimientos. Estaba casándose con Clark.

Debía reconocer que su futuro esposo resulto ser alguien totalmente terco, dispuesto a conquistarlo a como diera lugar. Y aunque al principio se había negado, tratando de salvaguardar su destruido corazón, él hombre de acero no se había rendido y jamás había aceptado un NO del castaño.

Creyó que después de lo ocurrido con Steve. Después de que su amado soldado lo olvidara su vida amorosa había acabado. Por lo menos eso fue lo que pensó hasta que conoció al famoso periodista de Metrópolis.

Pensar que tuvo que sufrir al dejar ir a Steve para que el destino lo recompensara con su alienígena  y su pequeña familia.

Y todo había comenzado con un accidente….un accidente que lo cambio todo.

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          Hospital central de Nueva York. Cinco años atrás.

Nunca en su vida había estado tan asustado como en ese momento. Ver como al amor de tu vida se le derrumba un edificio sobre su cuerpo, no era algo que le deseara ni a su peor enemigo. Él equipo de rescate y ellos mismos habían actuado con rapidez , desenterrando a Steve.

Pero el rubio soldado no reaccionaba. Temió lo peor y por primera ve en veinte años rezo a todos los Dioses. Rezo porque le dieran una nueva oportunidad al rubio. Una oportunidad de vivir y de que pudiera encontrar la felicidad, incluso si esta no era a su lado.

Rezo y rezo durante el trayecto al hospital y siguió rezando durante las seis horas que duro la operación. Y aquí estaba sentado, esperando noticias de su amado junto a sus compañeros.

Rogando por ver aquellos ojos azules nuevamente.

-Todo estará bien Tony- Natasha apoyo su mano sobre su hombro tratando de brindarle algo de consuelo.

-No conozco a nadie mas terco y fuerte que Steve, Stark- fue el pequeño pero significativo aporte del soldado de invierno

Tony escuchaba las palabras de aliento de los mejores amigos del rubio. Y aun que no tenia ninguna duda de que Steve se salvaría, algo en su interior se removía inquietamente con el correr de las horas. Era esa sensación de que algo estaba mal.

Tuvo esa misma sensación cuando perdió a sus padres y Jarvis. 

El Doctor a cargo salió con una expresión cansada pero satisfecha. Mientras el doctor explicaba que la mayor parte del daño fue en la parte superior del soldado, tenía confianza plena en su tarea realizada y con ayuda del suero, él Capitán volvería a ser el mismo en poco tiempo a pesar de sus múltiples fracturas y contusiones.

Pudo respirar aliviado al saber que su pareja estaría bien. Que sobrevivía a pesar de todo. Y que esto era nada más que un simple susto. Se dijo una y otra vez que todo estaba bien. Pero aún así no podía quitarse esa inquietud que le carcomía el alma.

A la mañana siguiente sus temores se confirmarían. Cuando el rubio despertó, Natasha y Bucky habían intentado detenerlo, al parecer algo le ocurría a su rubio, mas sus ansias de ver a su Steve bien, pudieron más que las suplicas de la pelirroja. No se había contenido y sin siquiera dudarlo lo había abrazado, estaba a punto de besarlo cuando el rubio lo alejo de su cuerpo, mirándolo totalmente sorprendido y desconfiado. Como si no lo reconociera. Como si esos siete años de noviazgo no hubieran existido.

-Disculpa. ¿Quién eres?- aquellas palabras fueron como un disparo directo a su pequeño. Inconscientemente llevo su mano a su corazón, apoyándola con suavidad sobre su reactor.-¿Buck conoces a está persona?

La espía rusa y el soldado miraban todo en absoluto silencio con el pesar escrito en sus ojos. Para Tony fue su mente era un caos. Recuerda haberse dado vuelto y buscar con desesperación al medico. Tratando de hallar una explicación.

La pelirroja lo siguió totalmente asustada por la mentalidad del castaño. La mirada perdida y destruida del millonario la asusto. Sabía que Tony venia dolido desde que descubrió el romance de Sharon y Steve pero ahora lucia perdido. Lo encontró junto al medico de Steve.

-Los siento Sr. Stark. Pero el Sr. Rogers sufre de un trastorno de la memoria. Al parecer el golpe afecto y mezclo todos sus recuerdos. No es solo algo físico sino también psicológico- aquellas palabras que solo empeoraban aún más la situación. Natasha envolvió sus brazos alrededor del millonario- en algún momento estoy seguro de que el capitán recuperara sus recuerdos. Cuando él este listo- fueron las sinceras palabras del medico que trataba de aliviar la tristeza del castaño

-Gracias Doctor- fue la respuesta murmurada por Tony. El doctor se retiro  de forma silenciosa, permitiendo que el gran hombre de hierra tuviera su momento de debilidad-

Steve lo había olvidado. Su pareja no lo recordaba. Ni a él ni a los años que estuvieron juntos. Para él rubio no existía ningún lazo que los uniera. Las ultimas palabras del capitán volvieron a su mente.

        -Ella puede darme una familia- fue su respuesta e inmediatamente, lamento haber pronunciado aquellas palabras. Palabras que sentenciaron el amor de ambos. Pero aún que quiso detenerse no pudo – desearía nunca haberte amado porque este amor es lo que me impide ser feliz-

      -Lamento que pienses eso Steve- fueron las sencillas palabras del millonario -Ojala tu deseo se cumpla-

Comenzó a reír sin poder contenerse al mismo tiempo que amargas y cálidas lagrimas se deslizaban por sus mejillas. Natasha simplemente trato de estrecharlo con más fuerza pero su cuerpo temblaba con cada espasmo. No podía dejar de reírse ante lo irónico de la vida. No importa cuanto lo intentara aún seguía siento el mercader de la muerte. Seguía destruyendo todo aquello que tocaba. Seguía siendo Tony Stark, el hombre que lo tiene todo y nada al mismo tiempo.

-Nat. Necesito pedirte algo- la rusa quiso negarse pero esa mirada de ojos café, le impidió negarse-

-¿Qué Tony?-

-Permite que Steve me olvide. De esa manera, él podrá cumplir su sueño- los brazos de la risa se tensaron pero él simplemente se aferro a la pelirroja, como si la rusa fuera su salvavidas

-¿Qué pasara contigo?-

-Voy a seguir siendo yo. Millonario. Genio. Filántropo y playboy- dijo de forma pausada- simplemente seré Tony-

Dicho esto el castaño se separo de la rusa, necesitaba ver a Steve una ultima vez. Necesitaba despedirse del rubio. De su rubio. Porque a partir de ese momento Steve sería libre para ser feliz y él se aseguraría de eso.

Cuando ingreso a la habitación el rubio había sido sedado para que pudiera dormir tranquilamente, sin  sentir la molestia de sus huesos rotos. Lo observo por un largo tiempo. Admirando y grabando en su memoria las facciones del rubio. Con cuidado tomo la mano izquierda del capitán besando cada dedo y los nudillos de este, se detuvo en el dedo del corazón, observado la simple pero brillante sortija dorada que hacía juego con la suya.

-Dijimos que sería para siempre y cuando tomamos estos votos, jamás cruzo por mi cabeza que te haría sufrir tanto. Lo lamento Steve- sabía que el rubio no lo escuchaba, pero esta era su despedida, era la única forma en que se lo podía decir-  Te amo Steve- con cuidado y delicadeza quito el anillo del rubio- por favor, se feliz- dicho esto se marcho, dejando atrás al rubio y a su corazón.

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Hola gente bella. Volví. Antes de que me empiecen reclamar por mis otras historias. Quiero desearles a todos mis lectores un muy feliz día internacional de la mujer. Ahora sí, pueden matarme, pero recuerden que si lo hacen ya no habrá actualizaciones jajaja

Esta historia esta inspirada en un manga que recientemente estuve leyendo y no pude evitar enamorarme de él. Y por supuesto necesitaba hacer mi propia versión. Al principio iba a ser un WinterIron pero como varias de ustedes me habían pedido un ClarkxTony decidí modificar algunas cosas y brindarles este lindo SuperIron, especialmente para festejar el día de la Mujer.

Espero que les haya gustado. Y no se preocupen que este fic ya esta terminado. Son tres capítulos o quizás solo lo haga en dos. Tratare de actualizar pronto, quizás cada tres días. Con respecto a mis otras historias, estoy tratando de escribir un poco todos los días para poder actualizar pronto.

Sin nada más que decir, espero que lo hayan disfrutado. Nos leemos pronto. Recuerden que las amodoro.

Kisskiss

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