꒰ Seis punto dos.

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La noche del viernes pasó entre grandes sesiones de sexo y una agradable comida y más sexo, ambos hombres despertaron el día sábado completamente saciados. Para sorpresas de ellos mismo prefirieron pasar el resto del día acurrucados en el sillón mientras disfrutaba de una buena película de ciencia ficción.

Aunque se debía recalcar que habían compartido uno que otro beso donde ambos terminaban con la respiración irregular y sus labios maltratados. Cuando el reloj de pared marcó las seis de la tarde, ambos hombres se obligaron a sí mismos a levantarse para comenzar a prepararse para a la cena que había sido invitados.

— Me ducharé primero, ¿o prefieres hacerlo tú primero? —preguntó Jung mientras estiraba sus músculos contraídos.

Con la mirada fija en el firme torso y los buenos pectorales de su doctor, Doyoung se perdió unos segundos en la espectacular vista antes de responder.

— Ve tú primero —dijo mientras pasaba junto a él y palmeaba levemente su espalda.

La opción de darse una ducha juntos en ese momento no era válida, ya que ambos terminarían teniendo sexo y por ende llegarían demasiado tarde a la cena a la cual habían sido invitados. Encaminados hacia la habitación para escoger que iba a usar entre la poco ropa que traía consigo. Con Jaehyun caminando tras hasta que llegó a la puerta del cuarto de baño.

— Es una cena algo casual, así que no, olvídate de usar traje —dijo el castaño antes de entrar al baño.

En el tiempo que Jaehyun se duchó, Doyoung se encargó de escoger un pantalón negro de vestir que se amoldaba bien a sus piernas y resaltaba su buen trasero, junto con una camisa azul cielo que hacía resaltar su blanquecina piel. Satisfecho con su elección tomó un de sus bóxer negro.

En cuanto el menor abandonó el cuarto de baño con una toalla alrededor de su cintura, Doyoung caminó hasta y dándole un pequeño beso en uno de los pectorales de este se adentró al cuarto de baño para comenzar desvestirse y así poder tomar una ducha rápida.

Dejando que el agua recorriese su cuerpo limpiando cualquier rastro de sudor o suciedad, Doyoung tomó un poco de jabón líquido y comenzó a restregar su cuerpo a modo de masaje, no sabía cuál era la temática de la cena pero él se negaba a ir con el cuerpo tenso y era por ello que una ducha con agua tibia y un buen masaje le ayudaría.

Para cuando salió de ducharse, su urólogo ya se encontraba colocándose un poco de colonia. Doyoung tragó grueso al verlo tan sexy vestido con aquellos pantalones de vestir color negro tallados a su figura y la pegada camisa blanca a su cuerpo. El aliento abandonó su cuerpo.

Verlo vestido de aquella forma creaba un deseo de ser tomado por aquel hombre que lo volvía loco.

— ¿Admirando la vista, Kim? —preguntó Jung mirando de reojo al mayor.

— Imposible no hacerlo —respondió ido.

Sacudiendo levemente su cabeza dejó un lado el mar de pensamiento que lo estaba ahogando, para comenzar a vestirse.


Atenta al edificio donde una noche anterior y varios fines su esposo había ingresado, no despegó su vista de la entrada principal, no sabía en qué momento esté podía salir y ella quería confirmar su presentimiento de que estaba siendo engañada por el mayor.

Desde hace meses Yaning había comenzado a sospechar que esos "asuntos de negocios" de un fin de semana entero, no era más que una excusa para estar con una amante. Suspirando aburrida de esperar una señal de vida de Doyoung, apoyó su cabeza sobre el cristal de la ventana del asiento del copiloto, cansada de esperar. Sin embargo su tiempo de espera terminó cuando vio a su esposo salir del edificio.

Para sorpresa de la castaña este venía únicamente acompañado por un hombre alto, el cual también compartiría casi el mismo estilo de vestimenta. Observando el comportamiento de ambos no encontró nada fuera de lugar, ambos parecían ser colegas, ya que mantenían un distancia prudente. Los observó hasta que ambos se adentraron a un auto color negro.

Casi aliviada observo cómo el auto salía del pequeño estacionamiento, pero eso no impido que los siguiera. Con tan solo tres metros de distancia entre ellos, Yaning tenía el cuidado de no ser notada. Y viendo las rutas que estaban tomando se acercaban a las afueras de Busan. Sintiéndose como una idiota por desconfiar de su esposo y más cuando esté en todos sus años de relación había sido demasiado honesto.

Cuando el auto se desvió hacia una de las residencias más prestigiosas de la zona, Yaning comprendió que en efecto, Doyoung iba a una cena de negocios y que claramente la zona le quedaba demasiado lejos de donde vivían.

Pero a pesar de todo aquella vocecita que le decía que no confiara ciegamente, y que siguiera investigando a su esposo hasta que la verdad llegara a ella. Tragando grueso emprendió camino hasta su departamento donde ya tendría tiempo de pensar todo con claridad.

— Eres una tonta —se dijo a sí misma con tristeza.

A mitad del trayecto algo en su interior le gritó que volviera hacia el edificio de departamentos donde su esposo había estado desde la noche anterior y donde pasaba casi todos los fines de semana que tenía asuntos de negocios y así lo hizo.

Tomando el primer retorno que encontró condujo hacia aquel edificio y mientras lo hacia la sensación de ansiedad comenzó a invadirla.


Un Jaehyun aparcó el auto a las afuera de la casa, Doyoung miró a su alrededor y se dio cuenta que solo habían pocos vehículos a los alrededores lo cual quería decir que era de una pequeña cena.

— Por esta noche no te cohíbas, todos los que estarán en la cena son personas que no juzgan las preferencias sexuales, ya que la mayoría son homosexuales otros bisexuales —anunció su urólogo antes de salir del auto.

Sin dudar un segundo salió también el vehículo y caminó hasta posicionarse junto a Jaehyun.

— Yo no siento que sea homosexual o bisexual —explicó Doyoung.— pero si te refieres a que sea descarado y que te permita besarme o tomarme de la mano durante la cena, no tengo problema con ello, y lo sabes. Todo y cuando no haya personas conocidas para mí.

Después de aquel pequeño intercambio de palabras ambos caminaron hasta la entrada principal de la casa donde un chico alto de cabellos castaños y de ojos felinos los recibió con una hermosa sonrisa cuadrada. Doyoung se extrañó al notar que el chico era joven y que probablemente no sobrepasaba los veintidós o veintitrés años de edad.

Jaehyun por su parte estudió al chico y notó que este tenía muchos rasgos similares a las antiguas parejas de su primo y no tardó mucho en llegar a la conclusión de que el chico era la nueva pareja de Mark.

Era de esperarse a Mark, siempre le había gustado que sus parejas fueran un poco más altas que él y que su tez de piel fueran morenos y sin olvidar de cabellos castaños. Sonriendo miró al chico.

— Buenas noches, Jung Jaehyun —saludó viendo como el chico también lo estudiaba a él y a Doyoung.

— Ahh, el primo de Mark y él debe ser tu acompañante —dijo este haciéndose a un lado— Pasen, llegan justo a tiempo. Síganme, por favor. —Jaehyun le brindó al chico una sonrisa ladina.

Si bien Doyoung había sido advertido que la fiesta pertenecía al primo de su Urólogo y amante, no comprendía en su totalidad si esa noche se llevaría a cabo una cena normal o de otro tipo, ya que segundos antes de que él se se vistiera, Jaehyun había colocado sobre sus pezones pequeñas pinzas y un pequeño vibrador en su recto, el cual agradecía que aún no comenzará su trabajo o al menos Jung no lo encendiera a través del pequeño comando que estaba en la bolsa izquierda de su pantalón.

Siguiendo al joven castaño por el amplio y bien decorado pasillo y la mayor parte de la sala, la cual parecía decorada al estilo victoriano, llegaron hasta una gran puerta de cristal que conducía a un hermoso y amplio jardín trasero.

A pesar de la oscuridad de la noche, el jardín se encontraba perfectamente iluminado y decorado de una forma sutil. En medio de esta se encontraba esparcidas de diez mesas, los cuales daban espacio para cinco. El contraste perfecto que hacían el color negro y rojo de los manteles de las mesas y los adornos dorados hacía parecer un ambiente sensual y provocativo.

Doyoung siguió observando el jardín y prestando atención a todos los invitados presentes y para su sorpresa y alivio no conocía a ninguno de ellos, y suponía que ninguno de ellos lo conocía por lo que una sonrisa ladina se formó en su rostro mientras llevaba las manos hacia los bolsillos de su pantalón.

Jaehyun por su lado quedó sorprendido por la decoración, su primo siempre había sido el de escoger colores neutros o en casos contrarios los hacían sus parejas, pero el cambio drástico de uso de los colores no le hizo más que saber que todo aquella decoración era obra del joven castaño que ahora era pareja de Mark.

— ¿Algún rostro conocido, Kim? —preguntó cuando de reojo notó la sonrisa ladina del mayor. Ver cómo este negaba despreocupado lo hizo sonreír también.— ¡Perfecto! Vamos, voy a presentarte a mi primo.

Aún con sus manos dentro de su bolsillo asintió levemente antes de comenzar a seguir a su urólogo. Con cada paso que daba sobre la bien cuidada grama del jardín, en sus fosas nasales se fue colando un agradable aroma a frutos silvestres con un toque algo extraño, pero no pudo prestarle muchas atención aquel ahora ya que sin darse cuenta habían llegado hasta donde se encontraba un hombre probablemente tres o cuatro años mayor que Jung. El hombre era bien parecido. Cabellera azabache, facciones masculinas sin llegar a ser toscas, con un esbelto cuerpo y estira alta y contaba con una sonrisa que iluminaba todo a su alrededor y claramente contaba con unos treinta y algo. Estaba más que claro que el primo de Jaehyun era todo lo contrario a él.

— Pero si es el mismísimo, Jung Jaehyun —se escuchó la voz alegre del primo de Jaehyun al verlo.

— El mismo que viste y calza —respondió Jung con una sonrisa divertida, que a Kim Doyoung le pareció la sonrisa más hermosa.— Veo que no cambias la temática de tus cenas, primo. Y la selección de colores supongo que es gracias al chico que tienes por pareja, ¿cierto?

Una sonora cargada salió de la boca del mayor.

— Sí, Donghyuck disfrutó mucho hacer la elección de colores y organizar la cena. —Jaehyun asintió ante las palabras de su primo.— Por cierto, ¿quién tiene el honor de acompañarte?

El semblante relajado de Jaehyun y su sonrisa ladina dieron la pauta para que Doyoung se acercara más a este.

— Kim Doyoung, mi amante. —Mark arqueó una de sus cejas estudiando al mencionado.— Doyoung, él mi primo Mark Lee, uno de los mejores pediatras de la mitad del país.

— Doyoung, me atrevo a decir que eres un detonante sexual —dijo mientras estrechaba su mano.— Estoy ansioso de probarte con Donghyuck.

¿Probarlo con Donghyuck? Doyoung no comprendió a que se refería con ello, su rostro denotaba clara confusión con el entrecejo fruncido; con la duda de que si se trataba del intercambio de parejas en el acto sexual, se iba atrever a formar la interrogante, pero todo intento quedó opacado cuando las fuertes y grandes manos de su urólogo lo tomaron de la cintura para cercarlo aun más a él y posteriormente soltar un gruñido de desaprobación.

El menor de los tres soltó una sonora carcajada antes de palmear el hombro de Jaehyun con diversión.

— ¡Tranquilo, hombre! —exclamó con diversión— No es más que una pequeña broma, tengo muy claro que no compartes a tu parejas, y ahora que veo semejante hombre junto a ti, doy por hecho de tus instintos posesivos han salido a flote. Créeme que si fuera tú tampoco quisiera compartirlo.

— Me estás queriendo decir, ¿que Doyoung no es tan importante para ti, y que no es tan atractivo como para quererlo solo para ti? —preguntó el urólogo incrédulo.

El menor volvió a soltar una carcajada y alargó su mano para atraer al chico de cabellos castaños que se aproximaba a ellos.

— No mal entiendas, primito —dijo con una sonrisa cuando su brazo pasó a rodear la cintura del castaño cuyo nombre era Donghyuck.— Nadie aparte de mí puede tocar, besar y joder la preciosidad de Donghyuck, soy yo quien lo puede ver un desastre, y fue él quien me mostró por primera vez que son los celos.

Doyoung quien se mantenía en silencio podía notar la naturalidad con la que la pareja de Mark, se dejaba hacer de todas las caricias que le eran brindada, ¿acaso para él era normal demostrar su relación ante los demás?

— De cualquier manera mataría al que osara colocar sus manos sobre Donghyuck, es mío y lo seguirá siendo hasta el final de los tiempos, ¿o me equivoco, precioso? —los labios de Mark comenzaron a repartir pequeños y tiernos besos en el mentón, mejillas y labios del castaño.

— Soy completamente tuyo.—la voz de Donghyuck salió con tanta seguridad que sorprendió a Jaehyun y Doyoung.

Doyoung quien se había mantenido en silencio, habló sin darse cuenta de que las palabras habían abandonado su boca con tanta fluidez y tranquilidad.

— Hay tanta seguridad en tus palabras que me sorprende, has de conocerlo de meses, ¿no?

El castaño al escuchar aquello solo se digno a hacer una mueca que se pudo traducir como un algo así ; sin darse cuenta la conversación había dado un pequeño giro y los cuatros hombres se encontraban conversando de sus empleos y la forma en la que se deshacían del estrés. Doyoung se sorprendió al escuchar que el joven de los cuatro aún estaba en la universidad y que contaba con un empleo de medio tiempo en una floristería.

— Entonces estás casado, ¿no? —preguntó Donghyuck con curiosidad.— Siempre me he preguntado que le ven de atractivo a un par de tetas y una vagina. No me malinterpretes, Doyoung, pero toda mi vida he sido homosexual y una mujer jamás logró ponerme la polla dura.

— Es algo muy complejo de explicar, ¿sabes? Pero supongo que es igual que tu caso, muchos hombres no ven atractivo meterse con alguien que también cuente con algo colgándole entre las piernas y prefieren meterse con una mujer por el hecho de que suele ser más delicadas.— comenzó a explicar Doyoung con tranquilidad hasta que la bala anal comenzó su función provocándole un leve gemido.

— ¿Todo bien? —preguntaron los presentes tras escucharlo.

No, nada estaba bien por que tenía una jodida bala anal haciendo su función en el nivel uno. ¿Cómo se había atrevido a encenderlo cuando habían personas presentes? Eso era... algo muy descarado de su parte. Tomando un pequeño respiro miro de reojo a su urólogo para luego contestar.

— Sí, no se preocupen.

— Pero has soltado un leve gemido, ¿seguro que está todo bien? —Preguntó Donghyuck apoyando su cabeza en el pecho de su pareja.

Doyoung solamente se limitó a asentir ya que el nivel con el estaba trabajando la bala anal aumentó dos arriba de lo esperado obligándolo a morderse la lengua con fuerza para no gemir, pero estaba más que claro que tanto Mark y Donghyuck en cualquier momento se darían cuenta de la situación cuando notarán el rubor en sus mejillas o peor aún su erección se marcará en sus pantalones. Tragando grueso, intentó volver a centrarse en la conversación, pero le fue difícil debido a que su mente estaba más que centrada en las vibraciones que estaba recibiendo casi cerca de su próstata.

Tras varios minutos en los que la bala anal se encontraba en su máxima potencia torturándolo de una manera muy placentera y excitante en el aspecto de tener a terceros presentes mientras tenía un vibrador en culo que era controlado por su urólogo, comenzó a sentir su respiración cada vez más irregular y su erección cada vez más notoria se disculpó con los presentes con la excusa que necesitaba ir al baño.

Siguiendo las indicaciones de Mark, caminó en el interior de la casa en busca del baño mientras se preguntaba si alguien más había notado las expresiones raras que seguramente formó en su rostro para contenerse. Llegando a un de los pequeños pasillos de la cocina plata baja visualizó la puerta color crema al final tal y como el menor había mencionado; apresurando su paso se aproximó a la puerta y tomó el pomo de esta con la única intención de entrar y realizarse un paja que aliviaría el dolor en su miembro.

En un pequeño intervalo de tiempo fue empujado hacia el interior del baño cuando abrió la puerta, todo sucedió tan rápido que no comprendió la situación hasta que fue estampado contra la pared más cercana y las ya conocidas manos lo sometieron a un descontrolado y salvaje beso que le robó el aliento en el primer segundo.

Los labios de Jung se movía sobre los suyos con salvajismo que era imposible evitar que su saliva recorriera sus mentones. ¿Cuantas veces se había besado de tal manera con Jaehyun? Muchas veces, pero lo que cambia la situación era que ahora contaba con una bala anal que le enviaba descargas eléctricas que apenas le daban la fuerza para permanecer en pie.

— Mírate estás completamente sonrojado y excitado porque hay un pequeño vibrador a máxima potencia en tu culo. —murmuró el menor contra su oído mientras las manos de este le recorrían la figura.— Sencillamente excitante. —agregó lascivo.

Doyoung soltó un jadeo cuando sintió los dedos de su urólogo apretar parte de su trasero sobre la tela del pantalón; el dolor en su polla era atroz que en su intento por aliviarlo comenzó a crear una fricción contra el bulto de Jaehyun.

La fricción entre ambos miembros era sin duda deliciosa porque ambos hombres se encontraban gruñendo y aunque estaba claro que si Kim seguía así no tardaría en correrse por lo que Jaehyun se alejó de él para luego ordenarle que se apoyara de brazos en el lavamanos y le mirara a través del espejo.

Jaehyun le besó el cuello, le mordió el lóbulo de la oreja mientras sus manos se deshacían de su pantalón junto a su ropa interior.

— ¿Has deseado a mi primo o su novio mientras charlábamos? —preguntó Jaehyun adentrándose uno de sus dedos en la húmeda entrada de Doyoung.— Sé que los has encontrado atractivos, pero me pregunto, ¿has deseado follar con ellos?

— No, señor —jadeó el mayor.— Yo solo lo deseo a usted, solo deseo que sea usted quien me folle.

Doyoung no mentía al decir que solo deseaba ser follado por Jung y es que a pesar de haberse convertido en el recibidor en el sexo no deseaba a otro hombres que no fuera Jung Jaehyun. Y si había encontrado guapo al primo de este, pero no le despertaba el apetito sexual en ningún sentido.

Jaehyun por su parte al escuchar la respuesta del mayor sonrió ladino y comenzó a penetrar el culo de este con sus dedos sin sacar el vibrador; Doyoung soltó varios jadeos y suplicas que fueron ignoradas por el castaño.

— ¿Quién es tu hombre, tu dueño, pequeña puta? —preguntó el menor con los ojos completamente nublados por la lujuria.

— Usted señor —logró decir apenas ya que sentía en cualquier momento se correaría.

— ¿Qué deseas que te haga?

Doyoung se encontraba al borde del orgasmo, pero sabía muy bien que si llegaba a correrse sin haber recibido el permiso de su señor, tendría un castigo severo horas más tarde por lo que se obligó a sí mismo a contenerse.

— Que me folle hasta que usted me permita correrme, señor. —los dedos de Jaehyun aumentaron la velocidad y con ello hicieron que Doyoung soltara un alto gemido.

— Muy bien, lo haré porque has sido bueno, sin embargo no harás ningún sonido porque de lo contrarios, al llegar a casa voy a azotarte tan fuerte que no podrás sentarte durante una semana.—Doyoung mordió su labio inferior cuando el vibrador fue retirado de su interior antes de escuchar como Jung se deshacía de su cinturón y posteriormente bajo su bragueta.— ¿Quedó claro?

Doyoung asintió llevando sus ojos hasta la figura de Jaehyun reflejada en el espejo.

— Sí, señor —respondió y con ello fue penetrado de una sola estocada salvaje que le hizo soltar un grito ahogado.


Una y media de la madrugaba marcaba el reloj digital de tablero del automóvil, cuando el automóvil en el que Doyoung se había marchado horas antes apareció en campo de visón de Yaning alertándola a estar pendiente de todas las acciones que Doyoung pudiera hacer antes de desaparecer dentro del edificio.

En los primeros minutos no sucedió gran cosa más que la espera de que el conductor terminara de aparcarse y estos bajaran; Doyoung abandonó primero el automóvil con una sonrisa en su rostro.

Yaning observaba con la respiración pesada y su cuerpo temblando por alguna razón inexplicable ya que todo lo que sucedía no era nada fuera de lo normal, o la menos eso pensaba antes de ver cómo su esposo es acorralado contra el capo de carro por el hombre alto y posteriormente era besado por este. Sin dar crédito a lo que sus ojos veían llevó una mano a su boca y sin poder dejar de ver la escena.

Ella sencillamente no podía mentirse a si misma diciendo que Doyoung estaba siendo obligado a ello por que claramente podía observar cómo su esposo aferraba sus manos en el cuello del alto y cómo disfrutaba del beso; sin darse, gruesas lágrimas recorrieron su rostro hasta que estas le nublaron la vista. Limpiándolas con poca delicadeza desvió la mirada hacia el techo del auto donde comprendió el porqué Doyoung había estado actuando extraño últimamente y por qué siempre llegaba tarde o sus idas los fines de semana.

Se tuvo que haber visto como una estúpida por pensar que era la presencia de una mujer que había enfriado su matrimonio cuando era todo lo contrario, era un hombre el que había enfriado su matrimonio y calentado a su esposo fuera de este.

Ahora que tenía respuesta a todas sus dudas, crecía una nueva, ¿acaso Doyoung la había usado para ocultar su verdadera sexualidad?

Sacudiendo levemente su cabeza se obligó a sí misma a no suponer nada hasta que encare a Doyoung, porque sí, ella tenía que escuchar una explicación o excusa por parte de este antes de tomar una decisión; una vez su esposo se perdió en el interior del edificio con su acompañante, la castaña esperó unos minutos antes de poder tener el valor de conducir nuevamente a su casa donde se fundirá en llanto hasta que él regresara.

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