Capítulo 32

MAXIE AHOGA UN sollozo mientras ve el baño de sangre que ocurre debajo de ella. Cierra las manos en puños, sabiendo que tiene que hacer algo, pero no está segura de cómo. Apenas sabe lo que el doctor le hizo, mucho menos ha aprendido a controlarlo... sea lo que sea. Además, hay demasiados aliados mezclados con los enemigos como para causar una explosión. Podría matar a todos.

Tiene que bajar.

Es la única forma de salvar a todos.

Respira profundo antes de correr hacia la escalera. Harry le dijo que no bajara bajo ninguna circunstancia, pero no puede quedarse sentada viendo morir a todos. Vio a Micah ser apuñalado y el rostro petrificado de Killian. Escuchó a Eve gritando desesperadamente a Harry antes de que Max se cayera de rodillas. No puede permitir que nadie más salga herido.

No puede.

Una vez sus pies tocan el suelo, sabe lo que necesita hacer. Agarra la camiseta de un aliado, diciéndole que corra la voz para que se retiren. Él la mira como si estuviera loca, pero también con un poco de alivio. Sin embargo, considerando su edad, bufa y se gira hacia la multitud, con un arco en la mano.

"He dicho," repite Maxie con más confianza, arrebatándole el arco con un simple pensamiento. Él la mira de forma distinta, prácticamente aterrado. "Corre la voz de retirada."

"¿Qué..."

"¡Vamos!" grita, poniéndose en marcha.

Necesita alejar a los aliados tanto como pueda en caso de que todo vaya mal. Lo cual es muy probable.

Gavriel es el primero en verla. "Hey," dice, agarrándola del brazo. "Harry te ordenó que te quedaras en el tejado."

"Tengo que hacer algo," suplica, mirándole con determinación. "Por favor. Confía en mí."

Gavriel no sabe lo que Maxie puede hacer, así que mantiene su mirada un segundo antes de asentir, dudando de si dejarla ir. "Vale," murmura, "pero voy contigo."

"Puedes salir herido."

"Sí, y Harry puede matarme si no me quedo contigo, así que yo decido lo que hago."

Ella no discute, así que los dos avanzan. Gavriel evita que cualquiera se le acerce, reconfortando y asustando a Maxie. Mantiene los ojos apartados de la sangre que le cubre. Está segura de que no es de él.

Parece que el hombre de antes ha corrido la voz como le pidió. Muchos aliados están mirando alrededor en confusión, retirándose aunque los enemigos avanzan. Maxie para cuando está segura de que está en la mejor posición, justo frente la línea de aliados. Indica a Gavriel que dé un paso atrás, entonces toma aire y cierra los ojos. Puede escuchar los gruñidos. Sabe que están viniendo hacia ella.

No sabe de dónde viene, pero lo siente. Esta increíble ola de energía que atraviesa su cuerpo y entonces--escapa de ella.

Los gritos se intensifican.

No abre los ojos hasta que la última gota de energía abandona su cuerpo.

Gavriel la coge antes de que caiga de rodillas.

El área está completamente en silencio.

Las lágrimas caen de los ojos cerrados de Maxie--tiene miedo de abrirlos.

Entonces siente a Gavriel a su lado y susurrando, "Maxie, lo has conseguido."

***

Micah gruñe mientras recupera la conciencia. Un dolor agudo atraviesa su cuerpo cuando intenta sentarse, entonces hay dos manos en cada uno de sus hombros que le mantienen en el suelo.

"¡Para, idiota!"

Abre los ojos para ver el rostro de Killian justo frente al suyo. Hay lágrimas en sus mejillas.

"Harry dijo que el mínimo movimiento podría reabrir la herida y tendrías que volver a curarte," le dice. "Está tomando un tiempo en cerrarse."

"¿Por qué estabas llorando?" pregunta Micah, agarrando la barbilla de Killian con sus dedos índice y pulgar mientras inspecciona al chico. "¿Estás herido?"

Killian le mira como si hubiera perdido la razón. "Eres realmente idiota."

"¿Qué?"

"Casi mueres Micah," susurra Killian. "Claro que estaba llorando--y herido."

"Oh," murmura Micah. "Joder. Lo siento."

"¿Te estás disculpando por casi morir?"

"Sí."

"Bueno, no te voy a perdonar porque fue mi culpa de todas formas. No deberías haberte interpuesto así. Como... un héroe cliché de mierda."

"Lo volvería a hacer," le dice Micah honestamente. "Cuidado, estás empezando a sonar tan asquerosamente dulce como Harry."

"Oh Dios. No me dejes llegar a ese punto," Micah gruñe, intentando sentarse de nuevo.

Y otra vez, Killian se lo prohíbe. "Deja de ser estúpido."

Micah suspira y apoya la cabeza en la almohada, escaneando la habitación. Parecen estar en una clínica. Hay muchas camas alineadas en las paredes con una persona en cada una, indudablemente por culpa de la batalla. Micah no puede recordar si ganaron. O si lo hicieron, cómo lo consiguieron. Se desmayó por la pérdida de sangre no mucho después de ser apuñalado.

Entonces ve a Eve en el borde de una cama, con la mano de Max en la suya. No puede verla llorando, pero escucharla sorberse la nariz con su avanzado oído. Su pecho se oprime con el sonido, y por lo pequeña y frágil que parece. Nunca la ha visto tan rota.

"¿Max se va a poner bien?" susurra a Killian, aunque Eve esté al otro lado de la habitación no quiere que le escuche.

Killian sigue su mirada y suspira. "No están seguros. Perdió mucha sangre, pero Harry les encontró justo a tiempo para mantenerle respirando. Un doctor cree que despertará pronto y otro cree que morirá."

Micah cierra los ojos. Puede sentir el dolor de Eve como propio.

Vuelve a la realidad y se encuentra con la mirada de Killian. "¿Dónde estamos y cómo hemos llegado aquí?"

Killian se ríe. "Nicola es más que una líder. Después de que Maxie ganara la batalla por nosotros, Nicola metió a todos los supervivientes en transportes y, bueno, estamos en Washingon D.C. Donde está la casa del presidente. Es una clínica que Nicola había construido alrededor del comienzo de la batalla. Se quedó con la Casa Blanca cuando el presidente desapareció."

"Déjame adivinar. ¿Nuevo presidente?"

"Creo que es su meta. Honestamente, puede que la vote si llega el momento. Viene todos los días a visitar a los supervivientes y trae raciones extra. Creo que hay más detrás de ella de lo que la gente ve."

"Genial," dice Micah poniendo los ojos en blanco. "Este país necesita más que un buen presidente para ser salvado."

"Cierto," dice Killian. "Pero creo que con suficiente dinero, y con Nicola, las cosas podrían volver a la normalidad en un tiempo."

"¿Estás diciendo que todos los experimentos están muertos?"

"Bueno, no. Pero la mayoría que se hacían llamar "líder" están capturados, y la ejecución del doctor está planeada para mañana por la noche."

Los ojos de Micah se abren de par en par. "¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?"

"Una semana."

Killian!"

"¿Qué? ¡Estoy intentando ponerte al día lo mejor que puedo!"

Micah suspira, llevándose una mano a la cara antes de sisear entre dientes, mirando mal a su mano. Tiene vendas alrededor de sus manos. Cierto. Se olvidó de que prácticamente agarró una espada.

No sabe qué pensar sobre la ejecución del doctor. No porque soliera respetarle--oh no, perdió su respeto hace mucho tiempo. Sin embargo, siempre soñó en volver a ser el de antes. En volver a ser normal. En recuperar sus recuerdos. Eso es lo que más quiere; sus recuerdos.

No puede obtenerlos si el doctor está muerto.

Sabe que es posible--Harry recuperó los suyos. Pero, ¿son sus recuerdos lo suficientemente valiosos como para mantener a ese humano vivo? No cree que sea el adecuado para responder.

Ya se siente cansado. No sabe si por intentar sentarse, por hablar, o por pensar. Quiere volver a dormir.

Usa sus dedos para agarrar la muñeca de Killian, con cuidado de no usar sus manos. Lleva a Killian hasta su lado.

"Despiértame cuando sea la hora de su muerte," susurra y cierra los ojos.

***

Harry camina con Nicola hacia la línea de prisioneros, todos asegurados en celdas eléctricas con cadenas alrededor de sus muñecas y tobillos. Se encuentra con las miradas de los hombres que una vez conoció y su pecho se oprime, pero mantiene la barbilla alta y sigue en movimiento. No puede sentir pena por estos hombres que le traicionaron. No debería, pero lo hace.

"¿Qué planeas hacer con todos ellos?" pregunta a Nicola.

No habían tantos enemigos que sobrevivieron cuando Maxie prendió todo el bosque en llamas, pero todavía hay una cantidad decente de ellos atrapados aquí. Mas de los que Nicola tuvo antes de ir al campamento de Leo. Lleva bastante tiempo aquí.

"Algunos tiene fechas para ejecutarlos, dependiendo de lo que hicieron para ser capturados," explica. "Estoy intentando recuperar un sistema que solíamos tener, ya sabes, un juicio justo y todo eso. Pero sé que son culpables, ¿por qué malgastar mi tiempo?"

Él se encoge de hombros. Es cierto, supone.

"De todas formas Los demás tendrán juicios para determinar sus sentencias, aunque puedo determinar que la mayoría se pudrirán aquí. Sé que solías ser uno de ellos, pero es lo que se merecen."

De nuevo, se encoge de hombros. No se siente conectado a ellos.

Aunque se sobresalta inmediatamente cuando mantiene la mirada de Wolf. Wolf ya le estaba mirando, sonriendo como siempre. Se niega a creer que esté perdido. Aún está convencido de que sus hombres vendrán a buscarle.

Harry contempla la idea de hablar, entonces se da cuenta de que es exactamente lo que Wolf quiere que haga. Así que en vez de eso se marcha, la sonrisa se borra del rostro de Wolf de inmediato.

"¡Vuelve aquí, cobarde!" grita Wolf. Continúa gritando profanidades e insultos hasta que Nicola y Harry desaparecen en una esquina.

"Es fiero, aunque molesto."

"Lo sé," murmura Harry.

"¿Es amigo tuyo?"

"Nunca nos llevamos bien."

Nicola asiente. "Al menos siempre has tenido decencia."

"¿Esto es necesario?" pregunta Harry. "¿Mantenerle apartados?"

"Claro. No quiero que hablen entre ellos, o que intenten planear un escape o algo. Aunque nunca lo lograrían. Es mejor mantenerle separado ya que es el instigador." 

Paran frente a una puerta de metal, diferente a la de las demás celdas. Esta tiene una ranura para abrirse y cerrarse y un candado gigante en la manilla. Hay dos guardias a ambos lados. Harry casi suspira por lo extremistas que son. El hombre no es lo suficientemente estúpido como para intentar algo que sabe que no puede lograr.

Nicola chasquea los dedos y el guardia más cercano abre la puerta. "Bueno, os daré un par de minutos. Que no te sorprenda que esté escuchando."

"Aún no confías en mí, ¿eh?"

"Es un mal hábito que tengo," admite. No puede culparla.

Él entra en la sala, la puerta cerrándose detrás de él.

El doctor está sentado en una esquina de la celda, con la espalda pegada a la pared y las piernas extendidas frente a él. Sonría cuando ve a Harry.

"Mi chico. Sabía que podía contar contigo," dice en un enfermizo tono dulce.

"No te emociones," gruñe Harry. "Estoy aquí por información, no por ti."

El doctor se sienta más recto pero no se pone en pie. "¿Qué quieres? Lo que sea por ti."

"Deja de hablar así."

"¿Así cómo? Sabes que eres mi favorito--"

Harry está frente a él en un instante, con una mano alrededor de la garganta del doctor. "Deja de hablar cinco malditos minutos por una vez en tu vida."

Los ojos del doctor se abren de par en par y asiente.

Harry da un paso atrás. "¿Cómo devuelves los recuerdos?"

El doctor se ríe, sin nervios. "¿Por qué necesitas saber eso? Ya tienes los tuyos."

"Tengo amigos que necesitan los suyos, también."

"Soy el único que puede hacerlo."

"Tonterías," dice Harry. "No eres el único cirujano en el mundo."

El doctor se aclara la garganta, ajustándose el cuello de su camisa rota. "Sí, pero soy el único con conocimientos en el campo."

"Deja de mentir. Tú y yo sabemos que vas a morir mañana. No hay necesidad de morir con tu método. ¿No quieres que tu inteligencia sea reconocida?" contesta Harry, mirándole mal.

El doctor lo considera sinceramente. Entonces suspira dramáticamente y se pone en pie. "No sé por qué debería decírtelo. No me has devuelto ni un signo de gratitud en meses."

Harry cierra las manos en puños para controlar su temperamento. "Dime cómo lo haces."

"Con una condición." Empieza a sonreír el doctor en esa forma que le hace estremecer a Harry.

"No voy a posponer tu muerte."

"Esa no es la condición."

"¿Qué quieres?" Harry está cansado de jugar a sus juegos siempre.

"Un último instante contigo," dice el doctor. "Quiero que cenemos esta noche. Sólo nosotros. Como en los viejos tiempos."

Harry se estremece, disgustado por la idea de gastar más de diez minutos con este hombre.

"Sabes que soy un hombre de palabra, Harry," continúa el doctor. "Cena conmigo--una cena rápida-- y te diré cómo devolver los recuerdos a 752 y 758. ¿Trato?"

Harry quiere negarse, pero es demasiado buena la oportunidad como para dejarla ir. Incluso aunque no consiga la información que quiere, el viejo morirá mañana. Esta es la última oportunidad que tiene para mostrar su gratitud a Micah y Gavriel. A Gavriel, quien siempre ha estado a su lado desde el día uno, y a Micah, quien ha sacrificado demasiado y llamó a Harry su líder.

Si alguien merece tener sus recuerdos de vuelta, son ellos.

Esa es la razón por la que Harry reprime un estremecimiento y estrecha la mano del viejo, "Trato."


☆☆☆☆


Novela original escrita en inglés por juliaxwrites

All the love, A.

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