Capítulo 22: ¡No puedo dejarte ir!

Canción para este capítulo: When I look at you-Miley Cyrus

Mi cuerpo entero tiembla y los ojos verdes de Jack me observan fríamente, aunque sonriendo. No entiendo nada. Quiero abrazarle y no dejarle ir jamás, pero simplemente me he quedado petrificada. Él hace un poco de fuerza en su agarre, impulsándome a seguir bailando. Mi respiración es entrecortada y trago saliva con nerviosismo.

Sus ojos gritan reconocimiento, pero sus acciones indiferencia.

Reacciono. Cojo su brazo con decisión y aprovecho que todo el mundo está centrado en bailar para conducirle a una habitación. Jack no se resiste e incluso me parece verle sonreír.

Entro primero y cubro mi cara con mis manos, conteniendo las lágrimas y sintiendo como las comisuras de mis labios se elevan cada vez más. Está vivo. Me da igual que sea un Visitante, está aquí y eso es lo que importa.

––Astrid... ––susurra. Su voz apenas ha cambiado, la única diferencia es que ahora es un poco más grave y ronca. Me estremezco y me giro mordiéndome el labio.

––Estás vivo... ––murmuro dejando salir una lágrima de alegría.

En menos de un segundo, me rodea con sus brazos. Respondo a su gesto con intensidad y permanecemos así por minutos. Le he recuperado. He recuperado a mi Jack. Me separa de él levemente y observa mi rostro para después quitarme al máscara y limpiar las lágrimas que manchaban mis mejillas con sus pulgares.

––Tenemos que volver, no deben notar mi ausencia, ––dice.––o al menos no más de lo necesario.

Suspiro y asiento. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan feliz. Jack toma mi mano y me acompaña por los pasillos. Caminamos en un cómodo silencio. Tenemos mucho que contarnos, pero eso puede esperar.

Regresamos a la sala de baile, donde los Visitantes conversan animadamente con copas en sus manos, pareciendo personas normales. Me paso la lengua por el labio inferior y dejo que Jack me guíe hasta una mesa donde hay gran cantidad de frutas. Cojo una fresa, pues me encantan y me meto un trozo en la boca despreocupadamente. Luego recuerdo que estoy en una fiesta y tengo que tener modales y casi me atraganto intentando disimular. Jack ríe y pasa su pulgar por debajo de mi labio, eliminando los restos de comida. Aparto la mirada y echo un rápido vistazo a la habitación.

Cole nos observa con el ceño fruncido y la boca levemente abierta. Sus ojos verdes brillan con odio hacia mi amigo y parece dolido. Ignoro esa presión que se instala en mi estómago y me vuelvo hacia Jack cuando nuestras miradas se cruzan una milésima de segundo.

––¿Ocurre algo? ––pregunta colocando su mano en mi cintura. Niego con la cabeza y le dedico una sonrisa un poco forzada, pues he recordado porque estoy aquí: Mis padres. Si el es el Presidente, eso significa que ellos están cautivos aquí por su culpa.

––Nada, solo... Voy al baño... ––murmuro. Jack asiente no muy convencido y me señala una puerta con su brazo.

Camino hasta los aseos con prisa y cuando entro me apoyo en el lavabo. Respiro hondo y me paso una mano por el cabello. Alzo la vista para encontrarme con el reflejo de Cole en el espejo. Sus pupilas están dilatadas y por como se acerca a mi, deduzco que está borracho. Ahora que lo pienso, ¿los Visitantes pueden estarlo?

––¿Qué quieres? Sal de aquí, alguien podría verte.

El Visitante bufa divertido, a lo que yo ruedo los ojos.

––Estás interpretando muy bien tu papel... ––dice alzando una ceja burlón, refiriéndose a mi cariñoso comportamiento con Jack.

Me acerco a él y me detengo antes de pasar por su lado.

––No estoy haciendo ningún papel. ––susurro en su oído. Hago amago de marcharme, pero él atrapa mi muñeca.

––Astrid, solo quiero que sepas que todo lo que hago, lo hago por ti... ––musita. Me encojo de hombros. No soporto su bipolaridad.––Estoy preocupado por ti.

––¿Desde cuándo? ––cuestiono cansada.

––Desde que te conocí.

Niego con la cabeza.

––Por el amor de Dios, no seas tan hipócrita... ––replico intentando zafarme de su agarre. El Visitante me toma por sorpresa cuando se acerca lentamente, haciendo que yo retroceda hasta que mi espalda choca con la pared. Coloca una mano a cada lado de mi cabeza y su rostro queda a pocos centímetros del mío.

––Tú eres la hipócrita, ¿primero conmigo y ahora con él? ––joder, si que está borracho. Arrastra las palabras y ahora que le tengo cerca me doy cuenta de que sus pupilas están tan dilatadas que apenas se ve el verde iris.

––Hago lo que tengo que hacer para recuperar a mis padres.

––No le cojas cariño, Astrid. Me da igual que tu corazón se rompa en el proceso, acabaré con él de todas formas. Quedas advertida.

Abro los ojos como platos. No puede hacer daño a Jack. Mierda, ¿y ahora yo que hago? Cole toma mi silencio como respuesta y ríe secamente.

––¿Ya lo has hecho, cierto? ––sonríe levemente y entrecierra los ojos.––Hace años, en realidad...

Apoya su frente en la mía y cierra los ojos mientras traga saliva.

––¿Cómo sabes eso?

––Simplemente lo sé, pequeña Astrid.

Ruedo los ojos y coloco mis manos en su pecho, intentando apartarlo, pero no se mueve ni un centímetro.

––¡Déjame en paz, Cole!

––¡No puedo dejarte ir! ––su puño impacta con la pared, justo al lado de mi cabeza, pero no me sobresalto, no después de haber escuchado esas palabras.

––¿Por qué? ––susurro deteniéndome.

El Visitante piensa en su respuesta unos segundos. Aprieta su mandíbula y se aparta lentamente.

––Eres la única que puede ayudarme a vengarme. ––percibo cuanto le duele decir esas palabras. Pero no es nada comparado con lo que me ha dolido a mi escucharlas.

Sin pensar en las consecuencias, alzo mi puño con la intención de golpearle, pero él lo atrapa antes de que llegue a su perfecto rostro.

––Te odio. ––espeto. No es verdad, pero quiero que se sienta mal. Se que soy una mala persona por desear que le duela, pero en estos momentos el enfado y el despecho pueden conmigo. Algo se rompe en su mirada y suelta mi mano.

––Pequeña Astrid, yo... ––antes de que pueda continuar, la puerta se abre y Jack hace acto de presencia. ¿Pero qué mierda he hecho yo para merecer que me pase todo esto?

––¿Ocurre algo? ––pregunta observando a mi compañero.

––No, nada, simplemente hablábamos. ––respondo acercándome a él y dejando que coloque su mano en mi cintura. Deposita un beso en mi cabeza y Cole aparta la mirada con molestia.

––¿Qué tal? ––cuestiona mi amigo al Visitante de pelo oscuro, metiéndose la mano en el bolsillo. Puedo notar un destello de burla en su voz. Cole gruñe y en un abrir y cerrar de ojos, ha salido de la habitación.

––¿Estás bien?

Río.

––¿Por qué iba a estar mal?

"Solo porque por una vez que me enamore, esa persona, o más bien alienígena no me corresponda y me quiera únicamente para acabar con la vida de mi mejor amigo al que creía muerto, no significa que tenga que estar mal"

Jack se muerde el labio.

––Me ha parecido oír que estabais discutiendo... Y quiero prevenirte.

––¿Prevenirme? ––me alivia pensar que desconoce el motivo de nuestro enfado. Si lo supiera probablemente estaría muerta.

––Es peligroso. ––hace una pausa.––No deberías acercarte demasiado, y menos aún establecer cualquier tipo de relación con él.

"Si supieras..."

Me encojo de hombros y Jack me acompaña hasta la salida de la Sede, no sin antes entregarme mi bolso y mi chal, pues la fiesta casi ha llegado a su fin.

––Me gustaría que pasado mañana vinieras a cenar aquí, conmigo. Tenemos mucho de que hablar.

Sonrío y deposito un beso en su mejilla.

––No tienes ni idea de lo feliz que estoy de volver a verte. ––susurro deslizando mi dedo por su pómulo.

––Y yo. ––responde tras unos momentos.

Permanecemos así unos segundos hasta que finalmente me separo y me pongo en marcha al edificio de Charlize.

Siento que debería estar más feliz, pero la conversación con Cole me ha afectado más de lo que esperaba. Niego con la cabeza y camino por las calles perdida en mis pensamientos.

Abro la puerta del portal con la copia de la llave que me dio la anciana y subo en el ascensor contemplando mi reflejo. Las cosas han cambiado tanto en estas últimas semanas. Supongo que la vida son eso, cambios y decisiones. A saber donde estaría ahora si no hubiera aceptado la proposición de Cole o si hubiera acompañado a mis padres el día que desaparecieron.

Cuando llego al apartamento, mi compañero de viaje está sentado en el sofá con los antebrazos apoyados en los muslos y la mirada perdida. En cuando pongo un pie en la vivienda, se posiciona delante de mi y sujeta mis manos.

––Por favor, déjame, ha sido un día muy largo y lo que menos me apetece ahora es disfrutar de tu agradable compañía, Cole. ––murmuro sarcástica y molesta.

––Me gustaba más cuando me llamabas E.T... ––a pesar de la picardía en su voz, sus ojos están tristes. Reprimo la risa que quiere salir y permanezco con mi expresión fría. Él suspira y se aleja, quedando en el otro extremo de la habitación. 


Lo corto aquí porque el próximo capítulo viene MUY CARGADITO y no os quiero saturar de información. 

Ayer me acordé de que estoy participando en un concurso desde hace meses y de que uno de los requisitos era tener terminada la historia antes del 31 de Diciembre. Conclusión: Estos días me veréis muy activa. 

Espero que os haya gustado, aunque personalmente a mi no me ha gustado mucho el resultado u.u 

¿Cómo creeis que terminará el libro? Siento curiosidad por saber vuestras teorías xd 

-Lau
















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